Claro, el problema no esta en la danza yo no he dicho eso, pero veamos esos 3 problemas que mencionas que ya he señalado antes:
1) La forma de vestir
Muchas de las mujeres hoy no visten con “pudor y modestia como mujeres que profesan piedad” 1 Tim. 2:9,10 Sino que visten como las mujeres del mundo, esto no agrada a Dios. Este problema (que no lo es para ellas) generalmente de mujeres jóvenes no les interesa, van con faldas cortas a la iglesia o con pantalones provocativos e indecentes (no para ellas y sin ser su intención), escotadas y no se que mas. Y el problema aun mayor es que nadie les exhorta, MENOS sobre el pulpito, POBRE del pastor que trate de exhortar la forma de vestir son capaces de apedrearlo (bueno no tanto).
Visitantes en mi congregación han dicho de las hermanas, “Malcom, que extraño vistes las mujeres aquí.” Pues las mayoría (no todas, hay unas que no entienden) usa faldas largas, al menos tienen una característica que las diferencia de las mujeres del mundo.
2) Las miradas y actitudes de las mujeres
Las miradas y actitudes dentro de la danzas pueden tomarse en un sentido que haga pecar al hombre cristiano o inconverso poniendo la atención sobre tal mujer.
3) los corazones de los hombres
Ni la psicología masculina ni siendo muy observadora Maripaz sabrás el sentimiento y la fuerza pecaminosa con que el diablo ataca al hombre, tendrías que serlo para saberlo. Ni pastores, cristianos están exentos te lo aseguro.
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Si aunamos estos tres inevitables problemas (por que auque hijos todavía vivimos en este mundo de pecado) tendremos muchas piedras de tropiezo en las danzas de hoy, EN el culto, no me refiero fuera del culto.
Pero si nos trasladamos al tiempo de los salmos, como ya dije, no había estos problemas. Las mujeres vestían decorosamente y las que no eran vistas como prostitutas. ¡Que diría el rey David hoy de la vestimenta de la mujeres danzantes!
Maripaz, hay pecados que son pecados pero que los cometemos en ignorancia y estos no dejan de ser pecados, el mismo salmista pedía que fuera librado de aun de los pecados que le son ocultos.
Me despido con el mismo espíritu que el apóstol Pablo cuando trato el mismo problema.
“Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.” 1 Co. 11:16
Bendiciones
