La Visión Del Águila

Bart

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24 Enero 2001
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http://www.puentealavida.com.ar/estudio/lavisiondelaguila.htm

Los creyentes águilas nunca permiten que la mayoría los amedrante. Son decididos y se autodestinan para triunfar. Las gallinas no tienen metas, las águilas creen en metas, tiene visión...

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La Visión Del Águila


"Ella habita y mora en la peña, en la cumbre del peñasco y de la roca. Desde allí asecha la presa; sus ojos observan de muy lejos." (Job 39:28-29).

Introducción:

El águila es un ave de gran tamaño. Su pico, en forma de gancho, es muy fuerte. Sus patas cortas, y en ocasiones, emplumadas como las águilas doradas y las águilas calvas, con garras fuertes, le permiten agarrar y matar a su presa con mucha facilidad. Con frecuencia muda su hermoso plumaje.

Por su belleza imponente, su valor y nobleza ha sido empleada desde tiempos antiguos como insignia, emblema y escudo de naciones. Los ojos del águila son grandes y ocupan una tercera parte de su área craneal (o sea) alrededor del cráneo. Al ser los ojos del águila muy grandes para el tamaño del cráneo, su capacidad de movimiento se ve limitado. Para compensarlo, mueve continuamente la cabeza en diferentes posiciones. Sus ojos están ubicados hacia el frente, separados el uno del otro, por el pico, lo cuál le da una visión binocular y monocular.

Las cejas protuberantes del águila con su mirada aguda y profunda han dado origen a la expresión "Mirada de águila", que se dice de las personas que observan en forma acuciosa.

El águila posee doble párpado. El párpado exterior lo emplea siempre. El interior lo emplea cuando esta volando en dirección al sol y cuando está alimentando a los aguiluchos. Así, al darles los alimentos pico a pico, los pico de éstos no le harán daño a sus ojos.

El águila cuida muy bien de su visión, ya que depende de su visión para subsistir.

I - Viendo lo que otros no ven Desde una gran altura el águila puede localizar su presa. Su visión telescópica. A kilómetro y medio de distancia puede localizar a un conejo o a cualquier otro animal. Algunas águilas varían su dieta alimenticia, que puede incluir desde animales pequeños, como cervatillos, hasta roedores y peces.

Al localizar su presa con certera puntería se lanza en picada desplazándose a más de doscientos kilómetros por hora. A tal velocidad toma por sorpresa a su presa. Por eso es conocida como ave de presa, porque atrapa presas vivas.

A- Cuando hablo de visión, pienso en la capacidad de ver mas allá que la mayoría. El águila, tiene ocho veces más células visuales por centímetro cúbico que el ojo humano. Eso se traduce en aptitudes asombrosas. Por ejemplo... volando a una altura de 183 metros, un águila puede ver un objeto del tamaño de una moneda de diez centavos moverse entre la hierba de quince centímetros de alto.

B- La misma criatura puede ver saltar en un lago a un pez de siete centímetros y medio a ocho kilómetros de distancia.

II- "Las personas que son como las águilas pueden ver lo que la mayoría se pierden".

A- Los creyentes águilas no miran los problemas, ven las soluciones.

B- No temen arriesgarse en actualizar su visión. La mayoría de visionarios fracasan muchas veces enfrentan mucha oposición y mucha resistencia, son malinterpretados, los critican con mucha frecuencia; pero no ceden y proceden conforme a su visión.

1- Su visión es mayor que los obstáculos
2- Que los fracasos
3- En vez de rendirse creen siempre en darse una nueva oportunidad.

Cuando no puedas conquistar la montaña, rodéala y si no puedes rodearla, hazle un túnel y atraviésala. Los creyentes enfocan su visión para ver aquello que es necesario que vean, y no desvían su visión de los objetos claros y precisos (De la Palabra de Dios, de la oración, del ayuno, de la comunión con los hermanos, de la consagración, de la voluntad de Dios.) Su Visión es súper clara, sabe donde está parado. Saben lo que quieren y saben a donde quieren llegar. Son persistentes en alcanzar sus metas. Su meta esta definida por el alcance de su visión. No se entretiene con lo que no es importante, sino en lo que su visión le dice que es de interés.

