ALIMENTO DIARIO
Leer con oración: Jn.11:25-26; 6:51,58; 8:51; Lc.16:19-31
“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” (1 TI 4:14)
LA SEGUNDA MUERTE NO TIENE AUTORIDAD SOBRE LOS QUE CREEN
Los creyentes en Cristo que ya partieron para estar con el Señor no murieron, sino que durmieron, porque son personas que tienen esperanza. El Señor nos prometió que los que recibían la vida de Dios vivirían para siempre Jn 11:25-26; 6:51, 58, 8:51). Puede ser por debilidad física, o por martirio, que las personas mueran; eso es muerte para los que no tienen esperanza.
Todos los que mueren van al Hades (cfr.Lc.16:19- 31). Quién no tiene esperanza va a la sección llamada “tormentos” (vs.23a, 28); y los que tienen esperanza van a la sección de descanso llamada el “seno de Abraham”, donde están Abraham, Lázaro y todos los santos salvos (v.22). El Señor Jesús murió y entró en el Hades pero tres días después salió en resurrección. Nosotros creemos en Su muerte y resurrección; así como el resucitó y vive para siempre, nosotros también resucitaremos y viviremos para siempre.
Apocalipsis 20:6 dice: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. Sobre nosotros, que creemos en el Señor, la segunda muerte no tiene autoridad.
En los versículos 11-15 leemos: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios;
y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras [...] Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Ya que nuestro nombre fue inscrito en el libro de la vida, no pasaremos por la muerte segunda. Pero aquellos que sólo nacieron una vez en la carne, y no recibieron el nuevo nacimiento por el Espíritu, morirán en la carne una vez y después de los mil años serán juzgados en el gran trono blanco. Esos son los pecadores que no se convirtieron y por eso serán lanzados en el lago de fuego, ésta es la muerte segunda.
Primera de Tesalonicenses 4:14 dice: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron con él”. Estos son los que fueron perseguidos y martirizados. Ellos serán traídos en compañía del Señor, y por eso no necesitamos estar tristes porque sólo duermen. Debemos, ciertamente, gozamos por ellos, porque ya están en la parte placentera del Hades con Abraham y los salvos estamos esperando la venida del Señor.
Los versículos 15 y 16 son muy importantes: “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. No somos nosotros, los que quedemos, que seremos arrebatados primero, sino los muertos en Cristo. Cuando el Señor venga, hablará con voz de arcángel, con palabra de mando, con trompeta de Dios; ésta será la última trompeta, la séptima trompeta. ¡Qué palabra de esperanza, consuelo y ánimo!
Palabra clave: Esperanza y consuelo
Pregunta: ¿De cuántas secciones está formado el Hades y cuáles son sus funciones?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
Leer con oración: Jn.11:25-26; 6:51,58; 8:51; Lc.16:19-31
“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” (1 TI 4:14)
LA SEGUNDA MUERTE NO TIENE AUTORIDAD SOBRE LOS QUE CREEN
Los creyentes en Cristo que ya partieron para estar con el Señor no murieron, sino que durmieron, porque son personas que tienen esperanza. El Señor nos prometió que los que recibían la vida de Dios vivirían para siempre Jn 11:25-26; 6:51, 58, 8:51). Puede ser por debilidad física, o por martirio, que las personas mueran; eso es muerte para los que no tienen esperanza.
Todos los que mueren van al Hades (cfr.Lc.16:19- 31). Quién no tiene esperanza va a la sección llamada “tormentos” (vs.23a, 28); y los que tienen esperanza van a la sección de descanso llamada el “seno de Abraham”, donde están Abraham, Lázaro y todos los santos salvos (v.22). El Señor Jesús murió y entró en el Hades pero tres días después salió en resurrección. Nosotros creemos en Su muerte y resurrección; así como el resucitó y vive para siempre, nosotros también resucitaremos y viviremos para siempre.
Apocalipsis 20:6 dice: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. Sobre nosotros, que creemos en el Señor, la segunda muerte no tiene autoridad.
En los versículos 11-15 leemos: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios;
y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras [...] Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Ya que nuestro nombre fue inscrito en el libro de la vida, no pasaremos por la muerte segunda. Pero aquellos que sólo nacieron una vez en la carne, y no recibieron el nuevo nacimiento por el Espíritu, morirán en la carne una vez y después de los mil años serán juzgados en el gran trono blanco. Esos son los pecadores que no se convirtieron y por eso serán lanzados en el lago de fuego, ésta es la muerte segunda.
Primera de Tesalonicenses 4:14 dice: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron con él”. Estos son los que fueron perseguidos y martirizados. Ellos serán traídos en compañía del Señor, y por eso no necesitamos estar tristes porque sólo duermen. Debemos, ciertamente, gozamos por ellos, porque ya están en la parte placentera del Hades con Abraham y los salvos estamos esperando la venida del Señor.
Los versículos 15 y 16 son muy importantes: “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. No somos nosotros, los que quedemos, que seremos arrebatados primero, sino los muertos en Cristo. Cuando el Señor venga, hablará con voz de arcángel, con palabra de mando, con trompeta de Dios; ésta será la última trompeta, la séptima trompeta. ¡Qué palabra de esperanza, consuelo y ánimo!
Palabra clave: Esperanza y consuelo
Pregunta: ¿De cuántas secciones está formado el Hades y cuáles son sus funciones?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!