OSO: Estimado Kephas
Que historia tan sui generis, debemos estar hablando de dos paises distintos llamados México
La masonería no estaba a favor de protestantes por cierto, tampoco desde luego de católicos ni nada que oliera a cristianismo, para tu información. El motivo nop fue el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, faltaba mas. El motivo fue una guerra de poderes, una guerra político religiosa básicamente con una ganancia secundaria para cada bando el uno se hizo del poder secular y en la enseñanza laica mas ateísta que otra cosa y el bando católico romano llevando a los altares a quienes pelearon no por el evangelio necesariamente sino por defender su religión y lo que ellos consideraban el derecho de su religión y por cierto que los “derechos” de esa religión se creían bastos e interminable y lo eran, así es que no es exactamente lo mismo defender la fe cristiana a defender los intereses católico romanos, asunto muy distinto.
Por cierto en esta tu historia narras el siguiente párrafo que cito textualmente:
“nuestro padre libertador fue el cura Miguel Hidalgo y Costilla”
Bueno al calce de tu este raro nacionalismo religioso que parece inflamarte, deberé recordarte que al menos a los cristianos nuestro Padre libertador es otro. Y quiero que sepas, pues es necesario que lo sepas que si eres simpatizante como veo que lo eres del cura Hidalgo estas excomulgado.
Preemíteme explicártelo:
El cura Hidalgo era un sacerdote católico romano no muy bien portado como dirían, las largas tertulias que el hacia y su unión no sacra con la que fuera su ayudante hacían que de el se dijera que estar en su casa era como la pequeña Francia no precisamente por lo casto y recatado de su vida, aunque ciertamente como mexicanos debemos reconocer que ayudó a mucha gente especialmente a los indígenas a quienes enseño diversos oficios. Pero el problema no es ese, el problema es que el Papa en turno lo maldijo, lo anatemizó y lo excomulgó a él, a quien pensara como él y lamentablemente en ese tenor de odio muy a la romana, fue promulgado un decreto de excomunión a quien simplemente simpatizara con él (como tu o yo precisamente), ayer, hoy o mañana y no ha sido revocado por la IC hasta la fecha, pro tanto esta vigente.
Que conste yo no creo en esas cosas, pero tu deberías medir mas tu alegría o tu apoyo al celebre cura Hidalgo so pena de estar –sin saberlo- excomulgado. Supongo que no lo sabias, pero ahora lo sabes y si quieres ver el decreto de excomunión pontificia, este decreto esta (espero y no lo hayan quitado) en la propia casa del cura Hidalgo en la ciudad de Dolores, Gto, cuna del grito de la independencia de México.
Otro dato curioso es que si bien el entonces aquel multicitado detractor de los intereses del clero romano, cura Hidalgo,.era y digo era con todo el sentido que puede darse a lo que un día fue y ya no es, decía yo que era católico romano, pues, murió como no católico romano ¿y la razón de tal desenlace? No fue otra sino que el clero romano -para variar- apoyaba como ahora al estableshiment mexicano pues es parte de él y había entonces un conflicto de intereses, esa fue la razón y no otra. Así es que tratar de enarbolar a este prócer mexicano como “católico romano” creo que es un soberano desbarajuste ideológico.
Kephas: Los heroes son de barro me dijo una vez mi maestro de teoria general del estado, y por ahi escuche, Los grandes hombres, tienen grandes defectos. Antes que nada un poco de historia mi buen amigo.
El 2 de diciembre de 1804 Napoleón fue ungido emperador y otra vez Inglaterra encabezó una coalición para combatirlo. España, aunque quiso mantenerse neutral, fue atacada y el 12 de diciembre de 1804 Carlos IV declaró la guerra a los ingleses y concertó una alianza marítima con Francia (enero de 1805) sin embargo el 19 de marzo de 1808Carlos IV abdicó en favor de su hijo el príncipe de Asturias, que asumió el nombre de Fernando VII. Napoleón, sin embargo, temeroso de que el nuevo monarca no le fuera dócil, le negó el reconocimiento y lo indujo a conversar con él en Bayona. El 10 de abril emprendió el viaje Fernando VII; el 2 de mayo se sublevaron los madrileños y fueron violentamente reprimidos por las fuerzas invasoras de Joaquín Murat; el día 6 siguiente, ya en territorio de Francia, Fernando restituyó la corona a su padre, quien ya la había cedido de antemano a Napoleón; y el 4 de junio, éste proclamó rey de España a su hermano José Bonaparte. La noticia de las renuncias de Fernando VII y Carlos IV al trono de España se recibió en la ciudad de México el 14 de julio de 1808. El grave problema de la vinculación de la Colonia con su metrópoli —había desaparecido la autoridad legítima— fue planteado el día 15 por el virrey José de Iturrigaray al Real Acuerdo.
