Estimado Luis
Dice el Señor que debemos morir para vivir, ¿no es así? Dice el Señor que es Dios de vivos no de muertos ¿no es así? Dice Pablo que él ya no era el sino el Señor que vivía en él ¿no es así? No era Pedro ni la sombra de Pedro la que curaba a los enfermos, ¿no es así? Entonces María, Madre de Dios y todos los santos escuchan nuestros ruegos porque están vivos, llenos, repletos, desbordantes, del Espíritu Santo que si es omnipresente y omnisapiente. Algo que el enemigo no puede hacer, precisamente porque está eternamente separado y alejado del Espíritu de Dios al cual ha voluntariamente rechazado. Justamente es lo que el enemigo de nuestras almas no puede hacer, estar en todos lados y escuchar a todos al mismo tiempo..
Hola mi querida Ines:
Te habla nuevamente Diego(si el catolico). Como cristiano catolico debo decirte que existen algunas falsas doctrinas con respecto a la intercesión de los santos.Voy a empezar por la Palabra de Dios:
"No queremos hermanos que vivan en la ignorancia acerca de los que ya descansan para que no esteis tristes como los otros, que no tienen esperanza" (
1 Tesalonicenses 4,13).
¿Que significan que "descansan"? Significa fundamentalmente dos cosas:
1) Habla del Reposo de Dios:"Si hoy escuchan su voz, no endurezcan su corazón como en el tiempo de la rebelion, el dia de la tentacion en el desierto, cuando sus padres me tentaron poniendome a prueba aunque habian visto mis obras durante cuarenta años. Por eso me irrite contra aquella generacion y dije: Su corazon esta siempre extraviado y no han conocido mis caminos. Entonces jure en mi indignación, Jamas entraran en mi Reposo."
(Salmo 95,7-11/Hebreos 3,7-11).
Para este caso el Reposo de Dios es entrar en alma y espiritu al cielo una vez cumplida nuestra mision en esta tierra. Cuando se entra en Reposo no hay ministerio ni trabajo de intercesion. La intercesion en un trabajo que realizan los cristianos aqui en la tierra. Como dice la Escritura: "Eleven constantemente toda clase de oraciones y suplicas animados por el Espiritu. Dediquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos..."
(Efesios 6,18). ¿Quienes dice Pablo que deben interceder? Nosotros como Iglesia de Jesus en la tierra somos los que debemos hacer eso.
¿Y entonces que hacen los santos en el cielo? Primero, descansan como te dije anteriormente. Segundo, lo unico que hacen es rendirle culto a Dios y estar delante de su presencia hasta su Segunda Venida. Lo muestra el Libro del Apocalipsis: "Y alrededor de de el, habia otros veinticuatro tronos donde estaban sentados veinticuatro Ancianos, con tunicas blancas y coronas de oro en la cabeza"
(Apocalipsis 4,4). En el verso 10 dice: "....los veinticuatro Ancianos se postraban ante El para adorarlo y ponian sus coronas delante del trono diciendo:
Tu eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Por que has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad."
Ya que amas tanto el Magisterio de la Iglesia te voy a mostrar lo que dice el Catecismo de la Iglesia Catolica:
PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
- SEGUNDA SECCIÓN: LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA
- CAPÍTULO TERCERO CREO EN EL ESPÍRITU SANTO
- Artículo 12 “CREO EN LA VIDA ETERNA”
II El cielo
1023 Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4):
Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de todos los santos ... y de todos los demás fieles muertos después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando murieron;... o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte ... aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán en el cielo, en el reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura (Benedicto XII: DS 1000; cf. LG 49).
1024 Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo" . El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha.
1025 Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17). Los elegidos viven "en El", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17):
Pues la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí está el reino (San Ambrosio, Luc. 10,121).
1026 Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo quien asocia a su glorificación celestial a aquellos que han creído en El y que han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a El.
1027 Estes misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: "Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman" (1 Co 2, 9).
1028 A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más que cuando El mismo abre su Misterio a la contemplación inmediata del hombre y le da la capacidad para ello. Esta contemplación de Dios en su gloria celestial es llamada por la Iglesia "la visión beatífica":
¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo, el Señor tu Dios, ...gozar en el Reino de los cielos en compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la inmortalidad alcanzada (San Cipriano, ep. 56,10,1).
1029 En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera. Ya reinan con Cristo; con El "ellos reinarán por los siglos de los siglos' (Ap 22, 5; cf. Mt 25, 21.23).
Como veras el mismo Catecismo de la Iglesia Catolica no habla de que los santos intercedan en el cielo.
Ahora bien si bien es cierto que la Iglesia catolica habla de la intercesion de los santos(y, por supuesto, de la virgen Maria), no es menos cierto que no nos obliga a creer si o si en dicha doctrina (como tampoco en las advocaciones de la virgen ni en las apariciones). Solamente la enseñanza biblica esta por encima de toda otra doctrina, enseñanza y autoridad. Como lo dice el
Concilio Vaticano II, Dei Verbum 21:
"La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Sagrada Liturgia. Siempre las ha considerado y considera, juntamente con la Sagrada Tradición, como la regla suprema de su fe, puesto que, inspiradas por Dios y escritas de una vez para siempre, comunican inmutablemente la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la voz del Espíritu Santo en las palabras de los Profetas y de los Apóstoles.
