La palabraxdel Padre

Lazaroaragon

Miembro
1 Noviembre 2025
17
0
La voz del Padre

La voz del Padre rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró. No es una voz que sustituya la Palabra; es la autoridad que confirma, corrige y ordena conforme a la verdad revelada.

Cuando Él habla, la claridad llega donde antes hubo confusión: distingue Padre e Hijo, revela el propósito de la resurrección y desenmascara los engaños que seducen al pueblo. Escuchar su voz exige dejar a un lado los filtros que confortan lo conocido y someter todo consejo humano a la suprema voluntad divina.

No es suficiente depender únicamente de fórmulas teológicas; la obediencia auténtica nace de la exposición a esa Voz que transforma pensamientos, acciones y ministerios. La prueba del liderazgo no es la popularidad, sino la fidelidad a lo que el Padre ha dicho y ordenado.

A la iglesia: aprended a discernir, a probar los espíritus y a valorar la Palabra por encima de las seguridades humanas. Que la oración y la Escritura sean los canales que afinen nuestro oído espiritual.

El tiempo de las doctrinas que reemplazan la Palabra ha de pasar. Volvamos a la escucha atenta y a la obediencia sin condiciones, porque la salvación, la autoridad y la esperanza se renuevan cuando la Voz del Padre es obedecida.

Atentamente,
Lázaro

---

Consejo al pastor

- Reexamina con humildad: Toma tiempo para volver a la Escritura con ánimo de aprendiz. Deja a un lado el prestigio pastoral y permite que la Palabra juzgue tus convicciones.
- Busca reconocimiento de la verdad, no de la propia autoridad: Prioriza la fidelidad a Dios por encima de mantener consenso o comodidad en la congregación.
- Entrena el discernimiento en la comunidad: Enseña a la iglesia a probar los espíritus y a distinguir entre revelación genuina y tradiciones acomodadas.
- Verifica todo con la Escritura y con oración: Cada enseñanza, decisión pastoral o consejo familiar debe someterse a la Escritura y confirmarse en la oración de dependencia al Padre.
- No subordines la obediencia a influencias humanas: Mantén la primacía del Primer Mandamiento en las decisiones personales y ministeriales, incluso cuando ello genere costo o desaprobación.
- Reconoce la realidad del engaño: Forma a tu liderazgo para identificar engaños sutiles; no desestimes la presencia de principados y potestades que operan con astucia.
- Fomenta la rendición de cuentas: Busca pares y autoridades espirituales que te confronten y te ayuden a permanecer fiel; la independencia sin rendición de cuentas abre paso a errores doctrinales.

Atentamente,
Lázaro
 
La voz del Padre

La voz del Padre rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró. No es una voz que sustituya la Palabra; es la autoridad que confirma, corrige y ordena conforme a la verdad revelada.

Cuando Él habla, la claridad llega donde antes hubo confusión: distingue Padre e Hijo, revela el propósito de la resurrección y desenmascara los engaños que seducen al pueblo. Escuchar su voz exige dejar a un lado los filtros que confortan lo conocido y someter todo consejo humano a la suprema voluntad divina.

No es suficiente depender únicamente de fórmulas teológicas; la obediencia auténtica nace de la exposición a esa Voz que transforma pensamientos, acciones y ministerios. La prueba del liderazgo no es la popularidad, sino la fidelidad a lo que el Padre ha dicho y ordenado.

A la iglesia: aprended a discernir, a probar los espíritus y a valorar la Palabra por encima de las seguridades humanas. Que la oración y la Escritura sean los canales que afinen nuestro oído espiritual.

El tiempo de las doctrinas que reemplazan la Palabra ha de pasar. Volvamos a la escucha atenta y a la obediencia sin condiciones, porque la salvación, la autoridad y la esperanza se renuevan cuando la Voz del Padre es obedecida.

Atentamente,
Lázaro

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¿Cuál sería 'la voz del Padre' que 'rompe el ruido de las tradiciones humanas y aclara lo que la Escritura ya declaró'?


Consejo al pastor

- Reexamina con humildad: Toma tiempo para volver a la Escritura con ánimo de aprendiz. Deja a un lado el prestigio pastoral y permite que la Palabra juzgue tus convicciones.
- Busca reconocimiento de la verdad, no de la propia autoridad: Prioriza la fidelidad a Dios por encima de mantener consenso o comodidad en la congregación.
- Entrena el discernimiento en la comunidad: Enseña a la iglesia a probar los espíritus y a distinguir entre revelación genuina y tradiciones acomodadas.
- Verifica todo con la Escritura y con oración: Cada enseñanza, decisión pastoral o consejo familiar debe someterse a la Escritura y confirmarse en la oración de dependencia al Padre.
- No subordines la obediencia a influencias humanas: Mantén la primacía del Primer Mandamiento en las decisiones personales y ministeriales, incluso cuando ello genere costo o desaprobación.
- Reconoce la realidad del engaño: Forma a tu liderazgo para identificar engaños sutiles; no desestimes la presencia de principados y potestades que operan con astucia.
- Fomenta la rendición de cuentas: Busca pares y autoridades espirituales que te confronten y te ayuden a permanecer fiel; la independencia sin rendición de cuentas abre paso a errores doctrinales.

Atentamente,
Lázaro

¿A qué pastor/s diriges estos consejos?
 
Las tradiciones humanas no son divinas y vienen con imperfrcciones e influencias del maligno,quectergiversacla pakabra de Dios


No se nomnbracal Pastor, pero es evangelico