La Gran Promesa de la Prosperidad

8 Septiembre 2008
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1. EL DERECHO PRECEDE AL AUTOR

Todo Derecho procede de la autoría. Quien es autor de algo, tiene los Derechos sobre tal cosa. Quien detenta ese Derecho puede establecer las pautas de uso de dicha cosa, que es de donde viene la idea de normativas, directrices, ordenamientos o legislaciones. Este es el Derecho de Propiedad, la Iuris (derecho) sobre la Propiedad Intelectual. Cualquier cosa que emana de la Mente, tiene su Propiedad Intelectual en la propia Mente. Por tanto, sea que sean palabras, fabricaciones físicas, composiciones musicales, composición de imágenes o dibujos, obras literarias o incluso una coreografía, tienen un derecho de propiedad que detenta su Creador, el Autor. El único con Autoridad sobre su creación es el Autor, o aquel a quien él conceda un poder.

2. EL CREADOR DEL UNIVERSO

Es notorio que el universo tampoco puede ser una auto-creación, toda vez que las Leyes de la Termodinámica sostienen que toda cosa deriva de una energía igual o superior, y que la energía tiende a disiparse, salvo que haya un motor o fuente que la mantiene. El potencial del universo no puedo venir de la nada, o de algo inferior a la masa cósmica. Aún si hubiese provenido de otro universo a través de un agujero blanco, algo debió crear ese agujero blanco, mantenerlo y darle el poder, energía y ley que lo constituye y configura. De la misma forma, si el potencial de este universo vino de otro universo, de algún lado salió ese otro universo, y algo/alguien debió crearlo en ese otro universo antes de ser mandado a este universo. Sea cual sea la justificación, debe quedar claro que la nada no produce nada, no crea algo, porque no es nada, ni tiene nada. Demostrar a Dios no es mostrar la causa (Él) sino el efecto (su Creación). Él es la primera causa. La Ley dice que hay un Dios, y que si se duda de su existencia – según la Ley Común - hay que probarlo.

3. EL EVOLUCIONISMO BRINDA LA AUTORIA A LA CASUALIDAD

¿Por qué el satanismo creó la Teoría de la Evolución? Para eliminar a Yahveh como creador de las especies, y, por extensión, del hombre. La Teoría del Big bang, y otras teorías del Cientificismo, son empujadas por el mismo espíritu luciferiano que pretende eliminar al Creador-Padre de la ecuación. Si no hay un Creador, no hay un Autor, y si no hay un Autor, la Autoridad pasa a manos de otro.

4. LOS FALSOS ALIENS COMO CREADORES

La Primera Fase del proyecto Blue Beam pretende reemplazar el evolucionismo y el ateísmo, para pasar la Autoría del hombre a los “extraterrestres”. Lógicamente, tales extraterrestres no serían presentados como representantes o personificaciones del Creador-Padre, sino que se daría este mérito al Dragón, los del bando illuminati, y, por tanto, para no perder el poder, la autoridad se la darán esos supuestos creadores, los dragones. De esta manera, “todo poder y autoridad” del Dragón, como cita el libro de Apocalipsis, será otorgado al super-estado (la Bestia). Pretendiendo esta autoría/autoridad, y recibiendo este presunto poder, establecerán su propio sistema judicial, “pretendiendo cambiar los tiempos y la ley”, como le fue advertido al profeta Daniel.

5. EL HOMBRE NO FUE PRIMERO

Bajo ninguna circunstancia el hombre mortal puede asumir que sea el origen de la Creación, ni puede pretender haberse creado a sí mismo. Todo efecto ha de tener una causa igual o superior. Acorde a la Ley de la Bio-Génesis, toda cosa es producida por un principio superior o semejante. De esta manera, un tigre produce tigres, y una liebre produce liebres. El hombre sólo puede venir de otro hombre, o de una causa mayor. El hombre no es la causa, ni siquiera es de un estado-corporación, es Dios.

6. EL PADRE

En juridicidad se entiende que el que es Progenitor, por cuanto es anterior, y por cuanto es del que emana lo creado, es el autor y detenta la autoridad. Cuando un hijo se emancipa, exige su “autonomía” (autor propio) y establece su independencia (independiente, no vinculado), que es lo mismo que establecer tu propia soberanía, que definida se considera “constitución” (lo que se ha constituido como separado). El hombre se separó de “Dios”, y, por tanto, creó una nueva constitución, llamada Dualidad, cuyo autor es el ego. Yeshua (Jesús) habla del Creador como ‘Aba’ (Padre), pues hace un reconocimiento público sobre el autor y el legítimo Derecho. Mientras el hombre se reconoce como ‘hijo’ de Yahveh, tiene sus Derechos, cuya base es la Ley que constituyó el Autor sobre su propiedad: la Creación (vida, especies, animales, hombre, elementos, mundos, etc.). Lo creado es la firma del que ha creado, ahí radica su copyright (derechos de propiedad).

7. EL VICARIO DE VATICANO NO ES PAPA

Debes saber quién es tu padre, tu dios, que no es el estado. El Imperio Romano inventó un nuevo ‘padre’, llamado en latín ‘pater’ y ‘patri’, y en español ‘Papa’, de la palabra ‘papá’. El Pater es tu patria, pues patria es de pater. Tu clan es tu familia, cuyo patriarca es el Padre. La Iglesia Católica quitó al Padre y eliminó de las Sagradas Escrituras el nombre de Yahveh, sustituyéndolo por ‘Domine’ (señor), y luego al inglés por ‘Lord’ (señor), para así bajarle a un rango inferior a los dioses. Por eso ni siquiera le llamaron Deus o Dei (Dios), pues los señores son los soberanos que dominan (domine) sobre los mortales, pero están bajo los dioses. Si el Padre es Señor de todos los señores y dios de todos los dioses, en consecuencia, el Papa se hizo superior a todos los hombres, e incluso superior a Dios. La palabra anglosajona ‘God’ (Dios) vendría del sánscrito ‘Hu’, que significa convocar, invocar o implorar, el invocado (un autorizado a recurrir). God es creador, autor y soberano, y por ello incluso los jueces son llamados con títulos que son de Dios, como en el antiguo Israel, como si fuesen dioses. Esto es porque ningún hombre puede juzgar a otro hombre, pero sí un dios. El lema original de EE.UU. era ‘E Pleribus Unum’ (uno de muchos, uno de muchas partes, o de muchos somos uno). Esto recuerda al concepto de Elohim, de la mente de Cristo como conciencia universal, a la raza de los dioses (Elohim). Puede ser análogo con el hecho de que así llamasen a los jueces de Israel, como la frase, “ani amarti elohim atem” (yo dije, vosotros sois dioses), considerando que Yahveh es dios de dioses, o el Uno sobre todas las conciencias unificadas.