el Ayuntamiento de la ciudad de México, "en representación de todo el reino", entregó al virrey un memorial con los siguientes puntos: que las reales renuncias eran nulas porque fueron "arrancadas por la violencia"; que la soberanía radicaba en todo el reino y en particular en los cuerpos que llevaban la voz pública, "quienes la conservarían para devolverla al legítimo sucesor, cuando se hallase (España) libre de fuerzas extranjeras"; y que, en consecuencia, debía el virrey continuar provisionalmente en el gobierno. Los oidores objetaron la representación que se arrogaron los regidores (21 de julio), pero éstos, aparte de sostener su razón (3 de agosto), propusieron que se reuniera una junta de las principales autoridades de la ciudad —virrey, oidores, arzobispos, canónigos, prelados de religiosos, inquisidores, jefes de oficina, títulos, vecinos principales y gobernadores de las parcialidades de indios— para examinar el asunto, lo cual ocurrió el día 9.El licenciado Francisco Primo de Verdad y Ramos, síndico del Ayuntamiento, planteó la necesidad de formar un gobierno provisional y propuso el desconocimiento de las juntas peninsulares, cuya creación se había conocido en México desde el 29 de julio. Los oidores y fiscales se opusieron con vehemencia y opinaron lo contrario, y el inquisidor Prado y Ovejero declaró "proscrita y anatemizada por la Iglesia" la afirmación de que la soberanía había vuelto al pueblo. Convinieron, en cambio, en que Iturrigaray continuara como lugarteniente de Fernando VII, a quien todos juraron fidelidad el 15 de agosto. Para entonces eran ya ostensibles los dos partidos antagónicos: los españoles sospechaban que el Ayuntamiento aspiraba a la independencia, y los criollos suponían que la Audiencia deseaba mantener la subordinación a España, aun sometida al emperador Galo.
El 12 de agosto Iturrigaray dispuso que no se obedeciera a ninguna junta peninsular, a menos que fuera creada por Fernando VII, con lo cual, estando el monarca prisionero, se desligaba de toda autoridad en España. El 31 siguiente el alcalde de corte Jacobo de Villaurrutia pidió al virrey que convocase a un congreso, lo cual hizo éste al siguiente día, instando a todos los ayuntamientos del país a que nombrasen sus representantes, y mandando a la capital al regimiento de Infantería de Celaya y al de Dragones de Aguascalientes, cuyos comandantes le eran adictos. Estos hechos persuadieron a los españoles de las intenciones independentistas del virrey y decidieron deponerlo. La noche del 15 de septiembre, 300 hombres, encabezados por el rico comerciante Gabriel de Yermo y con la complicidad de la guardia de palacio, entraron a éste e hicieron prisionero a Iturrigaray, a quien enviaron a la Inquisición con sus dos hijos mayores. Mientras tanto, los oidores, el arzobispo y otros notables, reunidos en la sala de acuerdos, declararon al virrey separado de su cargo y nombraron para sustituirlo al mariscal de campo Pedro Garibay.
Fueron también detenidos el licenciado Verdad, Juan Francisco Azcárate y Lezama, José Antonio Cristo y Fr. Melchor de Talamantes. Este último y Verdad murieron en prisión. A Fr. Melchor de Talamantes se atribuye haber sido el director intelectual del movimiento. A juzgar por los papeles que se le encontraron, pensaba que no debían elegirse diputados, pues los ayuntamientos eran los representantes del pueblo; y que los delegados de éstos, constituidos en Congreso Nacional Americano, debían ejercer todos los derechos de la soberanía, "reduciendo sus operaciones a los puntos siguientes: 1. Nombrar al virrey capitán general del reino y confirmar en sus empleos a todos los demás. 2. Proveer todas las vacantes civiles y eclesiásticas. 3. Trasladar a la capital los caudales del erario. 4. Convocar un concilio provisional para acordar los medios de suplir lo que está reservado a su Santidad. 5. Suspender al tribunal de la Inquisición la autoridad civil, dejándole sólo la espiritual, y ésta sujeta al metropolitano. 6. Erigir un tribunal de revisión de la correspondencia de Europa. 7. Conocer y determinar los recursos que las leyes reservaban a S.M. 8. Extinguir todos los mayorazgos y vínculos, capellanías y cualesquiera otras pensiones pertenecientes a individuos existentes en Europa, incluso el estado y marquesado del Valle. 9. Declarar terminados todos los créditos activos y pasivos de la metrópoli. 10.Extinguir la Consolidación, arbitrar medios, indemnizar a los perjudicados y restituir las cosas a su estado primitivo. 11. Extinguir todos los subsidios y contribuciones eclesiásticas, excepto las de media anata y de dos novenos. 12. Arreglar los ramos de comercio, minería, agricultura e industria, quitándoles las trabas. 13. Nombrar embajador que pase a los Estados Unidos a tratar de alianza y pedir auxilios".
