Hola. Tal vez alguno de ustedes seacuerde de mi. Soy KarlRiber, que hace tiempo estuve activo en este respetable foro.
Si mi cuenta fue cancelada por ciertas situaciones, pero e vuelto, y los que ya me conocen seguramente recordaran que mi estilo y mi forma no era discutir ni debatir, sino mas bien ESTABLECER.
Y es lo que vengo a hacer tambien ahora, a ESTABLECER.
Por lo que pido que los que tengan la amabilidad de leer mis temas SEAN VALIENTES, por que se requiere valentia para leer y analizar las cosas que yo escribo, que no son mias sino que me han sido dadas, pero que YO de MI MISMO testifico de ellas, y testifico que SON VERDADERAS.
En esta ocasion quisiera mostrarles LA SOLUCION a todo el embrollo y desastre Cristiano. Y esta solucion abarca todos los aspectos, leyes y mandamientos de Dios y Jesucristo para con TODOS y cada uno de los habitantes de esta tierra, que actualmente viven y viviran.
Espero que pongais SUMA atencion a estas cosas.
Otra cosa que tengo que aclarar es que el que venga a ESTABLECER no significa que no vaya yo a contestar sus preguntas, sepan ustedes que con mucho gusto CONTESTARE CADA PREGUNTA que ustedes me hagan.
Bueno sin mas preambulo: [h=2]Sección 20[/h] Revelación sobre la organización y el gobierno de la Iglesia, dada por medio de José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, o cerca de allí. Ciertas partes de esta revelación pueden haberse dado incluso en el verano de 1829. Es probable que la revelación completa, conocida en esa época como los Artículos y los Convenios, se haya registrado poco después del 6 de abril de 1830 (el día en que la Iglesia fue organizada). El Profeta escribió: “Recibimos de Él [Jesucristo] lo siguiente, por el espíritu de profecía y revelación, lo que no solamente nos dio mucha información, sino que también nos señaló el día preciso en el cual, de acuerdo con Su voluntad y mandamiento, habíamos de proceder a organizar Su Iglesia una vez más aquí sobre la tierra”.
1 El origen de la Iglesia de Cristo en estos últimos días, habiendo transcurrido mil ochocientos treinta años desde la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la carne; habiendo sido debidamente organizada y establecida de acuerdo con las leyes del país, por la voluntad y el mandamiento de Dios, en el cuarto mes y el sexto día del mes que es llamado abril,
2 mandamientos que fueron dados a José Smith, hijo, el cual fue llamado por Dios y ordenado apóstol de Jesucristo, para ser el primer élder de esta iglesia;
3 y a Oliver Cowdery, también llamado por Dios, apóstol de Jesucristo, para ser el segundo élder de esta iglesia, y ordenado bajo su mano;
4 y esto de acuerdo con la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea toda la gloria, ahora y para siempre. Amén.
5 Después de habérsele manifestado verdaderamente a este primer élder que había recibido la remisión de sus pecados, de nuevo se vio envuelto en las vanidades del mundo;
6 pero después de arrepentirse y de humillarse sinceramente, mediante la fe, Dios le ministró por conducto de un santo ángel, cuyo semblante era como relámpago, y cuyos vestidos eran puros y blancos, más que cualquiera otra blancura;
7 y le dio mandamientos que lo inspiraron;
8 y le dio poder de lo alto para traducir el Libro de Mormón, por los medios preparados de antemano,
9 el cual contiene la historia de un pueblo caído, y la plenitud del evangelio de Jesucristo a los gentiles y también a los judíos;
10 el cual se dio por inspiración, y se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por ellos se declara al mundo;
11 probando al mundo que las Santas Escrituras son verdaderas, y que Dios inspira a los hombres y los llama a su santa obra en esta edad y generación, así como en las antiguas;
12 demostrando por este medio que él es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre. Amén.
13 Teniendo, pues, tan grandes testigos, por ellos será juzgado el mundo, sí, cuantos desde ahora en adelante lleguen a tener conocimiento de esta obra.
14 Y los que la reciban con fe, y obren con rectitud, recibirán una corona de vida eterna;
15 mas para quienes endurezcan sus corazones en la incredulidad y la rechacen, se tornará para su propia condenación.
16 Porque el Señor Dios lo ha hablado; y nosotros, los élderes de la iglesia, hemos oído y damos testimonio de las palabras de la gloriosa Majestad en las alturas, a quien sea la gloria para siempre jamás. Amén.
17 Por estas cosas sabemos que hay un Dios en el cielo, infinito y eterno, de eternidad en eternidad el mismo Dios inmutable, el organizador de los cielos y de la tierra, y de todo cuanto en ellos hay;
18 y que creó al hombre, varón y hembra, según su propia imagen, y a su propia semejanza él los creó;
19 y les dio mandamientos de que lo amaran y lo sirvieran a él, el único Dios verdadero y viviente, y que él fuese el único ser a quien adorasen.
20 Pero por transgredir estas santas leyes, el hombre se volvió sensual y diabólico, y llegó a ser hombre caído.
21 Por tanto, el Dios Omnipotente dio a su Hijo Unigénito, como está escrito en esas Escrituras que de él se han dado.
22 Sufrió tentaciones pero no hizo caso de ellas.
23 Fue crucificado, murió y resucitó al tercer día;
24 y ascendió al cielo, para sentarse a la diestra del Padre, para reinar con omnipotencia de acuerdo con la voluntad del Padre;
25 a fin de que fueran salvos cuantos creyeran y se bautizaran en su santo nombre, y perseveraran con fe hasta el fin;
26 no solo los que creyeron después que él vino en la carne, en el meridiano de los tiempos, sino que tuviesen vida eterna todos los que fueron desde el principio, sí, todos cuantos existieron antes que él viniese, quienes creyeron en las palabras de los santos profetas, que hablaron conforme fueron inspirados por el don del Espíritu Santo y testificaron verdaderamente de él en todas las cosas,
27 así como los que vinieran después y creyeran en los dones y llamamientos de Dios por el Espíritu Santo, el cual da testimonio del Padre y del Hijo;
28 los cuales, Padre, Hijo y Espíritu Santo, son un Dios, infinito y eterno, sin fin. Amén.
29 Y sabemos que es preciso que todos los hombres se arrepientan y crean en el nombre de Jesucristo, y adoren al Padre en su nombre y perseveren con fe en su nombre hasta el fin, o no podrán ser salvos en el reino de Dios.
30 Y sabemos que la justificación por la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo es justa y verdadera;
31 y también sabemos que la santificación por la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo es justa y verdadera, para con todos los que aman y sirven a Dios con toda su alma, mente y fuerza.
32 Pero existe la posibilidad de que el hombre caiga de la gracia y se aleje del Dios viviente;
33 por lo tanto, cuídese la iglesia y ore siempre, no sea que caiga en tentación;
34 sí, y cuídense aun los que son santificados.
35 Y sabemos que estas cosas son verdaderas y concuerdan con las revelaciones de Juan, no añadiendo ni quitando a la profecía de su libro, ni a las Santas Escrituras, ni a las revelaciones de Dios que de aquí en adelante vendrán por el don y el poder del Espíritu Santo, la voz de Dios o la ministración de ángeles.
36 Y el Señor Dios lo ha hablado; y honra, poder y gloria sean dados a su santo nombre, hoy y para siempre. Amén.