8. LOS ESTADOS PRETENDEN SER TU PADRE

Los gobiernos tratan de evitar a Dios, por lo mismo no quieren que la humanidad sepa sobre la verdad extraterrestre, así siguen estando en el poder. La “supremacía” de los “magistrados”, Vaticano y la corona quedarían invalidados por la ley divina, porque todos somos iguales. Yeshua dijo que Dios es nuestro padre, empero, tu país no es tu padre, ni el obispo de Roma es el padre de nadie. Es más, ninguno de ellos tiene hijos biológicos (ninguno de la curia tiene hijos). Una patria-estado no tiene hijos, porque no tiene órganos, ni alma, ni vida. No puede re-producir salvo lo que es propio de sí mismo. Como los estados-naciones son corporaciones, sólo pueden crear corporaciones, no seres vivos. Una corporación es un constructo artificial creado por el hombre, y una creación no puede dominar sobre su creador. El lema, ‘in God we trust’, se refiere a que en el Estado-corp la gente es tomada como fideicomisos. La ‘G’ de God es asimismo de ‘gentiles’ (gente), y de knowledge (conocimiento), del griego Gnosis. Empero, tu declaras a quien reconoces como tu patria, si a Yahveh o al país donde naciste.

9. EL PODER DEL REY

La palabra 'rei' en japonés significa “del creador”. Del sonido rey viene Regis (regir). El rey es un soberano que gobierna a un pueblo y exige de ellos tributo a cambio de protección. Cristo es el rey de Dios, y el falso es rey (y reyes) del falso dios, el estado, Vaticano. El rey tiene sucesores de su descendencia y establece la ley para el pueblo, la ‘lex rex’ o ‘legis regis’, de donde viene la “legislación para regir”. Yahveh se presentó como ‘Eloah Elohim’ (Dios de dioses), ‘Melej Meljim’ (rey de reyes) y ‘Adon Adonim’ (señor de señores), lo cual lo hace - por extensión - ‘Juez’. Estos títulos dan derecho de gobierno y de establecer y ejecutar la Ley, así como de exigir bienes (tierras, usufructo, ganado, soldados, esposas, siervos, recursos y mano de obra).

10. ALIANZA ENTRE EL DIOS EL HOMBRE

En cierto momento de nuestra historia antigua apareció Yahveh y estableció varias Alianzas con ciertos patriarcas. Estos Pactos consistían en el cumplimiento de unas órdenes a cambio de ciertos derechos (tu creador te da los derechos, el estado sólo te puede dar privilegios). Con Adam y Javah fue la Vida Inmortal en el Paraíso siempre y cuando no se acercasen ni tocasen el Árbol ‘Bien y Mal’; con Noaj fue heredar la Tierra, siempre y cuando se abstuviesen del asesinato; con Abraham fue tener una incontable descendencia y prosperidad, a cambio de que él y su descendencia le servirían; con Mosheh fueron los 10 mandamientos y las ordenanzas que se desprendían de estos, y a cambio los hizo Hombres Libres y vivirían en su Propia Tierra, y en Seguridad, tendrían Prosperidad, y avanzarían hacia la Inmortalidad; con Yeshua fue seguir la conciencia y la Ley del Amor, no olvidando la base y simbolismo de la Ley ya dada; a cambio de dejar de seguir sufriendo en el mundo y sin la luz del Espíritu, recibiendo asimismo la ayuda en la aceleración hacia el camino a la Inmortalidad y la Perfección.

11. CONTRATOS FIRMADOS CON SANGRE Y DINERO

Estas alianzas fueron Contratos, promesas (pacto) firmadas con sangre: sacrificios de animales. La sangre es la vida del cuerpo, tiene la existencia del alma en ella y todos los códigos de lo que es el hombre y el universo, y es el puente con el mundo del espíritu. Se legitimó esta Alianza-Pacto entre el hombre y su dios a través del cumplimiento de una ley establecida por el Creador, y validando la Implicación y Compromiso con una prueba de Convenio: Bienes. Esta Implicación y muestra de Compromiso la mostraban dando un Tributo basado en la Propiedad: de lo que es tuyo. La Propiedad es lo que es Propio del Ser, lo que le representa como Hombre. Esta Propiedad es aquello que es Suyo, sea el Bien (bienes) de su Cuerpo (el vehículo que Posee su alma), de lo que él se ha hecho Propio (tierras) o de lo que él ha construido (bienes: ganado, producto de la tierra) o el usufructo resultante en el intercambio comercial y en negocios (pieles, especias, animales, recursos minerales, etc.), que se simplificó en Moneda (dinero). Para mostrar un compromiso muchos casaban a sus hijos e hijas, legitimando la alianza (cruces de “sangre”) y dando una dote (bienes, propiedad, dinero).

12. EL BAUTISMO

Todo Convenio requiere una prueba de compromiso. Por eso sacrificaban animales, daban tributo y hasta circuncidaban a su gente, mediando nuevamente la sangre que caía a tierra. Pero para no representar más la muerte (derramamiento de sangre) sino la Vida, la implicación se simbolizó con el sumergimiento, primero en agua, luego en aire (espíritu) y en fuego (Despertar de la Conciencia). Así quedó atrás el “bautismo en la tierra” (la necesidad de la reencarnación, morir, perder la vida, el ser la sangre sumergida en el suelo). El bautismo en agua es la Iniciación; el bautismo en viento-espíritu es la Vida Espiritual; el bautismo en fuego es la Iluminación del ser. El uno no es posible sin el otro previo, y estos todos son necesarios para el bautismo en la Luz: la Inmortalidad. La Iniciación es sólo un paso, el Estilo de Vida, lo es todo. Esto es Guardar, Observar o Cumplir, y la guía de referencia es la Ley.

