Algún tiempo ha desde que escribí por última vez algunas líneas en este foro. Y, afortunadamente, éstas serán las últimas. Pero antes debo confesar algo, porque así me lo ha pedido una persona de este foro (cuyo nombre no quiero revelar), y de igual forma mis jerarcas me lo han permitido.
Pues bien, como todos los que alguna vez debatieron conmigo, sabrán que dije ser ateo. Sin embargo, ésta era tan sólo una falsa máscara. La verdad es que yo sigo una doctrina, más no es una doctrina religiosa, pues al igual que el cristianismo, mi doctrina ha superado la "religión": bien, soy satanista.
Pero, ¿qué hace un satanista en un foro cristiano haciéndose pasar por un ateo? Pareciera algo absurdo, ¿no? Mas no fue así, yo tenía aquí una labor específica, y mi estancia en este foro ha rendido frutos. El señor Satanás está complacido con mi trabajo, y los ministros que me encomendaron tal misión también.
Ese forista que me indujo a confesarlo todo es algo ingenuo. Creyó que al confesarlo iba a encontrar a alguien aquí que me condujera al camino de Cristo, pero él no sabe que mi destino está sellado, y que mi deber es preparar la llegada en carne del Anticristo y emprender, junto a mi Fraternidad, la Guerra Deicida, la que acabará con Dios.
Estoy contento porque los tiempos se acercan. La Guerra contra Dios no será fácil, y el resultado es imprevisible. Aún cuando Dios ha hecho creer a los cristianos que vencerá, porque su poder es infinito, el vencedor de la lucha aún no está predeterminado. Dios también tiene puntos flojos, que si bien no son debilidades porque el él es todopoderoso, son más bien lo que nosotros llamamos "paradojas espejo". Pero bueno, no quiero perder el tiempo revelando aquí todo eso. Desde luego Dios sabe de nuestros planes, porque él es omnisapiente y omnipresente. Conocemos a nuestro Enemigo, aunque no lo comprendemos del todo, puesto que es infinito y nosotros finitos, pero Nuestro Liberador Satán no es de nuestra naturaleza, y está más cercano a Dios. Confiamos en que él nos lleve a la victoria.
Sé, de antemano, que no me creen. Sé también que piensan muchas cosas sobre mí, sobre si estoy engañándome yo solo, sobre que es imposible que Dios sea despojado de su trono, sobre que la Biblia dice esto o aquello. Todo eso lo sé y no es necesario que me lo repitan. No vine aquí a que me creyeran, mis fines son ajenos -al menos por el momento- a ustedes. Satán dice en su palabra poderosa lo siguiente: "siete plagas pesarán sobre ustedes cuando confiesen que me siguen: la indiferencia, la burla, la compasión, la persecusión, la furia, el falso amor y la negación. (Libro 12 "De Satán")." Sé que alguna de estas plagas serán sus reacciones ante mí. Según el orden de estas plagas será su peligro. Pero estamos listos.
Se preguntarán tambien de qué secta soy, de qué línea del satanismo soy. De ninguna. Sepan que jamás de los jamases han oído de nuestra doctrina en la televisión, la radio, el periódico, en libros, en reportajes ni en ninguna fuente documental. Jamás hemos salido completamente a la luz. Si alguien ha escuchado de nosotros, no sabe con certeza qué conoce y qué no, quiénes somos y quiénes no. Satanistas como los laveyanos, la Satan Church y otras de esas sectas no tienen nada que ver con nosotros, aunque algunas compartan algunos de nuestros objetivos. No somos una iglesia, ni una religión, ni una secta, somos una Fraternidad mundial que no conoce las barreras del separatismo. Tenemos un sólo fin, destronar a Dios y liberar al espíritu humano de su trozo de divinidad. No estamos en contra de la humanidad, ni en contra de los cristianos, ni de los ateos, ni de los que profesen tal o cual credo. Estamos simplemente contra Dios. Y nuestro lema no es "quién no está con nosotros está contra nosotros". Aunque algunos nos consideren sus enemigos, nosotros no consideramos a nadie como enemigo, más que a Dios.
