La homosexualidad no es lo que era

Bart

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24 Enero 2001
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http://libertaddigital.com/cgi-local/otros/revista2/display.cgi?articulo=1275323365

ENIGMAS DE LA HISTORIA
La homosexualidad no es lo que era

En 1973, en contra de una extendida opinión psiquiátrica, la Asociación psiquiátrica americana (APA) excluyó la homosexualidad de los trastornos psicológicos contemplados en el DSM-III. La decisión fue calurosamente aplaudida por los grupos de presión gays como la liberación de un estigma e incluso como un acto de justicia histórico. En apariencia, la psiquiatría abandonaba un error de años.

Por César Vidal

¿Cómo dejó de ser considerada la homosexualidad un trastorno psicológico?

El juicio sobre la homosexualidad ha experimentado diversas variaciones a lo largo de la Historia. En general, las culturas de la Antigüedad generalmente la juzgaron moralmente reprobable. Egipcios y mesopotámicos la contemplaron con desdén mientras que para el pueblo de Israel se hallaba incluida en el listado de una serie de conductas indignas del pueblo de Dios que se extendían del adulterio a la zoofilia pasando por el robo o la idolatría (Levítico 18, 22). No en vano, el Antiguo Testamento incluía entre los relatos más cargados de dramatismo el de la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 13, 14, 18 y 19), cuyos habitantes habían sido castigados por Dios por practicar la homosexualidad. Durante el período clásico, la visión fue menos uniforme. En Grecia, por ejemplo, alguna formas de conducta homosexual —masculina y sin penetración— era tolerable mientras que en Roma fue duramente fustigada por autores como Tácito o Suetonio como un signo de degeneración moral e incluso de decadencia cívica. El cristianismo —que, a fin de cuentas, había nacido del judaísmo— también condenó expresamente la práctica de la homosexualidad. No sólo Jesús legitimó lo enseñado por la ley de Moisés sin hacer excepción con los actos homosexuales (Mateo 5, 17-20) sino que el Nuevo Testamento en general condenó la práctica de la homosexualidad considerándola contraria a la ley de Dios y a la Naturaleza (Romanos 1, 26-27) y afirmando que quienes incurrieran en ella, al igual que los que practicaran otro tipo de pecados, no entrarían en el Reino de los cielos (I Corintios 6, 9).

La condena de la práctica homosexual fue común en los Padres de la iglesia y en los documentos más antiguos de disciplina eclesial aparece como uno de los pecados que se penan con la excomunión. Partiendo de esta base no resulta extraño que el mundo medieval —tanto judeo y cristiano como musulmán— condenara las prácticas homosexuales e incluso las penara legalmente aunque luego en la vida cotidiana fuera tan tolerante —o tan intolerante— con esta conducta como con otras consideradas pecado. Esta actitud fue aplastantemente mayoritaria en occidente —y en buena parte del resto del globo— durante los siglos siguientes. Esencialmente, la visión negativa de la homosexualidad estaba relacionada con patrones religiosos y morales y no con una calificación médica o psiquiátrica. El homosexual podía cometer actos censurables —no más por otra parte que otros condenados por la ley de Dios— que incluso se calificaban de contrarios a la Naturaleza y de perversión. No obstante, no se identificaba su conducta con un trastorno mental o con un desarreglo físico. En realidad, para llegar a ese juicio habría que esperar a la consolidación de la psiquiatría como ciencia.

Partiendo de una visión que consideraba como natural el comportamiento heterosexual —que meramente en términos estadísticos es de una incidencia muy superior— la psiquiatría incluiría desde el principio la inclinación homosexual —y no sólo los actos como sucedía con los juicios teológicos— entre las enfermedades que podían y debían ser tratadas. Richard von Kraft-Ebing, uno de los padres de la moderna psiquiatría del que Freud se reconocía tributario, la consideró incluso como una enfermedad degenerativa en su Psychopatia Sexualis. De manera no tan difícil de comprender, ni siquiera la llegada del psicoanálisis variaría ese juicio. Es cierto que Freud escribiría en 1935 una compasiva carta a la madre norteamericana de un homosexual en la que le aseguraba que “la homosexualidad con seguridad no es una ventaja, pero tampoco es algo de lo que avergonzarse, ni un vicio, ni una degradación, ni puede ser clasificado como una enfermedad”. Sin embargo, sus trabajos científicos resultan menos halagüeños no sólo para las prácticas sino incluso para la mera condición de homosexual. Por ejemplo, en sus Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad, Freud incluyó la homosexualidad entre las “perversiones” o “aberraciones sexuales”, por usar sus términos, de la misma manera que el fetichismo del cabello y el pie o las prácticas sádicas o masoquistas. A juicio de Freud, la homosexualidad era una manifestación de falta de desarrollo sexual y psicológico que se traducía en fijar a la persona en un comportamiento previo a la madurez heterosexual.

En un sentido similar, e incluso con matices de mayor dureza, se pronunciaron también los otros grandes popes del psicoanálisis, Adler y Jung. Los psicoanalistas posteriores no sólo no modificaron estos juicios sino que incluso los acentuaron a la vez que aplicaban tratamientos considerados curativos contra la inclinación homosexual. En los años cuarenta del siglo XX, por ejemplo, Sandor Rado sostuvo que la homosexualidad era un trastorno fóbico hacia las personas del sexo contrario, lo que la convertía en susceptible de ser tratada como otras fobias. Bieber y otros psiquiatras, ya en los años sesenta, partiendo del análisis derivado de trabajar con un considerable número de pacientes homosexuales, afirmaron que la homosexualidad era un trastorno psicológico derivado de relaciones familiares patológicas durante el período edípico. Charles Socarides en esa misma década y en la siguiente —de hecho hasta el día de hoy— defendía, por el contrario, la tesis de que la homosexualidad se originaba en una época pre-edípica y que por lo tanto resultaba mucho más patológica de lo que se había pensado hasta entonces. Socarides es una especie de bestia negra del movimiento gay hasta el día de hoy pero resulta difícil pensar en alguien que en el campo de la psiquiatría haya estudiado más minuciosa y exhaustivamente la cuestión homosexual. Curiosamente, la relativización de esos juicios médicos procedió no del campo de la psiquiatría sino de personajes procedentes de ciencias como la zoología (Alfred C. Kinsey) cuyas tesis fueron frontalmente negadas por la ciencia psiquiátrica.

De manera comprensible y partiendo de estos antecedentes, el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) incluía la homosexualidad en el listado de desórdenes mentales. Sin embargo, en 1973 la homosexualidad fue extraída del DSM en medio de lo que el congresista norteamericano W. Dannemeyer denominaría “una de las narraciones más deprimentes en los anales de la medicina moderna”. El episodio ha sido relatado ampliamente por uno de sus protagonistas, Ronald Bayer, conocido simpatizante de la causa gay, y ciertamente constituye un ejemplo notable de cómo la militancia política puede interferir en el discurso científico modelándolo y alterándolo. Según el testimonio de Bayer, dado que la convención de la Asociación psiquiátrica americana (APA) de 1970 iba a celebrarse en San Francisco, distintos dirigentes homosexuales acordaron realizar un ataque concertado contra esta entidad. Se iba a llevar así a cabo “el primer esfuerzo sistemático para trastornar las reuniones anuales de la APA”. Cuando Irving Bieber, una famosa autoridad en transexualismo y homosexualidad, estaba realizando un seminario sobre el tema, un grupo de activistas gays irrumpió en el recinto para oponerse a su exposición. Mientras se reían de sus palabras y se burlaban de su exposición, uno de los militantes gays le gritó: “He leído tu libro, Dr. Bieber, y si ese libro hablara de los negros de la manera que habla de los homosexuales, te arrastrarían y te machacarían y te lo merecerías”. Igualar el racismo con el diagnóstico médico era pura demagogia y no resulta por ello extraño que los presentes manifestaran su desagrado ante aquella manifestación de fuerza.

