Re: LA LEY Y LA GRACIA
Eduardo ese es el punto.
Distintos regímenes o marcos.
En Argentina se disculpó legalmente a muchos militares de bajo rango bajo la premisa de la obediencia debida.
Mientras que el desobediente es dueño de sus obras, el obediente no es dueño de las suyas.
Y esto es lo que no se termina de entender en este tema de la fe y de las obras.
Te saludo.
Se manso y enseña con alegría y gozó y no como por obligación.
Somos la luz de este mundo.
No alcanzas a entender nadita salmo.
Las obras son las mismas (el bien). La nueva creación fue hecha para buenas obras.
La ley (torah) fue presentada como el bien y el mal.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal. Deuteronomio 30:15.
El bien y el mal no ha dejado de tener vigencia:
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:18.
Solo que ellos (los Israelitas) se comprometieron hacer el bien con sus propias fuerzas, ese fue el pacto.
El nuevo pacto consiste en hacer las mismas buenas obras de otra manera.
El mandamiento antiguo fue:
Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios,
(como Él nos ha mandado). Deuteronomio 6:25.
Un pacto en donde se tendría justicia por hacer el bien con tus propias fuerzas, es decir amaras a Dios y a tu prójimo como a ti mismo basado en tus propias fuerzas, para ser justificado por las obras de la ley.
En ese pacto fue excluida la fe:
Y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Gálatas 3:12.
El nuevo mandamiento es:
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. Juan 13:34.
Es una nueva manera de vivir (nueva norma de vida), nueva ley, o nueva torah.
Esto está muy lejos de ser el mismo mandamiento y por lo tanto muy lejos de guardar la ley (hacer el bien) tal y como se pactó.
¿Cómo nos amó El?
Con el amor que provenía del Espíritu, con el fruto del Espíritu (amor).
La nueva creación fue creada para buenas obras (hacer el bien), y por el contrario se incluye la fe, la nueva creación obra en el fruto del Espíritu que incluye la fe.
La nueva creación hace el bien una vez que es salvo por gracia por medio de la fe.
Por eso no se entiende, porque en la gracia (Cristo) tampoco se mata, no se roba, no se comete adulterio, etc, etc… y eso no es guardar la ley (el pacto antiguo), simplemente es una nueva manera de vivir haciendo el bien, con la guía del Espíritu, ya no en el señorío de la ley sino en el señorío de Cristo, no sirviendo en el régimen de la letra, sino sirviendo en el nuevo régimen del Espíritu, no viviendo para ti mismo, sino viviendo para Dios.
Es una nueva norma de vida, nueva ley, con Cristo habitando en el corazón.
Si la nueva criatura comete una infracción (no hace el bien) no peca según la ley:
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Juan 3:9.
No puede pecar según el pacto antiguo, porque la simiente de Dios permanece en él, y al permanecer la simiente de Dios en él, se encuentra en un nuevo pacto, vive una norma de vida diferente al pacto antiguo, vive según la guía del Espíritu.
Pero si se peca según el nuevo régimen del Espíritu:
1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. 1Juan 1:8-10.
Cuando no actuamos según el fruto del Espíritu, pecamos en el nuevo régimen del Espíritu, y no tenemos que llevar una animalito al sacerdote del orden de la descendencia para que haga remisión de pecado, sino que tenemos que presentarnos ante el trono de la gracia a confesar el pecado y pedir perdón en el nombre de Cristo, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados.