"¡Marta, Marta! Estás inquieta con muchas cosas"
¿Y si el ruido de tu servicio estuviera ocultando el silencio de tu alma vacía?
CONTEXTO BÍBLICO
El llamado ignorado en casa
Marta recibió a Jesús en su casa, lo sirvió, corrió, se esforzó… pero no escuchó. María se sentó a los pies del Maestro y escuchó su voz. Jesús no condenó el servicio, pero sí la distracción. ¡Qué fuerte es servir a Cristo mientras se ignora su corazón!
Marta representa a la iglesia afanada, que trabaja sin dirección.
María representa la intimidad que no produce pero transforma.
Hoy, muchas iglesias funcionan como empresas... y no como altares.

(Lucas 10:41-42 RVR1960)
CONEXIÓN ACTUAL
"Sirviendo sin sentarse"
Las agendas están llenas, los auditorios también… pero los altares están vacíos. Hemos reemplazado la comunión por el cronograma, la presencia por el programa.

- Líderes agotados que ya no oran, pero sí ensayan.
- Ministerios exitosos con corazones quebrados en secreto.
- Iglesias llenas pero sin palabra fresca del cielo.

(Apocalipsis 2:4 RVR1960)
TESTIMONIO BREVE
UNA HISTORIA QUE AÚN DUELE
“Pastor, ¿puedo descansar esta semana del grupo? Hace meses no oro, pero no me dejan parar…”
Aquel joven sirvió hasta que colapsó emocionalmente. No porque faltara amor… sino porque nadie lo enseñó a descansar en Cristo.
ADVERTENCIAS BÍBLICAS
“Porque el Señor no mira lo que mira el hombre; el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” (1 Samuel 16:7)
“Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.” (Mateo 15:8)
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Zacarías 4:6)
“Tienen nombre de que viven, y están muertos.” (Apocalipsis 3:1)
“Detente, considera las maravillas de Dios.” (Job 37:14)
DESAFÍO PERSONAL
¿QUÉ MARTA HAY EN MÍ?
Hoy como ayer, el peligro no es dejar de servir… es servir sin estar sentados a sus pies.



(Salmos 46:10 RVR1960)


LLAMADO FINAL
¡Detente!
¡Escucha su voz!
¡Vuelve al lugar secreto!
¡Antes que sea tarde!

(Malaquías 3:7 RVR1960)
PREGUNTAS REFLEXIVAS
¿Estoy sirviendo a Cristo o solo al ministerio?
¿Hace cuánto no me detengo a escuchar en silencio?
¿He cambiado la intimidad por la actividad?