El 19 de julio de 1809 el arzobispo de México, Francisco Javier de Lizana y Beaumont, sustituyó a Garibay en el virreinato por instrucciones de la Junta Suprema de Sevilla. En septiembre de ese año empezó en Valladolid (actual Morelia) una conjura para crear una junta que gobernase en nombre del monarca prisionero, si España sucumbía, como todos pensaban, al poder de Napoleón. Estaban comprometidos los militares José María García de Obeso, José Mariano Michelena, Mariano Quevedo, Ruperto Mier y Manuel Muñiz, procedentes del disuelto acantonamiento; los licenciados José Nicolás Michelena y Soto Saldaña; el cura Manuel Ruiz de Chávez, de Huango; el franciscano Vicente de Santa María y Luis Correa. Fueron aprehendidos el 21 de diciembre, el arzobispo-virrey fue muy benévolo con los detenidos, pues siguiendo el clima general de la opinión se inclinaba hacia el partido de los criollos. Persiguió, en cambio, a los más exaltados españoles: entre otros, a Marcos Barazaluce, que pretendió viajar a España para pedir su cambio; y al oidor Aguirre y a Juan López Cancelada, editor de La Gaceta, que lo censuraban. En Querétaro, mientras tanto, se formalizaba cada vez más la conspiración cuya denuncia iba a precipitar el comienzo de la revolución mexicana de Independencia, pues la alternativa de crear una junta, como en el resto de América, se había cancelado en 1808. Aparentando ser una academia literaria y bajo la protección del corregidor Miguel Domínguez, se reunían en la casa del presbítero José María Sánchez los licenciados Parra, Laso y Altamirano, los militares Arias, Lanzagorta, Allende y Aldama —estos dos últimos iban secretamente desde San Miguel— y los hermanos Emeterio y Epigmenio González. El cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, estaba vinculado con Domínguez desde hacía tiempo y con Allende a partir de 1808. En febrero de 1810 viajó con éste a Querétaro para conocer el plan revolucionario del doctor Manuel Iturriaga, que consistía en formar, en las principales ciudades, juntas que propagasen la inconformidad con los españoles y rechazaran la idea de que la Nueva España quedara sometida a los franceses, en declararse simultáneamente por la independencia, en expulsar a los peninsulares y en ejercer el gobierno mediante una asamblea formada por representantes de las provincias. En los meses siguientes, aparte la de Querétaro, se integraron las juntas de San Miguel, Celaya, Guanajuato, San Felipe, San Luis Potosí y la ciudad de México; se convino nombrar jefe del movimiento al cura Hidalgo y se señaló el 1° de diciembre y luego el 2 de octubre como fecha de la sublevación. Sin embargo, las denuncias de Arias, en Querétaro (10 de septiembre), y de Juan Garrido, en Guanajuato (día 13), precipitaron los acontecimientos y la madrugada del 16 de septiembre Hidalgo dio el grito de Independencia. Sus primeros pronunciamientos, según Pedro García, fueron contra la subordinación política y económica: "Mis amigos y compatriotas —dijo en su arenga—: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos; esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos".
La razón por la cual se le "excomulgo" fue porque los realistas necesitaban matarlo, por eso Hidalgo fue fusilado, sin embargo yo dudo de la razón real de esa bula excomulgatoria, Pio VI estaba encerrado por ordenes de Napoleon en Fontainebleau, tomando en cuenta que don Miguel Hidalgo murio en 1811, y Pio VI en 1799 y su sucesor Pio VII poco o nada sabia de los sucedido en México y en America principalmente debido a que el emperador frances lo tenia practicamente entre la espada y la pared, otra cosa es que Napoleon cayo en 1814 y España no fue liberada sino hasta 1813, en ese lapso Fernando VII poco sabia de la situacion de sus colonias asi que el rey español talvez no pidio excomunion para Hidalgo, algo mas a notar fue que Morelos continuador no fue excomulgado sino hasta su apresamiento por el motivo de romper el celibato, Hidalgo mas que por hereje, lo excomulgaron los realistas (posiblemente presionando al clero mexicano) para matarlo, era muy peligroso como figura religiosa y politica.
