La Procedencia del Espíritu Santo

30 Marzo 2004
179
0
La Procedencia <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

del <o:p></o:p>

Espíritu Santo<o:p></o:p>

Metropolitano Macario<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
Atributo personal de Dios Espíritu Santo: <o:p></o:p>

observaciones preliminares.<o:p></o:p>

Antes de desarrollar la doctrina del atributo personal de Dios Espíritu Santo, es decir, de su procedencia del Padre, hay que hacer algunas observaciones previas.<o:p></o:p>

Primera observación: Esta doctrina constituye el dogma más importante entre los que distinguen nuestra Iglesia Ortodoxa de la Iglesia Romana y de algunas comunidades y congregaciones protestantes, quienes creen y enseñan que el Espíritu Santo procede no solamente del Padre, sino también del Hijo. Por eso merece de nuestra parte una atención especial.<o:p></o:p>

Segunda observación: Para precisar las ideas en el desarrollo de esta doctrina, hay que establecer una distinción rigurosa entre la procesión eterna del Espíritu Santo, que propiamente forma su atributo personal, y su procesión temporal sobre las criaturas o su misión en el mundo, la que no se relaciona con la hipóstasis misma del Espíritu santo, sino que forma una cosa externa, accesoria, y no se atribuye más al Espíritu Santo que al Hijo (Juan 16:28-29). Que si la Iglesia Ortodoxa afirma que el Espíritu Santo procede del Padre sólo, contrariamente a la doctrina de los cristianos occidentales, que pretenden que El proceda igualmente del Hijo, aquélla se propone hablar solamente de la procesión eterna e hipostática del Espíritu Santo. En cuanto a su procesión temporal, los ortodoxos mismos creen con los cristianos occidentales que el Espíritu Santo procede,es decir que tiene su misión en el mundo, no solamente del Padre, sino también del Hijo, o mejor decir, por el Hijo.<o:p></o:p>

Tercera observación: Para ser enteramente imparciales en la solución de este problema, que durante siglos viene siendo un asunto de desacuerdo entre el cristianismo de Oriente y el de Occidente, trataremos de presentar, tan brevemente como sea posible, no solamente las pruebas de la doctrina ortodoxa sobre el atributo personal del Espíritu Santo, sino también las de la doctrina heterodoxa, las pondremos lado a lado y cada cual tendrá la libertad de ver y de decidir por si mismo, comparándolas, de qué lado se encuentra la verdad.<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

La procedencia del Espíritu Santo <o:p></o:p>

según la Sagrada Escritura.<o:p></o:p>

¿Hay en la Escritura algún pasaje claro y directo que compruebe que el Espíritu Santo procede del Padre? Si, sin duda, y hasta un pasaje tan claro y directo como se puede desear; son las palabras del Salvador a los Apóstoles “Cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre,el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, dará testimonio de Mi (Juan 15:26). Pero, ¿es bien verdad que esta expresión, el cual procede del Padre, indica la procesión eterna del Espíritu Santo, y no su envío temporal en el mundo? Esta es la verdad exacta.<o:p></o:p>

Lo que lo comprueba es primeramente la intención que se proponía el Salvador al pronunciar las palabras en cuestión. Todo el discurso de que forman parte (Juan 14:16) tendía sobre todo a consolar a los discípulos de la cercana partida de su Maestro. Para eso El les prometió enviarles en su lugar al Espíritu Santo; y este Espíritu, le nombra primero, otro Consolador, que estaría con ellos para siempre (Juan 14:16); y después, El Espíritu de verdad, que les enseñaría todas las cosas, y les recordaría todas las cosas que les había dicho su divino maestro (Juan 14:26). Añade al fin que este Consolador que habla de venir, este Espíritu de verdad, no es creado, sino que procede del Padre, es decir que El tiene la eternidad de Dios y que es, por consiguiente, persona divina (Juan 15:26). El complemento de la Instrucción era muy necesario para el fin que se proponía el Señor; sin eso la consolación de los Apóstoles habría sido incompleta; porque después de estas últimas palabras ellos solamente pudieron tener la convicción de que su futuro Instructor, como persona divina, efectivamente tomaría el lugar de Aquél que iba a separarse de ellos, a quien reconocían como el verdadero Hijo del Altísimo, nacido de Dios (Mateo 16:16; Juan 16:30); tanto más cuanto que su Maestro, que previamente ya les había hablado más de una vez del Espíritu Santo, jamás había desarrollado para ellos, sin embargo, la naturaleza misma de ese Espíritu ni su dignidad personal.<o:p></o:p>

La verdad de nuestra tesis depende igualmente del conjunto y de la Disposición de las palabras citadas. Si reconocemos que las palabras, “que procede del Padre,” no expresan la procesión eterna del Espíritu Santo, sino solamente su envío temporal en el mundo, primero seríamos obligados a admitir en el discurso del Salvador una extraña tautología; habrá que leerlo así: “Cuando venga el Consolador, que yo os enviaré de mi Padre, el Espíritu de verdad, que fue enviado por el Padre, él dará testimonio de mí.” Luego, no se puede explicar por qué el verbo “procede” está en el tiempo presente cuando se trata de un envío futuro del Espíritu Santo, y cuando previamente el Salvador ya había anunciado más de una vez este mismo envío en un tiempo venidero al decir del Padre: “El os dará otro Consolador” (Juan 14:16), o: “Mi Padre lo enviará en mi nombre” (Ibid., 26); y de si mismo: “Yo os enviaré del Padre” (Ibid., 15:26) mientras que, si tomamos por incontestable que, en el texto examinado, se trata de la procesión eterna del Espíritu Santo, no encontraremos ni tautología en las palabras, ni nada incomprensible en el verbo procede; al contrario, este verbo debe estar en el tiempo presente, para indicar también tan aproximadamente como sea posible la eternidad, es decir, la constancia y la inmutabilidad de la procesión del Espíritu Santo; así como, para declarar su propia eternidad, nuestro divino Salvador dijo en el presente: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58).<o:p></o:p>

Finalmente, esta verdad es confirmada por la voz unánime de toda la cristiandad primitiva, que jamás cesó de ver en las palabras del Salvador, “que procede delPadre,” la idea de la procesión eterna del Espíritu Santo. Será suficiente recordar aquí que estas palabras han sido entendidas precisamente en el mismo sentido, no solamente por los Doctores más celebres de la Iglesia, Basilio el Grande, Gregorio el Teólogo, Juan Crisóstomo, etc., sino también por todo un Concilio Ecuménico (el Segundo), que las insertó en el mismo símbolo de la fe.<o:p></o:p>

¿Hay en la Sagrada Escritura algún pasaje claro y directo que muestre que el Espíritu Santo proceda igualmente del Hijo? Ninguno. Es solamente por medio de razonamientos y de interpretaciones que se ha pretendido deducir esa doctrina de diferentes pasajes de la Escritura.<o:p></o:p>

Se dice primero que estas palabras: que procede del Padre, lejos de excluir por si mismas la idea que el Espíritu Santo proceda igualmente del Hijo, la encierran al contrario, el Padre y el Hijo siendo uno por esencia, y el Hijo posee todo lo que posee el Padre. ¿Es admisible tal razonamiento? ¡Decididamente que no! El Padre y el Hijo, así como el Espíritu Santo, son efectivamente uno por esencia, pero ellos difieren entre si en que son personas; y todo lo que posee el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo poseen igualmente, salvo, sin embargo, los atributos personales, que no les son comunes, de otro modo se cae en el sabelianismo confundiendo las hipóstasis divinas. Y cuando se dice que el Padre engendra al Hijo y hace proceder al Espíritu Santo, se habla propiamente del Padre como de una persona teniendo su atributo personal que le distingue del Hijo y del Espíritu Santo. Por consiguiente, también, cuando se dice que el Espíritu Santo procede del Padre, no se puede comprender bajo el nombre del Padre al mismo tiempo al Hijo, el cual es uno con el Padre por esencia, y no en personalidad (Gregorio el Teólogo, oración 25). <o:p></o:p>

Además, si se admite que la expresión “que procede del Padre” supone, lejos de excluir, la idea de que el Espíritu Santo procede igualmente del Hijo, el Hijo, siendo uno por esencia con el Padre, se deberá paralelamente admitir que las palabras “engendrado del Padre” no excluyen, sino que suponen, al contrario, la idea de que el Hijo sea también engendrado del Espíritu Santo, el Espíritu siendo sólo uno con el Padre.Y aun más, uno sería obligado a admitir que el Hijo, engendrado del Padre, es también engendrado de si mismo, y que el Espíritu Santo, procediendo del Padre, procede también de si mismo, y eso a causa de la unidad de esencia de ellos con el Padre y de la coeternidad de todos. En fin, si examinamos atentamente el conjunto mismo del discurso donde se encuentran las palabras citadas, seremos convencidos de lo absurdo del razonamiento que nos ocupa. Al consolar a sus discípulos antes de ascender al cielo, el Salvador les promete enviar en su lugar al Espíritu Santo, y este envío El lo atribuye o al Padre o a si mismo, diciéndoles: “Y yo os enviaré” (Juan 15:26; compárese 14:26).<o:p></o:p>

Pero, inmediatamente después de estas palabras, El comienza a hablar de la procesión del Espíritu Santo; es solamente al Padre que indica, sin hacer alusión alguna a su propia persona. ¿Por qué entonces, preguntaremos con San Marcos de Efeso, nuestro divino Salvador, después de haber hablado tan directamente de si mismo y de haber atribuido a si mismo igual que al Padre el envío del Espíritu Santo, no ha dicho igualmente de la procesión que procede de nosotros? (Acta del Concilio de Florencia, Sesión xxiii). ¿No es evidente que así El establece una diferencia entre lo que les es común con relación al Espíritu Santo y lo que pertenece exclusivamente al Padre? El afirmar, como se ha hecho, que al decir, que procede del Padre, Cristo, bajo el nombre del Padre, se comprendía a si mismo también como Hijo, sería una afirmación enteramente arbitraria. En efecto, ¿por qué, en el mismo discurso, al hablar del envío del Espíritu Santo, en vez de atenerse al mismo giro de frase, el Señor establece una distinción al decir del Padre, mi padre enviará, y de si mismo, yo os enviaré?<o:p></o:p>

Algunos insisten en esa última locución del Salvador, Yo os enviaré... y han hecho este razonamiento: “Si el Espíritu Santo es enviado por el Hijo, es porque Aquél procede de Este; de otra manera el Hijo no podría enviar al Espíritu. Este también es un razonamiento inadmisible. La idea de que, en el misterio de la santa Trinidad el envío de una persona por otra supone necesariamente que la segunda proceda de la primera, lejos de tener el menor fundamento en la sagrada Escritura, es completamente en oposición a ella; porque la Escritura dice que el mismo Hijo es enviado por el Espíritu Santo, y no únicamente por el Padre (Isaías 48:16; 61:1; Luke 4:18), mientras que la generación eterna del Hijo es atribuida exclusivamente al Padre y nada al Espíritu Santo. Esta idea es igualmente en oposición a los razonamientos teológicos de los más renombrados Doctores de la Iglesia primitiva, los que explican este envío de una manera totalmentediferente. Nos dicen, en efecto, que el Hijo envía al Espíritu Santo, y que El mismo es enviado por El, propiamente por su unidad de esencia, y por su participación o su cooperación en los actos entre si (Ambrosio, Del Espíritu Santo, Libro iii, Cap. 1, n. 8).<o:p></o:p>

