La Idolatría Romanista
Extraño, muy extraño, los romanistas hablan y hablan, defienden lo indefendible acaso ?. Porque si su doctrina no tiene fundamentos DIVINOS, ya que no lo demuestran hasta ahora; entonces, qué es lo que ellos adoran y respaldan ?.
Por ejemplo, defienden la idolatria, dicen que Dios comisionó a su pueblo a hacer idolatrias, y que por esa razón, en obediencia, ellos son también IDOLATRAS; se apoyan parcial y aisladamente de este verso:
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía” (Num 21:9)
Si esta proposición fuera correcta dentro del contexto bíblico, y de la sana doctrina cristiana; entonces, cómo conciliamos y armonizamos estos otros pasajes bíblicos, con el irracional argumento de los romanistas levantado sobre ese pasaje de Números ?.
Examinemos sin embargo este otro pasaje escritural:
“El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán” (2 R 18:4).
Por qué hizo esto Ezequías ?., y de quien la Biblia dice nada menos que lo siguiente:
“En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió (2 R 18:5-7).
Podría entonces Jehová contradecirse a si mismo ?; porque eso es lo que tratan de demostrar los romanistas, de que la biblia miente, que Dios miente; y si es asi, por qué entonces hacen el juego de usar y manipular antojadizamente la palabra de Dios ?; a que oscuros intereses representan los romanistas ?. Cuál es entonces el fundamento de su doctrina religiosa ?.
Veamos más sustentos bíblicos acerca de la prohibición de las idolatrias y las mentiras:
“Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios; Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; Se volvieron como arco engañoso.
Le enojaron con sus lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla. Lo oyó Dios y se enojó, Y en gran manera aborreció a Israel” (Sal 78:56-59).
Cómo explican los romanistas este pasaje anterior de que Dios aborrece la idolatría ?, haciendo creer que Dios ha fomentado la idolatría ?, es ésta una calumnia al Dios Altísimo de parte de los romanistas ?.
Veamos que nos enseña Isaias acerca de las idolatrias prohibidas por Dios (Is 40:18-26):
“¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva”. “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo”.
Sigamos ilustrándonos y aprendiendo que dice la voluntad de Dios, en (Is 44:9-20) sobre la idolatria que practican los romanistas:
“¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres”. “Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una”. “y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.
“No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?”.
Por qué en el N.T. también encontramos severas admoniciones a la transgresión de idolatría ?:
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Ap 21:8;22:15).
“Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”.
Que fue realmente lo que intencionó Dios en Números ?, y que los romanistas maliciosa e inicuamente han adulterado, falseado, y calumniado la santa voluntad de Dios ?; sorprendiendo a los incautos ?.
Pero mejor vayamos a analizar el mismo Números para encontrar la recta respuesta que Dios anunció al pueblo judío.
ANTECEDENTES Y HECHOS
El pueblo judío se caracterizo en muchos pasajes de su Historia, por ser un pueblo murmurador, desobediente, incrédulo, desleal, idólatra; y esa precisamente es la conducta mostrada en el pasaje de (Num 21:4-5)
“Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Como bien entendemos, hay una razón importante, que son las murmuraciones, las quejas, los desacuerdos, las impugnaciones, las dudas, inconformodidades de los israelitas; y que llevan a Dios a tomar una respuesta o decisión ilustrativa, ejemplar, edificadora en el pueblo israelita. Y no como los romanistas defienden la idolatria, intentando distorcionar la palabra de Dios.
Luego vemos en el mismo (Num 21:6), como el pueblo es reprimido, sancionado, y persuadido por Dios para arrepentirse y cambiar su actitud negativa hacia Dios:
“Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel”.
Este hecho trascendente por cierto, no lo mencionan los romanistas en su apología nefasta.
RECONVENCION Y ENSENANZA
Seguimos ahora con (Num 21:7) en donde el pueblo se arrepiente, reconoce su falta, y pide perdón a Dios:
“Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”.
Ahora bien, que hace Jehová ?. Los escucha, atiende, tiene misericordia de ellos, y toma una decisión para perdonar y edificar a la vez al pueblo, (Num 21:8):
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá”.
“Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.
SIMBOLISMO
Qué significa la serpiente ?. La serpiente siempre ha significado el pecado, la afrenta y transgresión contra la majestad y la voluntad de Dios. O sea, Dios ha querido perpetuar el significado del pecado en la vida del hombre, y precisamente en la figura de la serpiente.
El bronce significa la justicia de Dios y la actitud de reconocimiento de la falta del hombre. Entonces la serpiente de bronce tenía la finalidad de recordar al hombre su pecado, el arrepentimiento, la misericordia de Dios, el perdón y la sanación espiritual por Dios.