13. LA EXISTENCIA

La vida del hombre está inmersa en todo tipo de vicisitudes, complejidades y desaciertos. Pareciera que pocas veces “la vida nos sonríe” o que “el universo conspirase a nuestro favor”. Si bien, cuando el ser humano no conoce las leyes cósmicas, es evidente que se golpeará mil y un veces contra el muro de la realidad. Podemos leer en los evangelios que en medio del ministerio de Yeshua, “vino a él un Sabio y le dijo: ‘Adón, te seguiré en todo lugar que vayas’. Y le respondió Yeshúa: ‘Para las zorras hay cuevas y para las aves nidos, pero para el Hijo del Hombre, el hijo de la virgen, no hay un lugar donde entrar su cabeza’.” (Mateo 8:19-20, Baal Shem Tov) Yeshua deja claro a este sabio hombre que si decide elegir este camino debe comprender que perderá la estabilidad que hasta entonces ha tenido. El que se dedica a servir a la luz (una forma de sacerdocio) dependerá de la ley de Dios, no la de los hombres. El hombre es heredero de la Tierra, nuestro planeta, nuestra morada. A donde decidiéramos ir podíamos elegir un lugar y residir ahí. La permanencia en un sitio determinaba que esa era nuestra vivienda, y nadie podía entrar o tomar nada de ahí, que no fuera por autorización nuestra.

Durante siglos los oligarcas han ido invadiendo tierras y declarándolas como suyas. Incluso corporaciones y magnates se creen con autoridad de poseer tierras y recursos naturales, o poder de patentar la vida. Así es como hoy día en la mayoría de lugares donde se aglomeran las gentes te encuentras que no tienes una tierra donde ir a morar. A pesar de pertenecer a la Madre Naturaleza, “alguien” te dirá que tienes que pagar por aquel espacio, y aunque lo compres, deberás seguir pagando "impuestos" por ello. Un presunto “alguien” te dirá que eso le pertenece, aunque ese “alguien” es un constructo imaginado llamado “estado”. Cuando el pueblo de Israel entró a Canaán, ellos iban a poseer una tierra que era legítimamente suya, como consta en el libro de Jubileos (capítulos 7, 8 y 9). Aun así, Abraham previamente había comprado ya a los moradores del sitio una extensión de tierra, para que hubiese una validación “actual” de la toma de una zona, con testimonio. Yahveh le dijo al pueblo de Israel que les daría una tierra donde fluiría la leche y la miel, donde sembrarían y recogerían en paz, donde se multiplicarían tranquilamente, y que sólo debían seguir sus lineamientos. De esta forma, cuando el pueblo de Israel entró a la “tierra prometida”, se la repartieron equitativamente. Por ende, nadie tuvo que comprar tierras, y la base del Derecho estaba ahí, constaba en la Propiedad. Como no debían estar sujetos a nadie, tampoco tenían que pagar una renta. Mientras todo se hiciese correctamente, así debía permanecer todo, y todos prosperarían según el esfuerzo y dedicación a sus propias tierras.

14. LA PROPIEDAD

Hoy día son pocos los que pueden tener tierras propias, pocos los que las pueden cultivar, pocos los que no se ven obligados con un presunto “dueño” o con el constructo llamado “estado”, pocos los que alcanzan la libertad financiera. Ese llamado “estado” te pide dinero por tu propia tierra - lo cual es robo, chantaje y coacción -, un dueño te pide dinero por residir en una vivienda que él compró y/o construyó - y de la que sigue pagando hipoteca e impuestos -. Si decides tomar recursos naturales, muchos de ellos, y en muchas partes, aunque sean de tus tierras te los pretenderán cobrar, como si fuesen de ellos, de otros, que no es la Madre Naturaleza. La Madre Tierra jamás te cobrará por tomar de sus recursos, te bendecirá y prosperará mientras no dañes el ecosistema y respetes la vida de sus especies, en tanto no abuses. Mas esta situación cada vez más ha llevado a la humanidad a la esclavitud. Pocos son los que pueden ser verdaderamente libres en su planeta natal, sin deberle servicios y/u obligaciones a otros.

Si a esto sumamos comodidades que cada vez hacen parecer que sin ellas la vida ya no sería feliz o placentera, nos vemos teniendo que cumplir con cuotas permanentes para enriquecer a otros. Queremos disponer de agua, pero, ¿dónde están las fuentes de agua para que podamos disponer de ellas? En muchos lugares las fuentes de agua están bajo un monopolio, bajo control de terratenientes, empresas o el “estado”. Ellos se adueñan de un mineral que es de todos y te ves obligado a tener que pagarles para que te den de él. En parte te facilitan que no tengas que ir permanentemente a buscar el agua, cargarlo y almacenarlo. Visto de determinada manera, ya que te ofrecen un servicio podríamos ver aquí un intercambio comercial hasta cierto modo “justo”. Lo discutible sería que te cobren una cantidad de dinero por simplemente permitir que el agua fluya por una tubería que ya está instalada, y un recurso que ya pasa por todo un sistema de acueducto. Entonces consentimos la estafa porque en realidad es más cómodo.

15. SERVICIOS Y COSTOS

La electricidad es un recurso del que parece que no podemos desprendernos. En realidad, es una comodidad que facilita muchas cosas, pero que podríamos crear nosotros mismos. Esencialmente tendríamos que fabricar o comprar la tecnología para crear, almacenar y distribuir energía. Esto es más fácil si tenemos un espacio para ello, aunque en muchos países los estados pretenderán incluso cobrarnos por hacer uso de esto, como si debiese pagar un peaje por el uso de la energía, cuando el universo es energía y da energía libre. Absurdo, pero ocurre, porque la mayoría de la sociedad suele consentir en este tipo de estafas. ¿Y la telefonía móvil? Ciertamente es un servicio muy útil, y que puede que sólo algunos técnicos sabrían cómo utilizar sin pagar a una empresa facilitadora de este servicio. Luego tenemos la ropa, que debiendo saber fabricarla nosotros mismos, pagamos a otros para que nos la den ya diseñada, en parte para que tenga el estampado de otro. Este es otro ejemplo de la dependencia social, porque hasta el jabón, la crema dental o el champú son cosas que podríamos fabricar nosotros mismos, e incluso con materias ecológicas y orgánicas.