Es necesario, por consiguiente, que toda la predicación eclesiástica, como la misma religión cristiana, se nutra de la Sagrada Escritura, y se rija por ella. Porque en los sagrados libros el Padre que está en los cielos se dirige con amor a sus hijos y habla con ellos; y es tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual. Muy a propósito se aplican a la Sagrada Escritura estas palabras: "Pues la palabra de Dios es viva y eficaz", "que puede edificar y dar la herencia a todos los que han sido santificados".
Por lo tanto el mismisimo Magisterio de la Iglesia pone como unica autoridad suprema de revelacion divina a la Palabra de Dios.
2) "descansan" tambien habla de mision cumplida. Como dijo Pablo a Timoteo en su segunda carta: "..he peleado el buen combate, conclui mi carrera, conserve la fe..."
(2 Timoteo 4,7). Con esto Pablo habla de mision cumplida, significa que desde su partida no haria ninguna actividad mas alla de lo que te expuse mas arriba.
Con esto concluyo que ni Maria ni los santos interceden en el cielo conforme habla la Palabra de Dios y tambien deja entreveer el Magisterio de la Iglesia
En cuanto al poder de María, acaso no lo dice la misma Escritura. "Terrible como ejército en orden de batalla" (Ct 6,3),
¡¡¡Uyyy!!!!! Como le pifiaste alli. Cantar de los cantares 6,3 dice:
"Mi amado es para mi y yo soy para mi amado, que apacienta su rebaño entre los lirios"
Por favor ubicame la Palabra indicada mas arriba.
Y el santo Ligorio al cual cita sabe que María tiene el poder que le confiere ser la Madre de Dios porque medita la Escritura, “En Israel, por medio del arca se ganaban las batallas. Así vencía Moisés a sus enemigos. "Al tiempo de elevar el arca decía Moisés: Levántate, Señor, y que sean dispersados tus enemigos" (Nm 10,35). Así fue conquistada Jericó, así fueron derrotados los filisteos. "Allí estaba el arca de Dios" (1Sm 14,18). El arca fue figura de María. "El arca que contenía el maná, o sea, Cristo, es la santísima Virgen que consigue la victoria sobre los malvados y los demonios". Y como en el arca se encontraba el maná, así en María se encuentra Jesús, del que igualmente fue figura el maná, por medio de este arca se obtiene la victoria sobre los enemigos de la tierra y del infierno.”
Nuevamente te refuto con la Palabra de Dios a la cual el Magisterio de la Iglesia le dio suprema autoridad de revelacion divina(quiere decir que el Magisterio mismo se puede equivocar si contradice la Palabra, por eso se corrige cada cierto tiempo, en cambio la Biblia desde el Apocalipsis para aca nunca necesito ser corregida). Dice
Hebreos 10,19-22:
"Por lo tanto, hermanos, tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la Sangre de Jesus, siguiendo el camino nuevo y viviente que nos abrio a traves del velo del Templo, es decir, su carne. Tambien tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios. Acerquemonos, entonces, con un corazon puro y llenos de fe, purificados de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura...."
Tambien dice
Hebreos 9,24:
"Cristo, en efecto, no entro en un Santuario erigido por manos humanas sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro"
Teniendo en cuenta que la misma carta a los Hebreos dice que la Antigua Alianza era sombra de la Nueva Alianza, el arca, segun la Biblia y el Magisterio no es Maria sino la presencia de Dios, dado que nosotros nos presentamos delante de Dios mediante la Sangre de Cristo.
Amo y respeto mucho a San Juan Maria de Ligorio y me gustaria tener el texto completo de lo que citas mas arriba. Pero te reitero. Lo que enseña la Palabra de Dios y el Magisterio es lo expuesto mas arriba. Los hombres mas santos, se pueden equivocar como todos nosotros.
Como ve no es paganismo, es el Antiguo Testamento.
Usted no acepta lo que le decimos del poder y amor del María, la Madre de Dios, porque no lo ha experimentado y bien dice San Pablo que hay que alcanzar una experiencia espiritual. Claro que si antes de tenerla ya la rechaza nunca la tendrá. Entonces no nos juzgue sin tener antes la medida rebosante y apretada de la Sabiduría y el Amor necesario para poder hacerlo. A mi no se pasaría por cabeza, no me lo permitiría siquiera, negarle que usted ama a Dios o que no lo ha encontrado en la lectura de la Biblia. No hay un sólo versículo que nos habilite a ser el juez de devoción de los demás. Más bien está claro que el mensaje evangélico dice todo lo contrario
Mis bendiciones. Inés