OSO: Tu juzgas de ingratos a los protestantes y mal juzgas. Este país le debe a los protestantes bastante mas de lo que tu crees. Añado que esta gratitud a la “libertad religiosa” a la que haces referencia es un cuento bien comido y sabes bien que no hay tal “libertad religiosa” gracias a la intervención de la lapidaria curia romana sino precisamente a la reforma protestante del presidente Lic. Benito Juárez García a quién a Dios gracias le debemos gran parte de la no intromisión de los intereses del clero romano con la vida secular mexicana. La separación clero estado se dio infundida por un fresco aire reformado de donde nacieron precisamente las conocidas “leyes de reforma”
Kephas: ¿Que les debemos? ¿Confusion en catolicos? ¿Herejias antibiblicas? Juarez a quien debo llamar cerdo mason, no fue sino un licenciadito que fue representande del verdadero lider de los reformistas liberales, Valentin Gomez Farias, la separacion Iglesia-Estado ya se venia venir desde la epoca de la Contra-Reforma catolica, las leyes de reforma te lo dire, solo fue un aglutinamiento de las leyes expedidas en México desde la constitucion de Apatzingan hasta ese momento solo añadiendoles la separacion clero-estado, solo por eso fue aplaudido, a diferencia de don Venustiano Carranza que mis respetos (y eso que soy antiliberal) hizo una excelente Constitucion en 1917 la cual aun rige la nacion. Sin embargo que tenemos hoy en dia, el secularismo crece dia con dia, el relativismo tambien, la cultura mexicana es practicamente catolica, su hoy perdida de valores se debe al falso cristianismo y relativismo de orientacion marxista que crece dia a dia y merma a la sociedad mexicana, sus constumbre y tradiciones, la cultura pop, consumista y vacia del Imperio de USA viene exportada por las sectas protestantes que merman a nuestro pueblo y su orientacion cristiana catolica.
OSO: Dices que tu tio abuelo murió en la guerra cristera....Mira, mira..desventurados revolucionarios mataron a gran parte de mi familia vía paterna, los colgaron en postes y los sobrevivientes huyeron para USA ese fenómeno siempre se ha dado, no te tires al suelo por ello. Ni mis parientes fueron como los tuyos tampoco unos “santos mártires” sino las víctimas de guerra de una lucha de poderes mas terrenos que espirituales, mas de poder político religioso que por predicar la Verdad del evangelio ¿ok?
Kephas: La guerra es la guerra, y como tal se cometen excesos, mi abuelo quien fue cristero reconocio excesos en una guerra con resultados ambiguos, lo cierto es que nos abandonaron, pelear en lugar de esconderse es mi lema, no culpo a tu familia por huir el miedo no lleva a hacernos cobardes, sin embargo nada hubiera pasado si el gobierno no hubiera decidido a perseguir a los catolicos, desde Juarez hasta Calles la Iglesia se mantuvo pasiva y si bien decia y gritaba, no se movia, si alguien es culpable de la guerra es Calles y sus "comunistas" cuyas matanzas originaron mas odio y desconfianza y sirvio para que los "revolucionarios" que no obtuvieron nada con la Revolucion de 1910 tuviesen el pretexto para hacer sus desmanes.
OSO: Dices que “...maria bien lo dijo"....¿qué dijo esa maria de la que tu hablas? Porque la bienaventurada virgen María, la virgen judía sierva de mi Señor no dijo sino muy pocas palabras y que nos son precisamnte las que tu dices; por favor no te creas "otro evangelio" con cosas que no son.
Kephas: Yo nunca he dicho que creo en otro evangelio.
OSO: Respecto a los show son eso solo show y eso no es el escándalo, sino el contenido parabíblico de ese show.
Kephas: Eres protestante, ¿que sabes tu de el dogma catolico? Tu solo conoces las herejias antibiblicas que se te enseña por parte de un hombre que no tiene ninguna autoridad de Dios para interpretar la biblia, no tiene ningun contacto con la sucesion apostolica que Cristo establecio en la Iglesia Catolica Apostolica y Romana.
OSO: Respecto a las "aportaciones" del antireformado F. Amatulli, analizalas con cuidado...tiene muchos errores y deformidades que harias bien en cotejar con la Verdad
Kephas: Al contrario, me enogullesco de conocer personalmente al P. Amatulli y todo lo que dice es deacuerdo a la verdad revelada a la Iglesia Catolica, cosa que no puedo decir de ti, que tienes como doctrina un monton de herejias evangelicas.