Y ésta es la explicación más natural, porque las tres personas de la Divinidad tienen todo en común salvo sus atributos personales, y sobre todo, a causa de su unidad de esencia, tienen identidad de voluntad e indivisibilidad de acción. Así, cuando una de las personas actúa, las otras dos participan infaliblemente de su acción. El Hijo de Dios apareció en el mundo para la redención de los hombres: es representado como enviado por el Padre y el Espíritu Santo; el Espíritu Santo viene para la santificación del mundo: es representado como teniendo su misión del Padre y del Hijo; pero la Sagrada Escritura, no atribuyendo al Padre ninguna acción particular en el mundo, no es extraño que no represente al Padre como enviado por el Hijo ni por el Espíritu Santo (Ambrosio, Del Espíritu Santo, Libro i, Cap. 3, n. 40). <o:p></o:p>

En general, conviene recordar que la misión del Hijo y del Espíritu Santo en el mundo, en cuanto es misión temporal, se relaciona a la acción externa de Dios, y toda acción externa es común a la consubstancial e indivisible Trinidad. Por eso algunos antiguos Doctores de la Iglesia expresan esta idea, que el Hijo, enviado al mundo por el Padre y por el Espíritu Santo, tiene al mismo tiempo su misión de si mismo, exactamente como el Espíritu Santo, enviado por el Padre y por el Hijo. Además, hay una razón particular por la cual el Hijo envía al Espíritu Santo al mundo: es que en su calidad de Redentor del mundo, el Hijo adquirió por sus méritos, ante la justicia eterna de Dios, el derecho inapreciable de enviar a los hombres los dones de la gracia del Espíritu Santo para la regeneración y la santificación de los pecadores. Es por eso también que la misión del Espíritu Santo en el mundo depende de la glorificación del señor Jesús, y no comenzó a verificarse hasta después de la consumación de la gran obra, según estas palabras “Aún no había venido el Espíritu Santo; porque Jesús no estaba aún glorificado” (Juan 7:39).<o:p></o:p>

Como evidencia de la doble procesión del Espíritu Santo, algunos ofrecen las palabras siguientes, que se encuentran en el mismo discurso del Salvador a sus Apóstoles: “Aún tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, El os guiará a toda verdad; porque no hablará de si mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre, mío es; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:12‑15). Aquí uno se detiene primero ante la expresión, “tomará de lo mío,” y se dice, “de lo mío,” es decir, de mi tomará,” lo que quiere decir, “El procede”; luego ante estas palabras, “todo lo que tiene el Padre, mío es,” y por eso se razona: “Si todo lo que tiene el Padre lo tiene también el Hijo, y si el Padre tiene, entre otras cosas, el atributo de hacer proceder al Espíritu Santo, sigue que el Espíritu Santo procede también del Hijo.” Pero una interpretación y un razonamiento de esta naturaleza están completamente en oposición al conjunto del discurso. Con este punto de vista, he aquí lo que es evidentemente el sentido de las palabras citadas del Salvador: “Hay muchas verdades todavía que no os he enseñado hasta ahora, porque no estáis todavía en condiciones de comprenderlas, pero cuando venga el Espíritu de verdad que yo os he prometido, El llenará esa laguna en mi lugar y os enseñará toda verdad. Lo hará en mi lugar porque no será una doctrina suya, una doctrina nueva, diferente de la mía, que os ensañará.” “No hablará de si mismo, mas dirá todo lo que oyere”; al contrario, El seguirá enseñándonos la misma doctrina que yo; “tomará de lo mío, y os lo anunciará.” Y así como yo os decía previamente: “Mi doctrina no es mía, sino de Aquél que me envió” (Juan 7:16; compárese 14:10 y otros), también en el presente, para haceros comprender mejor lo que os digo, añado que “todo lo que tiene el Padre, mío es”; es por eso que yo he dicho aun que el Espíritu Santo, “tomará de lo mío y os lo anunciará” (Véase la interpretación de este pasaje de San Juan Crisóstomo, Homilía 78 sobre el Evangelio de Juan).<o:p></o:p>

Por consiguiente, estas palabras, “tomará de lo mío,” y éstas, “todo lo que tiene el Padre, mío es,” se relacionan exclusivamente a la doctrina, que el Hijo, habiendo venido al mundo para cumplir con la voluntad del Padre celestial para la salvación de los hombres, había recibido del Padre, y que el Espíritu Santo, como sucesor del Hijo en la tierra en la misma obra de salvación, debía de recibir del Hijo. Y esa expresión, “tomará de lo mío y os lo anunciará,” no debe comprenderse en la forma que sigue: “El Espíritu Santo tomará de mí lo que El no conocía y no tenía antes;” porque el Espíritu, como Dios, lo sabe y lo posee todo desde la eternidad; hay que comprenderla asi: “El seguirá después de mi enseñándoos mi doctrina,” y no otra; “El os recordará todas las cosas que os he dicho” (Juan 14:26), “y El acabará de deciros en mi lugar lo que yo tengo todavía que deciros, pero que no podéis comprender ahora.” Y ¿por qué? “Porque El y yo somos sólo uno por esencia; porque los dos tenemos la misma sabiduría, la misma ciencia, la misma acción indivisible.” Así explican este pasaje los antiguos Doctores de la Iglesia (Ambrosio, Del Espíritu Santo, Libro ii, Cap. 12; y Juan Crisóstomo, op. cit). <o:p></o:p>

Si algunos de ellos encuentran en las palabras “tomará de lo mío” la idea de la procesión eterna del Espíritu Santo, la comprenden de una manera totalmente diferente de la manera de que la entienden los cristianos de occidente hoy día. Se expresa así San Atanasio: “Cristo dijo: Tomará de lo mío, es decir lo de mi Padre, porque añade: Todo lo que tiene el Padre, mío es; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber (Contra Macedonio).<o:p></o:p>

Entremos entonces en algunos detalles sobre este asunto. Si la expresión, tomará de lo mío, significa: “Es de mi que El tiene eternidad de existencia, de mi de que procede,” preguntaremos, ¿por qué el verbo tomará está en el futuro así como el que lo precede inmediatamente, glorificará, y el que viene después, anunciará? ¿Será porque en el momento en que el Hijo hablaba a sus Apóstoles el Espíritu Santo todavía no había procedido de El, sino que debía proceder de El solamente después de su ascensión al cielo? El pretender que el verbo tomará exprese un pasado o un presente, sería igual a pretender que los otros dos, glorificará y anunciará que están íntimamente ligados con tomará, expresen igualmente el pasado o el presente; pero eso sería trastornar totalmente el sentido del discurso.<o:p></o:p>

Si uno quisiera alegar, también sin fundamento, que solamente el verbotomará designe el presente y los otros dos el futuro, eso sería todavía otra nueva alteración del sentido del discurso. sería necesario comprender así las palabras del Salvador: “El Espíritu Santo me glorificará porque procede de mí y El os anunciará.” Y ¿qué os anunciará El?... Uno es llevado a algunas inconsecuencias todavía mas graves cuando, como hacen los heterodoxos, tomando sin restricción alguna las palabras del Salvador: “todo lo que tiene el Padre, mío es,” se razona así: “Pero el Padre posee el atributo de hacer proceder al Espíritu Santo; el Hijo lo posee entonces igualmente... Al contrario, como el Hijo mismo dijo al Padre: “Todas mis cosas son tus cosas” (Juan 17:10), y que el atributo del Hijo es el de ser engendrado por el Padre, sería necesario concluir de eso que el Padre tiene el mismo atributo. Al Hijo le pertenece la encarnación; pues, ¡pertenece igualmente al Padre! Hay sólo un medio de descartar todas estas inconsecuencias: es el de tomar en un sentido restringido estas palabras del Salvador: Todo lo que tiene el Padre, mío es. El Hijo tiene en realidad todo lo que tiene el Padre, del punto de vista de la esencia, la divinidad, por ejemplo; así como el Padre tiene todo lo que pertenece al Hijo,salvo, sin embargo, los atributos personales. Así fue comprendida esta expresión por los Doctores más célebres de la Iglesia primitiva. Según ellos, designaba propiamente la unidad de esencia del Padre y del Hijo, sus atributos esenciales, y en general todo lo que tienen de común (Atanasio, Epistolar a Serapíon, ii, 5), pero de ningún modo sus atributos particulares (San Gregorio el Teólogo, Sermón 34; San Juan Damasceno, Exposición de la fe ortodoxa, iii, cap. 7).<o:p></o:p>

Y es por esa razón que ellos tenían la idea de que todo lo que tiene el Padre pertenece no solamente al Hijo, sino también al Espíritu Santo. (San Juan Crisóstomo, Homilías sobre Juan, 68). Es de notarse que a los ojos de los heterodoxos estas pruebas de la doctrina occidental sobre el atributo personal del Espíritu Santo, y sobre todo, la última, son las principales. Las otras las tienen por más débiles, y, por esa misma razón son menos dignas de nuestra atención.<o:p></o:p>

Así hay quien pretende deducir la doctrina de la procesión eterna del Espíritu Santo de estas palabras del Apóstol San Pablo a los Gálatas: Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: 'Abba, Padre'” (4:6) Y se razona: “El Espíritu Santo es llamado el Espíritu del Padre (Mateo 10:20), sin duda porque procede de El; es pues por la misma razón que El es llamado también el Espíritu del Hijo.”<o:p></o:p>

Pero, primero, no es rigurosamente necesario que lo que se atribuye a las diferentes personas les sea atribuido precisamente por la misma razón. El Espíritu es llamado Espíritu del Padre, o porque es consubstancial con El y es inseparable de El, o tal vez porque procede de El: porque la Escritura lo dice claramente (Juan 15:26); pero el llamado Espíritu del Hijo únicamente porque, siendo consubstancial con El y siempre inseparable de El, permanece constantemente con El, y la palabra de Dios no nos autoriza a creer que sea designado como procediendo también del Hijo. Los antiguos Doctores todos consideraban al Espíritu Santo como llamado Espíritu del Padre y Espíritu del Hijo exactamente a causa de su consubstancialidad con los dos (San Juan Crisóstomo, Homilía en el Pentecostés), y a consecuencia, aunque decían muchas veces que no era extraño al Hijo, que era propio del Hijo, Espíritu del Hijo, negaban al mismo tiempo su procedencia del Hijo (San Juan Damasceno, Exposición de la fe ortodoxa, Lib. 1, 7).<o:p></o:p>

Hay que añadir que, en las palabras citadas del Apóstol, no se trata de la hipóstasis del Espíritu Santo, sino de dones de la gracia que El esparce en los corazones de los fieles, de aquel espíritu de adopción y de caridad, de aquel Espíritu de libertad y de seguridad ante Dios, del cual se llenan todos los que nacen de El, de aquel espíritu del que decía el Apóstol: “Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor; mas habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre” (Romanos 8:15). En este sentido, es muy natural llamar al Espíritu del Hijo, porque todos los dones espirituales son adqueridos para nosotros por los méritos infinitos del Hijo, y es por El que son esparcidos en nuestros corazones. (San Basilio, Contra Eunomio, Lib. liv, 5).<o:p></o:p>

Nuestros adversarios quieren ver la procesión eterna del Espíritu Santo también en estas palabras de la Epístola a los Romanos: “Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El” (8:9) Pero el Espíritu Santo es llamado Espíritu de Cristo, y por la razón que le hace llamar Espíritu del Hijo, es decir, porque es consubstancial con El (Ambrosio, Comentario sobre la Epístola a los Efesios, cap. 3), y porque es el mismo Espíritu que reposa constantemente sobre Cristo y le anima como nuestro Redentor Isaías 11:2, 3), y porque es dado a nosotros a causa de los méritos de Cristo. Además, al examinar el contexto de estas palabras del Apóstol, se puede entenderlas así: “Vosotros no vivís ya de una vida carnal y pecaminosa, sino de una vida espiritual y santa; porque el Espíritu de Dios permanece en vosotros. En cuanto a aquél que no vive espiritualmente, que no tiene en si el Espíritu de Cristo, es decir que no guarda en si los pensamientos y los sentimientos que llenaban a Cristo, a aquel hombre no lo cuento por cristiano.” En efecto, la expresión, el Espíritu de Cristo, es reemplazada en el primer versículo del mismo capítulo por la sola palabra espíritu, en oposición a la palabra carne; mientras que la expresión tener el Espíritu de Cristo hace contraste con éstas: estar en Cristo (8:1). Cristo está en nosotros (8:10). No puede haber entonces en esto alusión alguna a la procesión eterna del Espíritu Santo del Hijo.<o:p></o:p>

