LA REALIDAD ETERNA... ¿Cómo debemos comprenderla?

Efe-E-Pe

Círculos concéntricos
4 Octubre 2008
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«Sin embargo, también nosotros disponemos de una sabiduría para los formados en la fe; una sabiduría que no pertenece a este mundo ni a los poderes perecederos que gobiernan este mundo; una sabiduría divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios, desde antes de todos los tiempos, a constituir nuestra gloria. Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria. Pero según dice la Escritura: Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar que Dios tenía preparado para aquellos que lo aman, eso es lo que Dios nos ha revelado por medio del Espíritu. Pues el Espíritu todo lo sondea, incluso lo más profundo de Dios. ¿Quién, en efecto, conoce lo íntimo del ser humano, sino el mismo espíritu humano que habita en su interior? Lo mismo pasa con las cosas de Dios: sólo el Espíritu divino las conoce. En cuanto a nosotros, no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para poder así reconocer los dones que Dios nos ha otorgado».

Las Escrituras nos muestran solamente una parte de la realidad eterna a la que pocos, en nuestro actual estado, han podido acceder. Son muy contados los casos de personas que experimentaron la presencia misma del Señor, y ello ha sido de tal peso de gloria, que incluso algunos se dieron por muertos después de ello.

Uno de estos ejemplos lo tenemos en la transfiguración de Cristo. El escenario fue de tal impacto, que los tres discípulos que lo acompañaron, se llenaron de miedo. ¿Cómo habría sido posible que moisés y elías estaban con Cristo en este instante, si se supone que estos dos hombres estaban muertos?

Escenarios similares son descritos con detalles parciales, dado que nuestra comprensión está sujeta a las experiencas basadas en estímulos de este mundo, pero debían ser mencionados de algún modo. El profeta ezequiel, por ejemplo, describe una "rueda" en movimiento, a la par de seres vivientes, así como algunos otros detalles de un "universo" más que surrealista. Similares cosas debió presenciar pablo en una visión, en un entorno donde los mecanismos existenciales no son como los que conocemos en este mundo.

¿Cual era la intención o finalidad de saber estas cosas? Dios no haría un espantoso despliegue para llenar de terror a las personas. Más bien, la intención fue inspirar un profundo respeto por la realidad eterna, ya que las personas que presenciaron las muy gloriosas cosas de Dios, fueron encomendadas a misiones muy específicas. El profeta que presenció la gloria del que estaba sentado en el trono, se mostró valeroso y resuelto a hablar en nombre del Señor, dirigiéndose a una nación que debía debía arrepentirse de la mórbida idolatría en que incurrió muchas veces.

La demostración de la gloria del Señor suponía también un reconocimiento humano a las limitaciones propias. Tres veces rogó pablo que le fuese quitado eso que le molestaba tras haber presenciado la misma gloria del que habita la eternidad. La respuesta fue clara y precisa, que la gloria siempre fuese dada a Dios y no a otro. Si bien no tenemos una idea clara de qué fue exactamente el aguijón en la carne que molestaba a pablo, la intención se cumplió a cabalidad, y el reconocimiento de pablo acerca de a quién pertenecía la salvación, quedo perfectamente dicha en sus cartas escritas a las congregaciones.

No tengo noticia de alguien que, actualmente, haya podido tener una experiencia sobrenatural com las descritas en las Escrituras. Posiblemente sí haya casos similares, pero con muy poca difusión o guardadas con la discreción que amerita el respeto a la gloria del Señor. Con el tiempo, he tenido esta inquietud de saber y comprender cómo sería el reino celestial. Cristo siempre decía que este reino era semejante a cosas y situaciones de nuestro entorno.

Semejantes pero no iguales. Toda la información de que disponemos, es la que debemos conocer y no traspasar los límites que se tienen establecidos. Conscientes debemos estar que no podríamos soportar, por ahora, ni siquiera un leve destello de la gloria de Dios en Su reino. Pero, si dentro de la voluntad de Él se nos llega a mostrar un poco de eso, ¡que nunca nos falte la humildad de saber que la gloria no es nuestra! De por sí es muy duro entender todo lo que vivimos en nuestra realidad presente, y tenemos que aprender a vivir y morir cuando nos llegue el momento.