III- No pierdas de vista tu objetivo

Cuando hablamos del nido del águila, nos referimos a su lugar más seguro. De la misma manera el nido del cristiano es la iglesia o el templo donde se congrega. Desde su nido a gran altura el águila, vigila su territorio y volando a mucha altitud trata de localizar a su presa. Es muy observadora.

A- Los creyentes lo observan todo
B- Lo calculan todo
C- Se dispone a todo
D- Nunca pierden oportunidades. Cuando éstas se le presentan, las aprovechan.

El águila se mueve siempre con un sentido de dirección, sabe lo que quiere y sabe a donde va. Sin objetivos no se alcanzan metas. En la búsqueda del éxito, los que son cristianos verdaderos no improvisan las oportunidades, las toman y las planifican. Esforcémonos por lograr el éxito y el éxito será nuestra recompensa. Como creyentes, Visualizaremos, planificaremos y ejecutaremos.

No podemos ser visionarios a corta distancia, tenemos que ver lo que otros no ven estando cerca de nosotros.

1- El visionario ve lo que tiene importancia
2- Lo que vale la pena
3- Lo que significa mucho
4- Es un buscador de oportunidades.

Hombres y mujeres visionarias son las que el Señor Jesucristo quiere utilizar. Los visionarios cambian las circunstancias y éstas no los cambian a ellos. Son amos del tiempo y no esclavos del mismo. La Biblia registra en 1 Corintios 2:14 "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente". Josué y Caleb eran dos creyentes con visión de águilas. Formaron parte del grupo de doce espías que Moisés envió a inspeccionar la tierra prometida y a traer un informe sobre las condiciones que allí prevalecían (Números 13:16-20). Esta comisión tendría que presentar el informe a toda la asamblea de Israel. De ellos dependería si se conquistaba o no, si se continuaba con los planes de avance o si se desistiría de los mismos. Ellos serían los ojos y los oídos del pueblo en su misión. A su regreso, la gran mayoría de los doce, en este caso diez miembros de la comisión, rindieron su informe, por cierto desfavorable y negativo. Su recomendación fué que no se realizara la conquista. Que se quitaran de la mente esa meta.

Su resolución sería algo así: Por cuanto, "vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes." (Números 13:33). Por cuanto, "éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos" (Números 13:33). Por cuanto, "aquel pueblo, es más fuerte que nosotros." (Números 13:31) Resuélvase, "no podremos subir contra aquel pueblo." (Números 13:31).

Quiero que pongamos atención a esas dos frases o expresiones: "a nuestro parecer" (lo que ellos opinaban de sí mismos), y así les parecíamos a ellos (lo que ellos pensaban que otros opinaban de ellos). Ellos tenían una baja estima de sí mismos y la reflejaban expresando una subestimación de como los percibían otros.

Como nosotros nos veamos determinara como otros nos vean. Usted y yo llegamos a ser lo que pensamos que somos. Si nos creemos gallinas y comenzamos actuar como gallinas, eso seremos, gallinas. Si nos vemos como águilas y comenzamos actuar como águilas, alcanzaremos alturas donde veremos la gloria de Dios manifestarse en nuestras vidas de manera muy, pero que muy especial. Josué y Caleb, aunque se juntaron con gallinas, estuvieron en un corral con gallinas y las escucharon cacarear; se negaron a transformarse en gallinas. Buscaron las alturas y se manejaron como águilas. Tenían mentalidad de águilas y no de gallinas. Les gustaban los nidos altos y no los nidos bajos de las gallinas. Volaban como águilas y no volaban como gallinas. Se sentían águilas y no se sentían gallinas.

Los creyentes águilas nunca permiten que la mayoría los amedrante. Son decididos y se autodestinan para triunfar. Las gallinas no tienen metas, las águilas creen en metas, tiene visión. Si me permiten quiero llamar al hermano Josué y al hermano Caleb, como águilas. Ellos respondieron "Subamos y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos." (Numero 13:30). A esas águilas les gustaban las alturas, por eso, respondieron, subamos luego. A pesar del tamaño y la fuerza del águila, muchas aves pequeñas, como el halcón y cuervos, las molestan. ¿Sabe lo que hace el águila? Se remonta a las alturas y allá arriba, a tres mil metros de altura, nada la puede perturbar. A esas águilas les gusta tener territorio, por eso dijeron, "y tomemos posesión de ella". El águila en pareja tiene territorio de diez mil kilómetros cuadrados. Ese es su territorio y otras águilas se lo tienen que respetar; aunque pueden cazar en el mismo, no pueden vivir en el. A esas águilas les gusta reconocer su fuerza, "porque más podremos nosotros que ellos". Diga el débil fuerte soy.

