Lc 2, 21-33
[21] Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno. [22] Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor,
[22] Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, [23] como está mandado en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor;
[23] como está mandado en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor; [24] y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones, según lo mandado en la Ley del Señor.
[24] y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones, según lo mandado en la Ley del Señor. [25] Había por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y temeroso de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él.
[25] Había por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y temeroso de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él. [26] Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor.
[26] Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor. [27] Así, vino al Templo movido por el Espíritu. Y al entrar con el niño Jesús sus padres, para cumplir lo que prescribía la Ley sobre él,
[28] lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo: [29] Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, según tu palabra: [30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos:
[29] Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, según tu palabra: [30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos: [32] luz que ilumine a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.
[30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos: [32] luz que ilumine a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. [33] Su padre y su madre estaban admirados por las cosas que se decían acerca de él.
Comentario:
v.26: Simeón tenía al Espíritu sobre él. Era un hombre de Dios, familiarizado con la Sagrada Escritura y con la oración. "Había recibido la revelación...", pienso que no es necesario suponer hechos extraordinarios: cuando hay familiaridad con Dios, el Espíritu Santo hace entender las cosas de un modo íntimo, persuasivo.
v v.27 y 28 José y María entrarían en el Templo junto con otras parejas. Es inimaginable que María y José entrasen proclamando a voces que el bebé que llevaban en brazos era el Masía prometido. Si Simeón identificó al niño y lo cogió en brazos fue`porque el Espíritu le llevó a identificar al Cristo niño (de un modo semejante a como el Espíritu hizo que Juan nonnato saltara de gozo en el seno de Isabel cuando María grávida visita a su prima).
v v, 29-32: El himno de Ananías es un resumen de las promesas mesiánicas, especialmente Isaias. Es un himno de alabanza y glorificación de Dios construido con textos sagrados. Jesús es "gloria de Israel" y "luz de las gentes". Dos cosas distintas. Primero Israel, pero después la humanidad entera.
Resumen: El Espíritu Santo a través de la Escritura conduce hacia la persona de Cristo
Feliz año, siglo y milenio nuevo.
o_cambote
[21] Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno. [22] Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor,
[22] Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, [23] como está mandado en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor;
[23] como está mandado en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor; [24] y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones, según lo mandado en la Ley del Señor.
[24] y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones, según lo mandado en la Ley del Señor. [25] Había por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y temeroso de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él.
[25] Había por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y temeroso de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él. [26] Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor.
[26] Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor. [27] Así, vino al Templo movido por el Espíritu. Y al entrar con el niño Jesús sus padres, para cumplir lo que prescribía la Ley sobre él,
[28] lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo: [29] Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, según tu palabra: [30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos:
[29] Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, según tu palabra: [30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos: [32] luz que ilumine a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.
[30] porque mis ojos han visto a tu Salvador, [31] al que has preparado ante la faz de todos los pueblos: [32] luz que ilumine a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. [33] Su padre y su madre estaban admirados por las cosas que se decían acerca de él.
Comentario:
v.26: Simeón tenía al Espíritu sobre él. Era un hombre de Dios, familiarizado con la Sagrada Escritura y con la oración. "Había recibido la revelación...", pienso que no es necesario suponer hechos extraordinarios: cuando hay familiaridad con Dios, el Espíritu Santo hace entender las cosas de un modo íntimo, persuasivo.
v v.27 y 28 José y María entrarían en el Templo junto con otras parejas. Es inimaginable que María y José entrasen proclamando a voces que el bebé que llevaban en brazos era el Masía prometido. Si Simeón identificó al niño y lo cogió en brazos fue`porque el Espíritu le llevó a identificar al Cristo niño (de un modo semejante a como el Espíritu hizo que Juan nonnato saltara de gozo en el seno de Isabel cuando María grávida visita a su prima).
v v, 29-32: El himno de Ananías es un resumen de las promesas mesiánicas, especialmente Isaias. Es un himno de alabanza y glorificación de Dios construido con textos sagrados. Jesús es "gloria de Israel" y "luz de las gentes". Dos cosas distintas. Primero Israel, pero después la humanidad entera.
Resumen: El Espíritu Santo a través de la Escritura conduce hacia la persona de Cristo
Feliz año, siglo y milenio nuevo.
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