Sin embargo, el obstruccionismo gay a las exposiciones de los psiquiatras tan sólo acababa de empezar. Cuando el psiquiatra australiano Nathaniel McConaghy se refería al uso de “técnicas condicionantes aversivas” para tratar la homosexualidad, los activistas gays comenzaron a lanzar gritos llamándole “sádico” y calificando semejante acción de “tortura”. Incluso uno se levantó y le dijo: “¿Dónde resides, en Auchswitz?”. A continuación los manifestantes indicaron su deseo de intervenir diciendo que habían esperado cinco mil años mientras uno de ellos comenzaba a leer una lista de “demandas gays”. Mientras los militantes acusaban a los psiquiatras de que su profesión era “un instrumento de opresión y tortura”, la mayoría de los médicos abandonaron indignados la sala. Sin embargo, no todos pensaban así. De hecho, algunos psiquiatras encontraron en las presiones gays alicientes inesperados. El Dr. Kent Robinson, por ejemplo, se entrevistó con Larry Littlejohn, uno de los dirigentes gays, y le confesó que creía que ese tipo de tácticas eran necesarias, ya que la APA se negaba sistemáticamente a dejar que los militantes gays aparecieran en el programa oficial. A continuación se dirigió a John Ewing, presidente del comité de programación, y le dijo que sería conveniente ceder a las pretensiones de los gays porque de lo contrario “no iban solamente a acabar con una parte” de la reunión anual de la APA. Según el testimonio de Bayer, “notando los términos coercitivos de la petición, Ewing aceptó rápidamente estipulando sólo que, de acuerdo con las reglas de la convención de la APA, un psiquiatra tenía que presidir la sesión propuesta”. Que la APA se sospechaba con quien se enfrentaba se desprende del hecho de que contratara a unos expertos en seguridad para que evitaran más manifestaciones de violencia gay. No sirvió de nada.

El 3 de mayo de 1971, un grupo de activistas gays irrumpió en la reunión de psiquiatras del año y su dirigente, tras apoderarse del micrófono, les espetó que no tenían ningún derecho a discutir el tema de la homosexualidad y añadió: “podéis tomar esto como una declaración de guerra contra vosotros”. Según refiere Bayer, los gays se sirvieron a continuación de credenciales falsas para anegar el recinto y amenazaron a los que estaban a cargo de la exposición sobre tratamientos de la homosexualidad con destruir todo el material si no procedían a retirarlo inmediatamente. A continuación se inició un panel desarrollado por cinco militantes gays en el que defendieron la homosexualidad como un estilo de vida y atacaron a la psiquiatría como “el enemigo más peligroso de los homosexuales en la sociedad contemporánea”. Dado que la inmensa mayoría de los psiquiatras podía ser más o menos competente, pero desde luego ni estaba acostumbrada a que sus pacientes les dijeran lo que debían hacer ni se caracterizaba por el dominio de las tácticas de presión violenta de grupos organizados, la victoria del lobby gay fue clamorosa. De hecho, para 1972, había logrado imponerse como una presencia obligada en la reunión anual de la APA. El año siguiente fue el de la gran ofensiva encaminada a que la APA borrara del DSM la mención de la homosexualidad. Las ponencias de psiquiatras especializados en el tema como Spitzer, Socarides, Bieber o McDevitt fueron ahogadas reduciendo su tiempo de exposición a un ridículo cuarto de hora mientras los dirigentes gays y algún psiquiatra políticamente correcto realizaban declaraciones ante la prensa en las que se anunciaba que “los médicos deciden que los homosexuales no son anormales”.

Finalmente, la alianza de Kent Robinson, el lobby gay y Judd Marmor, que ambicionaba ser elegido presidente de la APA, sometió a discusión un documento cuya finalidad era eliminar la mención de la homosexualidad del DSM. Su aprobación, a pesar de la propaganda y de las presiones, no obtuvo más que el 58 por ciento de los votos. Se trataba, sin duda, de una mayoría cualificada para una decisión política pero un tanto sobrecogedora para un análisis científico de un problema médico. No obstante, buena parte de los miembros de la APA no estaban dispuestos a rendirse ante lo que consideraban una intromisión intolerable y violenta de la militancia gay. En 1980, el DSM incluyó entre los trastornos mentales una nueva dolencia de carácter homosexual conocida como ego-distónico. Con el término se había referencia a aquella homosexualidad que, a la vez, causaba un pesar persistente al que la padecía. En realidad, se trataba de una solución de compromiso para apaciguar a los psiquiatras —en su mayoría psicoanalistas— que seguían considerando la homosexualidad una dolencia psíquica y que consideraban una obligación médica y moral ofrecer tratamiento adecuado a los que la padecían. Se trató de un triunfo meramente temporal frente a la influencia gay. En 1986, los activistas gays lograban expulsar aquella dolencia del nuevo DSM e incluso obtendrían un nuevo triunfo al lograr que también se excluyera la paidofilia de la lista de los trastornos psicológicos. En Estados Unidos, al menos estatutariamente, la homosexualidad —y la paidofilia— había dejado de ser una dolencia susceptible de tratamiento psiquiátrico.

Cuestión aparte es que millares de psiquiatras aceptaran aquel paso porque la realidad es que hasta la fecha han seguido insistiendo en que la ideología política —en este caso la del movimiento gay— no puede marcar sus decisiones a la ciencia y en que, al haber consentido en ello la APA, tal comportamiento sólo ha servido para privar a los enfermos del tratamiento que necesitaban. Se piense lo que se piense al respecto —y la falta de unanimidad médica debería ser una buena razón para optar por la prudencia en cuanto a las opiniones tajantes— la verdad era que la decisión final que afirmaba que la homosexualidad no era un trastorno psicológico había estado más basada en la acción política —y no de la mejor especie— que en una consideración científica de la evidencia. Por ello, ética y científicamente no se diferenciaba mucho, por lo tanto, de aberraciones históricas como el proceso de Galileo o las purgas realizadas por Lysenko.

 
Buena aportación, Bart.
Aun tengo dudas si el homosexual, nace o se hace. Mi opinión se inclina por lo segundo. Es decir: se hace.
Depende, claro está, de un determinado tipo de sensibilidad por parte del que sufre estas situaciones, puesto que no ha todos les afecta por un igual.

Que un niño haya sido iniciado en la homosexualidad por un adulto.

Que en el Rol familiar, la madre se vea obligada a asumir el del padre, ya sea por ausencia de este o porque se trata de una persona sin caracter a causa de alcoholismo, ludopatía, abandono del hogar y un largo etc. La madre se ve en estas circunstancias en la necesidad de adoptar el rol reflexivo mientras el padre adopta el emocional, cariñoso y demás. Si el niño(a) se comporta mal se le dice "Ya verás cuando venga tu madre"

Así, de la misma manera que un enfermo mental es el ser mas debil de una familia enferma, el homosexual es el ser más débil de una familia desestructurada y con los citados acmbios de Rol.

Los griegos tenía una máxima que decia.

Cuando Eros se une a Agape, genera vida.

Cuando Eros se une a Tanatos, genera muerte
 
Homosexualidad --¿Un bien o un mal?

Homosexualidad --¿Un bien o un mal?

Interesante su aporte, Bart. Pero el Sr. Vidal observa lo situacion del Homosexualismo, como,logicamente lo haria un Heterosexual.
Pero tratemos de ponernos en la situacion de ese projimo al cual señalamos con el dedo acusador.
El que no tenga hormonas que sea el primero en señalar.

Consegui en Internet unas opiniones tambien interesantes y sobre todo para los que siguen religiones se las dejo a continuacion:

¿Nos ha creado Dios para que seamos monógamos heterosexuales a perpetuidad?

