Esto fue lo que el papa Pío VII, el que en el año 1814 rehabilitara a la Sociedad Jesuita, le escribió al primado de Polonia en el año 1816:
“Es evidente, desde la experiencia, que las Sagradas Escrituras, circulando en lengua vernácula, han producido más daño que beneficio (parafraseando a Trento)...Hemos deliberadamente tomado las medidas oportunas para remediar y abolir esta pestilencia”. (14)
El papa se quejaba de que la Biblia escrita en la lengua nativa o vernácula, había dañado a sus intereses papistas, hasta el punto de tratarla de pestilencia e intentar abolirla.
“El papa que levantó a los jesuitas: el impío Pío VII”
Que la Biblia pone a la luz la mentira y maldad del catolicismo romano lo sabían los cardenales del papa Julio III, por ello le aconsejaron lo siguiente:
(*) “Hay que abrir bien los ojos y usar toda la fuerza posible en la cues*tión, a saber, para permitir lo menos posible la lectura del Evangelio especialmente en lengua nativa, en todos los países bajo la jurisdicción. Baste la pequeña parte del Evangelio leída usualmente en la misa, y no se permita que nadie lea más. En cuanto el pueblo esté contento con esa pequeña porción, florecerán los intere*ses de vuestra Santidad, pero cuando el pueblo quiera leer más, sus intereses comen*zarán a fallar. La Biblia es un libro que, más que cualquier otro, ha levantado contra nosotros los alborotos y tempestades, por los cuales casi perecemos. De hecho —escriben los cardenales—, si alguien examina de cerca y compara las en*señanzas de la Biblia, como ocurre en nuestras iglesias, entonces encontrará discordias y comprenderá que nuestra enseñanza es muchas veces diferente a la Biblia y nunca cesará de desafiarnos hasta que todo sea expuesto y entonces nos volveremos objeto de burlas y odios universales. Por tanto, es necesario retirar la Biblia de la vista del pueblo, pero con cuidado, a fin de no causar rebelión” (énfasis nuestro).(15)
(*) Este discurso está contenido en un documento histórico, del tiempo de la Reforma, conservado en laBiblioteca Nacional de París, en la hoja B, nº 1.088, vol. II, págs. 641 -650)
el titulo de este epigrafe es en base a ese documento y por la actitud mostrada por algunos catolicos en el foro cuando se les habla de biblia o se les piden pruebas biblicas para sustentar sus doctrinas con la biblia y solo muestran tener por encima sus tradiciones y lo que diga el magisterio antes que a la biblia.
"santificalos en tu verdad, tu palabra es verdad" juan 17:17
“Es evidente, desde la experiencia, que las Sagradas Escrituras, circulando en lengua vernácula, han producido más daño que beneficio (parafraseando a Trento)...Hemos deliberadamente tomado las medidas oportunas para remediar y abolir esta pestilencia”. (14)
El papa se quejaba de que la Biblia escrita en la lengua nativa o vernácula, había dañado a sus intereses papistas, hasta el punto de tratarla de pestilencia e intentar abolirla.
“El papa que levantó a los jesuitas: el impío Pío VII”
Que la Biblia pone a la luz la mentira y maldad del catolicismo romano lo sabían los cardenales del papa Julio III, por ello le aconsejaron lo siguiente:
(*) “Hay que abrir bien los ojos y usar toda la fuerza posible en la cues*tión, a saber, para permitir lo menos posible la lectura del Evangelio especialmente en lengua nativa, en todos los países bajo la jurisdicción. Baste la pequeña parte del Evangelio leída usualmente en la misa, y no se permita que nadie lea más. En cuanto el pueblo esté contento con esa pequeña porción, florecerán los intere*ses de vuestra Santidad, pero cuando el pueblo quiera leer más, sus intereses comen*zarán a fallar. La Biblia es un libro que, más que cualquier otro, ha levantado contra nosotros los alborotos y tempestades, por los cuales casi perecemos. De hecho —escriben los cardenales—, si alguien examina de cerca y compara las en*señanzas de la Biblia, como ocurre en nuestras iglesias, entonces encontrará discordias y comprenderá que nuestra enseñanza es muchas veces diferente a la Biblia y nunca cesará de desafiarnos hasta que todo sea expuesto y entonces nos volveremos objeto de burlas y odios universales. Por tanto, es necesario retirar la Biblia de la vista del pueblo, pero con cuidado, a fin de no causar rebelión” (énfasis nuestro).(15)
(*) Este discurso está contenido en un documento histórico, del tiempo de la Reforma, conservado en laBiblioteca Nacional de París, en la hoja B, nº 1.088, vol. II, págs. 641 -650)
el titulo de este epigrafe es en base a ese documento y por la actitud mostrada por algunos catolicos en el foro cuando se les habla de biblia o se les piden pruebas biblicas para sustentar sus doctrinas con la biblia y solo muestran tener por encima sus tradiciones y lo que diga el magisterio antes que a la biblia.
"santificalos en tu verdad, tu palabra es verdad" juan 17:17