¡Otra cosa es con guitarra!
¡Otra cosa es con guitarra!
Armandito ya no puede
lidiar el número cuatro,
sean las patas del chivo,
sean las ruedas del auto.
Por eso a lo que ruede
y a lo que embista es esquivo,
que ante cuernos y al volante
ya no sabe cuándo debe
ir pa´tras o pa´delante.
Cual cangrejo pa´l costado
es una infeliz maniobra,
aunque a lo previo, de sobra,
lo tuviese calculado.
En fin, que pa´l chispoteo
no le salva ya la astucia
del forista más ateo
ni la mía con su asnucia.
Con la voz de mi conciencia
-porque le tengo paciencia-
dedico una estrofa santa:
“Al hombre que lo quebranta
algún malestar sin cura,
encontrará en la Escritura
a un Padre que lo levanta”.
¡Otra cosa es con guitarra!
Armandito ya no puede
lidiar el número cuatro,
sean las patas del chivo,
sean las ruedas del auto.
Por eso a lo que ruede
y a lo que embista es esquivo,
que ante cuernos y al volante
ya no sabe cuándo debe
ir pa´tras o pa´delante.
Cual cangrejo pa´l costado
es una infeliz maniobra,
aunque a lo previo, de sobra,
lo tuviese calculado.
En fin, que pa´l chispoteo
no le salva ya la astucia
del forista más ateo
ni la mía con su asnucia.
Con la voz de mi conciencia
-porque le tengo paciencia-
dedico una estrofa santa:
“Al hombre que lo quebranta
algún malestar sin cura,
encontrará en la Escritura
a un Padre que lo levanta”.