La palabraxdel Padre

Lazaroaragon

Miembro
1 Noviembre 2025
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La voz del Padre

La voz del Padre rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró. No es una voz que sustituya la Palabra; es la autoridad que confirma, corrige y ordena conforme a la verdad revelada.

Cuando Él habla, la claridad llega donde antes hubo confusión: distingue Padre e Hijo, revela el propósito de la resurrección y desenmascara los engaños que seducen al pueblo. Escuchar su voz exige dejar a un lado los filtros que confortan lo conocido y someter todo consejo humano a la suprema voluntad divina.

No es suficiente depender únicamente de fórmulas teológicas; la obediencia auténtica nace de la exposición a esa Voz que transforma pensamientos, acciones y ministerios. La prueba del liderazgo no es la popularidad, sino la fidelidad a lo que el Padre ha dicho y ordenado.

A la iglesia: aprended a discernir, a probar los espíritus y a valorar la Palabra por encima de las seguridades humanas. Que la oración y la Escritura sean los canales que afinen nuestro oído espiritual.

El tiempo de las doctrinas que reemplazan la Palabra ha de pasar. Volvamos a la escucha atenta y a la obediencia sin condiciones, porque la salvación, la autoridad y la esperanza se renuevan cuando la Voz del Padre es obedecida.

Atentamente,
Lázaro

---

Consejo al pastor

- Reexamina con humildad: Toma tiempo para volver a la Escritura con ánimo de aprendiz. Deja a un lado el prestigio pastoral y permite que la Palabra juzgue tus convicciones.
- Busca reconocimiento de la verdad, no de la propia autoridad: Prioriza la fidelidad a Dios por encima de mantener consenso o comodidad en la congregación.
- Entrena el discernimiento en la comunidad: Enseña a la iglesia a probar los espíritus y a distinguir entre revelación genuina y tradiciones acomodadas.
- Verifica todo con la Escritura y con oración: Cada enseñanza, decisión pastoral o consejo familiar debe someterse a la Escritura y confirmarse en la oración de dependencia al Padre.
- No subordines la obediencia a influencias humanas: Mantén la primacía del Primer Mandamiento en las decisiones personales y ministeriales, incluso cuando ello genere costo o desaprobación.
- Reconoce la realidad del engaño: Forma a tu liderazgo para identificar engaños sutiles; no desestimes la presencia de principados y potestades que operan con astucia.
- Fomenta la rendición de cuentas: Busca pares y autoridades espirituales que te confronten y te ayuden a permanecer fiel; la independencia sin rendición de cuentas abre paso a errores doctrinales.

Atentamente,
Lázaro
 
La voz del Padre

La voz del Padre rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró. No es una voz que sustituya la Palabra; es la autoridad que confirma, corrige y ordena conforme a la verdad revelada.

Cuando Él habla, la claridad llega donde antes hubo confusión: distingue Padre e Hijo, revela el propósito de la resurrección y desenmascara los engaños que seducen al pueblo. Escuchar su voz exige dejar a un lado los filtros que confortan lo conocido y someter todo consejo humano a la suprema voluntad divina.

No es suficiente depender únicamente de fórmulas teológicas; la obediencia auténtica nace de la exposición a esa Voz que transforma pensamientos, acciones y ministerios. La prueba del liderazgo no es la popularidad, sino la fidelidad a lo que el Padre ha dicho y ordenado.

A la iglesia: aprended a discernir, a probar los espíritus y a valorar la Palabra por encima de las seguridades humanas. Que la oración y la Escritura sean los canales que afinen nuestro oído espiritual.

El tiempo de las doctrinas que reemplazan la Palabra ha de pasar. Volvamos a la escucha atenta y a la obediencia sin condiciones, porque la salvación, la autoridad y la esperanza se renuevan cuando la Voz del Padre es obedecida.

Atentamente,
Lázaro

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¿Cuál sería 'la voz del Padre' que 'rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró'?


Consejo al pastor

- Reexamina con humildad: Toma tiempo para volver a la Escritura con ánimo de aprendiz. Deja a un lado el prestigio pastoral y permite que la Palabra juzgue tus convicciones.
- Busca reconocimiento de la verdad, no de la propia autoridad: Prioriza la fidelidad a Dios por encima de mantener consenso o comodidad en la congregación.
- Entrena el discernimiento en la comunidad: Enseña a la iglesia a probar los espíritus y a distinguir entre revelación genuina y tradiciones acomodadas.
- Verifica todo con la Escritura y con oración: Cada enseñanza, decisión pastoral o consejo familiar debe someterse a la Escritura y confirmarse en la oración de dependencia al Padre.
- No subordines la obediencia a influencias humanas: Mantén la primacía del Primer Mandamiento en las decisiones personales y ministeriales, incluso cuando ello genere costo o desaprobación.
- Reconoce la realidad del engaño: Forma a tu liderazgo para identificar engaños sutiles; no desestimes la presencia de principados y potestades que operan con astucia.
- Fomenta la rendición de cuentas: Busca pares y autoridades espirituales que te confronten y te ayuden a permanecer fiel; la independencia sin rendición de cuentas abre paso a errores doctrinales.

Atentamente,
Lázaro

¿A qué pastor/s diriges estos consejos?
 
Las tradiciones humanas no son divinas y vienen con imperfrcciones e influencias del maligno,quectergiversacla pakabra de Dios


No se nomnbracal Pastor, pero es evangelico
 
Las tradiciones humanas no son divinas y vienen con imperfrcciones e influencias del maligno,quectergiversacla pakabra de Dios

Eso lo tengo claro. La pregunta es cuál sería esa 'voz' que rompe el ruido', que 'cuando habla, la claridad llega', que no sustituye la Palabra', etc etc etc. ¿A qué voz te refieres?

No se nomnbracal Pastor, pero es evangelico

Yo sólo conozco un Pastor. El resto son "pastores" (entre comillas y con 'p' minúscula), más bien Impostores. (con 'I' mayúscula)