La justicia de Dios se manifiesta en la cruz
Hebreos 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la iniquidad...
1 Pedro 1:18 sabiendo que fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, (19) sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin defecto y sin mancha,
La cruz es donde la justicia de Dios se manifiesta. La cruz nos muestra cuánto odia Dios el pecado. Él está determinado a juzgar el pecado. Él estaba tan dispuesto a pagar el precio que hasta dejó que Su Hijo fuese clavado en la cruz. Dios no estaba dispuesto a renunciar a Su justicia. Si Dios estuviese dispuesto a renunciar a Su justicia, la cruz no habría sido necesaria. Por cuanto Dios no estaba dispuesto a renunciar a Su justicia, Él prefirió dejar que Su Hijo muriera antes que renunciar a Su justicia.
La cruz también es el lugar donde el amor de Dios se manifiesta. La carga de nuestros pecados debería estar sobre nosotros. Si no la llevamos, es injusto. Pero llevar tal carga es demasiado para nosotros. Por esta razón, Él vino y la llevó en nuestro lugar. Dios muestra Su amor al estar dispuesto a llevar nuestra carga. Dios muestra Su justicia al llevar nuestra carga. Si Dios nos deja recibir el castigo sería justo y sin amor. Si Él no nos deja llevar el castigo nos amaría sin ser justo. Por cuanto Él quita el castigo y lo lleva por nosotros, muestra tanto justicia como amor. ¡Aleluya!
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento Las "Palabras del ministerio" provienen de mensajes de Watchman Nee. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
¡Oh Jesús es el Señor!
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SEMANA 12 — DÍA 6
Alimento matutino
Ap. 21:2 Y vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su marido.
11 Teniendo la gloria de Dios.Y su resplandor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
18-19 …Pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio claro; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa…
21 Las doce puertas eran doce perlas…
En estos mensajes sobre 2 Samuel 7, hemos subrayado que Dios en Cristo se forja en el hombre, es edificado en su ser.Dios no es edificado en Sí mismo, sino en el hombre, y no sólo en el hombre, sino que al forjarse en el hombre Él llega a ser parte del ser intrínseco del hombre. Así pues, esta edificación consiste en que Dios en Cristo se forja a Sí mismo como elemento constitutivo enel hombre. Dios en Cristo se forja en el hombre y llega a ser su elemento constitutivo. De esta manera nosotros los humanos estamos constituidos por el elemento de Dios, es decir, el elemento divino se forja en el humano, es edificado dentro del elemento humano, y los dos se mezclan entre sí. No sólo el elemento divino se forja en nosotros, sino que el elemento humano se forja en Dios. A medida que el elemento divino se forja en nuestra humanidad, llegamos a ser Dios en vida y naturaleza, mas no en la Deidad; y a medida que el elemento humano se forja en Dios, Él llega a ser hombre. Esta es la edificación que revela el Nuevo Testamento. (Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, pág. 207)
Lectura para hoy
Esta revelación debe ser el principio que gobierne nuestro entendimiento acerca de Dios y de Su edificio. Cuando hablamos de la edificación de la iglesia o de la edificación del Cuerpo, debemos ver que dicha edificación es el forjamiento del elemento divino en el elemento humano y viceversa. Por tanto, el edificio de Dios es una entidad constituida como tal al forjarse el elemento divino en el humano y viceversa. En esto consiste la edificación de la iglesia, la edificación del Cuerpo de Cristo. Mientras laboramos para Dios hoy en día, debemos participar en esta edificación. Esto significa que nuestra obra debe consistir en que Dios se forje en el hombre y viceversa. Si lo que hacemos no tiene este fin, entonces, a los ojos de Dios, nuestra labor será semejante a la madera, al heno y a la hojarasca (1 Co. 3:12). Pero si nuestro trabajo lleva a cabo dicho objetivo, será una obra de oro, plata y piedras preciosas, cuya consumación será la Nueva Jerusalén, la cual se edifica con oro, plata y piedras preciosas (Ap. 21:2, 11, 18-21).
La revelación divina contenida en la Biblia concluye con un edificio: la Nueva Jerusalén. ste edificio es la compenetración y mezcla de lo divino con lo humano…Apocalipsis 21:3 dice que la Nueva Jerusalén es “el tabernáculo de Dios”, mientras que el versículo 22 dice:“…El Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero, es el templo de ella”. La Nueva Jerusalén es el tabernáculo donde Dios mora; y Dios y el Cordero son el templo donde moran los redimidos. Esto indica que la Nueva Jerusalén será una morada mutua donde habitarán Dios y el hombre. Además, este edificio es una entidad compuesta de seres humanos. Las puertas son perlas, sobre las cuales están inscritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel (v. 12), y sobre los doce cimientos están inscritos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero (v. 14). Esto indica claramente que la Nueva Jerusalén es una entidad compuesta del Dios Triuno —quien es la esencia, el centro y la universalidad— y del pueblo que Él redimió. La Nueva Jerusalén es una entidad compuesta de lo divino y lo humano compenetrado y mezclado en una sola entidad. Todos los componentes comparten la misma vida, naturaleza y constitución, y por ende, son una sola persona corporativa. Esto denota que Dios se hace hombre y que el hombre llega a ser Dios en vida y naturaleza, mas no en la Deidad. Dios y el hombre, el hombre y Dios, son conjuntamente edificados al compenetrarse y mezclarse entre sí. Ésta es la realización, la consumación, del edificio de Dios. Todos debemos ver esta visión. (Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, págs. 207-208, 200-201)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, mensajes 30-31
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
Hebreos 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la iniquidad...