Nos ofrecen finalmente la narración del Evangelio sobre nuestro Salvador: “Y como hubo dicho esto, sopló y díjoles: Tomad el Espíritu Santo” (Juan 20:22). Pero si se quiere concluir del hecho de que el Salvador comunicó el Espíritu Santo a sus Apóstoles por soplar sobre ellos, que el Espíritu procede también del Hijo desde toda la eternidad, entonces debería admitir necesariamente que el Espíritu Santo proceda también de los Apóstoles, porque ellos también comunicaron el Espíritu Santo a los fieles imponiéndoles las manos (Hebreos 8:17); y el afirmar que el soplo del Salvador indica la procedencia eterna del Espíritu no sencillamente un don de aquel Espíritu, sería aún más absurdo; porque por estas palabras de Moisés que Dios esparció sobre el rostro de Adán un soplo de vida, habría que concluir igualmente que nuestra alma también procede de Dios desde toda la eternidad. Los Padres de la Iglesia insistieron muchas veces en esta expresión del Evangelio y la explicaron de diversas maneras, diciendo que, al soplar sobre los Apóstoles, el Salvador los preparaba solamente para recibir en si al Espíritu Santo, o les daba el poder de ligar y de desatar, ofinalmente les comunicaba, aunque en grado menor, la misma gracia y la misma potencia del Espíritu Santo, de las que fueron recompensados más tarde, en el día de Pentecostés. Pero ninguno de ellos encontraron en el texto citado la idea de la procedencia eterna del Espíritu Santo (Crisóstomo, Sobre Juan, Homilía 86).<o:p></o:p>

¿Qué conclusión general puede uno sacar de lo que hemos dicho hasta ahora? Con toda justicia, he aquí la conclusión: La Sagrada Escritura enseña muy clara y hasta literalmente que el Espíritu Santo procede del Padre, pero no enseña ni literalmente ni aún en espíritu, que El proceda igualmente del Hijo. Esta última doctrina es entonces completamente extraña a toda la Escritura, porque no puede deducirse de ella ni por razonamientos, a pesar de que sus defensores han hecho muchos esfuerzos por hacerlo.<o:p></o:p>
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Estimado El_Ortodoxo:

Me parecio muy bueno el articulo donde se demuestra la falsedad del "filioque". De donde lo has sacado?

Bendiciones
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Hola, gracias por los links. La pagina de fatheralexander.org ya la habia visitado y es muy rica en informacion y muy util para que defendamos nuestra fe Cristiana.
Lo que si me gustaria es saber el punto de vista protestante sobre el agregado incorrecto del "filioque".
Se que al usar el "solo scriptura" para defender la fe, en Jn 14,26 y en Jn 15,26 Nuestro Señor aclara que el Espiritu Santo que nos envia "procede del Padre", por lo tanto es lo logico que tambien nieguen la filioque.
Me encantaria escuchar la opinion de algun evangelico en este tema
Bendiciones
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Gracias por tu aporte Alexandrino, yo estaba a punto de preguntar lo mismo.

Yo he consultado a algunos pastores sobre este tema tan fundamental, y algunas no han sabido contestarme; otros me han dicho que su postura es simplemente idéntica a la de la iglesia católica romana.

Me gustaría mucho que algún protestante justificara tal doctrina de la doble procedencia usando sólo la Biblia.


Bendiciones.:pangel7:
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Si, no se. Una vez escuche decir a uno que la procedenca del Esp Santo es un misterio de Dios que no nos ha revelado. Pero habia leido en un libro protestante (no me acuerdo cual) que ahi si decia que procedia tambien del Hijo.
Pues debieran saber que si piensan asi, es mas evidente que salieron de la iglesia romana y no la mentira de que son ellos "la iglesia primitiva" y mas aun cuando aceptan una doctrina que no existia en el siglo I, ni mencionada por los Padres de la Iglesia, y no con el sustento Escritural. Fue un agregado romanista al credo de Nicea, y los protestante siguen la misma linea, por lo tanto esto es mas de una muestra que no fueron la Iglesia primitiva. Al contrario, con el mismo desprecio de siempre a los santos y a quienes comenzaron a esparcir el evangelio despues del siglo I.
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

El Ortodoxo:
Me gustaría mucho que algún protestante justificara tal doctrina de la doble procedencia usando sólo la Biblia.


Luis:
Espera sentado
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

En fin, ahí os va una interesante explicación dada por un pastor protestante llamado Don Walker


El Asunto de la Adición de la “Filioque” al Credo Niceno El Asunto de la Adición de la “Filioque” al Credo Niceno

Por Don Walker
23 de Enero, 2004

Introducción Introducción

Las ideas sí tienen consecuencias. Esto siempre ha sido entendido por los hombres y las mujeres pensantes. Ciertamente fue entendido por los padres de la iglesia. Fue por esta razón que en la formación de los credos fueron muy exigentes en su selección de las palabras. A algunos de nosotros nos puede parecer que su precisión era algo trivial. Pero ellos entendían que el ser imprecisos, incluso en una forma pequeña, tendría repercusiones en las futuras generaciones a medida que se extrapolaran los conceptos teológicos.
En este breve escrito quiero abordar que fue causa de división entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental en el año 1,054 d.C. No intentaré tratar con el tema con gran profundidad, reconociendo mis propias limitaciones con respecto a este asunto. A algunos les parecerá que estoy siendo demasiado simplista, puede que sea culpable de esa acusación, pero mi intención es abordar el asunto Bíblicamente y crear discusión.

Trasfondo Histórico Trasfondo Histórico
La palabra filioque es un término Latino que significa "y del Hijo." En la versión original del Credo Niceno (325 D.C.) y en la segunda versión (381 D.C.), no se encuentra esta frase con respecto a la "procedencia" del Espíritu Santo. Ambas versiones simplemente declaran que el Espíritu Santo "procede del Padre." Pero en el 589 D.C., en un concilio eclesiástico regional en Toledo (España), se añadió la frase "y del Hijo" (filioque). Por lo tanto, el credo
declaraba que el Espíritu Santo "procede del Padre y el Hijo." Muchos vieron esto como un desarrollo mayor en la clarificación de la Trinidad ontológica. Esta forma del Credo Niceno gradualmente encontró aceptación y recibió una aprobación oficial en el año 1017 D.C. Esta inserción en el Credo Niceno llegó a ser un asunto muy significativo para la Iglesia Oriental, creyendo así que la adición de la filioque minaba el balance de la Trinidad.
Este fue un factor que condujo a la división entre el Cristianismo (Católico Romano) Occidental y el Cristianismo Oriental (Ortodoxo).
Los teólogos tanto en el este como en occidente han debatido las implicaciones de la filioque. La perspectiva oriental es que el concepto de "la doble procesión" (el Espíritu Santo procediendo del Padre y el Hijo) subordina al Espíritu Santo a una posición de ser menos que el Padre y el Hijo, y afecta el balance apropiado de la Trinidad. Esto ha causado que la iglesia occidental tenga una consideración más baja por la obra del Espíritu. Mientras que en Occidente, se ha argumentado que las Escrituras enseñan que el Hijo envía al Espíritu Santo (Juan 16:7). Sin la filioque se ha afirmado que Cristo es relegado a la posición de ser menos que el Padre (subordinacionismo); creando una visión "monoteísta" en lugar de una visión trinitaria de la Deidad. Además, esto ha creado una distancia antinatural entre el Hijo y el Espíritu, resultando en un énfasis en la experiencia mística aparte de la adoración a Cristo.

Análisis Escritural Análisis Escritural

¿Qué enseñan las Escrituras? ¿Cuál posición es Bíblicamente correcta? Tanto el oriente como occidente creen que las Escrituras respaldan su caso. Examinemos los textos sobre los que cada uno basa sus conclusiones.

Juan 14:26 - "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre."
Juan 15:26 - "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre."
Juan 16:7 - "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré."
Tome nota del dilema, Juan 14:26 dice que el Padre envía al Espíritu Santo en el nombre de Jesús, mientras que Juan 16:7 dice que Jesús envía al Espíritu Santo. Juan 15:26 nos informa que Jesús envía al Espíritu Santo del Padre y que el Espíritu procede del Padre.

Bueno, ¿cuál es? ¿Es la adición de la filioque justificable sobre la base de las Escrituras, o es una contradicción de la Palabra de Dios?

Una Posible Solución Una Posible Solución
La versión original del Credo Niceno declara que el Espíritu Santo "procede" del Padre. Esto es exacto de acuerdo a Juan 15:26. La palabra Griega traducida como "procede" es la palabra "ekporeuo," que es la palabra usada en el Credo Niceno. Mientras que el "envío" (palabra Griega - "pempo") del Espíritu Santo es desde el Padre y el Hijo, en el sentido que es enviado por al Padre a través del Hijo, Él procede solamente del Padre. Podemos decir que en el misterio de la Deidad, el Padre es la eterna fuente del Espíritu Santo, lo mismo que el engendrador eterno del Hijo.
En términos del credo mismo, se concuerda ampliamente tanto en Oriente como en Occidente que parecería ser sabio regresar a la fórmula original en la que ambos bandos están de acuerdo, a saber, el credo Niceno sin la filioque. La modificación de Tolero, al añadir la filioque, buscaba corregir lo que consideraban era una ignorancia del rol del Hijo en el envío del Espíritu Santo, lo que la Escritura afirma. Pero, al introducir la idea de la "doble procesión" fueron más allá de los límites escriturales. Creo que también esto explica porqué históricamente la Iglesia Occidental ha estado menos abierta al rol del Espíritu Santo de lo que ha estado el Oriente. Una mejor solución hubiese sido declarar que el Espíritu Santo "procede del Padre por medio del Hijo." Esto fue propuesto (aunque rechazado) en el Concilio de Florencia en el año 1439 D.C. Este es también el lenguaje empleado por San Gregorio de Nyssa en el siglo cuarto, uno de los escritores patrísticos de la más alta reputación. Esta declaración también reconoce el rol mediador del Hijo (I Tim. 2:5) con respecto al envío del Espíritu Santo, quien también es llamado el "Espíritu de Cristo" (Rom. 8:9). Creo que esta declaración está más propiamente alineado con las Escrituras que las otras versiones. Sus méritos teológicos son que aclara, sin lugar a dudas, y como Oriente lo requiere, que el origen último del Espíritu es el Padre - 'procede del Padre' - y al mismo tiempo enfatiza lo que siempre ha importado en Occidente, que existe la conexión más cerca entre la venida del Espíritu Santo y la venida del Hijo - 'procede... por medio del Hijo.'
Michael Ramsey, quien fuera Arzobispo de Canterbury, abordó este asunto usando una simple ilustración: "Si se halla usted en la estación de trenes de la Cruz del Rey en Londres para observar la llegada del expreso Escocés, usted podría decir, 'Este tren viene de Edimburgo y de York,' o podría decir, 'Este tren viene de Edimburgo a través de York.' En ambos casos la trayectoria del tren es claramente definida con relación a estas dos ciudades, pero en el segundo caso es mucho más explícito que el tren inició su travesía no en York sino en Edimburgo."
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Alexandrino dijo:
Si, no se. Una vez escuche decir a uno que la procedenca del Esp Santo es un misterio de Dios que no nos ha revelado. Pero habia leido en un libro protestante (no me acuerdo cual) que ahi si decia que procedia tambien del Hijo.
Pues debieran saber que si piensan asi, es mas evidente que salieron de la iglesia romana y no la mentira de que son ellos "la iglesia primitiva" y mas aun cuando aceptan una doctrina que no existia en el siglo I, ni mencionada por los Padres de la Iglesia, y no con el sustento Escritural. Fue un agregado romanista al credo de Nicea, y los protestante siguen la misma linea, por lo tanto esto es mas de una muestra que no fueron la Iglesia primitiva. Al contrario, con el mismo desprecio de siempre a los santos y a quienes comenzaron a esparcir el evangelio despues del siglo I.