Asi como la reconveniencia al pueblo de mantenerse santos, obedientes, crédulos, fieles, y conformes a la voluntad de Dios. Esos son los términos que Dios ha establecido en su relación con sus hijos, es un mecanismo que está presente en su relación con la humanidad; la salvación, la sanación, la restauración, la justificación espiritual.
Este simbolismo representaba además la presencia futurista y salvífica de Cristo para la humanidad; en que Dios desea y actúa siempre buscando un medio para que el hombre pueda restaurar su vida en la obediencia de la voluntad de Dios, y sólo a través de Dios mismo (Jn 3:14-15).
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.
DISTORSION Y DESTRUCCION
En la vida de la humanidad, muchas prácticas y costumbres informales, en el rigor del tiempo y de la función, se han hecho normas en la práctica. Esto es lo que ha sucedido con el pueblo hebreo; como bien nos enseña la palabra, que ciertos decretos y estatutos dados por Dios, en algún momento de la vida israelita, y para fines específicos que Dios les ordenó que cumplieran.
Esas normas Divinas de Dios fueron sesgándose, adulterándose en el tiempo, y siendo parcialmente interpretadas o sustituidas por usos y costumbres humanos diferentes a la voluntad Divina de Dios, a su mandato u orden. Y estas adulteraciones fueron pasando muchas veces de generación tras generación, haciendo de éstas informalidades a la ley de Dios, una costumbre o tradición impuesta, y tergiversada como ley de Dios.
El simbolismo de la serpiente de bronce, es convertido en una acción pecaminosa de idolatría, en un sesgo de la fe. La gracia de dios es mal interpretada y mal utilizada, como muchos lo hacen en la actualidad.
Convirtiendo la palabra de Dios en instrumento de iniquidad religiosa y doctrina de hombres, y no para salvación de la humanidad.
Por esa razón el rey Ezequías mando destruir, por voluntad de Dios revelada a el, aquella serpiente de bronce.
En síntesis, como pueden demostrar los romanistas que su credo, su doctrina, su defensa, de la idolatría pudiera estar basada en la palabra de Dios ?.
Es fácil torcer, y forzar la palabra a decir lo que ella no sustenta, pero obviamente, a decirlo y sostenerlo en la boca de los romanistas; porque la palabra es firme, auténtica, veraz, precisa, monolítica, invariable, insustituible, y certera.
“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía” (Ap 22:11).
Extraño, muy extraño, los romanistas hablan y hablan, defienden lo indefendible acaso ?. Porque si su doctrina no tiene fundamentos DIVINOS, ya que no lo demuestran hasta ahora; entonces, qué es lo que ellos adoran y respaldan ?.
Por ejemplo, defienden la idolatria, dicen que Dios comisionó a su pueblo a hacer idolatrias, y que por esa razón, en obediencia, ellos son también IDOLATRAS; se apoyan parcial y aisladamente de este verso:
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía” (Num 21:9)
Si esta proposición fuera correcta dentro del contexto bíblico, y de la sana doctrina cristiana; entonces, cómo conciliamos y armonizamos estos otros pasajes bíblicos, con el irracional argumento de los romanistas levantado sobre ese pasaje de Números ?.
Examinemos sin embargo este otro pasaje escritural:
“El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán” (2 R 18:4).
Por qué hizo esto Ezequías ?., y de quien la Biblia dice nada menos que lo siguiente:
“En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió (2 R 18:5-7).
Podría entonces Jehová contradecirse a si mismo ?; porque eso es lo que tratan de demostrar los romanistas, de que la biblia miente, que Dios miente; y si es asi, por qué entonces hacen el juego de usar y manipular antojadizamente la palabra de Dios ?; a que oscuros intereses representan los romanistas ?. Cuál es entonces el fundamento de su doctrina religiosa ?.
Veamos más sustentos bíblicos acerca de la prohibición de las idolatrias y las mentiras:
“Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios; Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; Se volvieron como arco engañoso.
Le enojaron con sus lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla. Lo oyó Dios y se enojó, Y en gran manera aborreció a Israel” (Sal 78:56-59).
Cómo explican los romanistas este pasaje anterior de que Dios aborrece la idolatría ?, haciendo creer que Dios ha fomentado la idolatría ?, es ésta una calumnia al Dios Altísimo de parte de los romanistas ?.
Veamos que nos enseña Isaias acerca de las idolatrias prohibidas por Dios (Is 40:18-26):
“¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva”. “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo”.
Sigamos ilustrándonos y aprendiendo que dice la voluntad de Dios, en (Is 44:9-20) sobre la idolatria que practican los romanistas:
“¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres”. “Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una”. “y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.
“No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?”.
Por qué en el N.T. también encontramos severas admoniciones a la transgresión de idolatría ?:
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Ap 21:8;22:15).
“Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”.
Que fue realmente lo que intencionó Dios en Números ?, y que los romanistas maliciosa e inicuamente han adulterado, falseado, y calumniado la santa voluntad de Dios ?; sorprendiendo a los incautos ?.
Pero mejor vayamos a analizar el mismo Números para encontrar la recta respuesta que Dios anunció al pueblo judío.
ANTECEDENTES Y HECHOS
El pueblo judío se caracterizo en muchos pasajes de su Historia, por ser un pueblo murmurador, desobediente, incrédulo, desleal, idólatra; y esa precisamente es la conducta mostrada en el pasaje de (Num 21:4-5)
“Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Como bien entendemos, hay una razón importante, que son las murmuraciones, las quejas, los desacuerdos, las impugnaciones, las dudas, inconformodidades de los israelitas; y que llevan a Dios a tomar una respuesta o decisión ilustrativa, ejemplar, edificadora en el pueblo israelita. Y no como los romanistas defienden la idolatria, intentando distorcionar la palabra de Dios.
Luego vemos en el mismo (Num 21:6), como el pueblo es reprimido, sancionado, y persuadido por Dios para arrepentirse y cambiar su actitud negativa hacia Dios:
“Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel”.
Este hecho trascendente por cierto, no lo mencionan los romanistas en su apología nefasta.
RECONVENCION Y ENSENANZA
Seguimos ahora con (Num 21:7) en donde el pueblo se arrepiente, reconoce su falta, y pide perdón a Dios:
“Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”.
Ahora bien, que hace Jehová ?. Los escucha, atiende, tiene misericordia de ellos, y toma una decisión para perdonar y edificar a la vez al pueblo, (Num 21:8):
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá”.
“Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.
SIMBOLISMO
Qué significa la serpiente ?. La serpiente siempre ha significado el pecado, la afrenta y transgresión contra la majestad y la voluntad de Dios. O sea, Dios ha querido perpetuar el significado del pecado en la vida del hombre, y precisamente en la figura de la serpiente.
El bronce significa la justicia de Dios y la actitud de reconocimiento de la falta del hombre. Entonces la serpiente de bronce tenía la finalidad de recordar al hombre su pecado, el arrepentimiento, la misericordia de Dios, el perdón y la sanación espiritual por Dios.
Asi como la reconveniencia al pueblo de mantenerse santos, obedientes, crédulos, fieles, y conformes a la voluntad de Dios. Esos son los términos que Dios ha establecido en su relación con sus hijos, es un mecanismo que está presente en su relación con la humanidad; la salvación, la sanación, la restauración, la justificación espiritual.
Este simbolismo representaba además la presencia futurista y salvífica de Cristo para la humanidad; en que Dios desea y actúa siempre buscando un medio para que el hombre pueda restaurar su vida en la obediencia de la voluntad de Dios, y sólo a través de Dios mismo (Jn 3:14-15).
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.
DISTORSION Y DESTRUCCION
En la vida de la humanidad, muchas prácticas y costumbres informales, en el rigor del tiempo y de la función, se han hecho normas en la práctica. Esto es lo que ha sucedido con el pueblo hebreo; como bien nos enseña la palabra, que ciertos decretos y estatutos dados por Dios, en algún momento de la vida israelita, y para fines específicos que Dios les ordenó que cumplieran.
Esas normas Divinas de Dios fueron sesgándose, adulterándose en el tiempo, y siendo parcialmente interpretadas o sustituidas por usos y costumbres humanos diferentes a la voluntad Divina de Dios, a su mandato u orden. Y estas adulteraciones fueron pasando muchas veces de generación tras generación, haciendo de éstas informalidades a la ley de Dios, una costumbre o tradición impuesta, y tergiversada como ley de Dios.
El simbolismo de la serpiente de bronce, es convertido en una acción pecaminosa de idolatría, en un sesgo de la fe. La gracia de dios es mal interpretada y mal utilizada, como muchos lo hacen en la actualidad.
Convirtiendo la palabra de Dios en instrumento de iniquidad religiosa y doctrina de hombres, y no para salvación de la humanidad.
Por esa razón el rey Ezequías mando destruir, por voluntad de Dios revelada a el, aquella serpiente de bronce.
En síntesis, como pueden demostrar los romanistas que su credo, su doctrina, su defensa, de la idolatría pudiera estar basada en la palabra de Dios ?.
Es fácil torcer, y forzar la palabra a decir lo que ella no sustenta, pero obviamente, a decirlo y sostenerlo en la boca de los romanistas; porque la palabra es firme, auténtica, veraz, precisa, monolítica, invariable, insustituible, y certera.
“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía” (Ap 22:11).
Y aquí hay mente que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer.