La parte más importante de toda esta clarificación es la alimentación. El agua para beber, los alimentos y los demás elementos que acompañan la preparación de la comida son un costo que en la antigüedad manejaban las propias personas. Nosotros mismos sembrábamos, recogíamos y almacenábamos nuestra comida. Realizábamos comercio, trueque, cambiando lo que nos sobraba por dinero o por recursos que nosotros no fabricásemos, de modo que cubríamos nuestras necesidades. El hombre moderno, en la mayoría del mundo, debe conseguir dinero para conseguir comida, en vez de, directamente, conseguir la comida. Ahorrando tiempo, recursos y energía, podría fabricar su propio alimento, ya que, a fin de cuentas, toma tiempo y energía conseguir dinero, y ese dinero lo va a gastar en comprar comida. El problema entonces es la dependencia y la comodidad, toda vez que, en la mayoría de los casos, nuestra sociedad quiere comodidades y no le importa esclavizarse y ser siervo de otros para lograrlas. En efecto, dadas las circunstancias, pocos tienen un espacio donde cultivar, y aunque lo tuviesen, pocos pueden dedicar tiempo a sus cultivos sin descuidar otras maneras de lograr ganancias monetarias, puesto que aún si creas tu propio alimento, debes pagar por otros servicios que se te facilitan, sea teléfono, agua, luz, renta o transporte.

Entonces tiene sentido cuando Yeshua dice que “el hombre no tiene ni dónde recostar su cabeza”. En esos tiempos podías unirte a una travesía en las rutas comerciales. Sencillamente caminaban durante semanas o meses, mas esa hoy día sería tomada más como una forma de vida, ya que tendrías que renunciar a muchas otras comodidades que la mayoría desean adquirir. ¿Dónde ves un chófer de autobús que te acepte un manojo de mazorcas de maíz a cambio de llevarte? Si produces maíz tendrás que desplazarte a un punto comercial y venderlo, y con lo que has ganado pagarte el transporte. Al final casi todo se remite al dinero. En el antiguo Israel, cuando las personas debían realizar sacrificio en otra ciudad, no cargaban con sus animales. Los vendían, y con el dinero en su alforja iban a la ciudad donde iban a realizar el sacrificio y ahí volvían y compraban el animal correspondiente para sacrificarlo. Era más práctico. En definitiva, la experiencia de vida se remonta a tiempo y energía que se invierte en la producción de bienes, sea esenciales o no. Un tiempo atrás ibas caminando y recogías lo que producía la Madre Naturaleza. Entre raíces, hongos, frutos, flores, hierbas, hortalizas, legumbres y tubérculos tenían abastecimiento. La búsqueda de estos recursos ya era toda una aventura, que normalmente la hacías en familia.

Pasa que las poblaciones crecen, y no en todas partes se dan estos productos, o al menos no todos los indispensables para la subsistencia. El consumo de calorías de un adulto no se completa con fresas y arándanos. No en todos los meses del año hay producción de alimento, ni lluvia. Entonces la estrategia fue la producción de cereales, que mientras no se vea amenazada por el clima o los animales, se puede recoger y almacenar para los meses de no producción. Para eso requieres cierto espacio, tierras. Cuando el consumo de calorías era mayor, y más población crecía, ya no era tan fácil ser recolector. Entonces empezó la caza, la pesca, hacer trampas para capturar presas. La carne se podía secar y saciaba más que la fruta, aunque no fuese compatible con nuestro organismo (al final se acostumbraba y servía para sobrevivir).

 

16. EL PROPÓSITO DE LA VIDA

Muchos obvian u omiten algo importante, ¿Cuál es el propósito de la vida? La inmensa mayoría de personas no lo sabe. La inmensa mayoría no entiende SIQUIERA quién es, qué hace aquí, qué propósito tiene en la vida, o la vida misma qué propósito tiene, o mucho menos qué pasa cuando el cuerpo biológico fenece. Vemos sufrimiento por doquier, relaciones rotas, familias disfuncionales, maltratos físicos y verbales, servidumbre, pobreza, enfermedades, estrés, angustia y desesperación, infelicidad, falta de perdón, incertidumbre, infidelidades, tristeza, miedo, anhelos que parecen inalcanzables, etc. Hay un “Dios”, como sea que cada cual lo interprete o le llame. Estableció leyes en el cosmos, las cuales son las bases para la felicidad, el éxito, la prosperidad, la abundancia, la paz, la felicidad… bendijo a su creación, pero su creación ignora la Verdad de su existencia y de las leyes, y eso se reduce en sufrimiento. Dado que el ser humano dedica casi todo su tiempo a la subsistencia, lo poco que le queda de tiempo le resulta complicado dedicarlo en descubrir los misterios de la existencia, pues tiene que asearse, descansar, alimentarse y tener algo de vida social, con su pareja, hijos o amigos. Muy pocos sacan algo de tiempo para leer o estudiar de manera autodidacta. Dada tanta carga, lo que desean es entretenerse con algún dispositivo tecnológico o salir a pasear o practicar algún deporte, siendo muchos los que creen que necesitan una adicción o vicio para no explotar y tirarse de un puente.

Siguiendo ese ritmo, se mantienen dentro de un mismo bucle. Así pasan los años y las décadas y llega la vejez, cuando, entonces, se plantean la razón de la existencia. Ahora dejarían todo para correr, vivir y disfrutar, pero parece que su cuerpo ya no está para esas aventuras. Muere y reencarna, y la película se reinicia. Vida tras vida continúa con sus inquietudes, esclavo de las adversidades y la persecución de alimento y techo. Ese “Dios” ya todo esto lo sabe de antemano. Sabe todo antes de que ocurra, sabe que así llevamos cientos de miles de años en este planeta, y sabe que es el común denominador en los demás planetas, porque así es la existencia en el cosmos: la permanente lucha por la supervivencia. Por eso este planeta tiene recursos de sobra para alimentar y mantener incluso a 11 mil millones de seres humanos. Pero “Dios” sabe que hay fuerzas y gentes que sirven al ego, y, por tanto, monopolizan los recursos, esclavizan a la sociedad y desestabilizan el equilibrio natural. De esta forma han existido imperios, ha habido guerras, las gentes han sido obligadas a pagar tributos, ceder tierras, ceder a sus hijos para las guerras y a sus hijas para el placer de oligarcas o aristócratas.