Tienes razón Alexandrino, esta es una prueba contundente de que ellos no son el cristianismo primitivo auténtico tal como afirman. Algún evangélico aturdido ante la evidencia bíblica que demuestra la falsedad del filioque ha llegado a decirme que simplemente "no considera esto doctrina fundamental"... Sin comentarios.

El canon 7 del concilio de Éfeso del 431 prohibe componer una confesión de fe diferente de la de Nicea-Constantinopla. Ahora bien, es esto justamente lo que se producirá en Occidente. El símbolo de fe cambiará. La teología occidental, al sistematizar las analogías psicológicas que abundan confusamente en san Agustín (muerto en 430), desea, bajo la influencia del aristotelismo medieval, distinguir a las tres Personas divinas mediante la oposición de sus relaciones. El Occidente plantea entonces que el Espíritu procede del Padre y del Hijo ("filioque"), y que constituye así su vínculo de amor. Anselmo de Cantorbery (muerto en 1109) será el teórico sistemático de esta Nueva Teología, así como también de la "prueba ontológica de Dios".

Esta perspectiva es rechazada por Oriente, para el que el Espíritu es una hipóstasis, una Persona diferente, que procede sólo del Padre. La Trinidad es justamente sinergia, superación de las oposiciones: el Espíritu procede del Padre y da testimonio del Hijo. Siempre hay en la revelación trinitaria simultaneidad y reciprocidad. El Espíritu y el Hijo vienen del Padre y participan uno del otro. El Padre opera por mediación del Hijo en el Espíritu Santo. O, si se prefiere una imagen gráfica: la palabra y el aliento surgen inseparables de la boca de Dios.


Apreciaría sobre todo algún aporte de los foristas Tobi & Juan 8:32

Bendiciones en Cristo a todos.
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

¡¡¡ EL “Filioque” !!!

TEXTO DE LA DECLARACION SOBRE EL “Filioque” ADOPTADA POR LA CONSULTA ORTODOXO-CATOLICA NORTEAMERICANA


El 25 de octubre han cocluido las Consultas Teológicas Ortodoxo-Católicas Norteamericanas,” que durante cuatro años han estudiado la cuestión del “Filioque.” Se ha llegado a adoptar un texto de acuerdo en esta difícil cuestion, que ha dividido la Cristiandad por tantos siglos. Se consiguió llegar a este acuerdo tan importante durante la sexagésima quinta reunión consultativa, que tuvo lugar en el Colegio de San Pablo de Wasington, DC, bajo la presidencia compartida del Metropolitano Máximos de la Metropoli Ortodoxa Griega de Pittsbugh y el Arzobispo Católico Pilarczyk de Cincinaty.



La versión original del Credo que la mayoría de las iglesias cristianas aceptan como norma de la Fé data del Primer Concilio de Constantinopla, en 381 A.D. y ha sido usado por los cristianos ortodoxos desde aquella fecha. Hacia el final del Credo declara que el Espíritu Santo “procede del Padre.” La palabra Filioque (“y del Hijo”) fue añadida en la versión latina de este Credo que se usaba en Occidente, así que la frase, como es más conocida en el Oeste, dice que el Espíritu Santo “procede del Padre y del Hijo.” Esta modificación aparece en algunas áreas del Oeste de Europa tan pronto como en el siglo VI, aunque Roma no lo aceptó hasta el siglo XI. Este cambio en el texto del Credo, y las subyacentes variaciones en la comprehension de origen y procesión del Espíritu Santo, dentro de la Trinidad, han sido causa, por muchos siglos, de la separación entre Católico Latinos y Ortodoxos. La duración de las consultas, que han estudiado esta cuestión en Norteamérica, se ha extendido por cuatro años, desde 1999, con la esperanza de llegar a dar a luz un un acuerdo, y la publicación de una declaración en común.



El texto de la declaración, con un contenido de diez mil palabras, se titula “El Filioque: Question que divide a la Iglesia” se distribuye en tres secciones mayores. La primera, “El Espiritu Santo según la Sagrad Escritura,” sumariza las referencias a cerca del Espíritu Santo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos. La segunda sección, más larga, “Consideraciones Históricas,” presenta una vista general de los orígenes de las dos tradiciones sobre la procedencia del Espíritu y el proceso lento, por el cual la adición del Filioque fue teniendo efecto progresivo en Occidente. También muestra cómo esta cuestión de teología Trinitaria se entrelazó con disputas a cerca de la jurisdicción y primacía Papales; también examina los recientes progresos de la Iglesia Católica que miran hacia una mayor percepción del carácter normativo y único de la versión original griega del Credo, como expresión de la Fé que une el Este Ortodoxo y el Oeste Católico. Y la sección tercera, “Reflexiones Teológicas,” pone énfasis en nuestra habilidad limitada para hablar de la vida interior de Dios; llama la atención sobre el tipo caricaricaturesco adoptado por las dos partes en discusión, en relación a la posición opuesta, y presenta un lista de los puntos de acuerdo entre las dos tradiciones. Entonces explora las diferencias que han surgido sobre terminología e identifica las divergencias, tanto teológicas como eclesiológicas, que han aparecido a través de los siglos.



En una sección final se sugieren ocho recomendaciones a los miembros y obispos de ambas Iglesias. Se recomienda que se entre en un diálogo serio, cuidadoso y fervoroso sobre el origen y persona del Espíritu Santo. También propone que en el futuro, tanto los Católicos como los Ortodoxos, se abstengan de rotularse como herética la tradidión del otro en este asunto. Y, además, que los teólogos de las dos tradiciones hagan clara distinción entre la divinidad del Espíritu y la manera del origen del Mismo, la cual todavía aguarda por una completa y final resolución ecuménica. El texto apremia a los teólogos el distinguir, en tanto como sea posible, las cuestiones teológicas del origen del Espíritu Santo de las cuestiones eclesiológicas, y sugiere que en lo sucesivo se tenga en cuenta el grado de los concilios que, en cada Iglesia, tuvieron lugar después de los siete Concilios Ecuménicos del primer milenio. Y, finamente, en vista de que el Vaticano ha afirmado el valor dogmático normativo e irrevocable del Credo del 381 A.D. en su versión original griega, la Consultación recomienda que la Iglesia Católica use el mismo texto (sin la adición del Filioque) cuando se hagan traducciones de tal Credo para el uso catequétical y litúrgico, y declara que el anatema pronunciado por el Concilio Segundo de Lyon, contra los que niegan que el Espíritu procede eternamente del Padre y del Hijo, no es pertinente.



Los miembros presentes en esta reunión dedicaron tiempo a examinar los desarroyos más principales en la vida de sus Iglesias. Entre ellos fueron el seminario de estudio del Ministerio Petrino que tuvo lugar en el Vaticano durante mayo de este año; la concesión de Autonomía a la Archidiócesis Norteamericana del Patriarcado de Antioquía; el Congreso Orientale Lumen celebrado en Wasington, DC, durante el último junio; la reciente Asamblea Patriarcal de la Iglesia Maronita Católica; la presencia de una delegación del Patriarcado Ecuménico en Roma, también el último junio para la celebración de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo, presidida por el Arzobispo Dimitrios de América; el seminario patronado por Pro Oriente a cerca de la unión de los Ortodoxos de Transylvania con Roma en Clui, Rumanía, el último mes de julio; la respuesta de Fé y Orden a la encíclica Ut Unum Sint; las declaraciones de las dos Iglesias sobre matrimonios del mismo sexo; y el reciente encuentro del Joint Committee of Orthodox and Catholic Bishops, en Baltimore.



La sexagesimo sexta reunión de Consulta está fijada para el 1 de junio de 2004, en Holy Cross Greek Orthodox School of Theology, en Brookline, Massachusetts, y la sexagésimo séptima durante el 21 al 23 de octubre de 2004.



La Consulta Ortodoxo-Católica Norteamericana de Teología está patrozinada conjuntamente por la Standing Conference of Canonical Orthodox Bishops of the Americas (SCOBA), por Bishops Committee for Ecumanical and Interreligious Affairs de la USCCB, y Canadian Conference of CatholicBishops. Desde su establecimiento en 1965, la Consulta ha dado veintidos declaraciones sobre distintas materias. Todos estos textos se pueden encontrar en http://www.usccb.org/seia/dialogues.htm.



En adición a los dos co-presidentes, los miembros ortodoxos de la consulta incluyen a los siguientes: P. Thomas FitzGerald (Secretario), Arzobispo Peter de New York, P.Nicolás Apóstola, Prof. Susana Ashbrook Harvey, P Jaime Dutko, Prof Paul Meyendorff, P. Alexander Golitzin, P Emmanuel Gratsias, Dr. Robert Haddad, P. Paul Schnierla, P. Robert Stephanopoulos, y Obispo Dimitrios of Xanthos, General Secretary de SCOBA. Los miembros Católicos son P. Brian Daley S.J. (Secretary), MSGR. Frederick McManus, Prof. Thomas Bird, P Peter Galadza, Msgr. John D. Faris, P. John Galvin, Hermana Jean Goulet C.S.C., P. Sidney Griffith S.T., P.John Long S.J., P. David Petras, Prof. Robin Darling Young, y P. Ronald Roberson C.S.P.



GREEK ORTHODOX ARCHDIOCESE OF AMERICA http://www.goarch.org
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Señor Ortodoxo, le dedico algunas líneas:

1) En primer lugar, demostraría usted una gran decencia y sentido común cristiano si tradujera en breves líneas, que no es cosa tan difícil, el texto que usted ha pegado. Es indecente pegar tronchos infumables para que otros se peguen con él. Así que, como usted es inteligente, y tiene capacidad de resumen, sería buena idea hacerlo, aún más: actuaría usted con amor cristiano hacia los demás, que probablemente no puedan perder el tiempo en leer una cosa tan larga y complicada.

2) En segundo lugar, no es que yo venga a pretender tirarle abajo su monumental e infumable edificio teológico, porque esto lo podría hacer cualquier niño pequeño (de aquellos que decía El maestro) porque a primera vista todo esto no es más que darle vueltas al molinillo.

Y mire si le da vueltas al molinillo, que yo, un perfecto ignorante no teólogo, puedo demostrarle en un momento y mediante pura lógica humana que el Espíritu Santo es del Padre y es del Hijo, y si resulta que el Espíritu es del Padre y es del Hijo, procede por lógica aplastante de ambos por igual. Esto no lo digo yo, lo dijo Jesús, como vamos a ver:

El contexto de Juan 14 está muy claro: Jesús no dejará solos a los discípulos, y les enviará otro Consolador, el Espíritu de Verdad, que es el Espíritu Santo. No hay 2, 3 o 4 espíritus de Dios, porque hay 1 sólo Dios. Como solamente existe 1 Dios, el Espíritu de cualesquier manifestación de ese 1 Dios-Elhoim, bien sea reconocido en esta dispensación como Padre, bien sea reconocido como Hijo, o bien sea reconocido como Espíritu... es el mismo y auténtico Dios de Israel. Esta es la verdad acerca de Dios. De que si ves a Cristo ves al Padre... (esto no lo digo yo, lo dice Jesús: Juan 14:9... "el que me ha visto a mí, ha visto al Padre")... y cuando ya no está Jesús presente en cuerpo glorificado, lo sigue estando con plena efectividad en Espíritu, el cual envía el Padre en nombre de Cristo Mismo. Nadie parece que quiere pararse en el hecho de que aquel que lo envía es el Padre en nombre de otra persona, y esta persona es Cristo (Juan 14:26). Eso quiere decir tan sólo que quien que lo envía es Cristo por medio de Dios. Cristo se lo da a Dios y Dios lo da a sus Ovejas.