Que historia tan sui generis, debemos estar hablando de dos paises distintos llamados México
La masonería no estaba a favor de protestantes por cierto, tampoco desde luego de católicos ni nada que oliera a cristianismo, para tu información. El motivo nop fue el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, faltaba mas. El motivo fue una guerra de poderes, una guerra político religiosa básicamente con una ganancia secundaria para cada bando el uno se hizo del poder secular y en la enseñanza laica mas ateísta que otra cosa y el bando católico romano llevando a los altares a quienes pelearon no por el evangelio necesariamente sino por defender su religión y lo que ellos consideraban el derecho de su religión y por cierto que los “derechos” de esa religión se creían bastos e interminable y lo eran, así es que no es exactamente lo mismo defender la fe cristiana a defender los intereses católico romanos, asunto muy distinto.
Por cierto en esta tu historia narras el siguiente párrafo que cito textualmente:
“nuestro padre libertador fue el cura Miguel Hidalgo y Costilla”
Bueno al calce de tu este raro nacionalismo religioso que parece inflamarte, deberé recordarte que al menos a los cristianos nuestro Padre libertador es otro. Y quiero que sepas, pues es necesario que lo sepas que si eres simpatizante como veo que lo eres del cura Hidalgo estas excomulgado.
Preemíteme explicártelo:
El cura Hidalgo era un sacerdote católico romano no muy bien portado como dirían, las largas tertulias que el hacia y su unión no sacra con la que fuera su ayudante hacían que de el se dijera que estar en su casa era como la pequeña Francia no precisamente por lo casto y recatado de su vida, aunque ciertamente como mexicanos debemos reconocer que ayudó a mucha gente especialmente a los indígenas a quienes enseño diversos oficios. Pero el problema no es ese, el problema es que el Papa en turno lo maldijo, lo anatemizó y lo excomulgó a él, a quien pensara como él y lamentablemente en ese tenor de odio muy a la romana, fue promulgado un decreto de excomunión a quien simplemente simpatizara con él (como tu o yo precisamente), ayer, hoy o mañana y no ha sido revocado por la IC hasta la fecha, pro tanto esta vigente.
Que conste yo no creo en esas cosas, pero tu deberías medir mas tu alegría o tu apoyo al celebre cura Hidalgo so pena de estar –sin saberlo- excomulgado. Supongo que no lo sabias, pero ahora lo sabes y si quieres ver el decreto de excomunión pontificia, este decreto esta (espero y no lo hayan quitado) en la propia casa del cura Hidalgo en la ciudad de Dolores, Gto, cuna del grito de la independencia de México.
Otro dato curioso es que si bien el entonces aquel multicitado detractor de los intereses del clero romano, cura Hidalgo,.era y digo era con todo el sentido que puede darse a lo que un día fue y ya no es, decía yo que era católico romano, pues, murió como no católico romano ¿y la razón de tal desenlace? No fue otra sino que el clero romano -para variar- apoyaba como ahora al estableshiment mexicano pues es parte de él y había entonces un conflicto de intereses, esa fue la razón y no otra. Así es que tratar de enarbolar a este prócer mexicano como “católico romano” creo que es un soberano desbarajuste ideológico.
Kephas: Los heroes son de barro me dijo una vez mi maestro de teoria general del estado, y por ahi escuche, Los grandes hombres, tienen grandes defectos. Antes que nada un poco de historia mi buen amigo.
El 2 de diciembre de 1804 Napoleón fue ungido emperador y otra vez Inglaterra encabezó una coalición para combatirlo. España, aunque quiso mantenerse neutral, fue atacada y el 12 de diciembre de 1804 Carlos IV declaró la guerra a los ingleses y concertó una alianza marítima con Francia (enero de 1805) sin embargo el 19 de marzo de 1808Carlos IV abdicó en favor de su hijo el príncipe de Asturias, que asumió el nombre de Fernando VII. Napoleón, sin embargo, temeroso de que el nuevo monarca no le fuera dócil, le negó el reconocimiento y lo indujo a conversar con él en Bayona. El 10 de abril emprendió el viaje Fernando VII; el 2 de mayo se sublevaron los madrileños y fueron violentamente reprimidos por las fuerzas invasoras de Joaquín Murat; el día 6 siguiente, ya en territorio de Francia, Fernando restituyó la corona a su padre, quien ya la había cedido de antemano a Napoleón; y el 4 de junio, éste proclamó rey de España a su hermano José Bonaparte. La noticia de las renuncias de Fernando VII y Carlos IV al trono de España se recibió en la ciudad de México el 14 de julio de 1808. El grave problema de la vinculación de la Colonia con su metrópoli —había desaparecido la autoridad legítima— fue planteado el día 15 por el virrey José de Iturrigaray al Real Acuerdo.
