El culto a "la reina del cielo" no es nuevo. Llegó hasta entrar en los hebreos. Miremos lo que dice Jeremías 7:18: "Los niños juntan la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres hacen la masa para cocer tortas, y ofrecércelas a 'la reina del cielo'" Este título se le concedía a una de las diosas paganas, pero Israel apostató adoaarndo a esta diosa y a otras diosas y dioses del paganismo circundante.
Hoy, entre los muchos títulos que los católicos dan a María, se encuentra "la reina del cielo". Es una lástima que la venerable y pura María haya sido idolatrizada. La repugnante idolatría ha reinado en el catolicismo. Los curas y teólogos católicos niegan que adoren a María y a los santos; niegan que adoren las estatuas y cuadros; niegan que adoren las reliquias, pero no niegan quele rinden culto ,loque es condenado abiertamente por el segundo mandamiento de la ley de Dios. Por ese mandamiento y otros tres cambiados, la profecía de Daniel 7:25, donde habla de una entidad que se atrevería a "cambiar los tiempos y la ley" se cumple en esta iglesia usurpadora, adúltera, mentiroisa y asesina.
Hoy, entre los muchos títulos que los católicos dan a María, se encuentra "la reina del cielo". Es una lástima que la venerable y pura María haya sido idolatrizada. La repugnante idolatría ha reinado en el catolicismo. Los curas y teólogos católicos niegan que adoren a María y a los santos; niegan que adoren las estatuas y cuadros; niegan que adoren las reliquias, pero no niegan quele rinden culto ,loque es condenado abiertamente por el segundo mandamiento de la ley de Dios. Por ese mandamiento y otros tres cambiados, la profecía de Daniel 7:25, donde habla de una entidad que se atrevería a "cambiar los tiempos y la ley" se cumple en esta iglesia usurpadora, adúltera, mentiroisa y asesina.