Podemos seguir más allá, sin miedo alguno y sin temor, porque lo que más me gusta de esto es que los niños lo entenderán, lo vivirán y lo verán... y los adultos no.

Cristo dijo: "Yo soy la Verdad", por lo tanto el "Espíritu de Verdad" que aparece en Juan 17 (Espíritu "Santo", por cuanto proviene del Santo), es parte misma de Cristo Mismo, es una porción de Él que comparte lo que le pertenece a Él, porque Él Mismo dice que los pecados de los hombres no serán perdonados ante este Espíritu (por lo tanto comparte el derecho de juicio que le corresponde al Cordero por su expiación.) Así pues vemos que la importancia de este Espíritu Santo es grandiosa... porque Dios juzgará al mundo a través de este Espíritu Santo... o al menos este Espíritu tendrá parte muy activa y real en este juicio (Juan 16:8)

Si hay fe en los corazones del hombres, y creen que Cristo es la Verdad, (como Él mismo testimonió de Sí Mismo), entonces sólo Él es el capacitado para autorizar a otro a llevar esa la Verdad que Él ES en su nombre. Por ello, pide a Su amado Padre que en su nombre lo envíe a los suyos. Cristo Mismo confirma esto más adelante, de que Él Mismo, por medio del Padre (el Padre es la jeringuilla), enviaría Su Espíritu:

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Por cuanto ese Espíritu es del Hijo y el Hijo es en el Padre,y el Padre a su VEZ ES en el Hijo... Juan 14-11, y todo lo del Hijo es del Padre, y todo lo del Padre es del Hijo, concluimos por aplastante lógica que el Espíritu Santo, el Espíritu de Verdad, el Consolador (el "otro" Consolador, pues Cristo y el Padre también consuelan... Isaías 51:3) es el Espíritu del único y santo Dios-Elhoim, a quien sea toda la gloria y el imperio sempiterno.

Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Amén y salud
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Una mejor solución hubiese sido declarar que el Espíritu Santo "procede del Padre por medio del Hijo."

La "solución" de la Escritura es precisamente la contraria: "Pediré a mi padre que lo envíe Él en mi nombre."

O sea, que tanta teología para al final no leer lo que dijo Jesús Mismo.

Teológicamente explicado sería algo así:

"El Espíritu Santo lo envía el Padre desde el Hijo, y lo envía el Hijo desde el Padre."

Eso es lo que dice la Escritura al respecto (Juan 14)

Salud, claro que sí!
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Son of Epafrodite dijo:
Señor Ortodoxo, le dedico algunas líneas:

1) En primer lugar, demostraría usted una gran decencia y sentido común cristiano si tradujera en breves líneas, que no es cosa tan difícil, el texto que usted ha pegado. Es indecente pegar tronchos infumables para que otros se peguen con él. Así que, como usted es inteligente, y tiene capacidad de resumen, sería buena idea hacerlo, aún más: actuaría usted con amor cristiano hacia los demás, que probablemente no puedan perder el tiempo en leer una cosa tan larga y complicada.

2) En segundo lugar, no es que yo venga a pretender tirarle abajo su monumental e infumable edificio teológico, porque esto lo podría hacer cualquier niño pequeño (de aquellos que decía El maestro) porque a primera vista todo esto no es más que darle vueltas al molinillo.

Y mire si le da vueltas al molinillo, que yo, un perfecto ignorante no teólogo, puedo demostrarle en un momento y mediante pura lógica humana que el Espíritu Santo es del Padre y es del Hijo, y si resulta que el Espíritu es del Padre y es del Hijo, procede por lógica aplastante de ambos por igual. Esto no lo digo yo, lo dijo Jesús, como vamos a ver:

El contexto de Juan 14 está muy claro: Jesús no dejará solos a los discípulos, y les enviará otro Consolador, el Espíritu de Verdad, que es el Espíritu Santo. No hay 2, 3 o 4 espíritus de Dios, porque hay 1 sólo Dios. Como solamente existe 1 Dios, el Espíritu de cualesquier manifestación de ese 1 Dios-Elhoim, bien sea reconocido en esta dispensación como Padre, bien sea reconocido como Hijo, o bien sea reconocido como Espíritu... es el mismo y auténtico Dios de Israel. Esta es la verdad acerca de Dios. De que si ves a Cristo ves al Padre... (esto no lo digo yo, lo dice Jesús: Juan 14:9... "el que me ha visto a mí, ha visto al Padre")... y cuando ya no está Jesús presente en cuerpo glorificado, lo sigue estando con plena efectividad en Espíritu, el cual envía el Padre en nombre de Cristo Mismo. Nadie parece que quiere pararse en el hecho de que aquel que lo envía es el Padre en nombre de otra persona, y esta persona es Cristo (Juan 14:26). Eso quiere decir tan sólo que quien que lo envía es Cristo por medio de Dios. Cristo se lo da a Dios y Dios lo da a sus Ovejas.

Podemos seguir más allá, sin miedo alguno y sin temor, porque lo que más me gusta de esto es que los niños lo entenderán, lo vivirán y lo verán... y los adultos no.

Cristo dijo: "Yo soy la Verdad", por lo tanto el "Espíritu de Verdad" que aparece en Juan 17 (Espíritu "Santo", por cuanto proviene del Santo), es parte misma de Cristo Mismo, es una porción de Él que comparte lo que le pertenece a Él, porque Él Mismo dice que los pecados de los hombres no serán perdonados ante este Espíritu (por lo tanto comparte el derecho de juicio que le corresponde al Cordero por su expiación.) Así pues vemos que la importancia de este Espíritu Santo es grandiosa... porque Dios juzgará al mundo a través de este Espíritu Santo... o al menos este Espíritu tendrá parte muy activa y real en este juicio (Juan 16:8)

Si hay fe en los corazones del hombres, y creen que Cristo es la Verdad, (como Él mismo testimonió de Sí Mismo), entonces sólo Él es el capacitado para autorizar a otro a llevar esa la Verdad que Él ES en su nombre. Por ello, pide a Su amado Padre que en su nombre lo envíe a los suyos. Cristo Mismo confirma esto más adelante, de que Él Mismo, por medio del Padre (el Padre es la jeringuilla), enviaría Su Espíritu:

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Por cuanto ese Espíritu es del Hijo y el Hijo es en el Padre,y el Padre a su VEZ ES en el Hijo... Juan 14-11, y todo lo del Hijo es del Padre, y todo lo del Padre es del Hijo, concluimos por aplastante lógica que el Espíritu Santo, el Espíritu de Verdad, el Consolador (el "otro" Consolador, pues Cristo y el Padre también consuelan... Isaías 51:3) es el Espíritu del único y santo Dios-Elhoim, a quien sea toda la gloria y el imperio sempiterno.

Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Amén y salud

1.- Acepto la crítica de lo extenso del texto que expuse, pero entienda Ud. que en esta web abundan foristas muy bien versados en sus creencias, y que no aceptan argumentos cortos de tres líneas (bien por ellos).

2.- Sin ánimos de menospreciar su aporte, sólo veo en el que se demuestra la procedencia del espíritu del padre, a través del hijo; algo que nunca se ha negado. Cito parte del texto que inicialmente expuse:

"Segunda observación: Para precisar las ideas en el desarrollo de esta doctrina, hay que establecer una distinción rigurosa entre la procesión eterna del Espíritu Santo, que propiamente forma su atributo personal, y su procesión temporal sobre las criaturas o su misión en el mundo, la que no se relaciona con la hipóstasis misma del Espíritu santo, sino que forma una cosa externa, accesoria, y no se atribuye más al Espíritu Santo que al Hijo (Juan 16:28-29). Que si la Iglesia Ortodoxa afirma que el Espíritu Santo procede del Padre sólo, contrariamente a la doctrina de los cristianos occidentales, que pretenden que El proceda igualmente del Hijo, aquélla se propone hablar solamente de la procesión eterna e hipostática del Espíritu Santo. En cuanto a su procesión temporal, los ortodoxos mismos creen con los cristianos occidentales que el Espíritu Santo procede,es decir que tiene su misión en el mundo, no solamente del Padre, sino también del Hijo, o mejor decir, por el Hijo."

3.- Los argumentos expuestos no se diferencian mucho a los "malabarismos" o "argumentos buscados con lupa" que tanto le critican Uds. a los católicos romanos, cuando estos buscan pasajes para justificar cosas como la inmaculada concepción.

4.- Si todo está en la biblia como tanto les gusta afirmar a Uds., exijo que se me demuestre con un pasaje bíblico claro y contundente la doble procedencia del Espíritu Santo; tal como yo defiendo mi postura con Juan 15:26.


Por último reitero que sería de mi agrado algún aporte en este tópico por parte de Tobi & Juan 8:32.

Bendiciones.
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

La "solución" de la Escritura es precisamente la contraria: "Pediré a mi padre que lo envíe Él en mi nombre."

Esto es... lo entrega el Hijo a través del Padre. El Hijo lo entrega al Padre, y el Padre lo entrega a los Hijos.




NOTA SOLO PARA LOS MUY TEOLOGOS: ahora parece estar más claro... aunque no lo está, porque si todo lo que el Hijo tiene lo recibe del Padre (excepto su vida, que de sí la pone), en realidad lo que el Espíritu oye del Hijo lo ha oído previamente el Hijo del propio Padre, con lo cual podríamos estar eternamente en un círculo pasando el Espíritu Santo del Padre al Hijo y viceversa... y llegaríamos a la última conclusión de el Espíritu Santo, como todo lo que existe, proviene de Dios, el cual es uno.

"Escucha, oh Israel, Jehová tu Dios uno ES."

Lo cual no es mala conclusión, porque se acabaría toda subsiguiente discusión teológica, dolores de cabeza y enfermedades mentales transitorias.

¿Verdad que sí?


Salud!
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Señor Ortodoxo:

1.- Acepto la crítica de lo extenso del texto que expuse, pero entienda Ud. que en esta web abundan foristas muy bien versados en sus creencias, y que no aceptan argumentos cortos de tres líneas (bien por ellos).

Esos foristas a que se refiere en un foro como este, son precisamente los pocos. Los demás entran en un epígrafe como este, y resulta tedioso leer algo tan largo. Se puede condensar perfectamente en 20 líneas.

2.- Sin ánimos de menospreciar su aporte, sólo veo en el que se demuestra la procedencia del espíritu del padre, a través del hijo; algo que nunca se ha negado. Cito parte del texto que inicialmente expuse:

"Segunda observación: Para precisar las ideas en el desarrollo de esta doctrina, hay que establecer una distinción rigurosa entre la procesión eterna del Espíritu Santo, que propiamente forma su atributo personal, y su procesión temporal sobre las criaturas o su misión en el mundo, la que no se relaciona con la hipóstasis misma del Espíritu santo, sino que forma una cosa externa, accesoria, y no se atribuye más al Espíritu Santo que al Hijo (Juan 16:28-29). Que si la Iglesia Ortodoxa afirma que el Espíritu Santo procede del Padre sólo, contrariamente a la doctrina de los cristianos occidentales, que pretenden que El proceda igualmente del Hijo, aquélla se propone hablar solamente de la procesión eterna e hipostática del Espíritu Santo. En cuanto a su procesión temporal, los ortodoxos mismos creen con los cristianos occidentales que el Espíritu Santo procede,es decir que tiene su misión en el mundo, no solamente del Padre, sino también del Hijo, o mejor decir, por el Hijo."