Crees que eres reo de las circunstancias, de que te ataquen, te maten, te violen, te invadan, te rapten como esclavo, que caiga una sequía y destruya tus cultivos, que caiga una inundación y arruine la cosecha, que venga una plaga y arrase lo que has sembrado, que un rey obligue a tus hijos ir a la guerra, o que tome a tu hija como su concubina, no sabes si puede venir un desastre natural o una enfermedad, a ti o a tus bien amados, o a tus animales de campo, no tienen poder sobre tus propiedades (cuando quiere, el estado viola la Ley Natural y toma dinero de tus cuentas o las embarga, te quitan casa, carro, porciones de tu sueldo o hasta a tus hijos). En fin, ¿no hay nada que nos libre de tales desgracias? En la Biblia se habla muchas veces de obedecer los mandamientos de Yahveh para que te vaya bien en todo y seas bendecido y prosperado. En Génesis 28:18-22, dice “Y se levantó Yakob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.” Y agrega, “E hizo Yakob voto, diciendo: Si fuere Elohim conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Yahveh será mi Elohim. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Elohim; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.” Aquí hay una muestra de compromiso. Tú me ayudas y yo te ayudo.

17. CRECIMIENTO SOCIAL

El concepto de “pueblo de Israel” fue el puente para una libertad social e individual. Libres de tiranías, imposiciones y miedos, protegidos en sus cosechas, en su pesca, en sus ganados, en su salud, en sus tierras. Mas esto desapareció y reapareció hace poco más de un siglo en el territorio que el imperio británico dio a los judíos y les ayudó a recuperar. De una manera acelerada lograron reverdecer el desierto del Negueb, sin tener fuentes hídricas disponibles a modo de ríos, lagos o manantiales. Tuvieron que desalinizar agua del mar y del lago más salado del mundo, el Yam ha-Melaj (Mar de la Sal, conocido fuera de Israel como ‘Mar Muerto’). Crearon un ejército, ante el peligro de los enemigos, se unieron como una comunidad, creando kibutz (eco aldeas) y aprendieron a pensar como familia, no como país. Todos participaban y todos ayudaban, y recibían apoyo del extranjero de familiares y comunidades judías y cristianas. Así Israel se convirtió en una superpotencia, pese a ser uno de los países más pequeños del mundo. Allá no hay pobres ni escasez, es un país que vive en la abundancia. ¿Por qué no hay prosperidad a nivel social en el resto del mundo? Porque cada cual va por su propio camino. Todos piensan en la caza de su propia riqueza, no de un crecimiento social.

Cuando de crecimiento social se trata, responsabilizan a una ficción llamada “estado”, como si fuese su padre y ellos unos niños inválidos. Si una célula del cuerpo pensase y actuase así, moriría en poco tiempo, sería una parte inútil del organismo. Si más células actuasen así, en poco tiempo el cuerpo moriría. Tú eres una célula del cuerpo de la raza humana, y cuando te haces indiferente del cuerpo del que haces parte, mueres, y todos los que son como tú, son los que provocan el envejecimiento y muerte prematura del organismo. Ese es el sistema de pensamiento del ego, la idea de separación, de no ser parte del todo, de no verse como uno con sus semejantes, de desentenderse y separarse.

Las comunidades que se crean al marguen de esta mentalidad egoísta, prosperan, se valen por sí mismos, producen su alimento y cubren sus necesidades, moran en sus propias tierras, producen su electricidad y trabajan de manera participativa. Pero ni siquiera hace falta salirse de la ciudad, baste que un grupo de personas se ponga de acuerdo en algo, y lo sacan adelante juntos. Mas hay que tener por claro que, si ninguno colabora, nada se hará, y nada va a cambiar, ni en ese momento ni nunca. Hay gente que se cree que "Dios" debe ayudarles, porque sí, y que debería quitar la pobreza y la enfermedad del mundo, evitar las guerras, o sea, violar la ley del libre albedrío e imponernos lo que consideramos que es lo que debería ser, ignorando que la pobreza, la guerra, la enfermedad y la injusticia la creamos nosotros mismos. Israel no habría prosperado, ni en el pasado ni en el presente, de no ser por la participación de todos sus miembros, dentro y fuera del país.

Es lo mismo con la “obra de Dios” o la “obra de Cristo”. ¿Cómo va a haber una organización de ayuda humanitaria si no hay alimentos para ofrecer? ¿Quién va a dejar su trabajo para ir a ayudar a otros si tiene que pagar renta o hipoteca, agua, luz, transporte o combustible, necesidades de los hijos, teléfono, impuestos? Pero luego los religiosos dirán dentro de sí, “señor te sirvo con mis oraciones”, mientras sus conciudadanos se mueren de hambre, niños no tienen padres, gente hay adicta a las drogas, suicidios, etc. Pero creen, incluso esos religiosos, que eso es responsabilidad de “sus” políticos. Me pregunto si cuando “venga” Yeshua le dirá a los políticos, “tuve hambre y no me disteis de comer, estuve desnudo y no me vestisteis” - siendo que ya ellos implementan en muchas naciones planes de asistencia social - o si esas palabras del evangelio no se refieren, más bien, a los que se creen siervos de Dios. Cristo puso “obras de antemano para que anduviésemos en ellas”, pero la mayoría del tiempo el hombre lo dedica a servir al César, su estado, y en buscar su propia libertad financiera (o esclavitud financiera, para muchos). Y es que loco sería el que quiere “dejarlo todo y seguir a Cristo”, porque de seguro que, con la mente pobre y mezquina de la sociedad – incluyendo a los religiosos –, le toca vivir bajo un puente.