Para comenzar, el primer relato de la creación en Génesis (cap. 1) afirma que los dos sexos, macho y hembra, son como algo dado y básico para la humanidad. Ambos estaban presentes desde el comienzo y ambos reflejan la imagen de Dios (Génesis 1:27-28). Después de haber creado los dos sexos, Dios les ordena ser fecundos y multiplicarse, llenar la tierra y someterla. De este modo el primer relato de la creación vincula estrechamente la existencia de los dos sexos junto con la necesidad de la reproducción humana--una necesidad de la cual las sociedades antiguas, con sus altas tasas de nivel de mortalidad, eran muy conscientes. Este primer relato de la creación nunca sugiere otro propósito para el sexo que no sea la reproducción, tampoco dice nada sobre precondiciones legales o morales para la reproducción, tales como el matrimonio. Eso es todo lo que el primer relato de la creación dice sobre sexo.

Perdon, mas luego se las copio completa
 
Re: Homosexualidad --¿Un bien o un mal?

Re: Homosexualidad --¿Un bien o un mal?

Originalmente enviado por: pedropablo
Interesante su aporte, Bart. Pero el Sr. Vidal observa lo situacion del Homosexualismo, como,logicamente lo haria un Heterosexual.
Pero tratemos de ponernos en la situacion de ese projimo al cual señalamos con el dedo acusador.
El que no tenga hormonas que sea el primero en señalar.

Consegui en Internet unas opiniones tambien interesantes y sobre todo para los que siguen religiones se las dejo a continuacion:

¿Nos ha creado Dios para que seamos monógamos heterosexuales a perpetuidad?

Para comenzar, el primer relato de la creación en Génesis (cap. 1) afirma que los dos sexos, macho y hembra, son como algo dado y básico para la humanidad. Ambos estaban presentes desde el comienzo y ambos reflejan la imagen de Dios (Génesis 1:27-28). Después de haber creado los dos sexos, Dios les ordena ser fecundos y multiplicarse, llenar la tierra y someterla. De este modo el primer relato de la creación vincula estrechamente la existencia de los dos sexos junto con la necesidad de la reproducción humana--una necesidad de la cual las sociedades antiguas, con sus altas tasas de nivel de mortalidad, eran muy conscientes. Este primer relato de la creación nunca sugiere otro propósito para el sexo que no sea la reproducción, tampoco dice nada sobre precondiciones legales o morales para la reproducción, tales como el matrimonio. Eso es todo lo que el primer relato de la creación dice sobre sexo.

Perdon, mas luego se las copio completa


















La sexualidad es una parte importante del ser humano. Esta es quizá una de las pocas afirmaciones en cuanto a la sexualidad en que la mayoría de los cristianos hoy pueden estar de acuerdo. Cuando comenzamos a buscar pautas éticas de como los cristianos deben entender y vivir su común y humana sexualidad, encontramos una serie de discrepancias. No es éste un fenómeno moderno; en este punto tampoco los primeros cristianos concordaban. En la antigüedad el mayor debate era sobre el matrimonio --muchos negaban que éste fuera deseable o aún permitido para los cristianos. En nuestros días el foco del debate ha cambiado. Hoy se centra en la homosexualidad. ¿Es la orientación homosexual una condición humana "legítima", o se trata de una enfermedad o pecado -- o, por lo menos, una evidencia del estado de la humanidad después de la "caída"? ¿Son los actos sexuales entre personas del mismo sexo necesariamente pecaminosos? Si lo son, ¿por qué? Si no, ¿cuándo son ellos moralmente aceptables y cuándo no lo son?

Probablemente la mayoría de nosotros crecimos creyendo que la orientación homosexual es una cosa mala y que los actos sexuales entre personas del mismo sexo son pecado. No nos cuestionábamos estas afirmaciones ni estábamos debidamente equipados como para cuestionarlas (como pasa a menudo en tales casos). Todos dependemos, en muchas áreas de nuestra vida, de las opiniones recibidas; nadie tiene el tiempo, la energía o la inteligencia necesaria para cuestionar todo asunto a través de los fundamentos que lo sostienen. A veces, el modo de pensar o las opiniones recibidas llegan a ser inadecuados. La gente plantea objeciones que tales opiniones no pueden responder con efectividad. Un número considerable de personas comienzan a cuestionar esas opiniones recibidas, a tal punto que todos, eventualmente, debemos participar y unirnos en el proceso de replanteamiento. Y si aún así decidimos eventualmente que las opiniones recibidas eran correctas, debemos repensar desde nuevas perspectivas.

En el tema de la homosexualidad la mayor parte de la discusión se centra en averiguar qué es lo que las Escrituras tienen o no que decir sobre el tema. Dada la importancia de la Biblia para nuestra fe, esto parece ser justo y correcto. Sin embargo, una dificultad se presenta en nuestro camino: los autores bíblicos escribieron originalmente para su época, no para la nuestra; escribieron en términos que ellos y sus receptores originales podían entender. Las suposiciones sobre la sexualidad, sin embargo, varían mucho de una cultura a otra y de una época a otra. Un buen ejemplo sobre esto es el modo en que las ideas sobre el status social de la mujer han ido variando a través del correr de los años. En el mundo de los escritores bíblicos las esposas y las hijas eran un tipo de propiedad familiar. Hace cien años, aún en el mundo occidental, las mujeres sufrían notables desventajas legales. Durante este siglo la igualdad entre las mujeres y los hombres se ha ido reconociendo crecientemente. ¿Cuáles serían los roles de las mujeres cristianas en esta nueva (y cambiante) situación social? No tiene sentido pensar en extraer una respuesta simple y directa de las Escrituras. Ellas fueron originalmente dirigidas a personas cuyas presuposiciones básicas sobre las mujeres eran radicalmente diferentes de las nuestras. En vez de ello debemos de encontrar formas de abordar la Biblia en lo que respecta a los principios fundamentales para ser humano y para la fe--y ver de qué manera los podemos interpretar para nuestros propios tiempos.

¿Cómo podemos interpretar la Biblia si queremos hablar de la homosexualidad con todo lo que conocemos de ella actualmente? Un modo sería ver los pasajes que se refieren específicamente (o, en algunos casos, se ha creído erróneamente que se referían) a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo o de orientación homosexual. Hice justamente eso en un libro Dirt, Greed, and Sex (Fortress Press, 1988; SCM Press 1989). El libro trata ampliamente a la ética sexual en las Escrituras. La primera parte, "Dirt" (suciedad, impureza, inmundicia) analiza la ética de la pureza en la Biblia e incluye un análisis de los pasajes que se refieren (o a veces parecen referirse) a la homosexualidad. No puedo incluir todo el planteo aquí, pero puedo resumir sus conclusiones. Los pasajes del Antiguo Testamento que condenan las relaciones sexuales entre varones (no hay ninguna referencia a las mujeres), lo hacen sólo por un motivo: el que tales relaciones eran categorizadas como inmundas (el término técnico es "abominación"), y se oponían al código de pureza de la antigua Israel. El Nuevo Testamento, sin embargo, deja de lado y relativiza la importancia religiosa del código de pureza. Jesús dijo que la única pureza importante era la del corazón, no la del cuerpo. Pablo vio a los actos sexuales entre personas del mismo sexo como inmundos, pero no como pecaminosos. Dice, en un pasaje muy claro con respecto a la pureza: "Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en si mismo; mas para él que piensa que algo es inmundo, para él lo es" (Romanos 14:14). Si observamos los pasajes que se refieren específicamente a la homosexualidad, las Escrituras Cristianas, tomadas en su totalidad, no ofrecen ninguna base para ver a los actos sexuales entre personas del mismo sexo como intrínseca o invariablemente pecaminosos.

Algunos teólogos, sin embargo, han abordado de diferente modo la cuestión. En vez de analizar los varios textos que tratan explícitamente sobre los actos sexuales entre personas del mismo sexo, prefieren partir de un pasaje muy distinto. Ese pasaje, ellos piensan, resolverá todos nuestros problemas sobre ética sexual, homosexual o heterosexual, al menos si estamos preparados para entenderlo como ellos lo hacen. El pasaje forma parte del segundo relato de la creación en Génesis, el que nos habla de la creación de Adán y Eva. En una traducción moderna dice así: "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne" (Génesis 2:24, BJ). Estos teólogos interpretan el pasaje diciendo que Dios, al crearnos, también creó un solo modelo de moral sexual para todas las personas: el modelo de la monogamia heterosexual de por vida. Este modelo, dicen, forma parte del orden creado; no está sujeto a cambios de una cultura a otra o de una era histórica a otra. Y eso no permite ninguna variación.

