Re: LAS TRES DEIDADES DE YAHVEH
Todos nosotros sabemos que Jesús no fue omnipotente. El poder con que operaba era el poder del Altísimo a quien él oraba. Su capacidad de hacer milagros (por decirlo de alguna manera) no excedió a la de otros profetas. Pero lo más significante son las limitantes que él tenía para ejercer ese poder, y aún más importante es que él fracasara en más de una ocación en hacer lo que quería hacer. Hubo veces que no pudo hacer cosas que intentó; y eso lo descalifica como omnipotente.
Que no era omnisciente queda aún más claro. No solo no sabía el día de se retorno, hubo muchísimas cosas que durante su ministerio no supo. Su conocimiento superior al de una persona regular tampoco excedió al conocimiento especial de un profeta.
Y lo que es totalmente innegable es que no era omnipresente. Siempre estuvo en un lugar solo, muy específico, tan específico como una habitación de una casa en una ciudad, todos bien identificados. Si alguien no sabía donde estaba, o lo buscaba o apelaba a alguien que lo supiera; y eventualmente lo encontraba. Si Jesús quería estar en algún lugar donde no estaba, su única opción era la de viajar a ese lugar.
4. Como omnipotente. Mt. 28:18
5. Como omnisciente. Juan 1:48
6. Como omnipresente. Mt.18:20
Todos nosotros sabemos que Jesús no fue omnipotente. El poder con que operaba era el poder del Altísimo a quien él oraba. Su capacidad de hacer milagros (por decirlo de alguna manera) no excedió a la de otros profetas. Pero lo más significante son las limitantes que él tenía para ejercer ese poder, y aún más importante es que él fracasara en más de una ocación en hacer lo que quería hacer. Hubo veces que no pudo hacer cosas que intentó; y eso lo descalifica como omnipotente.
Que no era omnisciente queda aún más claro. No solo no sabía el día de se retorno, hubo muchísimas cosas que durante su ministerio no supo. Su conocimiento superior al de una persona regular tampoco excedió al conocimiento especial de un profeta.
Y lo que es totalmente innegable es que no era omnipresente. Siempre estuvo en un lugar solo, muy específico, tan específico como una habitación de una casa en una ciudad, todos bien identificados. Si alguien no sabía donde estaba, o lo buscaba o apelaba a alguien que lo supiera; y eventualmente lo encontraba. Si Jesús quería estar en algún lugar donde no estaba, su única opción era la de viajar a ese lugar.