A los diezmofóbicos les sorprende cuando su conciencia les dice, “¿de dónde crees que se puede ayudar a otros sin fondos ni recursos?”. Ellos quieren creer que eso brota de las piedras. Las llamadas “ofrendas” o “donaciones” permiten que en este mundo – y en cualquier otro – algo se puede sacar adelante y mantenerse. Un hombre que tuviese una emisora de radio para transmitir Luz Espiritual a los oyentes, ¿de dónde paga los equipos? ¿Cómo paga el alquiler del estudio, la luz, el agua, el teléfono? El enriquece al alma de ellos, y ellos le deshonran como parásitos que no aportan nada a su vida en agradecimiento. Si quisiera emprender ese proyecto, ¿de dónde saca el dinero, el contrato y el fiador para el alquiler del local? ¿Del aire? ¿Le dice acaso, “¿qué Dios te lo pague”? Y el que la arrienda dirá, “ok, yo no tengo que pagar la hipoteca de ese local ni tengo que dar de comer a mi familia, no te preocupes”. Ojalá, y aún si fuese así, nada de gratis recibe honra, porque todo tiene un valor y todo es honrado cuando le das valor, porque si no te implicas en dar y en recibir, no creas convenio o implicación, no sellas vínculo, y eso quiere decir, que no eres parte de ello. Por eso primicias, diezmos, ofrendas, limosna, etc., sellaban la vinculación del individuo con su dios para con sus Derechos sobre la tierra, sobre la posesión, la prosperidad y sus bienes. Y si un joven desde su casa monta una página web y administra redes sociales, debiendo pagar sus equipos, los servicios, los cursos para aprender a hacer esto, y le dedica horas y horas al día sirviendo al Amor y la Verdad, ¿debe decirle a su mamá, “Dios proveerá”? ¿Cómo provee “Dios”? Acorde a lo dispuesto en la Ley: el obrero es digno de su salario.

Si hubiese personas religiosas honestas, que se nutren del trabajo de ese joven, moverían cielo y tierra para enviarle donaciones, conscientes de lo que implica que su ministerio crezca y llegue a más personas sin interrupción. Ese joven puede tomar de este guía y de aquel maestro, y promocionar su trabajo, aunque él no sea un sacerdote. Pero él ama eso que ha decidido hacer y lo hace con una gran pasión y deseo de que el trabajo de aquellos que él promociona en redes sociales sea conocido, porque sabe que esos que él promociona son maestros de la Verdad que transforma al hombre, y son la base para cambiar nuestro mundo. Cuanto mejor sea el internet, más calidad habrá; cuando mejores sean los equipos irá todo más rápido; cuanto menos tenga que pensar en irse a buscar un trabajo para enriquecer a un tipo que busca su propia prosperidad, más podrá dedicar ese tiempo a promover la Verdad para elevar la conciencia de la humanidad. Con todo, para eso debe saber que puede darle a la madre un dinero para que ella cubra los gastos y vea que su hijo es honrado por su dios y que lo que hace de bien procede y su dios es verdadero. Si la obra de la Luz no avanza y nuestro no mundo mejora, no es por los políticos sino porque los que deben apoyar no lo hacen. Hay pocos obreros, y los que deciden servir son deshonrados por sus hermanos. Como dirían los evangélicos, “no se salvan más almas”, porque “la mies es mucha y los obreros pocos”, y tristemente la mezquindad y espíritu individual carcome el corazón de los hombres, incluidos esos que se creen que son de Cristo. Si el “pueblo de Dios” o “pueblo de Cristo” no prospera, la primera razón es por individualismo, su egoísmo, su indiferencia, su falta de compañerismo, su falta de conciencia, su falta de honor y su tacañería.

Escrito está, “nadie puede decir que ama Dios si odia a su prójimo”, y quien no hace nada por su prójimo no lo hace por su dios, ni por Yeshua, por cuanto, si eres miserable con tu prójimo, al que vez, ¿cómo serás bueno con aquel al que no vez? Si no piensas en trabajar en equipo y aportar, apoyando por tu parte con lo que esté en ti poner, ¿cómo pretendes formar un equipo, una organización, un cuerpo? Si no te implicas con el “cuerpo de Cristo” y el “pueblo de Dios”, NO ERES PARTE del mismo, y, por tanto, no tienes Derechos a recibir o exigir para con este “cuerpo-pueblo”, y Cristo "te vomitará de su boca".

18. EL DERECHO

El plan de Yahveh con Israel incluía, entre sus aspectos principales, la libertad del hombre. El derecho de propiedad, la seguridad, la prosperidad y abundancia, la paz, el libre comercio e intercambio, la justicia y la longevidad. Lo que todos desearíamos. No obstante, aquella nación cayó, fue dividida y sus pobladores repartidos por el mundo. ¿Se deshizo el plan? No, el plan estaba basado en una promesa, un pacto hecho por uno de nuestros principales antepasados: Abraham. No importa si no eras descendiente de sangre, baste que cumplieses los mandamientos establecidos y sirvieses a la Luz del Creador, y entrarías en la herencia. De esta forma, “donde hay dos o más reunidos” en nombre de la Verdad, ahí está cumpliéndose la promesa. De manera que sí se puede vivir como Yahveh había planeado para Israel. Eso es lo que realmente significa ‘Israel’: Personas unidas creando una sociedad, el futuro de la humanidad de este planeta. Todos apoyándose, aportando, creciendo en comunidad, intercambiando recursos, aligerando cargas.

19. EL SACERDOTE

El libro de Mashah (Moisés) llamado Jubileos, refiere en su capítulo 32 lo siguiente: “El catorce de este mes, Yakob se levantó de mañana, tomó el diezmo de cuanto había traído, desde hombres a animales, tanto oro como especie y vestidos: de todo hizo el diezmo. En aquellos días había concebido Raquel a su hijo Benjamín, con el que Yakob cerró el cómputo de sus hijos. Subió Yakob, y tocó a Leví la suerte de Adonai: su padre lo invistió con la vestimenta del sacerdocio y le llenó las manos. El quince de este mes llevó al altar catorce toros, veintiocho carneros, cuarenta y nueve ovejas, siete corderos y veintiún cabritos como holocausto en el altar de sacrificios agradables a Elohim por su buen aroma. Este fue su cumplimiento del voto que había hecho de dar diezmo con su ofrenda de frutos y libación. Cuando lo consumió el fuego, puso incienso en él por encima del fuego. Hizo además una ofrenda pacífica de dos toros, cuatro carneros, cuatro ovejas, cuatro machos cabríos, dos corderos añojos y dos cabritos: así estuvo haciendo a diario siete días. Comían él, todos sus hijos y sus hombres con gozo los siete días; bendecía y alababa a Adonai al que había cumplido su voto, que lo había salvado de todas sus tribulaciones. Tomó el diezmo de todos los animales puros e hizo un holocausto; animales impuros no dio a su hijo Leví, pero le dio todos los esclavos….”