Esta afirmación puede parecer intrínsecamente improbable. Es estar extendiendo demasiado el alcance de un versículo. Ud. podría aún preguntarse si todo aquel que no haya desde entonces llegado a tal conclusión podría encontrarla allí. Yo también me lo pregunto; pero déjame hacer, tan fuerte como sea posible, el argumento a favor de esta interpretación--entonces pregunte si realmente es válido tal argumento
 
buena reflexion

buena reflexion

Felicitaciones interesante reflexion
 
Paz.

La homosexualidad es un pecado, pensar que es una forma de vida, tre consecuencias tragicas contra la humanidad.

Dios le habre sus brazos a cualquier percados que crea y se arrepienta...

en terminos humanos, yo concuerdo con que es una enfermedad..


Buen escrito bart.

Bendiciones en el Senior...
 
Para pedropablo.

Repito mi aportación anterior a fin de remarcar detalles a tu aportación.


Que un niño haya sido iniciado en la homosexualidad por un adulto.
Que en el "rol familiar", la madre se vea obligada a asumir el del padre, ya sea por ausencia de este o porque se trata de una persona sin caracter a causa de alcoholismo, ludopatía, abandono del hogar y un largo etc. La madre se ve en estas circunstancias en la necesidad de adoptar el rol reflexivo mientras el padre adopta el emocional, cariñoso y demás. Si el niño(a) se comporta mal se le dice "Ya verás cuando venga tu madre"

Así, de la misma manera que un enfermo mental es el ser mas debil de una familia enferma, el homosexual es el ser más débil de una familia desestructurada y con los citados acmbios de Rol

En primer lugar de ninguna manera pretendo juzgar al homosexual. No es de mi competencia.
Ahora bien, dices:
¿Es la orientación homosexual una condición humana "legítima", o se trata de una enfermedad o pecado -- o, por lo menos, una evidencia del estado de la humanidad después de la "caída"? ¿Son los actos sexuales entre personas del mismo sexo necesariamente pecaminosos? Si lo son, ¿por qué? Si no, ¿cuándo son ellos moralmente aceptables y cuándo no lo son?

Para responder a todas tus preguntas se hace necesario el conocer si el homosexual nace o se hace. Yo me inclino por lo segundo, a pesar que muchos especialistas en el tema estan sosteniendo lo contrario. Parece ser que se fundamentan (digo que parece ser puesto que no soy especialista en el tema) el tipo de hormonas que abundan en el homosexual. Pero la pregunta es: ¿Por que abundan mas las femeninas que las masculinas? ¿Por ser congénito? O por el contrario son una respuesta a la pulsión sexual?

Has citado tambien el Génesis sobre la pareja y la función sexual, afirmando que inicialmente fue una función exclusiva para engendrar hijos. No lo veo de esta manera puesto que Gen. 2:24 leemos:por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". La psicología ha descubierto que este ser "una sola carne" va mas allá de un figura poética, puesto que en el acto suxual hay la unión del "yo" de ambos. Esta extraordinaria realidad no está "solo" en función de engendrar hijos, sino en función de la unión de ambos presidida por un profundo afecto que llama "amor". Fundirse en el ego de otra-otro necesita un profundo amor de lo contrario deriva en "asco". Para comprobarlo no hay más que preguntar a varones que usan a prostitutas a fin de satisfacer su pulsión sexual que siente despues. Mayoritariamente responden "asco" a pesar de que el instinto "animal" (pulsión) les llevará de nuevo a repetir.
Mediante el léxico cristiano a este tipor de pulsión se califica de pecado.
Entonces, ¿como calificar a quien fué iniciado en la niñez en una práctica en la que de adulto fusionará su "ego" con alguien del mismo sexo?
O si la causa es el haber sido educada su sexualidad en un hogar desestructurado. ¿Como calificar las causas de dicha desestructuración? (He citado algunas, no todas)
Hay que tener presente que la sexualidad se aprende pasando diversas etapas de, o en, la misma y las referencias que el niño(a)tenga en cada una de ellas será esencial en su posterior desarrollo sexoafectivo. Un desarrollo cuyo punto culminante es lo que llamamos "madurez" sexo afectiva.
Como vemos el tema es enormemente complejo, pero el concepto de pecado no le es ajeno. Ahora, bien, el peor pecado ha sido aquel que ha dirigido la sexualidad durante la niñez de una persona por caminos equivocados. No en vano la Ley de Dios dice: "yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen".
Por último, cabe preguntarse: ¿En que periodos históricos ha abundado mas la homosexualidad? Y, seguidamente, preguntarse el por que. Es decir, en que tipo de sociedad abunda más.
Bendiciones.
 
Por el Rvdo. Dr. William Countryman

Por el Rvdo. Dr. William Countryman

¿QUE NOS DICE EL RELATO BIBLICO DE LA CREACION
ACERCA DE LA HOMOSEXUALIDAD?

Por el Rvdo. Dr. William Countryman
Profesor de Nuevo Testamento en la Church Divinity School of the Pacific
Berkeley, California (EUA)


La Interpretación "Creacionista": ¿Nos ha creado Dios para que seamos monógamos heterosexuales a perpetuidad?

Para comenzar, el primer relato de la creación en Génesis (cap. 1) afirma que los dos sexos, macho y hembra, son como algo dado y básico para la humanidad. Ambos estaban presentes desde el comienzo y ambos reflejan la imagen de Dios (Génesis 1:27-28). Después de haber creado los dos sexos, Dios les ordena ser fecundos y multiplicarse, llenar la tierra y someterla. De este modo el primer relato de la creación vincula estrechamente la existencia de los dos sexos junto con la necesidad de la reproducción humana--una necesidad de la cual las sociedades antiguas, con sus altas tasas de nivel de mortalidad, eran muy conscientes. Este primer relato de la creación nunca sugiere otro propósito para el sexo que no sea la reproducción, tampoco dice nada sobre precondiciones legales o morales para la reproducción, tales como el matrimonio. Eso es todo lo que el primer relato de la creación dice sobre sexo.

El segundo relato de la creación en Génesis (cap. 2) era originalmente independiente del primero. Cuenta como Dios creó a Adán (en hebreo "ser humano") del polvo, insuflándole vida, y poniéndolo en el jardín del Edén. Luego va a decirnos que Dios reconoció la necesidad de Adán de ayuda o compañía (2:18) y creó a los animales en un esfuerzo por suplirla. Sin embargo los animales no eran adecuados para este propósito, y entonces Dios puso a Adán a dormir, tomó una costilla de su costado, y formó de ella a la primera mujer. Esto parece implicar que Adán era varón. (Aunque algunos lectores antiguos creyeron que Adán era andrógino antes de su operación, la tendencia dominante de interpretación, como lo ejemplifica Pablo in 1 Corintios 11:7-9, era que el primer ser humano era un varón aislado.)

Entonces, cuando Dios buscó encontrar para Adán una ayudante/compañera singularmente apropiada, creó Dios a la primera mujer como complemento del primer hombre. Esto a su vez sentó un modelo para el futuro: "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne" (Génesis 2:24, BJ). Esto, arguyen los intérpretes "creacionistas", establece una regla universal para el comportamiento sexual humano. El sexo existe como motivo del compañerismo tanto como de la reproducción; y, en ambos aspectos, "funciona" sólo en virtud de cierta complementariedad entre el varón y la mujer.

Algunos aún ven aquí una prescripción detallada para el matrimonio cristiano de hoy. Sostienen que las singulares palabras (un hombre…su esposa, o, más literalmente, su mujer), implican una unión monogámica, que "dejar padre y madre" implica algún tipo de ceremonia pública precediéndola, que el verbo "se une" implica una conexión perpetua, "ser una sola carne" se refiere al requisito de la unión sexual para consumar el matrimonio. Además de eso sostienen que el modelo así establecido es exclusivo y que ningún otro modelo es "natural" o moralmente aceptable. El modelo, en otras palabras, es una ley. Una consecuencia de este argumento es que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo sean vistas como inmorales.