El tiempo se acerca, y la guerra también. Será una guerra incomprendida, inusual, atípica. Será una guerra espiritual. Si la sangre corre, será la nuestra y no la de los seguidores de Cristo, porque no estamos contra ellos. Las guerras que emprende la humanidad contra sí misma no vienen de Satán: es el hombre quién tiene la responsabilidad de sus actos sangrientos. Satán no se alegra ni se entristece con la guerra, porque su fin es que al final todos seamos libres, "libres de guerra y de paz, libres de Dios. (Libro 5 "La Alianza Infernal")".
___________
He cumplido pues, dije lo que debía decir. A aquel forista le agradezco su tiempo por haber entablado tan fructífera discusión sobre el tema por correo y por el mensajero. Sé que no fue en vano ni para mí, ni para él. Ví, con alegría, que la semilla de la libertad provocó ciertas mociones en su espíritu.
Hasta aquí termina mi mensaje al resto de los foristas.
Para él tengo el siguiente mensaje:
Amigo, sobre la última pregunta que me hiciste y de la cuál tardé en contestar, la respuesta es "no lo sé". Sabrás, por lo que platicamos, que ese "no lo sé" es más poderoso que la certidumbre en este caso. Sobre la sensación que experimentaste al leer el pasaje que te envié, te confieso que al principio también la experimenté. Sin embargo, la explicación que tu me das ante ello es muy ingenua.
Por otro lado, te agradezco tu tiempo. Claro que reconozco que seguirás por el camino que crees trazado para tu salvación. Mi intención no era que te unieras a la FP. Y sé porqué me preguntaste cómo se podía entrar a ella. Pero bien te dije que no estabas preparado, y que nunca lo estarías. Sigue tu camino, más ya no me invites a que yo lo siga.
Por último, te reitero que la comunicación entre nosotros puede seguir si así lo deseas. Aquellas lecturas que me enviaste son interesantes, y me causaron gracia al igual que a tí. Fue bueno que variaras el tema porque se tornaba en veces muy fastidioso. Sabes, pues, que te considero mi amigo a pesar de todo, y te agradezco profundamente que hayas sido sincero al decirme que tú no podías ser mi amigo porque seguía a tu Enemigo, pero que aceptabas esa relación entre nosotros a la que llamaste, curiosamente "semipatía". Vaya que eres inteligente, y reconozco tus potencialidades de escritor, además. Escribe ese cuento ya, lo espero con ansia. Ya sabes dónde localizarme. por mi parte es todo.
Sinceramente:
Bixtor.
Pues bien, como todos los que alguna vez debatieron conmigo, sabrán que dije ser ateo. Sin embargo, ésta era tan sólo una falsa máscara. La verdad es que yo sigo una doctrina, más no es una doctrina religiosa, pues al igual que el cristianismo, mi doctrina ha superado la "religión": bien, soy satanista.
Pero, ¿qué hace un satanista en un foro cristiano haciéndose pasar por un ateo? Pareciera algo absurdo, ¿no? Mas no fue así, yo tenía aquí una labor específica, y mi estancia en este foro ha rendido frutos. El señor Satanás está complacido con mi trabajo, y los ministros que me encomendaron tal misión también.
Ese forista que me indujo a confesarlo todo es algo ingenuo. Creyó que al confesarlo iba a encontrar a alguien aquí que me condujera al camino de Cristo, pero él no sabe que mi destino está sellado, y que mi deber es preparar la llegada en carne del Anticristo y emprender, junto a mi Fraternidad, la Guerra Deicida, la que acabará con Dios.
Estoy contento porque los tiempos se acercan. La Guerra contra Dios no será fácil, y el resultado es imprevisible. Aún cuando Dios ha hecho creer a los cristianos que vencerá, porque su poder es infinito, el vencedor de la lucha aún no está predeterminado. Dios también tiene puntos flojos, que si bien no son debilidades porque el él es todopoderoso, son más bien lo que nosotros llamamos "paradojas espejo". Pero bueno, no quiero perder el tiempo revelando aquí todo eso. Desde luego Dios sabe de nuestros planes, porque él es omnisapiente y omnipresente. Conocemos a nuestro Enemigo, aunque no lo comprendemos del todo, puesto que es infinito y nosotros finitos, pero Nuestro Liberador Satán no es de nuestra naturaleza, y está más cercano a Dios. Confiamos en que él nos lleve a la victoria.