El águila es un ave de gran tamaño, que puede medir casi un metro de alto, puede llegar a pesar hasta siete kilos y tener una extensión de sus alas abiertas hasta de dos metros y medio. Sus garras y espolones son fuertes; con ellos atrapa a su presa. La parte áspera de sus espolones le permite agarrar a los resbaladizos peces. Es tanta la fuerza que el águila tiene en sus patas y en sus alas, que puede levantar el doble de su peso y llevarlo hasta su nido que puede estar a mas de tres mil metros de altura.

IV- Ve lo que tiene vida El águila no se alimenta de carroña (corrompidos) o de animales muertos. Busca presas con vida. Su visión ve y busca lo que está vivo. Por el contrario, los buitres buscan lo que esta muerto, putrefacto, que huele mal. El creyente águila no pierde el tiempo arrojándose en picada sobre desperdicios y cosas muertas. No se ensucia el pico con lo que no le alimenta su sistema espiritual. Lo que hiede y esta corrompido, lo elude. La gallina come cualquier cosa. No es de extrañar ver a un grupo de gallinas peleando por un gusano o por una cucaracha o por una lagartija. El águila cuida su dieta alimenticia. Ella sabe que como coma y lo que coma determinará las fuerzas que tendrá.

El creyente águila se alimenta bien. Se empapa de la Palabra de Dios, se llena del poder transformador del Espíritu Santo de Dios. Y vive una vida santa y agradable a Dios. "Porque La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del Corazón" (Hebreos 4:12). "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida." (Juan 6:63).

Conclusión:

La visión águila no es para ver gusanos; con su visión ve conejos, cervatillos, ardillas y sobre todo peces.

Al creyente le interesa la vida y quiere cazar lo que se mueve, lo que tiene vida, lo que es importante para su visión y para su naturaleza espiritual. El creyente con visión ve y entiende que hay almas que necesitan a Cristo. Y su vida sirve de puente para alcanzarlas para el reino de los cielos. El creyente sube primero a las alturas, para desde allí tener una visión celestial de lo que quiere alcanzar. Cuanto más se asciende en la vida espiritual, mayor será la visión de Dios en nuestra vida y ministerio.

 
¡¡¡ Muy bueno, Bart !!!


Indagué en mis archivos y encontré esto:


EL NIDO DEL AGUILA (Kittim Silva)


«¿Se remonta el águila por tu mandamiento, y pone en alto
su nido? Ella habita y mora en la peña, en la cumbre del
peñasco y de la roca» (Job 39:27-28)


El águila fabrica su nido en la copa de árboles de gran tamaño, o
en rocas de difícil acceso. El nido del águila calva y del águila
dorada puede medir más de tres metros de profundidad y cerca de
unos dos metros de ancho. El nido más grande que se conoce
alcanzó los 6 metros de profundidad y un poco más de 3 de ancho.
El águila dorada puede ocupar nidos que hayan construído otras
águilas mucho tiempo antes pero continúa renovándolos. Este nido
lo comparte con su pareja, con la cual se aparea o une de por
vida. En ese nido la pareja provee cuidado, protección y
alimentación a los aguiluchos, hasta que éstos alcanzan su
autonomía, lo cual implica que tienen que mudarse a otro lugar y
construir su propio nido.

I. El águila hace su nido alto

El águila pertenece a las alturas. Le gusta volar alto y le gusta
vivir alto. Las alturas son su delicia, por eso construye su nido
en lugares seguros y altos. Además, por ser un ave de gran
tamaño, al salir de un nido alto puede tomar altura en su vuelo.

El creyente águila no busca refugiarse en las cosas bajas del
mundo, sino que se refugia en la peña, que es Cristo. Vive
escondido en Jesucristo y refugiado en los lugares celestiales.
Se ha alejado de las ofertas bajas del mundo, y ha construido su
nido en las promesas divinas.