¿Hasta dónde es creíble esta interpretación "creacionista"?

¿Crea Génesis 2:24 una ley?

Los intérpretes creacionistas nos dicen que Génesis 2:24 es, en efecto, un mandamiento. Esa es una lectura posible del versículo. El verbo básico, en hebreo, está en imperfecto, un tiempo que a veces se traduce como futuro y que a veces es usado para dar ordenes--tales como "no matarás" o "no cometerás adulterio". Por otro lado el imperfecto podría significar también otras cosas. Puede describir una acción repetida o habitual, por ejemplo. Los traductores de la Biblia de Jerusalén (que no estaban particularmente bien dispuestos hacia la gente gay o lesbiana) entendieron el versículo no como un mandamiento, sino como una descripción de la manera en que usualmente se dan las cosas en la sociedad humana. Tradujeron esto, como es perfectamente legítimo, con verbos en tiempo presente: el hombre deja a sus padres y se une a su mujer y se hacen una sola carne.

Los traductores sin duda eligieron esta traducción por varias razones, pero la obvia es que encaja mejor en el contexto. Es bastante común en estos primeros capítulos de Génesis encontrar "relatos etiológicos"-- relatos sobre cómo las cosas llegaron a ser como son. ¿Por qué los muchachos, que son tan dependientes de sus padres durante su crecimiento, llegan a ser hombres y se interesan por las mujeres (como la gran mayoría lo hace) y, eventualmente, forman su propio hogar? Porque, en el principio, la mujer fue sacada del hombre y el hombre ha querido tenerla nuevamente consigo desde entonces. Tal historia presupone que el vínculo heterosexual es el modelo usual, pero no rechaza, sin embargo, otras posibilidades.

Es bastante fácil tomar un modelo como "normal" sin presuponer que cada desviación de él sea intrínsecamente errónea. De hecho el antónimo normal de "normal" es "inusual", no "pecaminoso". Yo podría suponer que la educación universitaria es la norma para los adultos jóvenes en mi familia, pero no podría ver como inmoral el que uno de ellos quiera seguir otro tipo de vida y haya tomado maduramente la decisión de no asistir a la universidad. La identificación con una norma implica la designación de otro comportamiento como inusual, pero no necesariamente como inmoral. No tenemos indicaciones certeras de que era lo que el autor de Génesis 2 tenía en mente. El texto en si es ambiguo. Sin embargo, es mucho más simple interpretar el texto como un relato etiológico que sostener que forma parte de un complejo juego de instrucciones morales deliberadamente oscuras.

Pero quizás haya algo más profundo aquí.

¿Establecen los relatos de la creación en Génesis un modelo para toda vida humana?

¿Deberíamos esperar que los relatos de la creación de Génesis nos ofrecieran un tipo de modelo ideal para la vida humana? ¿Es un error para la humanidad variar este modelo? ¿Era la intención de Dios que permaneciéramos exactamente como nos había creado? Los teólogos "creacionistas" piensan que debemos leer Génesis 1 y 2 como el establecimiento de los principios fundamentales de moralidad para todas las personas en todos los tiempos. Si efectivamente leyéramos Génesis de ese modo, ¿qué tipo de moral nos daría tal lectura?

Si queremos leer los relatos de la creación de ese modo, debemos leerlos en su totalidad. No podemos argumentar consistentemente que 2:24 establece una ley obligatoria universal sin sostener que estos dos capítulos en su totalidad tienen el mismo valor. Por el contrario, nos abriríamos a la acusación de funcionar con un método de "textos de prueba" (rebuscando entre los textos hasta encontrar uno que parezca fundamentar nuestros preconceptos). Quizás la gente lee 2:24 del modo creacionista sólo porque está habituada a creer que el prohibición debe estar fundada en las Escrituras y éste parece ser el lugar más adecuado. (Aún los autores más conservadores admiten que el relato de Sodoma, y las varias otras referencias, reales o aparentes, a la homosexualidad, que hay en las Escrituras, son en su mayoría inconvincentes con respecto a las perspectivas modernas). Hagamos la prueba de leer la totalidad de Génesis 1 y 2 del mismo modo que nuestros intérpretes "creacionistas" han leído 2:24. Podemos tratar a cada indicación del modelo original de la creación como establecedor de un imperativo ético y diseñar de allí una ética para la vida humana vivida de acuerdo a los relatos de la creación. Este tratado no ofrece espacio para una exégesis detallada; pero una lista fortuita, con los números de los versículos adjuntos, nos proporcionará un cuadro de la vida humana tal como era, de acuerdo a Génesis, en el amanecer del mundo:
estábamos desnudos y no nos avergonzábamos (2:25)
éramos vegetarianos (1:29-30; 2:16)
hablábamos un solo lenguaje (2:20)
observábamos el sábado (2:3)
dominábamos pacíficamente a los animales salvajes (1:28; 2:19-20)
necesitábamos compañía (2:18)
existíamos en dos sexos (2:21-23)
nos fue mandado multiplicarnos (1:28).
Dado que todos estos aspectos son igualmente parte de la creación original de la humanidad, una ética consistente, basada en el relato de la creación en sí, sin otros preconceptos, debe incluirlos a todos. ¿Nos ofrece esto efectivamente una ética que pueda ser tomada seriamente? Muchos de nosotros responderían probablemente que "no" sin pensarlo demasiado--pero ¿por qué? ¿En qué difiere, en los términos de Génesis 1-2, el comer carne, o el usar ropas, del involucrarse en actos sexuales con personas del mismo sexo? Todos son, igualmente, una variación del orden creado. Muchos cristianos de la antigüedad y del medioevo habrían visto a la desnudez y al vegetarianismo como los elementos de peso realmente significativos en el cuadro. Al recordar la vida de los santos, particularmente la de los grandes eremitas del desierto, se nos cuenta como los eremitas vivían nada más que de granos tostados. Nos cuentan que los primeros santos se habían alejado de la humanidad por tanto tiempo que sus vestidos estaban hechos jirones, no teniendo otra cosa para cubrirse que no fueran sus largos cabellos o sus barbas. Nos cuentan su amistad con las bestias salvajes, que llegaron a ser asistentes de los santos. Una ética cristiana que valorice sobre todo la simplicidad, la desnudez y la amistad con el mundo natural podría ser altamente recomendable--¡al menos en los climas cálidos! Sin embargo, los intérpretes que ven en Génesis una prohibición de la homosexualidad no parecen tomar estos otros aspectos de la creación con la misma seriedad. ¿Por qué?

Podrían argüir que algunos de esos elementos en el orden original de la creación fueron específicamente revertidos en la Biblia misma. Dios hizo vestidos para Adán y Eva luego de la caída (Génesis 3:21). Dios le permitió a Noé y a sus descendientes comer carne con la especificación de que no consumieran sangre (Génesis 9:3-4). Dios creó enemistad entre nosotros y al menos un tipo de animal (las serpientes, Génesis 3:15). Además, Dios personalmente destruyó la original unidad del lenguaje humano (Génesis 11:1-9). Además, en el Nuevo Testamento, Jesús era aparentemente célibe, violando de esta manera el mandamiento de multiplicarse y casarse; y Pablo, con su propia autoridad, animaba a los cristianos a permanecer solteros (1 Corintios 7:8-9, 36-38).