Salduos cordiales.
 
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Por principio de cuentas, ni siquiera el término fonético "geobá" es el nombre correcto de EL SEÑOR.

Esto ya quiere decir mucho porque los jiovistas han insistido en invocar al que dicen que es su Dios, cuando precisamente el que está sentado en el trono nunca dijo cómo se llama.

Los adoctrinados no cuestionan lo que se les enseña. Simplemente tragan si npreguntarse si está bien o no.


@Lileliel00 - toma nota pa' que dejemos de hacernos tarugos...
 
No tengo noticia de alguien que, actualmente, haya podido tener una experiencia sobrenatural com las descritas en las Escrituras. Posiblemente sí haya casos similares, pero con muy poca difusión o guardadas con la discreción que amerita el respeto a la gloria del Señor. Con el tiempo, he tenido esta inquietud de saber y comprender cómo sería el reino celestial. Cristo siempre decía que este reino era semejante a cosas y situaciones de nuestro entorno.

Semejantes pero no iguales. Toda la información de que disponemos, es la que debemos conocer y no traspasar los límites que se tienen establecidos. Conscientes debemos estar que no podríamos soportar, por ahora, ni siquiera un leve destello de la gloria de Dios en Su reino. Pero, si dentro de la voluntad de Él se nos llega a mostrar un poco de eso, ¡que nunca nos falte la humildad de saber que la gloria no es nuestra! De por sí es muy duro entender todo lo que vivimos en nuestra realidad presente, y tenemos que aprender a vivir y morir cuando nos llegue el momento.


Salduos cordiales.
Pues yo creo que hay muchos y grandes testimonios en las distintas plataformas de hermanos y hermanas en Cristo al alcance de todos.No te puedes imaginar si no lo has vivido lo que Dios te puede llegar a hacer y sentir en ese tipo de experiencias sobrenaturales. Increibles y fascinantes .Gloria a Dios.
 
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Yo pienso que hay cosas que Dios sabe que podemos asimilar. En ocasiones, a una persona le basta contemplar lo que hay en el cielo y recordar las palabras del salmo 19.

Para otros, y en casos muy particulares y en situaciones extraordinarias, la revelación del Señor puede ir más allá de eso. Quizá el testimonio de Bernarda Fernández sea un buen ejemplo. ¿Conoces este testimonio?
 
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Yo pienso que hay cosas que Dios sabe que podemos asimilar. En ocasiones, a una persona le basta contemplar lo que hay en el cielo y recordar las palabras del salmo 19.

Para otros, y en casos muy particulares y en situaciones extraordinarias, la revelación del Señor puede ir más allá de eso. Quizá el testimonio de Bernarda Fernández sea un buen ejemplo. ¿Conoces este testimonio?
Pues si ,lo escuche ya hace algun tiempo y me gusto mucho ,me parece un gran testimonio y es a esta clase de testimonios a los que me referia y como estos hay muchos por la red, son realmente increibles y muy bonito de oirlos.

Dios te bendiga
 
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«Sin embargo, también nosotros disponemos de una sabiduría para los formados en la fe; una sabiduría que no pertenece a este mundo ni a los poderes perecederos que gobiernan este mundo; una sabiduría divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios, desde antes de todos los tiempos, a constituir nuestra gloria. Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria. Pero según dice la Escritura: Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar que Dios tenía preparado para aquellos que lo aman, eso es lo que Dios nos ha revelado por medio del Espíritu. Pues el Espíritu todo lo sondea, incluso lo más profundo de Dios. ¿Quién, en efecto, conoce lo íntimo del ser humano, sino el mismo espíritu humano que habita en su interior? Lo mismo pasa con las cosas de Dios: sólo el Espíritu divino las conoce. En cuanto a nosotros, no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para poder así reconocer los dones que Dios nos ha otorgado».

Las Escrituras nos muestran solamente una parte de la realidad eterna a la que pocos, en nuestro actual estado, han podido acceder. Son muy contados los casos de personas que experimentaron la presencia misma del Señor, y ello ha sido de tal peso de gloria, que incluso algunos se dieron por muertos después de ello.