“Leví fue ordenado sacerdote en Betel ante su padre, Yakob, entre sus diez hermanos. Allí ofició como sacerdote, y Yakob cumplió su voto así: nuevamente tomó los diezmos de Adonai y lo santificó y fue santo. Por eso está establecido en las tablas celestiales la ley de dar diezmos doblemente, para comer ante Adonai en el lugar escogido a fin de que permanezca allí su nombre año tras año; esta ley no tiene termino de días: es perpetua. Está escrito de esta ley que se cumpla año tras año, comiendo los diezmos segundos ante Adonai, en el lugar elegido, sin dejar nada de este año para el próximo. En su año debe comerse la semilla, hasta cumplir los días de la siguiente recolección, y el vino hasta los días del vino, y el aceite hasta los días de su época. Lo que de ello quede y se ponga viejo considérese contaminado y quémese al fuego, pues es impuro. Coman así juntos en la casa santa y no lo dejen envejecer. Todos los diezmos de vacuno y ovino sean santos para Adonai y sus sacerdotes; cómanlos ante él año tras año, pues así está establecido y grabado acerca de los diezmos en las tablas celestiales.”

Lamentablemente este relato tan trascendente no está registrado en la Torah, y, por consiguiente, la falta de esta información empírica y explícita da lugar a debates egóicos sobre el diezmo, que terminan por perjudicar a los ministros de “Dios” y a la propia persona, que invalida la ley, se desvincula de su herencia y maldice la obra de “Dios”, cayendo él mismo en maldición. El Segundo Libro de Henoc (en su capítulo 23, de los fragmentos del Qumran) relata la historia de Sopanima y su esposo Nir, hermano de Naj (Noé), donde ella queda embarazada sin que su esposo la hubiese tocado, a pesar de que ella era estéril. Un suceso que no se remite solamente al caso de la concepción de Yeshua y su entonces madre Mariam. Era algo que parecía ocurrir recurrentemente en muchas culturas. En fin, un “ángel” le dijo a Nir que el niño era “celestial”, y cuando naciese vendrían a llevárselo para ser sacerdote. De este es del Melki-Tzedek que se conoce como un humano nombrado para ser cohen (sacerdote) del Dios más grande de todos los dioses, siendo el 13er sumo sacerdote de esta orden, antecedido por su padre Nir, antes Metushelaj (Matusalén), antes Henoc, y así hasta el inicio con el patriarca Set, el hijo de Adam. Este es un sacerdocio vitalicio que habría iniciado con 13 sumos sacerdotes, y le siguieron otros 13, donde el 13º fue Yeshua, a quien llaman Jesús de Nazaret. No obstante, el concepto recibe su imagen de un gran Melki-Tzedek que no es originario de este planeta, y del cual habla la Carta a los Hebreos en el llamado Nuevo Testamento. De aquel Melki-Tzedek podemos leer en diversos manuscritos, como el tratado de Melki-Tzedek de las cuevas del Qumran, el tratado de Melki-Tzedek de Nag Hammadi, o el propio Pistis-Sofia, o evangelio de Valentino.

De este sacerdocio emana otro temporal, que fue puesto en manos del patriarca Levi, uno de los 12 hijos del patriarca Yakob, “Aquella noche se quedaron en Betel, y Leví soñó que lo habían instituido y hecho sacerdote del Dios Altísimo, a él y a sus hijos perpetuamente. Se despertó de su sueño y bendijo a Adonai.” (Jubileos 32:1) Es importante entender que el uso de la definición “perpetuamente”, que aplica a la orden de Melki-Tzedek y la orden de Levi, indica que su sacerdocio no tiene fecha de finalización, siendo representada en el "cristianismo" en quienes fueron constituidos por "Dios" y por Yeshua. Aquí se ve la primera refutación ante quienes aducen que el llamado a este sacerdocio prescribió con la llegada de Yeshua o con la destrucción del Templo de Yerushalim. Y ha de acotarse que Yeshua era en realidad levita, no judío. Yeshua recibe por adopción de Yosef el ser judío, pero es de su madre, Mariam, que biológicamente recibe el ser levita, como su abuelo. Yoakim, padre de Mariam, era sacerdote del Templo, pues su familia era de la tribu de Leví, y, por ende, Yeshua recibe el sacerdocio levítico, así como el sacerdocio de Melki-Tzedek (acorde a la Carta a los Hebreos 2:17 y 4:14-16). ¿Qué es ser un verdadero "sacerdote"? El que tiene vocación de servir a un dios.

Cuando hay presupuesto y equipo comprometido de trabajo se pueden lograr grandes cosas.

20. SERVIR A DIOS

A lo largo de la Biblia y demás obras espirituales se habla de “servir” al gran “Dios”. En esencia, una y otra vez esta apreciación es vista como parte del llamado y compromiso de diversas personas respecto de ese “Dios”. Con todo, ¿cómo “sirves” a un dios? El servicio es algo que ofreces. Servir es de ser de utilidad. Si algo no sirve te deshaces de él, ya no es útil. ¿Qué puede hacer un ser humano que a un dios le sea de utilidad? Si es un dios, no necesita nada, ni a nadie. Sería inverosímil imaginarse a un ser inmortal, eterno, creador de vida, autosuficiente y soberano que requiera la ayuda de un mortal. Lo que necesite sólo basta que chasque los dedos o dé una orden verbal al universo, e inmediatamente se hace. ¿No es así cómo os lo imagináis? ¿No es ese el argumento de muchos para decir que “Dios” no necesita el dinero de nadie? ¿Dónde lo va a gastar, en el Mc Donalds del cielo número 56? Pero parece que Yahveh sí necesitase de personas que le sirviesen, ¿pero para qué? Nombró sacerdotes, con el tiempo videntes (luego denominados ‘profetas’), más tarde jueces, luego reyes, más tarde apóstoles, y finalmente toda una suerte de ministros, tales como maestros, pastores, evangelistas, sanadores y otro nutrido grupo de oficios. En realidad, ninguno de estos servicios son cosas de las que dependa “Dios”, sino, más bien, ocupaciones que tienen por fin ayudar al propio ser humano, a su prójimo. En otras palabras, son actividades que tienen por objeto servir es al propio hombre. Es como si ese dios sólo tuviese interés en que nos ayudemos unos a otros, y en eso consiste esencialmente el servirle a Él.