el Ayuntamiento de la ciudad de México, "en representación de todo el reino", entregó al virrey un memorial con los siguientes puntos: que las reales renuncias eran nulas porque fueron "arrancadas por la violencia"; que la soberanía radicaba en todo el reino y en particular en los cuerpos que llevaban la voz pública, "quienes la conservarían para devolverla al legítimo sucesor, cuando se hallase (España) libre de fuerzas extranjeras"; y que, en consecuencia, debía el virrey continuar provisionalmente en el gobierno. Los oidores objetaron la representación que se arrogaron los regidores (21 de julio), pero éstos, aparte de sostener su razón (3 de agosto), propusieron que se reuniera una junta de las principales autoridades de la ciudad —virrey, oidores, arzobispos, canónigos, prelados de religiosos, inquisidores, jefes de oficina, títulos, vecinos principales y gobernadores de las parcialidades de indios— para examinar el asunto, lo cual ocurrió el día 9.El licenciado Francisco Primo de Verdad y Ramos, síndico del Ayuntamiento, planteó la necesidad de formar un gobierno provisional y propuso el desconocimiento de las juntas peninsulares, cuya creación se había conocido en México desde el 29 de julio. Los oidores y fiscales se opusieron con vehemencia y opinaron lo contrario, y el inquisidor Prado y Ovejero declaró "proscrita y anatemizada por la Iglesia" la afirmación de que la soberanía había vuelto al pueblo. Convinieron, en cambio, en que Iturrigaray continuara como lugarteniente de Fernando VII, a quien todos juraron fidelidad el 15 de agosto. Para entonces eran ya ostensibles los dos partidos antagónicos: los españoles sospechaban que el Ayuntamiento aspiraba a la independencia, y los criollos suponían que la Audiencia deseaba mantener la subordinación a España, aun sometida al emperador Galo.
El 12 de agosto Iturrigaray dispuso que no se obedeciera a ninguna junta peninsular, a menos que fuera creada por Fernando VII, con lo cual, estando el monarca prisionero, se desligaba de toda autoridad en España. El 31 siguiente el alcalde de corte Jacobo de Villaurrutia pidió al virrey que convocase a un congreso, lo cual hizo éste al siguiente día, instando a todos los ayuntamientos del país a que nombrasen sus representantes, y mandando a la capital al regimiento de Infantería de Celaya y al de Dragones de Aguascalientes, cuyos comandantes le eran adictos. Estos hechos persuadieron a los españoles de las intenciones independentistas del virrey y decidieron deponerlo. La noche del 15 de septiembre, 300 hombres, encabezados por el rico comerciante Gabriel de Yermo y con la complicidad de la guardia de palacio, entraron a éste e hicieron prisionero a Iturrigaray, a quien enviaron a la Inquisición con sus dos hijos mayores. Mientras tanto, los oidores, el arzobispo y otros notables, reunidos en la sala de acuerdos, declararon al virrey separado de su cargo y nombraron para sustituirlo al mariscal de campo Pedro Garibay.
Fueron también detenidos el licenciado Verdad, Juan Francisco Azcárate y Lezama, José Antonio Cristo y Fr. Melchor de Talamantes. Este último y Verdad murieron en prisión. A Fr. Melchor de Talamantes se atribuye haber sido el director intelectual del movimiento. A juzgar por los papeles que se le encontraron, pensaba que no debían elegirse diputados, pues los ayuntamientos eran los representantes del pueblo; y que los delegados de éstos, constituidos en Congreso Nacional Americano, debían ejercer todos los derechos de la soberanía, "reduciendo sus operaciones a los puntos siguientes: 1. Nombrar al virrey capitán general del reino y confirmar en sus empleos a todos los demás. 2. Proveer todas las vacantes civiles y eclesiásticas. 3. Trasladar a la capital los caudales del erario. 4. Convocar un concilio provisional para acordar los medios de suplir lo que está reservado a su Santidad. 5. Suspender al tribunal de la Inquisición la autoridad civil, dejándole sólo la espiritual, y ésta sujeta al metropolitano. 6. Erigir un tribunal de revisión de la correspondencia de Europa. 7. Conocer y determinar los recursos que las leyes reservaban a S.M. 8. Extinguir todos los mayorazgos y vínculos, capellanías y cualesquiera otras pensiones pertenecientes a individuos existentes en Europa, incluso el estado y marquesado del Valle. 9. Declarar terminados todos los créditos activos y pasivos de la metrópoli. 10.Extinguir la Consolidación, arbitrar medios, indemnizar a los perjudicados y restituir las cosas a su estado primitivo. 11. Extinguir todos los subsidios y contribuciones eclesiásticas, excepto las de media anata y de dos novenos. 12. Arreglar los ramos de comercio, minería, agricultura e industria, quitándoles las trabas. 13. Nombrar embajador que pase a los Estados Unidos a tratar de alianza y pedir auxilios".