Usted lo que realmente está haciendo es encontrar excusas baratas en su corazón para poner la divinidad de Cristo en entredicho (curioso que una cosa lleve a la otra, aunque usted no se dé cuenta). Ahora bien, es cierto que está escrito que procede del Padre, pero mire lo que dice un poco más adelante, porque Cristo Mismo está diciendo con estas MISMISIMAS PALABRAS que si procede del Padre, procede IGUALMENTE del Hijo:

Juan 17:23 "Yo estoy en ellos, y tú, Padre, estás en mí."

Así pues, si el Padre está dentro de Cristo, y Cristo está dentro del Padre ("yo en Él y Él en Mí"), todo cuanto provenga del Padre, automáticamente por estar dentro del Hijo y el Hijo dentro del Padre, Y AL MISMO TIEMPO, y por ser ambos UNO, equivale a decir que todo cuanto provenga del Padre, proviene por logismo también del Hijo, y todo cuanto provenga del Hijo, proviene también del Padre. Es un logismo imposible, pero es lo que dice Cristo.

NO me escuches a mí, escucha a Cristo: "Yo en ti, y Tú en mí".

Y no sólo eso, sino que Él EN NOSOTROS, con lo que el Espíritu Santo NOSOTROS también lo podemos dar. En eso consiste la imposición de manos, es la bendición del Espíritu Santo. Nosotros la otorgamos a otros. Está escrito: "impusieron sus manos, y recibieron el Espíritu Santo." Así pues, la cosa está más clara que el agua....

... y todo ello se conecta con aquella oración (Juan 17:21) "para que todos sean uno;como tú, oh Padre, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros (e igualmente Ellos viven EN nosotros)"

Para mí está todo muy claro, ¿para usted no?

Se trata de una unidad inexpresable.

3.- Los argumentos expuestos no se diferencian mucho a los "malabarismos" o "argumentos buscados con lupa" que tanto le critican Uds. a los católicos romanos, cuando estos buscan pasajes para justificar cosas como la inmaculada concepción.

A mí me viene sin igual lo que otros hagan, y tengo el orgullo de decir que cuanto escribo, de mí lo escribo, no de ninguna "autoridad".

Si otros llenan de cieno un vaso de agua limpia, ¿a mí qué?

4.- Si todo está en la biblia como tanto les gusta afirmar a Uds., exijo que se me demuestre con un pasaje bíblico claro y contundente la doble procedencia del Espíritu Santo; tal como yo defiendo mi postura con Juan 15:26.

Es curioso que precisamente ese pasaje confirme la NOTA de mi anterior epígrafe.

Los pasajes son claros y contundentes, así pues no hace falta que exija nada, porque los textos hablan por sí mismos. Vaya usted a "exigirle" a Cristo, no a mí.

Jesús dice que Él Mismo envía el Espíritu, y dice que lo enviará a través de Dios Padre, y dice que dará testimonio de Jesús y del Padre (Juan 16). Indiferente es si proviene del Padre o del Hijo, porque son UNO EN UNIDAD, y porque Cristo se arrogó a sí mismo SER EL QUE ES, haciéndose igual a Dios.

Así pues, si Cristo, siendo Dios, (de su misma sustancia), se somete al Padre, y habla de este modo: "Mi Padre mayor es que yo."... o de este otro modo "el Espíritu Santo, que proviene del Padre" todas estas declaraciones en nada afecta al hecho mismo, al hecho de que Cristo nos enseña una realidad que existe en la Deidad, la REALIDAD de que las 3 sustancias que allí existen, por balbucear de algún modo este misterio, se someten una a la otra, eternamente.

Y este hecho de humildad divina que se efectúa DENTRO de la Diedad (el Padre sometiéndose al Hijo, el Hijo al Padre, e igualmente el Espíritu Santo), no debiera dar lugar a estas dudas que en usted se sustancian, sino a darse cuenta de lo que en esta gloriosa deidad sucede.

Pero para esto es necesario conocer al Cristo Resucitado, y no basta la Letra.

Salud!
 
Necesito respuestas más consistentes

Necesito respuestas más consistentes

Son of Epafrodite dijo:
Señor Ortodoxo:


Esos foristas a que se refiere en un foro como este, son precisamente los pocos. Los demás entran en un epígrafe como este, y resulta tedioso leer algo tan largo. Se puede condensar perfectamente en 20 líneas.

Usted lo que realmente está haciendo es encontrar excusas baratas en su corazón para poner la divinidad de Cristo en entredicho (curioso que una cosa lleve a la otra, aunque usted no se dé cuenta). Ahora bien, es cierto que está escrito que procede del Padre, pero mire lo que dice un poco más adelante, porque Cristo Mismo está diciendo con estas MISMISIMAS PALABRAS que si procede del Padre, procede IGUALMENTE del Hijo:

Juan 17:23 "Yo estoy en ellos, y tú, Padre, estás en mí."

Así pues, si el Padre está dentro de Cristo, y Cristo está dentro del Padre ("yo en Él y Él en Mí"), todo cuanto provenga del Padre, automáticamente por estar dentro del Hijo y el Hijo dentro del Padre, Y AL MISMO TIEMPO, y por ser ambos UNO, equivale a decir que todo cuanto provenga del Padre, proviene por logismo también del Hijo, y todo cuanto provenga del Hijo, proviene también del Padre. Es un logismo imposible, pero es lo que dice Cristo.

NO me escuches a mí, escucha a Cristo: "Yo en ti, y Tú en mí".

Y no sólo eso, sino que Él EN NOSOTROS, con lo que el Espíritu Santo NOSOTROS también lo podemos dar. En eso consiste la imposición de manos, es la bendición del Espíritu Santo. Nosotros la otorgamos a otros. Está escrito: "impusieron sus manos, y recibieron el Espíritu Santo." Así pues, la cosa está más clara que el agua....

... y todo ello se conecta con aquella oración (Juan 17:21) "para que todos sean uno;como tú, oh Padre, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros (e igualmente Ellos viven EN nosotros)"

Para mí está todo muy claro, ¿para usted no?

Se trata de una unidad inexpresable.



A mí me viene sin igual lo que otros hagan, y tengo el orgullo de decir que cuanto escribo, de mí lo escribo, no de ninguna "autoridad".

Si otros llenan de cieno un vaso de agua limpia, ¿a mí qué?



Es curioso que precisamente ese pasaje confirme la NOTA de mi anterior epígrafe.

Los pasajes son claros y contundentes, así pues no hace falta que exija nada, porque los textos hablan por sí mismos. Vaya usted a "exigirle" a Cristo, no a mí.

Jesús dice que Él Mismo envía el Espíritu, y dice que lo enviará a través de Dios Padre, y dice que dará testimonio de Jesús y del Padre (Juan 16). Indiferente es si proviene del Padre o del Hijo, porque son UNO EN UNIDAD, y porque Cristo se arrogó a sí mismo SER EL QUE ES, haciéndose igual a Dios.

Así pues, si Cristo, siendo Dios, (de su misma sustancia), se somete al Padre, y habla de este modo: "Mi Padre mayor es que yo."... o de este otro modo "el Espíritu Santo, que proviene del Padre" todas estas declaraciones en nada afecta al hecho mismo, al hecho de que Cristo nos enseña una realidad que existe en la Deidad, la REALIDAD de que las 3 sustancias que allí existen, por balbucear de algún modo este misterio, se someten una a la otra, eternamente.

Y este hecho de humildad divina que se efectúa DENTRO de la Diedad (el Padre sometiéndose al Hijo, el Hijo al Padre, e igualmente el Espíritu Santo), no debiera dar lugar a estas dudas que en usted se sustancian, sino a darse cuenta de lo que en esta gloriosa deidad sucede.

Pero para esto es necesario conocer al Cristo Resucitado, y no basta la Letra.

Salud!

1.- Yo NUNCA he puesto la divinidad de Cristo entre dicho. No me acuse de un pecado que no he cometido.

2.- Veo en su argumento una distorsión de la doctrina de la trinidad. Jesucristo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Jesucristo es consubstancial al Padre (primer concilio de Nicea), pero JESUCRISTO NO ES LA PERSONA DEL PADRE (esto se puede encontrar hasta en un manual de teología protestante básico). Por tanto cuando la escritura dice que el Espíritu procede del Padre, SE REFIERE SÓLO AL PADRE.

3.- Ud. sigue citanto textos en los cuales el hijo puede enviarnos el Espíritu. Esto es la procedencia del Espíritu POR EL HIJO, NO DEL HIJO. La iglesia Ortodoxa no niega la procedencia por el hijo que es lo que enseña la escritura.

Realmente me parece molesto tener repetir aclaraciones que se hicieron al principio del tópico, pero debo reiterar:

Para precisar las ideas en el desarrollo de esta doctrina, hay que establecer una distinción rigurosa entre la procesión eterna del Espíritu Santo, que propiamente forma su atributo personal, y su procesión temporal sobre las criaturas o su misión en el mundo, la que no se relaciona con la hipóstasis misma del Espíritu santo, sino que forma una cosa externa, accesoria, y no se atribuye más al Espíritu Santo que al Hijo (Juan 16:28-29). Que si la Iglesia Ortodoxa afirma que el Espíritu Santo procede del Padre sólo, contrariamente a la doctrina de los cristianos occidentales, que pretenden que El proceda igualmente del Hijo, aquélla se propone hablar solamente de la procesión eterna e hipostática del Espíritu Santo. En cuanto a su procesión temporal, los ortodoxos mismos creen con los cristianos occidentales que el Espíritu Santo procede,es decir que tiene su misión en el mundo, no solamente del Padre, sino también del Hijo, o mejor decir, por el Hijo.

4.- Si Uds. los protestantes son el reestablecimiento del cristianismo primitivo, tal como suelen afirmar, ¿Podría citarme a algún padre de la iglesia de los primeros siglos que afirme la doble procedencia del Espíritu Santo?

5.- El filioque fue introducido en España en los concilios de Toledo de los siglos VI y VII, y tuvo una intención táctica: oponerse a las grandes invasiones de los bárbaros arrianos, que no reconocen sino la humanidad de Cristo, y ello para subrayar su divinidad. Este tema de la procesión del Espíritu Santo se tiñe rápidamente de una coloración política. Carácter distintivo de las Iglesias occidentales, se impone en el siglo IX a los búlgaros evangelizados por misioneros francos, en clara oposición a Bizancio. Los carolingios generalizan esta costumbre y legitiman con la teología filioquista su nuevo Estado. Carlomagno lo impone en el Credo.

Fiel al símbolo de Nicea-Constantinopla, el Papa León III hace engastar el símbolo de la Iglesia indivisa en las puertas de San Pedro. Pero, en su coronación en 1014, el Emperador Enrique II obliga al Papa Benito VIII a aceptar el Filioque y a proclamarlo en Roma.

6.- Sigo esperando por un versículo de la Biblia que diga en forma muy clara que el Espíritu Santo procede también del hijo (no que este no los puede enviar, o que los creyentes pueden hacerlo).

Saludos.
 
Sobre la divinidad de Cristo.

Sobre la divinidad de Cristo.

1.- Yo NUNCA he puesto la divinidad de Cristo entre dicho. No me acuse de un pecado que no he cometido.

Como quiera creer, no es asunto mío, pero aquí el tema bajo discusión es una mal entendida divinidad de Cristo, así que seguiré insistiendo en el tema hasta que lo crea conveniente.