Dice el apóstol Pablo bajo inspiración del Espíritu Santo: «Si,
pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en
las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis
muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también
seréis manifestados con él en gloria» (Col. 3:1-4). La vida
espiritual tiene que profundizarse en Dios, tiene que elevarse
buscando siempre lo de arriba, no lo de abajo, y elevándose hacia
Dios.

II. El águila hace su nido permanente

Durante toda su vida el águila continúa trabajando en su nido. El
águila dorada puede tener 2 ó 3 nidos construidos en diferentes
localidades, pero sólo utiliza uno por temporada. Cuando cambia
de nido lo hace por razones de supervivencia, es decir, para
buscar caza, pero por regla general, el águila construye un solo
nido, que cuida, mantiene y renueva. Su nido es muy importante,
ya que en él habrán de nacer sus aguiluchos. En ese nido la
pareja de águilas cría y alimenta a los aguiluchos. Allí les
enseñan a desarrollar sus instintos básicos para poder
sobrevivir. Les ofrecen protección, cuidado y los preservan de su
medio ambiente, pero cuando ya están fuertes, crecidos y tienen
capacidad de sustentarse por sí mismos y con el instinto de
conservación ya bien desarrollado, papá águila o mamá águila
tienen que tomar la decisión de hacerlos salir.

Para que aprendan a volar, sus padres los tendrán que empujar
fuera del nido e incluso empujarlos de la peña o de la copa del
árbol para provocarlos a volar y a vencer el miedo a las alturas.

Dios muchas veces tiene que emplear situaciones especiales para
provocar que los creyentes inmaduros desarrollen madurez, que a
quienes les falta aplicar su fe la pongan en práctica, que los
que tienen temor lo manifiesten.

Dice la Biblia: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Ti. 1:7).

Los aguiluchos no pueden estar toda la vida en el nido,
protegidos por sus padres águilas. Un día tendrán que
abandonarlo, pero lo harán con el permiso de los padres.

Es peligroso abandonar el nido espiritual antes de tiempo. Muchos
creyentes salen del nido de la iglesia local a desarrollar
ministerios, sin el permiso espiritual de sus autoridades
espirituales. La mayoría de los que así lo hacen, dan ese paso en
un espíritu de rebelión. Todo lo que se comienza en espíritu de
rebelión, jamás tendrá la bendición que se espera de Dios. Habrá
prosperidad por cierto tiempo, pero a la larga se pondrán en
evidencia las consecuencias de la rebelión.

Bernabé y Saulo salieron del nido de la iglesia de Antioquía con
la bendición y con el permiso espiritual: «Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé,
Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se
había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando
éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los
despidieron» (Hch. 13:1-3).

Tomemos nota del proceso de las águilas Bernabé y Saulo, que
estaban en el nido de Antioquía: (1) Ministrando éstos al Señor.
Todo ministerio debe comenzar en la iglesia local,
ministrándosele primero al Señor Jesucristo. Todo lo que se hace,
se debe hacer para el Señor. Esta debe ser la motivación de todo
ministerio. (2)...dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a
Saulo para la obra a que los he llamado. Es por la voz del
Espíritu Santo, representante de Jesucristo, que Bernabé y Saulo
fueron llamados. Su llamado fue de origen celestial, venía del
cielo y no de los impulsos humanos de nadie. (3) Entonces,
habiendo ayunando y orando, les impusieron las manos y los
despidieron. Salen con el permiso de la iglesia.

Las águilas son monógamas, se aparean para toda la vida. Su nido
lo comparten de manera permanente con su pareja. En su nido no
tienen relaciones con ninguna otra águila.

En Hebreos 13:4 leemos: «Honroso sea en todos el matrimonio, y el
lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los
juzgará Dios». Los creyentes-águilas también son monógamos. Se
casan y se toman el uno al otro, como marido y esposa; en salud y
en enfermedad, en gozo y en tristeza, en todo lo que la vida da y
en todo lo que la vida quita y son verdaderos maridos y esposas
hasta que sólo la muerte los puede separar. El amor de águila no
cree en divorcios.

El gallo tiene ojos para todas las gallinas y las gallinas pelean
todas por un mismo gallo. Pero el águila macho y el águila hembra
solo tienen ojos para su pareja. Su instinto de apareamiento les
lleva a esa unión de por vida.