El 19 de julio de 1809 el arzobispo de México, Francisco Javier de Lizana y Beaumont, sustituyó a Garibay en el virreinato por instrucciones de la Junta Suprema de Sevilla. En septiembre de ese año empezó en Valladolid (actual Morelia) una conjura para crear una junta que gobernase en nombre del monarca prisionero, si España sucumbía, como todos pensaban, al poder de Napoleón. Estaban comprometidos los militares José María García de Obeso, José Mariano Michelena, Mariano Quevedo, Ruperto Mier y Manuel Muñiz, procedentes del disuelto acantonamiento; los licenciados José Nicolás Michelena y Soto Saldaña; el cura Manuel Ruiz de Chávez, de Huango; el franciscano Vicente de Santa María y Luis Correa. Fueron aprehendidos el 21 de diciembre, el arzobispo-virrey fue muy benévolo con los detenidos, pues siguiendo el clima general de la opinión se inclinaba hacia el partido de los criollos. Persiguió, en cambio, a los más exaltados españoles: entre otros, a Marcos Barazaluce, que pretendió viajar a España para pedir su cambio; y al oidor Aguirre y a Juan López Cancelada, editor de La Gaceta, que lo censuraban. En Querétaro, mientras tanto, se formalizaba cada vez más la conspiración cuya denuncia iba a precipitar el comienzo de la revolución mexicana de Independencia, pues la alternativa de crear una junta, como en el resto de América, se había cancelado en 1808. Aparentando ser una academia literaria y bajo la protección del corregidor Miguel Domínguez, se reunían en la casa del presbítero José María Sánchez los licenciados Parra, Laso y Altamirano, los militares Arias, Lanzagorta, Allende y Aldama —estos dos últimos iban secretamente desde San Miguel— y los hermanos Emeterio y Epigmenio González. El cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, estaba vinculado con Domínguez desde hacía tiempo y con Allende a partir de 1808. En febrero de 1810 viajó con éste a Querétaro para conocer el plan revolucionario del doctor Manuel Iturriaga, que consistía en formar, en las principales ciudades, juntas que propagasen la inconformidad con los españoles y rechazaran la idea de que la Nueva España quedara sometida a los franceses, en declararse simultáneamente por la independencia, en expulsar a los peninsulares y en ejercer el gobierno mediante una asamblea formada por representantes de las provincias. En los meses siguientes, aparte la de Querétaro, se integraron las juntas de San Miguel, Celaya, Guanajuato, San Felipe, San Luis Potosí y la ciudad de México; se convino nombrar jefe del movimiento al cura Hidalgo y se señaló el 1° de diciembre y luego el 2 de octubre como fecha de la sublevación. Sin embargo, las denuncias de Arias, en Querétaro (10 de septiembre), y de Juan Garrido, en Guanajuato (día 13), precipitaron los acontecimientos y la madrugada del 16 de septiembre Hidalgo dio el grito de Independencia. Sus primeros pronunciamientos, según Pedro García, fueron contra la subordinación política y económica: "Mis amigos y compatriotas —dijo en su arenga—: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos; esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos".
La razón por la cual se le "excomulgo" fue porque los realistas necesitaban matarlo, por eso Hidalgo fue fusilado, sin embargo yo dudo de la razón real de esa bula excomulgatoria, Pio VI estaba encerrado por ordenes de Napoleon en Fontainebleau, tomando en cuenta que don Miguel Hidalgo murio en 1811, y Pio VI en 1799 y su sucesor Pio VII poco o nada sabia de los sucedido en México y en America principalmente debido a que el emperador frances lo tenia practicamente entre la espada y la pared, otra cosa es que Napoleon cayo en 1814 y España no fue liberada sino hasta 1813, en ese lapso Fernando VII poco sabia de la situacion de sus colonias asi que el rey español talvez no pidio excomunion para Hidalgo, algo mas a notar fue que Morelos continuador no fue excomulgado sino hasta su apresamiento por el motivo de romper el celibato, Hidalgo mas que por hereje, lo excomulgaron los realistas (posiblemente presionando al clero mexicano) para matarlo, era muy peligroso como figura religiosa y politica.