Uno de estos ejemplos lo tenemos en la transfiguración de Cristo. El escenario fue de tal impacto, que los tres discípulos que lo acompañaron, se llenaron de miedo. ¿Cómo habría sido posible que moisés y elías estaban con Cristo en este instante, si se supone que estos dos hombres estaban muertos?

Escenarios similares son descritos con detalles parciales, dado que nuestra comprensión está sujeta a las experiencas basadas en estímulos de este mundo, pero debían ser mencionados de algún modo. El profeta ezequiel, por ejemplo, describe una "rueda" en movimiento, a la par de seres vivientes, así como algunos otros detalles de un "universo" más que surrealista. Similares cosas debió presenciar pablo en una visión, en un entorno donde los mecanismos existenciales no son como los que conocemos en este mundo.

¿Cual era la intención o finalidad de saber estas cosas? Dios no haría un espantoso despliegue para llenar de terror a las personas. Más bien, la intención fue inspirar un profundo respeto por la realidad eterna, ya que las personas que presenciaron las muy gloriosas cosas de Dios, fueron encomendadas a misiones muy específicas. El profeta que presenció la gloria del que estaba sentado en el trono, se mostró valeroso y resuelto a hablar en nombre del Señor, dirigiéndose a una nación que debía debía arrepentirse de la mórbida idolatría en que incurrió muchas veces.

La demostración de la gloria del Señor suponía también un reconocimiento humano a las limitaciones propias. Tres veces rogó pablo que le fuese quitado eso que le molestaba tras haber presenciado la misma gloria del que habita la eternidad. La respuesta fue clara y precisa, que la gloria siempre fuese dada a Dios y no a otro. Si bien no tenemos una idea clara de qué fue exactamente el aguijón en la carne que molestaba a pablo, la intención se cumplió a cabalidad, y el reconocimiento de pablo acerca de a quién pertenecía la salvación, quedo perfectamente dicha en sus cartas escritas a las congregaciones.

No tengo noticia de alguien que, actualmente, haya podido tener una experiencia sobrenatural com las descritas en las Escrituras. Posiblemente sí haya casos similares, pero con muy poca difusión o guardadas con la discreción que amerita el respeto a la gloria del Señor. Con el tiempo, he tenido esta inquietud de saber y comprender cómo sería el reino celestial. Cristo siempre decía que este reino era semejante a cosas y situaciones de nuestro entorno.

Semejantes pero no iguales. Toda la información de que disponemos, es la que debemos conocer y no traspasar los límites que se tienen establecidos. Conscientes debemos estar que no podríamos soportar, por ahora, ni siquiera un leve destello de la gloria de Dios en Su reino. Pero, si dentro de la voluntad de Él se nos llega a mostrar un poco de eso, ¡que nunca nos falte la humildad de saber que la gloria no es nuestra! De por sí es muy duro entender todo lo que vivimos en nuestra realidad presente, y tenemos que aprender a vivir y morir cuando nos llegue el momento.


Salduos cordiales.
Tambien la Iluminacion de Saul camino a Damasco.
 
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«Sin embargo, también nosotros disponemos de una sabiduría para los formados en la fe; una sabiduría que no pertenece a este mundo ni a los poderes perecederos que gobiernan este mundo; una sabiduría divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios, desde antes de todos los tiempos, a constituir nuestra gloria. Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria. Pero según dice la Escritura: Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar que Dios tenía preparado para aquellos que lo aman, eso es lo que Dios nos ha revelado por medio del Espíritu. Pues el Espíritu todo lo sondea, incluso lo más profundo de Dios. ¿Quién, en efecto, conoce lo íntimo del ser humano, sino el mismo espíritu humano que habita en su interior? Lo mismo pasa con las cosas de Dios: sólo el Espíritu divino las conoce. En cuanto a nosotros, no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para poder así reconocer los dones que Dios nos ha otorgado».

Las Escrituras nos muestran solamente una parte de la realidad eterna a la que pocos, en nuestro actual estado, han podido acceder. Son muy contados los casos de personas que experimentaron la presencia misma del Señor, y ello ha sido de tal peso de gloria, que incluso algunos se dieron por muertos después de ello.