Se podría llegar a la conclusión de que todas estas desviaciones del orden natural de la creación fueron más o menos autorizadas. Aún así, ellas demuestran con bastante claridad que la humanidad siguió siendo la humanidad, aún después de las mayores desviaciones de lo que el relato de la creación describe como la intención original de Dios. Estos desvíos no son intrínsecamente ni un error, ni una inmoralidad, ni un pecado. El uso de ropa no es contrario a la ética. (Algunos cristianos, de hecho, ven a nuestra original y creada desnudez como algo inmoral.) La multiplicidad de los idiomas humanos podrá ser inconveniente y problemática, pero no es inmoral. No somos en absoluto culpables si algunos animales salvajes nos son hostiles. Y la mayoría de los cristianos en el occidente moderno llegan a la conclusión, a pesar de lo que las jerarquías eclesiásticas pudieran decir, que el mandamiento de multiplicarse es un área donde debemos ejercitar nuestro sabio entender. Divergir del orden de nuestra creación, como nos es dada en Génesis, no es intrínsecamente pecaminoso. Efectivamente, uno podría muy bien pasarse la vida como un exterminador de ratas bilingüe, totalmente vestido y con no más de dos hijos, sin incurrir por ello en ningún tipo de culpabilidad moral.

Quizás un "creacionista" podría todavía afirmar así: la creación original fue, en efecto, sujeta a modificaciones y excepciones, pero sólo dentro de las mismas Escrituras. Dios o un apóstol inspirado podría modificarla. Pero una vez que el canon de las Escrituras estuvo completo no fueron posibles más modificaciones. Al no haber ninguna autoridad en las Escrituras que específicamente ordene las relaciones homosexuales, debemos suponer que ese aspecto del orden original creado aún sigue vigente. Tal argumento podría ser de peso si sus exponentes lo sostuvieran consistentemente; pero de hecho ningún cristiano de las "denominaciones históricas" lo hace.

Existe al menos un elemento en el orden original de la creación, como es dado en Génesis 1-2, que no ha sido revocado en ninguna parte de las Escrituras, pero que la mayoría de los cristianos, sin embargo, ignoran totalmente--la institución del sábado. El sábado es el período de 24 horas desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado que Dios consagró en memoria de su propio descanso en la labor creativa (Génesis 2:3). No es por la autoridad de las Escrituras, sino por el uso extendido (comúnmente llamado "tradición"), que los cristianos dejaron de observar el sábado. (Algunos lo observan el domingo; pero, por supuesto, no cumplen con el mandamiento real.) Es difícil aceptar que un cristiano que no observa el sábado pueda sostener que los otros elementos del relato de la creación deben permanecer como reglas morales absolutas e inalterables. Aún sin la garantía específica de las Escrituras, los cristianos son libres de desarrollar y cambiar apropiadamente la forma como ellos viven el evangelio.

Si el orden original de la creación, como es fundamentado en Génesis 1-2, es realmente la base de la moralidad cristiana, entonces debemos ser consistentes en la manera de interpretar estos capítulos. El argumento "creacionista" contra la homosexualidad cae a tierra porque sus exponentes fallan en este examen. En cambio, ellos tomaron y escogieron que elementos de la creación habrían de tener en cuenta y cuales ignorarían. Si esperan persuadir a otros, deberían ser más consistentes y fieles en su uso de la Biblia.

La falla de la interpretación "creacionista", sin embargo, no significa que Génesis no tenga que agregar nada provechoso a nuestra discusión.

¿Podría Génesis 2 aportar algo más positivo a la discusión?

Génesis 2 delimita enfáticamente entre la necesidad humana de compañía y la creación divina del sexo. Nos cuenta que Dios creó a la mujer en respuesta a la necesidad de compañía de Adán. A diferencia de Génesis 1, Génesis 2 no hace ninguna referencia al sexo como medio de propagación para la familia humana. Realmente, no parece estar pensando en la familia, sino sólo en la pareja sexual. Al hacer hincapié en la pareja, ¿significa que Génesis 2 restringe toda compañía humana a la relación sexual de marido y esposa?

Una lectura estrictamente "creacionista" de Génesis 2 podría probablemente decir eso--puesto que allí no se menciona ningún otro tipo de compañía humana. No obstante, en todo el mundo, vemos que la compañía humana, sexual y asexual, forma parte de la riqueza esencial de la existencia de la humanidad. Hombres se hacen amigos de hombres. Mujeres se hacen amigas de mujeres. Hombres y mujeres se hacen amigos entre sí. Esta experiencia de compañía es compartida por personas heterosexuales y homosexuales. La relación sexual es simplemente la pieza central de la compañía humana. Esto es posible gracias a nuestro deseo erótico por la otra persona--el deseo que Génesis 2 describe tan bien al decir que lo amado nos parece una parte perdida de nosotros mismos.

Esto es algo que conocemos desde nuestra propia experiencia. Una persona heterosexual siente este deseo por alguien del sexo opuesto, una persona homosexual por alguien de su mismo sexo. Pero se trata de la misma eroticidad en cada caso y brinda la misma riqueza de posibilidades de la compañía humana. Génesis 2 está diciéndonos no que la heterosexualidad es esencial al ser humano, sino que la sexualidad lo es. Y nos lo presenta no como una ley, sino como buenas nuevas acerca de la generosidad de Dios en la creación.

El testimonio de los hombres gay y de las lesbianas, y los estudios científicos sobre ellos, concuerdan en que su atracción por las personas de su mismo sexo está profundamente arraigada. A pesar de las nunca confirmadas afirmaciones de los, por así llamarlos, milagreros, esto no es reversible. En este y en otros aspectos es muy parecida a la heterosexualidad. Comparadas las similitudes, la diferencia entre las dos es mínima.

La mayoría de los psicólogos, hace ya un tiempo considerable, dejaron de ver a la homosexualidad como una enfermedad. Las personas homosexuales no son menos saludables que las otras; sólo están orientadas, eróticamente, de un modo que las incluye como una minoría de la raza humana. Los etologistas (estudiosos del comportamiento animal) han documentado comportamiento homosexual en muchas diferentes especies. Esto sugiere que la homosexualidad es un aspecto normal del mundo natural. La antropología cultural ha demostrado que las sociedades humanas han entendido la homosexualidad de gran variedad de maneras, y esto sugiere que biológicamente, es un hecho dado, esparcido entre los seres humanos que ha sido y puede ser interpretado o "construido" en una múltiple variedad de formas. (Que pueda ser "construido" no implica necesariamente que sea completamente maleable ni siquiera que tales culturas tomen decisiones conscientes y deliberadas acerca de aspectos tan fundamentales.)

En otras palabras, las ciencias nos indican que la homosexualidad es simplemente una parte del mundo que conocemos--ni buena ni mala en si misma, pero sí una prominente e insoslayable realidad. Este mundo que conocemos es el que Génesis 1-2 nos dice que Dios creó. Lo que tienen que decir acerca de este mundo es, por encima de todo, que proviene de Dios. Dios es el creador de este mundo en el cual vivimos y de nosotros que estamos en él. Deberíamos, sin embargo, prestarle más atención a esto, a admirarlo y proclamar sus excelencias (en agradecimiento al Creador, si no por otras razones), a aprender de él y regocijarnos en él. Las personas homosexuales son parte de esa creación tan auténticamente como las heterosexuales. La voluntad de Dios para ambas es la misma, que como seres humanos gocen de la compañía de otros seres humanos. De acuerdo a Génesis 2, la compañía sexual es y debería ser una parte significante de esto.

Homosexualidad --¿Un bien o un mal?

Como hemos visto, algunos intérpretes sostienen que Génesis 2:24 prohibe o condena la orientación homosexual o las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. He demostrado aquí que su interpretación "creacionista" es improbable e inconsistente. En otra parte he demostrado que las Escrituras cristianas, tomadas en su totalidad, no ven a la homosexualidad como algo intrínsecamente pecaminoso. (L. William Countryman, Dirt, Greed and Sex - Sexual Ethics in the New Testament and Their Implications for Today. Philadelphia (EUA): Fortress Press, 1988.) Pero si la homosexualidad no es necesariamente pecaminosa, ¿significa esto que es necesariamente buena? En cierto sentido sí. Dios dijo que toda la creación era buena, incluyendo su aspecto sexual. La homosexualidad es en realidad buena en el mismo sentido en que toda sexualidad es buena. Es uno de los profundos dones con que Dios nos dotó desde el principio. Es el don de deleitarnos, de maravillarnos, de conectarnos uno con otro, el don de trascender, el don de humanidad. Imaginen una especie similar a la nuestra en inteligencia, destreza e inventiva, pero diferente a nosotros en ese aspecto: ¿podría tal especie no sexual ser humana--o algo que se aproxime al ser humano?

