LA VIDA CRISTIANA NORMAL - MEDITACION
En 2 Corintios 4:7-11 se lee:
" Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal".
Y esto para muchos en el mundo es "la vida cristiana normal": "atribulados en todo, mas no angustiados"..."perseguidos mas no desamparados"..."derribados, pero no destruidos"... "para que también la vida de Jesús manifieste en nuestra carne mortal".
La vida cristiana esta llena de paradojas: para que aparezca lo que tenemos en el interior, nuestro "vaso" es de barro, no de acero inoxidable o de concreto. Y el vaso de barro - que somos nosotros - cuando lo golpean a veces muestra grietas. Pero es precisamente a través de esas grietas que se percibe su precioso contenido. ¿De que nos valdría tener el precioso contenido que viene del Padre de las Luces sino no lo podemos mostrar?
Pero hay otra paradoja: es en la tribulación y la angustia que se manifiesta el Espíritu en nosotros. Es decir, la tribulación no solo muestra el contenido que porventura esta en nuestro interior, sino que lo acrecienta.
Dice Pablo en 1 Tesalonicenses 3:3:
"a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos".
"Para eso estamos puestos" dice Pablo: para las tribulaciones. Y también en 1 Tesalonicenses 1:6 se lee:
"Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo"
Es en la tribulación que se recibe abundancia del Espíritu. Dicen que en la China, nuestros hermanos perseguidos, recibieron del Espíritu el don de la resucitar a sus muertos. Allí, no se entierra a nadie antes de tres o cuatro días porque algunos hermanos - según la voluntad del Altísimo - se han levantado de la tumba, no para la resurrección de gloria, sino para la resurrección que operó en Lázaro.
Por eso en los días finales abundará el Espíritu entre los que "han de ser salvos" y la tribulación nos parecerá "leve y momentánea" - por lo menos a meditar en eso invita Pablo a los hermanos de aquellos días sometidos a duras pruebas - y sin este auxilio del Espíritu la iglesia no hubiera sobrevivido: La "iglesia de Ieshua" crece en la persecución y se enfría en la bonanza.
Por eso Watchman Nee - un hermano chino que si apóstoles hubiera en estos días es uno de los pocos que hubieran dado la talla - escribió un sobrio libro: "La Vida Cristiana Normal" que es de donde saco el titulo de este post. El hermano Watchman Nee murió en las mazmorras del comunismo chino luego de 10 años de prisión por causa del testimonio de Jesucristo y de la Palabra. Era químico de profesión con grado universitario, podría haber tenido una vida razonable según los parámetros del mundo. Pero eligió ser testigo - que es la misma palabra en griego que mártir - de la Palabra Eterna en un país con un régimen despiadado.
También esta escrito en R0manos 8:36 :
"Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero"
Pero somos mas que vencedores, porque nuestra vida esta escondida en Cristo y Él es eterno.
La vida cristiana nos da momentos de inefable gozo y paz, pero recordemos las palabras y el testimonio de Watchman Nee y no temamos a la aflicción, la angustia o la persecución si llega: es para que se vea el precioso contenido que tenemos dentro,.
Y para que se acreciente.
Bendiciones,
En 2 Corintios 4:7-11 se lee:
" Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal".
Y esto para muchos en el mundo es "la vida cristiana normal": "atribulados en todo, mas no angustiados"..."perseguidos mas no desamparados"..."derribados, pero no destruidos"... "para que también la vida de Jesús manifieste en nuestra carne mortal".
La vida cristiana esta llena de paradojas: para que aparezca lo que tenemos en el interior, nuestro "vaso" es de barro, no de acero inoxidable o de concreto. Y el vaso de barro - que somos nosotros - cuando lo golpean a veces muestra grietas. Pero es precisamente a través de esas grietas que se percibe su precioso contenido. ¿De que nos valdría tener el precioso contenido que viene del Padre de las Luces sino no lo podemos mostrar?
Pero hay otra paradoja: es en la tribulación y la angustia que se manifiesta el Espíritu en nosotros. Es decir, la tribulación no solo muestra el contenido que porventura esta en nuestro interior, sino que lo acrecienta.
Dice Pablo en 1 Tesalonicenses 3:3:
"a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos".
"Para eso estamos puestos" dice Pablo: para las tribulaciones. Y también en 1 Tesalonicenses 1:6 se lee:
"Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo"
Es en la tribulación que se recibe abundancia del Espíritu. Dicen que en la China, nuestros hermanos perseguidos, recibieron del Espíritu el don de la resucitar a sus muertos. Allí, no se entierra a nadie antes de tres o cuatro días porque algunos hermanos - según la voluntad del Altísimo - se han levantado de la tumba, no para la resurrección de gloria, sino para la resurrección que operó en Lázaro.
Por eso en los días finales abundará el Espíritu entre los que "han de ser salvos" y la tribulación nos parecerá "leve y momentánea" - por lo menos a meditar en eso invita Pablo a los hermanos de aquellos días sometidos a duras pruebas - y sin este auxilio del Espíritu la iglesia no hubiera sobrevivido: La "iglesia de Ieshua" crece en la persecución y se enfría en la bonanza.
Por eso Watchman Nee - un hermano chino que si apóstoles hubiera en estos días es uno de los pocos que hubieran dado la talla - escribió un sobrio libro: "La Vida Cristiana Normal" que es de donde saco el titulo de este post. El hermano Watchman Nee murió en las mazmorras del comunismo chino luego de 10 años de prisión por causa del testimonio de Jesucristo y de la Palabra. Era químico de profesión con grado universitario, podría haber tenido una vida razonable según los parámetros del mundo. Pero eligió ser testigo - que es la misma palabra en griego que mártir - de la Palabra Eterna en un país con un régimen despiadado.
También esta escrito en R0manos 8:36 :
"Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero"
Pero somos mas que vencedores, porque nuestra vida esta escondida en Cristo y Él es eterno.
La vida cristiana nos da momentos de inefable gozo y paz, pero recordemos las palabras y el testimonio de Watchman Nee y no temamos a la aflicción, la angustia o la persecución si llega: es para que se vea el precioso contenido que tenemos dentro,.
Y para que se acreciente.
Bendiciones,