Madre Teresa de Calcuta:
"Soy de ciudadanía india, soy monja católica.Por profesión pertenezco al mundo entero. Por corazón pertenezco por completo al corazón de Jesús¨.
"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo.
Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."
"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo . San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler."
"Yo sigo a Cristo
Jesús es mi Dios
Jesús es mi Esposo
Jesús es mi Vida
Jesús es mi único Amor
Jesús es mi Todo en Todo
Jesús lo es todo para mí"
"A medida que fui viendo lo que Dios hacía a través de mi trabajo, porque nosotras somos religiosas, nuestro trabajo es una materialización de nuestra fe, de una actitud religiosa frente a la vida. La vocación en nosotros no es el servicio que prestamos a los leprosos o a los moribundos, sino que nuestra vocación está en pertenecer a Jesús. Y como somos de El, nuestro trabajo es el medio para expresar el amor que nos inflama. De modo que no es un fin, sino un medio, porque vemos a Cristo en cada persona que tocamos, cada persona a la que brindamos ayuda tiene Su rostro. Así de sencillo. Porque si pertenecemos a Cristo, El debe poder hacer uso nuestro, es un complemento mutuo."
"no temo decir que he vivido enamorada de Jesús, porque El es todo para mí"
"La grandeza de María proviene justamente de su humildad. Y era humilde porque pertenecía a Dios por completo, estaba en disponibilidad para lo que Él quisiera pedirle.
Ella, que estaba colmada de gracias, siguió siendo la esclava del Señor. Se mantuvo con firmeza junto a la cruz de su Hijo, y ni siquiera viéndolo morir dejó de confiar en Dios. Pidámosle a la Virgen que nos ayude con su intercesión a ser como ella, a realizar con humildad y sin vanagloria el trabajo que se nos ha asignado, y que llevemos a los demás a Jesús con el mismo espíritu con que ella lo llevó en su seno."
"El que tiene a Dios en su corazón, desborda de alegría. La tristeza, el abatimiento, conducen a la pereza, al desgano.
Nuestra alegría es el mejor modo de predicar el cristianismo. Al ver la felicidad en nuestros ojos, tomarán conciencia de su condición de hijos de Dios. Pero para eso debemos estar convencidos de eso."
"La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin Él, no podemos nada.
Orar a Cristo es amarlo y amarlo significa cumplir sus palabras. La oración significa para mí la posibilidad de unirme a Cristo las 24 horas del día para vivir con Él, en Él y para Él. Si oramos, creemos. Si creemos, amaremos. Si amamos, serviremos.
Es imposible comprometerse en un apostolado directo, si no es desde una auténtica oración. Debemos tratar de ser uno con el Padre. Nuestra actividad no será verdaderamente apostólica si no le permitimos obrar en nosotros, a través de nosotros, gracias a su poder, a sus planes y a su amor. "
"El silencio es lo más importante para orar. Las almas de oración son almas de profundo silencio. Y lo necesitamos para poder ponernos verdaderamente en presencia de Dios y escuchar lo que nos quiere decir.
Este silencio debe ser tanto exterior como interior, dejando de lado nuestras preocupaciones. Debemos acostumbrarnos al silencio del corazón, de los ojos y de la lengua.
El silencio de la lengua nos ayuda a hablarle a Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y el silencio del corazón, como el de la Virgen, a conservar todo en nuestro corazón.
Dios es amigo del silencio, que nos da una visión nueva de las cosas. No es esencial lo que nosotros decimos, sino lo que Dios nos dice y dice a través de nosotros."
"Lo único que Jesús nos pide en todo momento es que nos entreguemos absolutamente a Él, que confiemos en Él plenamente, renunciando a nuestros deseos para cumplir con el camino que nos va trazando.
No es necesario que veamos claro si vamos progresando o no en el camino de la santidad. Lo importante es ir caminando en el Señor."
"El camino a la santidad comienza dejándonos vaciar y transformar por el mismo Jesús, para que Él llene nuestro corazón y podamos luego dar de nuestra abundancia.
Buscándolo, porque su conocimiento nos hará fuertes.
Amándolo sin mirar atrás, sin temores, creyendo que sólo Jesús es la vida.
Sirviéndolo, rechazando y olvidando todo lo que nos atormenta, porque es Él quien nos ayudará en el camino elegido. No estamos solos. Confiemos en Él."
"El abandono total en Dios consiste en darse a Dios en forma plena, porque Él se dio a nosotros primero. Y debemos entregarnos de manera absoluta si queremos responder a la magnitud de su entrega hacia nosotros. Sólo si renuncio a mí misma puedo llevar a Dios a vivir en mí.
Cuando renuncio ofrezco mi libre voluntad, mi razón, mi propia vida. Y todo por amor, ya que cuanto más renunciamos a nosotros mismos, más podemos amar a Dios y a los hombres."
---------
Padre Santo, gracias por la vida y el testimonio de esa mujer tan preciosa. Gracias por haber obrado maravillas en ella y a través de ella.
Sabemos Señor que en el cielo los pobres de la India y de todo el mundo tienen ahora un ángel intercediendo por ellos y sus necesidades. Un ángel diminuto, lleno de las arrugas que el amor por Cristo fue labrando en su rostro y sus manos.
Que su vida sea siempre ejemplo de santidad para todos los verdaderos cristianos y hombres de buena voluntad.
En Cristo y su Bendita Iglesia, a la que perteneció y pertenece esa gran mujer de Dios
Luis F