En el sentido ético, los actos sexuales entre personas del mismo sexo no son buenos ni malos en sí mismos. Se vuelven buenos o malos en términos del contexto y del espíritu que los anima. Jesús estableció sólo dos principios fundamentales de moralidad; ambos involucraban al amor. Hemos de amar a Dios con todo nuestro ser, y hemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Todas las demás leyes, más detalladas o específicas, dependen de estos dos mandamientos. Si no lo hacen no poseen real autoridad. Los actos sexuales, homosexuales o heterosexuales, son buenos cuando están unidos al amor por Dios, por nosotros mismos y por nuestro prójimo: no sólo por el "prójimo" con el que compartimos la cama, sino por todos que se comprometen realmente en tales actos. Son malos cuando violan estos criterios--cuando ellos implican que alguien, Ud. o su pareja o cualquier otro individuo, no tenga real importancia, o cuando sustituyen el amor de Dios por algún otro valor, tal como el "éxito" sexual, la gratificación o la seguridad.

El arte cristiano de amar se regocija en la igualdad de sus componentes, y anima la confianza no sólo de un individuo hacia otro sino a lo largo del mundo del que forman parte. El arte cristiano de amar disfruta honestamente de la sexualidad y de la forma de adorar a Dios. Si la sexualidad es realmente, como sostiene Génesis 2, un elemento clave del trabajo de Dios en nosotros, gozar de ella con amor es alabar y servir a Dios. Homosexual o heterosexual, si Ud. está buscando una aproximación a la moralidad sexual basada auténticamente en la creación, nada puede ser más bíblico que esto: goce de los dones que le han sido dados con amor, y agradezca al Creador por su gran bondad y con un amor que lo incluya a Ud. y, de la misma manera, a su prójimo. Eso será suficiente.
 
He demostrado aquí que su interpretación "creacionista" es improbable e inconsistente. En otra parte he demostrado que las Escrituras cristianas, tomadas en su totalidad, no ven a la homosexualidad como algo intrínsecamente pecaminoso



Por si "se pudiera" malinterpretar Genesis, he aqui lo que dice la biblia:


Por que la ira de Dios se revela desde
el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres qu detienen con injusticia la
verdad;
porqur lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifesto.
Porque las cosas invisibles de el, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creacion del mundo,
siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa
.
Pues habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron
gracias, si no que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazon fue
entenebrecido.
.
Profesando se sabios se hicieron necios,
....

POr lo cual tambien Dios los entrego a
la inmundicia, en las conscupicencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre si
sus propios cuerpos
, ya que cambiaron la
verdad de Dios en mentira, honrando y dando
culto a las criaturas antes que al Creador, el
cual es bendito por los siglos. Amen.
Por esto Dios los entrwgo a pasiones
vergonzosas; pues sus mujeres CAMBIARON
el uno natural por el que es contra
la naturaleza(para fysin).
y de igual modo tambien los hombres,
dejando el uso natural de la mujer,
se encendieron en lascivia unos con otros,
cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres, y recibiendo en si mismos la
retribucion debida a su extravio.

Romanos 1:18-27



No sabes que los injustos no heredaran el reino de Dios?
No erreis; ni los fornicarios, ni los idolatras,
ni los adulteros, ni los afeminados,ni los que se
hechan con varones
, ni los ladrones, ni los avaros,
ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredaran el reino de DIos.
Y ESTO HERAIS ALGUNOS, MAS YA HABEIS SIDO LAVADOS,
YA HABEIS SIDO SANTIFICADOS, ya habeis sidos justificados en
el nombre del Senior Jesus, y por el Espiritu de nuestro Dios.


1 Corintios 6:9-11




Es claro, la biblia condena el homosexualismo, y llama a ha aquellos
que lo son a que se arrepientan de ese pecado como muchos otros que hay, y vengan a Cristo.

Los que dicen que la biblia no condena el homosexsualimo,
erran mucho, aunque se digan reverendos.

Bendiciones...
 
Relativismo moral...

Relativismo moral...

Interpretación moedernista es lo que persivo en tu aporte y perdona que no recuerdo tu nombre.

La Biblia enseña muy distinto. La psicología humanística lo vió como una enfermedad y que el sujeto se podría curar aceptando sin culpa su condición.

Desde la perspectiva de Dios es lo importante que tengamos presente.

Si los solteros y solteras como yo no pudiéramos sublimar el instinto sexual, y cuando no se puede esperar más no se va y une con alguien, por necesidad de compañía. La familia, el compañerismo cristiano, los amigos y amigas y el tener la mejor compañía a Dios como Padre, como hermano y amigo en la persona de Cristo Jesús y en el Espíritu Santo como nuestro guía y consolador.

Las células, reuniones con otros cristianos como parte del cuerpo de Cristo. No somos islas la Biblia enfatiza muchísimas veces el "unos con los otros" en acciones sociales en amor y edificación mutua. y la interdependencia de los miembros unidos a la Cabeza Jesucristo.
El sentido de identidad en Cristo nos ayuda a superar la soledad. El darnos a otros y recibir de otros también. Y mayormente nuestra relacion con Dios por medio de Jesucristo. El sexo no es solo lo genital involucra toda la persona.

Con amor :corazon:
 
Para pedropablo.

En tu larga parrafa hay una gran cantidad de "justificaciones", pero la realidad es otra muy distinta.

En primer lugar encuentro gratuita tu continua referencia a los "creacionistas", el que opinan y dejan de opininar.

De la Biblia, creas o no que sea Palabra de Dios, se desprenden dos cosas fundamentales. Que Dios es quien crea la vida. Esta es la primera, la segunda es que Quien la Creo tambien la preserva. Por lo tanto ir en contra de la vida es ir contra su Creador. Consecuentemente, dime: en un mundo de homosexuales ¿cuanto duraria la vida? Así, ¿cual es la diferencia entre matar e impedir la vida?
El amor de una PAREJA NORMAL, engendra vida. Al unión de una pareja
ANORMAL engendra muerte.
Te repito la máxima de los griegos
Cuando Eros se une a Agape se genera vida
Cuando Eros se une a Tanatos se engendra muerte.
Así, por los frutos conocemos que es NORMAL y también lo que es ANORMAL.
 
Los tiempos cambian

Los tiempos cambian

Es bueno escuchar aportes documentados...es bueno sabe rque no soy la unica persona que piensa de esa forma.

Sakar : si tu usas corintios y romanos tambien debe susar aquel versiculo

" El amor no es egoista..todo l o entiende y lo perdona"

y es bueno aplicarlo y no llenarse en reacciones de "caballeria" tratando de promocionar un dios de odio ¿tiene algun sentido remarcar las amenazas con letra mayusculas?...¿son las amenazas el principal mensaje de Dios?