2.- Veo en su argumento una distorsión de la doctrina de la trinidad. Jesucristo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Jesucristo es consubstancial al Padre (primer concilio de Nicea), pero JESUCRISTO NO ES LA PERSONA DEL PADRE (esto se puede encontrar hasta en un manual de teología protestante básico). Por tanto cuando la escritura dice que el Espíritu procede del Padre, SE REFIERE SÓLO AL PADRE.

¿La doctrina de la trinidad?

¿Qué es eso?

La inventiva del hombre nunca me dejará de sorprender.

Y antes de que personajillos se dedicaran a jugar a diseccionar a Dios con su mente, Dios ya seguía siendo UNO (como siempre ha sido... ), así que el que está en un aprieto es usted, no yo.

Dios es UNO, no "TRES EN UNO".

Lo de "3 en 1" es cosa de aceites desengrasantes, y no tiene nada que ver con Dios. Que usted lo quiera entender así, porque no puede entenderlo de otra forma... pues es un asunto completamente diferente.

La doctrina de la trinidad es un balbuceo del hombre intenta explicar lo que no sabe con su mente finita.

3.- Ud. sigue citanto textos en los cuales el hijo puede enviarnos el Espíritu. Esto es la procedencia del Espíritu POR EL HIJO, NO DEL HIJO. La iglesia Ortodoxa no niega la procedencia por el hijo que es lo que enseña la escritura.

Jope, como escurre el bulto...

El Padre lo envía en nombre de otra persona, y esta persona es Cristo (Juan 14:26).

Si yo le envío a usted una carta en nombre de mi primo... ¿quién la está enviando realmente? ¿Yo, o mi primo?

Pues mi primo me da la potestad, y de él parte la iniciativa... y yo le obedezco. El que inicia la acción es mi primo, que es el que me pide que envíe su carta. Y yo obedezco. Claro, mi primo te dirá que la carta procede de mí, porque la he enviado yo... ¿pero qué diré yo si me preguntas quién envió la carta? Pues te diré que mi primo me pidió que le enviara su carta.

Pero en la deidad no pasa esto exactamente, sino que hay una confabulación en todo cuanto se hace en el seno de Dios, de tal modo que en todo están de acuerdo, y en todo hay perfecta unidad, una unidad que este mundo no conoce.

Realmente me parece molesto tener repetir aclaraciones que se hicieron al principio del tópico, pero debo reiterar:

Para precisar las ideas en el desarrollo de esta doctrina, hay que establecer una distinción rigurosa entre la procesión eterna del Espíritu Santo, que propiamente forma su atributo personal, y su procesión temporal sobre las criaturas o su misión en el mundo, la que no se relaciona con la hipóstasis misma del Espíritu santo, sino que forma una cosa externa, accesoria, y no se atribuye más al Espíritu Santo que al Hijo (Juan 16:28-29).

Pues mire, usted no me ha dicho absolutamente nada. Me quedo como estoy.

Juan 16:27-28 Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

De este texto no se puede extraer la parrafada que usted me ha soltado ahí arriba, así que no sé de dónde la ha sacado usted...

Lo que me faltaba por oír es que la acción del espíritu santo es cosa "externa" y "accesoria", y que nada tiene que ver con su naturaleza y substancia, cuando es precisamente esa naturaleza la que procura las cosas que usted llama "externas" y "accesorias"... tan "externas" y "accesorias" como los milagros, por ejemplo. Así lo que está afirmando con eso es que da igual que Dios sea Dios o no lo sea, porque hay tal división insalvable entre Su naturaleza y las cosas que puede hacer gracias a esa Su naturaleza (como los milagros), que extraño es que los milagros no ocurran por casualidad. Y no sólo está diciendo eso, sino que al presentar tal insalvable división entre la acción de Dios y la naturaleza misma de esa acción (que es la que la permite) invalida todo cuanto esa naturaleza pretenda hacer por medio de la acción.

Es como si Dios, cuando decide actuar, soltara la cuestión como quien suelta su vientre... agua va.

En fin... para que seguir.

Además, iirelevante tal distinción para saber de dónde provino el ES.

Que si la Iglesia Ortodoxa afirma que el Espíritu Santo procede del Padre sólo, contrariamente a la doctrina de los cristianos occidentales, que pretenden que El proceda igualmente del Hijo, aquélla se propone hablar solamente de la procesión eterna e hipostática del Espíritu Santo. En cuanto a su procesión temporal, los ortodoxos mismos creen con los cristianos occidentales que el Espíritu Santo procede,es decir que tiene su misión en el mundo, no solamente del Padre, sino también del Hijo, o mejor decir, por el Hijo.

Mire, el segundo problema es que ustedes no han entendido lo que significa la Deidad, que es Dios-Elhoim, que es UNO.

No sólo no lo entienden, sino que juegan a malabarismos celestiales imposibles de un buen desenlace.

La Deidad es Dios, y Dios es Uno.

Ya está.

¿Dónde está el problema?

La Deidad fue desde siempre Una, y desde siempre eran un sólo "ellos" (Elhoim). Un "ellos" que era Uno. Y si es UNO, no veo el inconveniente en decir que toda acción que sale de cualquiera de ese "ellos", es una única acción que sale de Dios Mismo.


4.- Si Uds. los protestantes son el reestablecimiento del cristianismo primitivo, tal como suelen afirmar, ¿Podría citarme a algún padre de la iglesia de los primeros siglos que afirme la doble procedencia del Espíritu Santo?

Mire, la pregunta que de dónde proviene el ES es absurda en sí misma. El Espíritu de Dios procede de Dios-Elhoim, que en las 3 manifestaciones que conocemos, es Uno.

Tenemos que tener cuidado con las palabras de Jesús para no caer en tentación, porque cuando el llamaba a Dios "Padre", sabía lo que hacía:

1)Darnos ejemplo de que Él, siendo el único Hijo del Dios viviente, la Acción de Dios, y el Cordero de Dios, (y muchas otras cosas...), se sometía a Sí Mismo. Cristo era la manifestación humillada de Dios-Elhoim.

2) Cuando hablaba del Padre, estaba hablando para humanos dentro de una esfera sujeta al tiempo y al espacio. En realidad hablaba de la Deidad también, no sólo de Dios en su manifestación "Padre", porque cuando Cristo aún no había sido engendrado, sino que estaba oculto en Dios, sin ser revelado aún (eso significa "engendrado"), aún así seguía siendo Cristo, y la propia Diedad era evidentemente consciente de ello, aún ANTES de que cualquiera de sus personas fuera manifestada o engendrada. Cristo es una de las manifestaciones de Dios, en concreto la Escritura nos dice que es la Palabra de Dios Mismo (entre otras muchas manifestaciones de Dios, como el "Cordero", el "Hijo de Dios", etc..), así pues si Cristo no existiese podemos decir que Dios estaría incompleto, lo cual es imposible por definición de Dios, con lo que al hablar del "Padre", evidentemente Cristo estaba incluido en esa definición de Padre.

De ahí que tuviera tantos problemas con los judíos de su época, e incluso con sus discípulos:

Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
(Juan 10:24)

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. (Juan 14:8)

En los dos casos, tenemos el mismo problema, y era que Jesús se estaba proclamando Elhoim, y estas son palabras mayores. ¿Cómo se proclamaba Elhoim y luego hablaba de que un tal "Padre" que era mayor que Él, y que era aquel que sus hermanos judíos consideraban Dios? Lo hacía porque tenía que someterse a la mente de los hombres, a sus limitaciones, a su vivir sujetos a la corrupción del tiempo y del espacio.

Pero luego, después de decir eso, se atribuye a sí mismo ser Dios. Eso son palabras mayores, y en su día NADIE lo aceptó, ni lo pudo entender, porque era un misterio en sí mismo. En el caso con los discípulos, fue aún más extraño, porque el propio Jesús se dio cuenta de que ni sus discípulos podían creer en él de ese modo. Date cuenta de la petición de Felipe "nos basta con que nos muestres al Padre" (Felipe hablaba del Dios de los judíos, de aquel que es UNO, de la Deidad, de Dios-Jehová).

¿Y qué dijo Cristo?

Le dijo que estaban ante el Dios Jehová de Israel, ante la DEIDAD eterna.

Leelo otra vez. NO me escuches a mí. Escucha a Cristo. "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre."

Nadie tiene la osadía de decir eso, excepto la Palabra que sale de la boca de Dios... hecha carne.

Por tanto, de la Deidad de Cristo es de lo que aquí se habla. Si no se entiende o aprehende, entonces cualquier cosa es posible, como decir que el ES sale del Padre, tomar eso literalmente para separarse, y luego formar un grupo distinto.

En fin, por vuestros frutos sois conocidos.

Pero cuando os separasteis ya os habíais "licenciado", así que daba igual lo que hiciérais, porque os habíais "licenciado". Es importante este punto de la "licenciatura"... sois cristianos "licenciados", de ahí vuestro abundar en el error.

5.- El filioque fue introducido en España en los concilios de Toledo de los siglos VI y VII, y tuvo una intención táctica: oponerse a las grandes invasiones de los bárbaros arrianos, que no reconocen sino la humanidad de Cristo, y ello para subrayar su divinidad. Este tema de la procesión del Espíritu Santo se tiñe rápidamente de una coloración política. Carácter distintivo de las Iglesias occidentales, se impone en el siglo IX a los búlgaros evangelizados por misioneros francos, en clara oposición a Bizancio. Los carolingios generalizan esta costumbre y legitiman con la teología filioquista su nuevo Estado. Carlomagno lo impone en el Credo.

Fiel al símbolo de Nicea-Constantinopla, el Papa León III hace engastar el símbolo de la Iglesia indivisa en las puertas de San Pedro. Pero, en su coronación en 1014, el Emperador Enrique II obliga al Papa Benito VIII a aceptar el Filioque y a proclamarlo en Roma.

Bonito discurso histórico... lo que puede uno aprender.


6.- Sigo esperando por un versículo de la Biblia que diga en forma muy clara que el Espíritu Santo procede también del hijo (no que este no los puede enviar, o que los creyentes pueden hacerlo).

El Espíritu de Dios procede de Dios, porque es Dios Mismo, el cual es Elhoim, el cual es UNO, el cual tiene 3 manifestaciones conocidas:

El-Padre, Dios
El-Hijo, Verbo (de) Dios (acción y palabra de El-Padre, Dios).
El-Espíritu, Espíritu (de) Dios.

Y de tal manera están entrelazados, y son y comparten lo mismo, que son Uno, y no serían Uno si cualquiera de ellos no estuviera plenamente integrado en el otro, porque todo lo que es Cristo es Dios y todo lo que es Dios es Cristo, y así mismo con el Espíritu Santo. Lo que quiero decir es que Cristo, Espíritu y Padre son manifestaciones de Dios-Uno que al mezclarse con el ámbito temporal en que viven los hombres, han venido a parecer que están separados, y son personas diferentes. Son manifestaciones que están separadas para nuestras mentes finitas... más no separadas en la realidad eterna. Las tres personas son una sóla cosa.

Por eso la pregunta que de donde proviene el ES es irrelevante. El Espíritu de Dios procede de Dios, que es indivisible.

Ahora, usted puede seguir argumentando hasta que se canse, o no se canse... pero el hecho es que Dios es Uno, aunque usted haga malabarismos celestiales para sostener lo contrario mientras dice exactamente lo contrario de todo ello... y en ello contradiciéndose a sí mismo en cada frase que escribe.

¿No le da, aunque sea, un poquito de vergüenza?