1 Pedro 1:18 sabiendo que fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, (19) sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin defecto y sin mancha,
La cruz es donde la justicia de Dios se manifiesta. La cruz nos muestra cuánto odia Dios el pecado. Él está determinado a juzgar el pecado. Él estaba tan dispuesto a pagar el precio que hasta dejó que Su Hijo fuese clavado en la cruz. Dios no estaba dispuesto a renunciar a Su justicia. Si Dios estuviese dispuesto a renunciar a Su justicia, la cruz no habría sido necesaria. Por cuanto Dios no estaba dispuesto a renunciar a Su justicia, Él prefirió dejar que Su Hijo muriera antes que renunciar a Su justicia.
La cruz también es el lugar donde el amor de Dios se manifiesta. La carga de nuestros pecados debería estar sobre nosotros. Si no la llevamos, es injusto. Pero llevar tal carga es demasiado para nosotros. Por esta razón, Él vino y la llevó en nuestro lugar. Dios muestra Su amor al estar dispuesto a llevar nuestra carga. Dios muestra Su justicia al llevar nuestra carga. Si Dios nos deja recibir el castigo sería justo y sin amor. Si Él no nos deja llevar el castigo nos amaría sin ser justo. Por cuanto Él quita el castigo y lo lleva por nosotros, muestra tanto justicia como amor. ¡Aleluya!
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento Las "Palabras del ministerio" provienen de mensajes de Watchman Nee. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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Alimento matutino
Ap. 21:2 Y vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su marido.
11 Teniendo la gloria de Dios.Y su resplandor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
18-19 …Pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio claro; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa…
21 Las doce puertas eran doce perlas…
En estos mensajes sobre 2 Samuel 7, hemos subrayado que Dios en Cristo se forja en el hombre, es edificado en su ser.Dios no es edificado en Sí mismo, sino en el hombre, y no sólo en el hombre, sino que al forjarse en el hombre Él llega a ser parte del ser intrínseco del hombre. Así pues, esta edificación consiste en que Dios en Cristo se forja a Sí mismo como elemento constitutivo enel hombre. Dios en Cristo se forja en el hombre y llega a ser su elemento constitutivo. De esta manera nosotros los humanos estamos constituidos por el elemento de Dios, es decir, el elemento divino se forja en el humano, es edificado dentro del elemento humano, y los dos se mezclan entre sí. No sólo el elemento divino se forja en nosotros, sino que el elemento humano se forja en Dios. A medida que el elemento divino se forja en nuestra humanidad, llegamos a ser Dios en vida y naturaleza, mas no en la Deidad; y a medida que el elemento humano se forja en Dios, Él llega a ser hombre. Esta es la edificación que revela el Nuevo Testamento. (Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, pág. 207)
Lectura para hoy
Esta revelación debe ser el principio que gobierne nuestro entendimiento acerca de Dios y de Su edificio. Cuando hablamos de la edificación de la iglesia o de la edificación del Cuerpo, debemos ver que dicha edificación es el forjamiento del elemento divino en el elemento humano y viceversa. Por tanto, el edificio de Dios es una entidad constituida como tal al forjarse el elemento divino en el humano y viceversa. En esto consiste la edificación de la iglesia, la edificación del Cuerpo de Cristo. Mientras laboramos para Dios hoy en día, debemos participar en esta edificación. Esto significa que nuestra obra debe consistir en que Dios se forje en el hombre y viceversa. Si lo que hacemos no tiene este fin, entonces, a los ojos de Dios, nuestra labor será semejante a la madera, al heno y a la hojarasca (1 Co. 3:12). Pero si nuestro trabajo lleva a cabo dicho objetivo, será una obra de oro, plata y piedras preciosas, cuya consumación será la Nueva Jerusalén, la cual se edifica con oro, plata y piedras preciosas (Ap. 21:2, 11, 18-21).
La revelación divina contenida en la Biblia concluye con un edificio: la Nueva Jerusalén. ste edificio es la compenetración y mezcla de lo divino con lo humano…Apocalipsis 21:3 dice que la Nueva Jerusalén es “el tabernáculo de Dios”, mientras que el versículo 22 dice:“…El Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero, es el templo de ella”. La Nueva Jerusalén es el tabernáculo donde Dios mora; y Dios y el Cordero son el templo donde moran los redimidos. Esto indica que la Nueva Jerusalén será una morada mutua donde habitarán Dios y el hombre. Además, este edificio es una entidad compuesta de seres humanos. Las puertas son perlas, sobre las cuales están inscritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel (v. 12), y sobre los doce cimientos están inscritos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero (v. 14). Esto indica claramente que la Nueva Jerusalén es una entidad compuesta del Dios Triuno —quien es la esencia, el centro y la universalidad— y del pueblo que Él redimió. La Nueva Jerusalén es una entidad compuesta de lo divino y lo humano compenetrado y mezclado en una sola entidad. Todos los componentes comparten la misma vida, naturaleza y constitución, y por ende, son una sola persona corporativa. Esto denota que Dios se hace hombre y que el hombre llega a ser Dios en vida y naturaleza, mas no en la Deidad. Dios y el hombre, el hombre y Dios, son conjuntamente edificados al compenetrarse y mezclarse entre sí. Ésta es la realización, la consumación, del edificio de Dios. Todos debemos ver esta visión. (Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, págs. 207-208, 200-201)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, mensajes 30-31
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