OSO: Tu juzgas de ingratos a los protestantes y mal juzgas. Este país le debe a los protestantes bastante mas de lo que tu crees. Añado que esta gratitud a la “libertad religiosa” a la que haces referencia es un cuento bien comido y sabes bien que no hay tal “libertad religiosa” gracias a la intervención de la lapidaria curia romana sino precisamente a la reforma protestante del presidente Lic. Benito Juárez García a quién a Dios gracias le debemos gran parte de la no intromisión de los intereses del clero romano con la vida secular mexicana. La separación clero estado se dio infundida por un fresco aire reformado de donde nacieron precisamente las conocidas “leyes de reforma”
Kephas: ¿Que les debemos? ¿Confusion en catolicos? ¿Herejias antibiblicas? Juarez a quien debo llamar cerdo mason, no fue sino un licenciadito que fue representande del verdadero lider de los reformistas liberales, Valentin Gomez Farias, la separacion Iglesia-Estado ya se venia venir desde la epoca de la Contra-Reforma catolica, las leyes de reforma te lo dire, solo fue un aglutinamiento de las leyes expedidas en México desde la constitucion de Apatzingan hasta ese momento solo añadiendoles la separacion clero-estado, solo por eso fue aplaudido, a diferencia de don Venustiano Carranza que mis respetos (y eso que soy antiliberal) hizo una excelente Constitucion en 1917 la cual aun rige la nacion. Sin embargo que tenemos hoy en dia, el secularismo crece dia con dia, el relativismo tambien, la cultura mexicana es practicamente catolica, su hoy perdida de valores se debe al falso cristianismo y relativismo de orientacion marxista que crece dia a dia y merma a la sociedad mexicana, sus constumbre y tradiciones, la cultura pop, consumista y vacia del Imperio de USA viene exportada por las sectas protestantes que merman a nuestro pueblo y su orientacion cristiana catolica.
OSO: Dices que tu tio abuelo murió en la guerra cristera....Mira, mira..desventurados revolucionarios mataron a gran parte de mi familia vía paterna, los colgaron en postes y los sobrevivientes huyeron para USA ese fenómeno siempre se ha dado, no te tires al suelo por ello. Ni mis parientes fueron como los tuyos tampoco unos “santos mártires” sino las víctimas de guerra de una lucha de poderes mas terrenos que espirituales, mas de poder político religioso que por predicar la Verdad del evangelio ¿ok?
Kephas: La guerra es la guerra, y como tal se cometen excesos, mi abuelo quien fue cristero reconocio excesos en una guerra con resultados ambiguos, lo cierto es que nos abandonaron, pelear en lugar de esconderse es mi lema, no culpo a tu familia por huir el miedo no lleva a hacernos cobardes, sin embargo nada hubiera pasado si el gobierno no hubiera decidido a perseguir a los catolicos, desde Juarez hasta Calles la Iglesia se mantuvo pasiva y si bien decia y gritaba, no se movia, si alguien es culpable de la guerra es Calles y sus "comunistas" cuyas matanzas originaron mas odio y desconfianza y sirvio para que los "revolucionarios" que no obtuvieron nada con la Revolucion de 1910 tuviesen el pretexto para hacer sus desmanes.
OSO: Dices que “...maria bien lo dijo"....¿qué dijo esa maria de la que tu hablas? Porque la bienaventurada virgen María, la virgen judía sierva de mi Señor no dijo sino muy pocas palabras y que nos son precisamnte las que tu dices; por favor no te creas "otro evangelio" con cosas que no son.
Kephas: Yo nunca he dicho que creo en otro evangelio.
OSO: Respecto a los show son eso solo show y eso no es el escándalo, sino el contenido parabíblico de ese show.
Kephas: Eres protestante, ¿que sabes tu de el dogma catolico? Tu solo conoces las herejias antibiblicas que se te enseña por parte de un hombre que no tiene ninguna autoridad de Dios para interpretar la biblia, no tiene ningun contacto con la sucesion apostolica que Cristo establecio en la Iglesia Catolica Apostolica y Romana.
OSO: Respecto a las "aportaciones" del antireformado F. Amatulli, analizalas con cuidado...tiene muchos errores y deformidades que harias bien en cotejar con la Verdad
Kephas: Al contrario, me enogullesco de conocer personalmente al P. Amatulli y todo lo que dice es deacuerdo a la verdad revelada a la Iglesia Catolica, cosa que no puedo decir de ti, que tienes como doctrina un monton de herejias evangelicas.