Uno de estos ejemplos lo tenemos en la transfiguración de Cristo. El escenario fue de tal impacto, que los tres discípulos que lo acompañaron, se llenaron de miedo. ¿Cómo habría sido posible que moisés y elías estaban con Cristo en este instante, si se supone que estos dos hombres estaban muertos?

Escenarios similares son descritos con detalles parciales, dado que nuestra comprensión está sujeta a las experiencas basadas en estímulos de este mundo, pero debían ser mencionados de algún modo. El profeta ezequiel, por ejemplo, describe una "rueda" en movimiento, a la par de seres vivientes, así como algunos otros detalles de un "universo" más que surrealista. Similares cosas debió presenciar pablo en una visión, en un entorno donde los mecanismos existenciales no son como los que conocemos en este mundo.

¿Cual era la intención o finalidad de saber estas cosas? Dios no haría un espantoso despliegue para llenar de terror a las personas. Más bien, la intención fue inspirar un profundo respeto por la realidad eterna, ya que las personas que presenciaron las muy gloriosas cosas de Dios, fueron encomendadas a misiones muy específicas. El profeta que presenció la gloria del que estaba sentado en el trono, se mostró valeroso y resuelto a hablar en nombre del Señor, dirigiéndose a una nación que debía debía arrepentirse de la mórbida idolatría en que incurrió muchas veces.

La demostración de la gloria del Señor suponía también un reconocimiento humano a las limitaciones propias. Tres veces rogó pablo que le fuese quitado eso que le molestaba tras haber presenciado la misma gloria del que habita la eternidad. La respuesta fue clara y precisa, que la gloria siempre fuese dada a Dios y no a otro. Si bien no tenemos una idea clara de qué fue exactamente el aguijón en la carne que molestaba a pablo, la intención se cumplió a cabalidad, y el reconocimiento de pablo acerca de a quién pertenecía la salvación, quedo perfectamente dicha en sus cartas escritas a las congregaciones.

No tengo noticia de alguien que, actualmente, haya podido tener una experiencia sobrenatural com las descritas en las Escrituras. Posiblemente sí haya casos similares, pero con muy poca difusión o guardadas con la discreción que amerita el respeto a la gloria del Señor. Con el tiempo, he tenido esta inquietud de saber y comprender cómo sería el reino celestial. Cristo siempre decía que este reino era semejante a cosas y situaciones de nuestro entorno.

Semejantes pero no iguales. Toda la información de que disponemos, es la que debemos conocer y no traspasar los límites que se tienen establecidos. Conscientes debemos estar que no podríamos soportar, por ahora, ni siquiera un leve destello de la gloria de Dios en Su reino. Pero, si dentro de la voluntad de Él se nos llega a mostrar un poco de eso, ¡que nunca nos falte la humildad de saber que la gloria no es nuestra! De por sí es muy duro entender todo lo que vivimos en nuestra realidad presente, y tenemos que aprender a vivir y morir cuando nos llegue el momento.


Salduos cordiales.
Se supone que Jesucristo es el único hombre que ha visto cara a cara a Dios. Incluso Moisés solo logró verlo de espaldas. Porque un hombre normal que vea la cara de Dios moriría al momento, según dice la Bíblia misma. Valga la analogía: es como querer dar de comer a una hormiga la ración de un elefante. A cada uno lo suyo. Toda visión de Dios es de agradecer y aunque nunca sea completa en muchos casos puede bastar.
 
Por principio de cuentas, ni siquiera el término fonético "geobá" es el nombre correcto de EL SEÑOR.

Esto ya quiere decir mucho porque los jiovistas han insistido en invocar al que dicen que es su Dios, cuando precisamente el que está sentado en el trono nunca dijo cómo se llama.

Los adoctrinados no cuestionan lo que se les enseña. Simplemente tragan si npreguntarse si está bien o no.