Villobe : Antiguamente se justificaba la discriminacion contra la mujer mediante versiculos biblicos ..la iglesia catolica usa esos versiculos par anegar a la smujere sel sacerdocio y aun iglesias "cristianas" niegan alas mujeres el derecho de ser pastoras por que "la biblia la dice" ..la biblia e sun libro que pued ese rinterpretadso d edistinta soptica spor que fue escrito par auna epoca distinta...Dios no pudo escribir cosas como Atomos..ADN...leyes d ela relatividad por que no solo nadie lo entenderia....nadie le habria creido..por eso no e sd extraña rque segun pas elos tiempos la biblia sea reinterpretad amuchas veces y al igual que ahor aen la misma biblia encontremos la base d eesa reinterpretacion


Tobi : La biblia no menciona la sconductas homosexuales d e algunas especies, tampoco de la conducta suicida d e otros (literalmente se suicidan), tampoco habla d e especies animale sque son hermafroditas...otras que cambian de sexo segun la temperatura ambiente y tampoco sale los desordenes geneticos...sean cuidadosos al usa rla palabra anormal...por que todos lo somos

Sailorescamente Dreamer
 
Estuve leyendo las aportaciones de pedropablo y me parecieron muy interesantes. Mi primera reaccion fue querer contestar enseguida, y decir que habia mucho argumento humano o linguistico peronada de b´blico, pero me contuve y leí hasta el final. Aunque sigo pensando igual creo que tanto escrito nos deja algo interesante:
- muchas cosas que practicamos no necesariamente tienen sustento biblico, Ej:
Existe al menos un elemento en el orden original de la creación, como es dado en Génesis 1-2, que no ha sido revocado en ninguna parte de las Escrituras, pero que la mayoría de los cristianos, sin embargo, ignoran totalmente--la institución del sábado. El sábado es el período de 24 horas desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado que Dios consagró en memoria de su propio descanso en la labor creativa (Génesis 2:3). No es por la autoridad de las Escrituras, sino por el uso extendido (comúnmente llamado "tradición"), que los cristianos dejaron de observar el sábado. (Algunos lo observan el domingo; pero, por supuesto, no cumplen con el mandamiento real.) Es difícil aceptar que un cristiano que no observa el sábado pueda sostener que los otros elementos del relato de la creación deben permanecer como reglas morales absolutas e inalterables. Aún sin la garantía específica de las Escrituras, los cristianos son libres de desarrollar y cambiar apropiadamente la forma como ellos viven el evangelio.
Me parecio interesante de alguien que al leer su aportcion no "le interesa" demasiado la rigurosidad biblica hiciera semejante reflexion. Si somos consistentes en argumentar un asi dice Jehova en lo que se refiere a la homosexualidad, debieramos hacerlo en todos los aspectos bíblicos.

Bendicion
Thin
 
Re: Los tiempos cambian

Re: Los tiempos cambian

Originalmente enviado por: Dreamer Angel
Es bueno escuchar aportes documentados...es bueno sabe rque no soy la unica persona que piensa de esa forma.

Sakar : si tu usas corintios y romanos tambien debe susar aquel versiculo

" El amor no es egoista..todo l o entiende y lo perdona"

y es bueno aplicarlo y no llenarse en reacciones de "caballeria" tratando de promocionar un dios de odio ¿tiene algun sentido remarcar las amenazas con letra mayusculas?...¿son las amenazas el principal mensaje de Dios?


Sailorescamente Dreamer

Tu lo haz dicho, el amor todo lo perdona: el homosexualismo, el adulterio, fornicacion, homicidio. Y por amor Cristo murio en la cruz, para que tambien nosotros crucifiquemos nuestras pasiones, por ese amor, por su nombre y misericordia.

Dios no es de odio es Justo, amoroso, micericordioso, Santo...
el no habita con el pecado, por eso Cristo murio para que fuesemos hecho Santos y vencer toda tentacion.

Yo no creo en un Dios de odio, y tampoco creo en un Dios manipulado que nos perdona todo por nuestra linda cara..

YO creo en un Dios Soberano, todopoderoso, que demanda obediencia y santidad de quien quiere ser su hijo, Si Cristo murio humillado en una cruz, que sacrificio es pues que dejemos nuestras pasiones por amor a el.

El que detiene el castigo, a su hijo aborrece:
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.

Proverbios 13:24


Tu lo ves lo que cito como amenazan, otros los vemos como advertencias.
Seamos Justos.
 

Después de leer todas estas ideas y contraideas,me viene a la mente una pregunta:¿Por qué motivo Dios destruyó,mediante fuego,las ciudades de Sodoma,Gomorra,Zeboin,Adma y Zoar(pequeña)?.Por lo que he leído ellos NO eran asesinos,aunque bien eran idólatras,pero el mismo pueblo elegido de Dios,Israel,fue idólatra,y en muchas ocasiones se apartó del camino que Dios le había trazado.
También Cristo,hablando de los últimos tiempos nos recuerda en Lucas 17:26-30 "...como en los días de Noé...como en los días de Lot..."en este último se menciona que "comían y bebían,compraban y vendían,plantaban y edificaban."El mal de ellos,por supuesto,no consistía en esas cosas que Cristo menciona en el susodicho capítulo,
sino en que ellos vivían una vida depravada,pero seguían como si nada pasara,no"tenían a Dios en su noticia".Su dios era su propia lujuria.
Se dice que la sociedad cambia,que las costumbres cambian,que las condiciones son otras,pero¿también Dios cambia? ¿Su Palabra cambia?
¿El plan de Dios para la humanidad cambia?.Si está escrito que "mientras existan el cielo y la tierra,ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido"mateo 5:18 NVI
Que el Señor les bendiga.
 

Adjuntos

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ahaaaa

ahaaaa

hola :)

Tu lo haz dicho, el amor todo lo perdona: el homosexualismo, el adulterio, fornicacion, homicidio. Y por amor Cristo murio en la cruz, para que tambien nosotros crucifiquemos nuestras pasiones, por ese amor, por su nombre y misericordia.
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exacto y tambien par ano crucificarnos por nuestros exitos o fracasos..¿te imaginas crucificarte por cada temor queno logra s vencer?...vivir una vida con miedo d e " no vencer"...una cosa es superarse pedir Dios ayuda y otra que " obliguemos a obtener resultados " y tratar de "poca fe" a quienes las oraciones "sanadoras" no curan "
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Dios no es de odio es Justo, amoroso, micericordioso, Santo...
el no habita con el pecado, por eso Cristo murio para que fuesemos hecho Santos y vencer toda tentacion.
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Matar es decir que Dios es pecador y aque matar en si e specado...al menos si definimos como mata rcomo sinonimo de " desahacerse de personas no ganadoras"
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Yo no creo en un Dios de odio, y tampoco creo en un Dios manipulado que nos perdona todo por nuestra linda cara..
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Por 1001 vez repetire esto una cosa es creer en un dios manipulado y otra distinta e screer en un dios que reacciona " mas elevadamente que un humano" el limitar el accionar a dios a medida sviolentas y destructoras no hac emas que "rebajar" ese status divino aun estatus "humano" cualquier humano puede matar aquien considera "inutil"...Si dios hac el omismo (independiente de su juicio) no se comporta como ese humano
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YO creo en un Dios Soberano, todopoderoso, que demanda obediencia y santidad de quien quiere ser su hijo, Si Cristo murio humillado en una cruz,
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No debemos por end ehumillar y menosprecia rla slucha s de los otros por que " sus resultados no son los esperados" recuerda que no muchos apostoles creyeron que Jesus resucitaria


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que sacrificio es pues que dejemos nuestras pasiones por amor a el.
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POr eso mismo hay un solo jesus y por eso mismo Jesus e s especial si todos fueramos como Jesus nunc ahabria venido...creo que entonces todos deberiamos ser solteros :)
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El que detiene el castigo, a su hijo aborrece:
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castigar pero matar no es castigar en sencillament eun crimen atroz
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Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
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y por ende no lo mata
Proverbios 13:24

Tu lo ves lo que cito como amenazan, otros los vemos como advertencias.
Seamos Justos.
 
Dreamer, ¿crees que en esto se puede ser juez y parte?
 
Solo se trata

Solo se trata

No Tobi solo demuestro que un mismo hecho pued ese rinterpretado d e distintas maneras
 
Re: Solo se trata

Re: Solo se trata

No Tobi solo demuestro que un mismo hecho pued ese rinterpretado d e distintas maneras











Dreamer, eso es lo mismo que "Un TEXTO sacado del COMTEXTO puede significar lo contrario de lo que quizo decir ese mismo texto dentro de su contexto de origen.

Parecido al pensamiento de Protagoras
 
Exacto

Exacto

Por eso no me gustan que saquen las cosas de su contexto y menos que usen esas palabras sacadas de su contexto para explicar contextos distintos que no son los mismos contextos, que su contexto de origen


^-^ se ve divertido no?..deberia crear trabalenguas :p