Así como los padres águilas enseñan a los aguiluchos que un día
tendrán que depender de sí mismos, los creyentes-águilas aprenden
en el nido de la iglesia a no ser siempre dependientes de los
demás en su vida espiritual.

Hay muchos creyentes que se resisten a transformarse en águilas y
actúan como aguiluchos. Pasan la vida en nidos espirituales de
otros, donde comen y duermen. Pero ya es tiempo de que se les
empuje fuera del nido y se les obligue a volar, a que se
conviertan en águilas de Dios.

Para el águila su nido es permanente, jamás cambia de nido. Es
constante y permanece en el mismo nido. Desde luego, un águila
puede encontrar un nido desocupado por años y hasta por siglos, y
utilizarlo, pero incluso en ese caso aporta su trabajo y no lo
deja en la misma condición en que lo encontró.

El águila respeta el nido ajeno. No roba nidos de otra águila. Lo
que es de su semejante lo respeta, no lo envidia y menos lo
codicia. No se introduce en nidos de otras águilas.

El creyente aprende a respetar a su prójimo. Entre sus derechos y
los derechos de su hermano hay una frontera que se tiene que
cruzar con permiso. No se mete jamás en asuntos de nidos ajenos.
Respeta el derecho a la privacidad de otros. Se preocupa por
construir su propio nido ministerial y no está codiciando el nido
ministerial de otros.

Cuando ocupa un nido que ya otro construyó y que quedó
desocupado, lo honra con su presencia y repara todo lo que le sea
posible.

Las posiciones espirituales y los puestos de liderazgo los deben
honrar quienes los ejercen. Hay que desempeñarlos, aportando
brillo espiritual al ministerio o a la organización que se
representa.

El águila nunca considera terminada la construcción de su nido.
Le añade ramas, palos de escobas, cartones, ropas y lo que menos
podría alguien imaginar puede aparecer en el nido de un águila.
En ese nido siempre hay algo nuevo cada año.

El creyente-águila siempre está renovando su nido espiritual.
Siempre se le nota algo nuevo. Nunca cree que ya ha terminado su
nido. Su vida espiritual es de progreso y no de retroceso; de
avance y no de estancamiento.

Dice la Biblia: «Estando persuadido de esto, que el que comenzó
en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de
Jesucristo» (Col. 1:6).

III. El águila comparte su nido con pequeñas aves

El pájaro oriole de Baltimore en los Estados Unidos de América y
el English sparrow, son pequeñas aves que encuentran refugio y
habitación en el gigantesco nido del águila. En ese nido que el
águila hizo para sí, estas avecillas lo aprovechan sin obstáculos
para hacer su pequeño nido.

El águila no las saca, ni las ataca. Pacíficamente coexiste y
comparte con estos extraños vecinos, indefensos y necesitados. Es
muy generosa y altruista hacia su prójimo.

El creyente-águila no es egoísta, sino altruista; siempre piensa
en el bien ajeno, en ayudar a otros. En su nido, encuentran
refugio espiritual vidas necesitadas y desamparadas.

Dice la Biblia: «Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los
cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos,
resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis,
dad de gracia» (Mt. 10:7-8).

El creyente-águila es un servidor de otros. Lo que tiene lo
comparte con los demás. Servir a otros, sin esperar recibir nada
a cambio más que la aprobación del Señor Jesucristo, constituye
su gozo.

Dice la Biblia: «Mas entre vosotros no será, así, sino que el que
quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor» (Mt.
20:26).

¿Qué clase de nido estamos construyendo como águilas de Dios?
¿Dónde estamos construyendo nuestro nido? ¿De qué tamaño es
nuestro nido? ¿Compartimos nuestro nido con otros que tienen
necesidad?

Autor: Kittim Silva

http://www.selah.com.ar/new/VerRecurso.asp?CodigoDeItem=1176







Por cierto, de Kittim Silva, hay un libro "El Aguila: Simbolo de Excelencia Cristiana". Ed Portavoz , el cual recomiendo. :leyendo:
 
:angel: :beso: :cuadrado:
 
Hola, yo hace tiempo ví este epígrafe e imprimí y me lo lleve para mi casa. Justamente cuando se lo enseñé a mi mamá, ella me dijo que deseaba encontrar información acerca de lo que trata "Visión de Águila". Este me callo como anillo al dedo, tanto a ella como a mi mamá.


Ok, gracias por los aportes.

Modri