@Lileliel00 - toma nota pa' que dejemos de hacernos tarugos...
Isaías 42:8 "Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. "

Dios te guarde. ;)
 
Gracias. ¿Sabías que este nombre fue un artefacto de los masoretas para ESCONDER el más sagrado de los nombres?
Los TJ dejarían sus sueños de opio y su razón de ser si entendieran esto.
 
Gracias. ¿Sabías que este nombre fue un artefacto de los masoretas para ESCONDER el más sagrado de los nombres?
Teorías las hay para dar y tomar. Pero si no te gusta Jehová entonces supongo tendrá que gustarte Yahveh. Porque "El Señor", tengo entendido que también es una traducción posterior para ocultar su nombre sagrado original. ¿O no? Tampoco es que sea yo un experto.
 
Última edición:
No es una teoría. Se puede consultar esta información fácilmente.

Si yo lo pude hacer, igual tú.
Bien. Pero sea como sea, la cuestión es que en Isaías 42:8 Dios sí que da su nombre. Aunque en lugar de Jehová sea Yaveh, sí que tiene nombre.
 
Última edición:
¡Ni lo uno ni lo otro! El más sagrado de todos los nombres no tiene una pronunciación que se diga es correcta. Estaríamos cayendo en fetichismo. Si te acomoda pronunciar "geobá", hazlo.

Pienso que EL SEÑOR conoce todos los idiomas por igual, pero ni siquiera se deja llevar por eso. Es más, Él sigue el clamor que está por encima de las palabras.
 
¡Ni lo uno ni lo otro! El más sagrado de todos los nombres no tiene una pronunciación que se diga es correcta. Estaríamos cayendo en fetichismo. Si te acomoda pronunciar "geobá", hazlo.

Pienso que EL SEÑOR conoce todos los idiomas por igual, pero ni siquiera se deja llevar por eso. Es más, Él sigue el clamor que está por encima de las palabras.
Creo entender lo que que quieres decir: Dios es ilimitado y sin forma. De ahí que nos avise de no adorar ídolos. No nos da una visión de Él. Pero, digo yo, que si consiente en darnos su palabra (y algo tenía que darnos, porque de la nada no vive el hombre) ¿por qué no iba a darnos su nombre? En cualquier caso, sí que nos lo dio visualmente (יהוה). Entonces, digo yo, ¿por qué iba a ser inadecuado pronunciarlo, con respeto, si ya lo tenemos por escrito?

No digo que estés equivocado. Solo reflexiono también para ordenar mis ideas con tu ayuda. Tu opinión me interesa mucho.

Gracias.
 
Entonces, digo yo, ¿por qué iba a ser inadecuado pronunciarlo, con respeto, si ya lo tenemos por escrito?

Bien citas, con respeto. Eso está muy bien.

Si el más sagrado de todos los nombres es impronunciable, y todo lo que tenemos es un acróstico, la sacralidad amerita que todos sepamos dar el debido respeto al que Es, aún si un keniata invoca el más sagrado nombre en swahili del mismo modo que un israelita lo hace en el idioma hebreo.


:)
 
Entonces, digo yo, ¿por qué iba a ser inadecuado pronunciarlo, con respeto, si ya lo tenemos por escrito?

Bien citas, con respeto. Eso está muy bien.

Si el más sagrado de todos los nombres es impronunciable, y todo lo que tenemos es un acróstico, la sacralidad amerita que todos sepamos dar el debido respeto al que Es, aún si un creyente keniata invoca el más sagrado nombre en swahili del mismo modo que un rabino israelita lo hace en el idioma hebreo.


:)
 
¡Es un lamentable error echar raíces en este mundo, cuya apariencia es cambiante! Cristo nos lo hizo saber; acumular tesoro en el reino celestial tiene un mayor valor que un tesoro terrenal, susceptible de robo y corrupción.

La pregunta es, ¿cual es la composición de este tesoro? Podría tratarse de un material tangible, aunque imposible de degradarse. ¿Cómo es este tesoro?

Es penosa la situación de los testigos de jiová, quienes han vivido engañados creyendo que el nuevo mundo que habitarán es como en las películas gringas. No entienden que el reino celestial no es ni comida y bebida. La pura gozadera, eso sí... pero ¿quién se encargará de limpiar los desechos luego?