Bien abro este epígrafe por si quizá alguno escape de los lazos de la religión y de los problemas para el individuo que trae el no reconocer en si mismo su total ruina.
Dios envió a Jesucristo a buscar lo que estaba perdido, vease que dice perdido. La gracia de Dios es para los perdidos y pecadores, para los que saben que no pueden aunque quieran agradar a Dios porque :
Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Dios puso a prueba al hombre desde Eden hasta la venida de Cristo , y el hombre siempre ha fracasado porque confia en sus posibilidades y capacidades pero no sabe que no puede hacer el bien.
Este gran problema es el que hace que muchos quieran y no puedan, sencillamente hay que prestar atención a lo escrito
Dios envió a Jesucristo a buscar lo que estaba perdido, vease que dice perdido. La gracia de Dios es para los perdidos y pecadores, para los que saben que no pueden aunque quieran agradar a Dios porque :
Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Dios puso a prueba al hombre desde Eden hasta la venida de Cristo , y el hombre siempre ha fracasado porque confia en sus posibilidades y capacidades pero no sabe que no puede hacer el bien.
Este gran problema es el que hace que muchos quieran y no puedan, sencillamente hay que prestar atención a lo escrito