Sé, de antemano, que no me creen. Sé también que piensan muchas cosas sobre mí, sobre si estoy engañándome yo solo, sobre que es imposible que Dios sea despojado de su trono, sobre que la Biblia dice esto o aquello. Todo eso lo sé y no es necesario que me lo repitan. No vine aquí a que me creyeran, mis fines son ajenos -al menos por el momento- a ustedes. Satán dice en su palabra poderosa lo siguiente: "siete plagas pesarán sobre ustedes cuando confiesen que me siguen: la indiferencia, la burla, la compasión, la persecusión, la furia, el falso amor y la negación. (Libro 12 "De Satán")." Sé que alguna de estas plagas serán sus reacciones ante mí. Según el orden de estas plagas será su peligro. Pero estamos listos.
Se preguntarán tambien de qué secta soy, de qué línea del satanismo soy. De ninguna. Sepan que jamás de los jamases han oído de nuestra doctrina en la televisión, la radio, el periódico, en libros, en reportajes ni en ninguna fuente documental. Jamás hemos salido completamente a la luz. Si alguien ha escuchado de nosotros, no sabe con certeza qué conoce y qué no, quiénes somos y quiénes no. Satanistas como los laveyanos, la Satan Church y otras de esas sectas no tienen nada que ver con nosotros, aunque algunas compartan algunos de nuestros objetivos. No somos una iglesia, ni una religión, ni una secta, somos una Fraternidad mundial que no conoce las barreras del separatismo. Tenemos un sólo fin, destronar a Dios y liberar al espíritu humano de su trozo de divinidad. No estamos en contra de la humanidad, ni en contra de los cristianos, ni de los ateos, ni de los que profesen tal o cual credo. Estamos simplemente contra Dios. Y nuestro lema no es "quién no está con nosotros está contra nosotros". Aunque algunos nos consideren sus enemigos, nosotros no consideramos a nadie como enemigo, más que a Dios.
El tiempo se acerca, y la guerra también. Será una guerra incomprendida, inusual, atípica. Será una guerra espiritual. Si la sangre corre, será la nuestra y no la de los seguidores de Cristo, porque no estamos contra ellos. Las guerras que emprende la humanidad contra sí misma no vienen de Satán: es el hombre quién tiene la responsabilidad de sus actos sangrientos. Satán no se alegra ni se entristece con la guerra, porque su fin es que al final todos seamos libres, "libres de guerra y de paz, libres de Dios. (Libro 5 "La Alianza Infernal")".
___________
He cumplido pues, dije lo que debía decir. A aquel forista le agradezco su tiempo por haber entablado tan fructífera discusión sobre el tema por correo y por el mensajero. Sé que no fue en vano ni para mí, ni para él. Ví, con alegría, que la semilla de la libertad provocó ciertas mociones en su espíritu.
Hasta aquí termina mi mensaje al resto de los foristas.
Para él tengo el siguiente mensaje:
Amigo, sobre la última pregunta que me hiciste y de la cuál tardé en contestar, la respuesta es "no lo sé". Sabrás, por lo que platicamos, que ese "no lo sé" es más poderoso que la certidumbre en este caso. Sobre la sensación que experimentaste al leer el pasaje que te envié, te confieso que al principio también la experimenté. Sin embargo, la explicación que tu me das ante ello es muy ingenua.
Por otro lado, te agradezco tu tiempo. Claro que reconozco que seguirás por el camino que crees trazado para tu salvación. Mi intención no era que te unieras a la FP. Y sé porqué me preguntaste cómo se podía entrar a ella. Pero bien te dije que no estabas preparado, y que nunca lo estarías. Sigue tu camino, más ya no me invites a que yo lo siga.
Por último, te reitero que la comunicación entre nosotros puede seguir si así lo deseas. Aquellas lecturas que me enviaste son interesantes, y me causaron gracia al igual que a tí. Fue bueno que variaras el tema porque se tornaba en veces muy fastidioso. Sabes, pues, que te considero mi amigo a pesar de todo, y te agradezco profundamente que hayas sido sincero al decirme que tú no podías ser mi amigo porque seguía a tu Enemigo, pero que aceptabas esa relación entre nosotros a la que llamaste, curiosamente "semipatía". Vaya que eres inteligente, y reconozco tus potencialidades de escritor, además. Escribe ese cuento ya, lo espero con ansia. Ya sabes dónde localizarme. por mi parte es todo.
Sinceramente:
Bixtor.