Salud!
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Suena a modalismo lo que dices, Son.
Curioso, porque el modalismo no deja de ser fruto de una necesidad de entender y edulcorar racionalmente lo que no dejará nunca de ser un misterio

Nihil novum sub sole


Estimados ortodoxos, una preguntita con premio: ¿podemos hablar de una sustancia divina compartida por Padre, Hijo y Espíritu Santo o de un Padre cuya sustancia comparten el Hijo y el Espíritu Santo?

Hale, ahí queda eso, sabueso, :pangel1:
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Desconozco cual es su religión, pero con el pobre y miope concepto que tiene de la trinidad sólo me deja ver que he perdido valioso tiempo en esta discusión. Yo he consultado con católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, bautistas, pentecostales, etc., y todos tienen un concepto uniforme sobre la trinidad, que no son tres dioses, sino un mismo Dios en tres partes. Mi intención era recibir la opinión sobre este tema de un cristiano evangélico (que es la orientación más común de quienes visitan esta web), no de un seudo-teólogo con conceptos autoformados.

<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p> </o:p>

Con su burlesca comparación de la trinidad con un “aceite desengrasante 3 en <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:smarttags" /><st1:metricconverter w:st="on" ProductID="1”">1”</st1:metricconverter> no hace otra cosa sino mofarse de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Biblia. Dice"><st1:personName w:st="on" ProductID="la Biblia.">la Biblia.</st1:personName> Dice</st1:personName> <st1:personName w:st="on" ProductID="la Reina Valera"><st1:personName w:st="on" ProductID="la Reina">la Reina</st1:personName> Valera</st1:personName> en 1Juan 5,7:

<o:p> </o:p>

“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno.”<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Está tan claro que no necesita explicación…

<o:p> </o:p>

<o:p> </o:p>

Dice Ud.:

<o:p> </o:p>

“El Padre lo envía en nombre de otra persona, y esta persona es Cristo (Juan 14:26).”<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Si yo le envío a usted una carta en nombre de mi primo... ¿quién la está enviando realmente? ¿Yo, o mi primo?<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Pues mi primo me da la potestad, y de él parte la iniciativa... y yo le obedezco. El que inicia la acción es mi primo, que es el que me pide que envíe su carta. Y yo obedezco. Claro, mi primo te dirá que la carta procede de mí, porque la he enviado yo... ¿pero qué diré yo si me preguntas quién envió la carta? Pues te diré que mi primo me pidió que le enviara su carta.<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Pero en la deidad no pasa esto exactamente, sino que hay una confabulación en todo cuanto se hace en el seno de Dios, de tal modo que en todo están de acuerdo, y en todo hay perfecta unidad, una unidad que este mundo no conoce."<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Ya he aclarado este punto dos veces, pero Ud. amigo, con todo respeto, debe tener problemas de comprensión lectora. Reitero por última vez: no estoy hablando de la procedencia del Espíritu Santo el Padre a través del hijo (que es lo que enseña <st1:personName w:st="on" ProductID="la Biblia">la Biblia</st1:personName>), o como Ud. mismo a dicho, a través de los creyentes (a través de la imposición de manos); eso no está discusión, sino la procedencia original y eterna del Espíritu Santo.

<o:p> </o:p>

No voy a retomar su ejemplo sobre la carta porque lo ha complicado mucho. Pondré un nuevo ejemplo:

<o:p> </o:p>

Imagine que en un pueblo hay una fuente de agua, y un trabajador viene todos los días y recoge agua y la lleva al pueblo para que todos tomen de ella. Está muy claro: el agua llega a través del trabajador, pero la fuente original y natural del agua es la fuente, no el trabajador. Así de simple.

<o:p> </o:p>

Dice Ud.:

<o:p> </o:p>

“Bonito discurso histórico... lo que puede uno aprender.”<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Vaya manera más penosa de evadir la evidencia histórica. ¿Qué curioso que la iglesia antes del emperador Constantino no creyera en el filioque no? (puesto que suele afirmarse que este emperador fue el que corrompió la cristiandad)

<o:p> </o:p>

<o:p> </o:p>

No puedo despedirme sin recomendarle que haga un cursillo de cristología en cualquier iglesia (claro está, evite cosas como <st1:personName w:st="on" ProductID="la WatchTower">la WatchTower</st1:personName>), de seguro le será de mucho provecho para que aprenda a diferenciar al Padre del Hijo.

<o:p> </o:p>

No se moleste en contestarme, esta discusión no tiene sentido con alguien que posee una visión tan distorsionada de una doctrina bíblica tan básica.

<o:p> </o:p>

Quedo en espera de que algún cristiano evangélico responda al epígrafe original.

<o:p> </o:p>

<o:p> </o:p>

Saludos.
 
Re: La Procedencia del Espíritu Santo

Suena a modalismo lo que dices, Son.
Curioso, porque el modalismo no deja de ser fruto de una necesidad de entender y edulcorar racionalmente lo que no dejará nunca de ser un misterio

Nihil novum sub sole

¿Modalismo?

No, hombre, no... una cosa es que "suene", y otra cosa es que sea. Esto se llama "Son-ismo", y a mucha honra.

Iré a poner la copyright del invento en la Oficina de Patentes y Marcas el Lunas a primera hora...

Salud!


Desconozco cual es su religión, pero con el pobre y miope concepto que tiene de la trinidad sólo me deja ver que he perdido valioso tiempo en esta discusión.

Sí, no esperaba menos de usted en este caso.

Yo he consultado con católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, bautistas, pentecostales, etc., y todos tienen un concepto uniforme sobre la trinidad, que no son tres dioses, sino un mismo Dios en tres partes.

NO ha entendido nada de lo que le he compartido.


Mi intención era recibir la opinión sobre este tema de un cristiano evangélico (que es la orientación más común de quienes visitan esta web), no de un seudo-teólogo con conceptos autoformados.

Estoy abierto a su crítica "teológica" de lo hasta ahora expuesto.

Palabra por palabra, si fuera necesario.

Ahora bien, si su intención no es debatir y estar abierto a ideas, refutándolas, sino que ha venido aquí a provocar a cierto grupo religioso, para ver su reacción, pues entonces no le considero hombre sabio, sino chismoso, de aquellos que desea entrar en "interminables cuestiones", por el mero hecho de provocar.

Con su burlesca comparación de la trinidad con un “aceite desengrasante 3 en 1” no hace otra cosa sino mofarse de la Biblia. Dice la Reina Valera en 1Juan 5,7:

“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno.”

Evidentemente, y si me leyera como es debido, eso estoy diciendo. La Biblia no dice que sean "3 cosas EN 1", sino "3 Testimonios que SON 1."

De su mal entendido concepto de Dios debido a su sujección al tiempo y al espacio físico, usted entiende que para que 3 cosas "diferentes" sean 1 sóla cosa, se deben de mezclar algo así como los aceites desengrasantes "3 en 1".

Dios no es un "3 en 1", sino 3 que SON 1, lo cual es bastante diferente, y es la diferencia que le he estado mostrando anteriormente (creo que lo entiende perfectamente, pero no lo puede admitir para no perder su particular batalla "teológica")

Por cierto, la "pseudo-teología" es bastante útil cuando se carece de "teología", pero cada palo se sostiene con su árbol.

Está tan claro que no necesita explicación…

Dice Ud.:


“El Padre lo envía en nombre de otra persona, y esta persona es Cristo (Juan 14:26).”


Si yo le envío a usted una carta en nombre de mi primo... ¿quién la está enviando realmente? ¿Yo, o mi primo?

Pues mi primo me da la potestad, y de él parte la iniciativa... y yo le obedezco. El que inicia la acción es mi primo, que es el que me pide que envíe su carta. Y yo obedezco. Claro, mi primo te dirá que la carta procede de mí, porque la he enviado yo... ¿pero qué diré yo si me preguntas quién envió la carta? Pues te diré que mi primo me pidió que le enviara su carta.

Pero en la deidad no pasa esto exactamente, sino que hay una confabulación en todo cuanto se hace en el seno de Dios, de tal modo que en todo están de acuerdo, y en todo hay perfecta unidad, una unidad que este mundo no conoce."


Ya he aclarado este punto dos veces, pero Ud. amigo, con todo respeto, debe tener problemas de comprensión lectora. Reitero por última vez: no estoy hablando de la procedencia del Espíritu Santo el Padre a través del hijo (que es lo que enseña la Biblia), o como Ud. mismo a dicho, a través de los creyentes (a través de la imposición de manos); eso no está discusión, sino la procedencia original y eterna del Espíritu Santo.

No voy a retomar su ejemplo sobre la carta porque lo ha complicado mucho. Pondré un nuevo ejemplo:

Imagine que en un pueblo hay una fuente de agua, y un trabajador viene todos los días y recoge agua y la lleva al pueblo para que todos tomen de ella. Está muy claro: el agua llega a través del trabajador, pero la fuente original y natural del agua es la fuente, no el trabajador. Así de simple.

Bastante mala analogía por cierto, porque el trabajador (en este caso, según su analogía, el Padre, que nos "envía" el Espíritu) es un mero transportista, pero el agua procede originalmente de la fuente, que es Cristo. Así pues el agua procede de la fuente, no del trabajador.

Suspenso en "teología". Inténtelo de nuevo la próxima vez con la "pseudo-teología", y lo mismo tiene más suerte.

Dice Ud.:

“Bonito discurso histórico... lo que puede uno aprender.”

Vaya manera más penosa de evadir la evidencia histórica. ¿Qué curioso que la iglesia antes del emperador Constantino no creyera en el filioque no? (puesto que suele afirmarse que este emperador fue el que corrompió la cristiandad)

¿Usted cree?

La revelación de Dios es cosa paulatina, hay una madurez que ha de alcanzarse ("no que la haya alcanzado ya, sino que prosigo a la meta, por si pudiera asirla"...), y los cristianos del primer siglo (de los cuales usted no puso ningún texto, y no gastaban su tiempo en discutir de dónde proviene el ES) consideraban que no la habían alcanzado.

Han pasado muchos siglos, y la madurez de los hijos de Dios debe aumentar, no disminuir. ¿Qué quiere que le diga? Quiere que le diga que ya en el siglo primero se corrompieron las cosas, como el propio Pablo y Pedro mismo advierten en sus cartas?

Si aunque un ángel del cielo viniera a mostrarme lo contrario habría de creerle, ¿por qué si habría de creer a un tal Ignacio de Antioquía? ¿No ve usted lo futil de sus argumentaciones? ¿Le estoy mostrando el por qué de las cosas, y usted me viene a lanzar a un tal Juan Damasceno y similares?

¿Por qué?

Sencillamente porque a usted no le interesa argumentar su fe, sino provocar a un grupo religioso en concreto, como usted mismo testimonia.

No puedo despedirme sin recomendarle que haga un cursillo de cristología en cualquier iglesia (claro está, evite cosas como la WatchTower), de seguro le será de mucho provecho para que aprenda a diferenciar al Padre del Hijo.

A mí me da alta tericia y calambres extáticos la Iglesia Organizada (me pone los pelos de punta, para que nos entendamos), así que dudo que pueda hacer lo que me recomienda.

Imposible "de facto."

No se moleste en contestarme, esta discusión no tiene sentido con alguien que posee una visión tan distorsionada de una doctrina bíblica tan básica.

Quedo en espera de que algún cristiano evangélico responda al epígrafe original.

Saludos

Su actitud no dejar de ser un tanto estúpida e infantil, si me lo permite. Usted pide palabra de "cristiano", pero no de cualquiera... no señor. Debe ser cristiano, pero el "chachi-piruli", el "guay", el "evangélico"... como si cualquier otro cristiano, si no tiene el apellido "evangélico" en su curriculum, no estuviera autorizado en el tema.

La actitud es muy inmadura, le comparto.

Y algunos les extraña que así le vaya a la "iglesia" del Señor... la eterna pregunta.



Salud!