Esto nos lleva a la cita bíblica que expresa que “nadie puede decir que ama a Dios, pero odia a su prójimo”. En estricto rigor, lo único que busca “Dios” es el bien del hombre, y por extensión, de toda su creación. Como se desprende de la ley, “el hombre es el eje central de la sociedad”, pues sin hombres no habría sentido de ley, derecho, propiedad y justicia. El hombre es, empero, la conciencia del universo. Lo que pretende “Dios” con estos servicios que demanda es que funcionemos como sociedad. Baste analizar los mandamientos que estipuló Yahveh por boca del ángel Yefifyah y Henoc a Mosheh (Moisés). Véase como se vea, todas son legislaciones que giran en torno del beneficio del propio ser humano. Es como imponerte normas para que no te hagas daño a ti mismo ni a tus congéneres. Y de ahí establecer toda una serie de normativas que desglosan hábitos que protegen al pueblo, como dijo el rabino Hilel en el tiempo de Yeshua en Yhudeah, “no hagas nada contra tu prójimo, esa es la ley, y todo lo demás de la Torah son comentarios (complementos)”. De manera que, volviendo con Melki-Tzedek y Leví, su sacerdocio no es otra cosa que mediar por los hombres, por sus hermanos. En eso consiste el servir a “Dios”, y de ahí dimanan el resto de ministerios relacionados con “Dios”, y con Cristo (el Despertar de Conciencia).

El sacerdote, el juez, el profeta, el rey, el apóstol, el pastor, el maestro, el evangelista, el sanador, etc., están realizando una vocación, como cualquier otro individuo puede estar laburando para sí mismo o para un amo, o jefe. Si bien, el rey acá fue pedido por el pueblo, ya que no estaba incluido en los ministerios, y es evidente la razón: debía ser Yahveh el rey, pues ya los jueces, sacerdotes y profetas se encargaban de la administración de la nación, y tenían la Ley como sistema judicial para obrar la justicia. El rey sólo iba a exigir tributos, tierras, mujeres, hombres para la guerra, pleitesía y recursos, es la diferencia entre la ley de Dios y la ley del hombre (el estado). Esto distaba mucho de lo que representa un “siervo de Dios”, y conlleva más a abusos e injusticias que al beneficio del pueblo.

21. EL SACERDOCIO DE MELKI-TZEDEK

El historiador judío Tito Flavio Josefo cuenta que cuando Abraham vivía en Hebrón - hace unos 4.000 años - hubo una guerra entre Sodoma y Asiria, un relato que aparece en textos muy anteriores, como los trabajos de Moisés o Yashar, que mencionan a los reyes asirios Kedorlaomer (rey de Elam), Amrafel (rey de Sumeria), Ariok (rey de Selasar) y Tergal (rey de diversas naciones de los gentiles), que se enfrentaron a los reyes de Sodoma y de Gomorra. La historia que asimismo se narra en los Jubileos (cap. 13), describe que en aquella gran guerra, Lot (el sobrino de Abraham), fue capturado tras ir en ayuda del rey de Sodoma. Abraham se enteró y formó un ejército con toda su gente y fue en busca de su sobrino 5 días más tarde. Se libró una batalla desde el río Yarden (Jordán) y, a pesar de que no se encontraban en igualdad de condiciones, Abraham y los suyos ganaron, incluso haciéndolos huir hasta Damasco: “De este modo demostró que la victoria no depende del número, sino de la rapidez y el valor de los soldados, que pueden dominar grandes multitudes; Abram venció a un ejército tan grande con sólo 318 de sus sirvientes y tres amigos. Todos los que huyeron regresaron a sus hogares ignominiosamente.” (Antigüedades de los Judíos 10:2).

El rey de Sodoma se iba a encontrar con Abraham quien le iba a honrar, pero antes de llegar se le presentó un rey nombrado sacerdote (llamado Melki-Tzedek), para que así Abraham honrara a “Dios” antes que al hombre. Abraham llevaba años esperando el cumplimiento de la promesa que un ángel de parte del dios El-Shadai le había dado en Ur-Casdim (Ur de los caldeos). Le fue dicho, “vete de tu tierra y de tu parentela al lugar que te mostraré, y haré de ti una gran nación”. Este evento se dio varias veces en la vida de Abraham, y él decidió hacer caso a las visiones. Viajó miles de kilómetros al occidente a la tierra de los arameos, tras una hambruna bajó a Egipto, pero luego regresó. Abraham dividió la extensión donde moraba con su sobrino Lot, quien al final se fuera a vivir con los pobladores de Sodoma y Gomorra. Abraham, a pesar del paso de los años, seguía esperando el cumplimiento de la promesa que le hizo El-Shadai.

En consecuencia, cuando apareció el sacerdote ante Abraham, tomó pan y vino y le dio al Melki-Tzedek la décima parte de todo el botín, primeramente en perlas. Entonces Melki-Tzedek bendijo a Abraham. A partir de ese momento se estableció un compromiso bajo juramento, “de Abram, y para su descendencia, una décima parte de los primeros frutos serían para el Señor. El Señor mandó esto como una ordenanza perpetua que se le permita a los sacerdotes que sirvan ante Él, que deben poseer para siempre. Y que esta ley no tiene límite de días, pues Él os ha ordenado por las generaciones por los siglos que deben dar al Señor la décima parte de todo, de las semillas y del vino y del aceite y del ganado y de las ovejas. Y Él determinó esto para sus sacerdotes para que coman y beban con alegría delante de él.” (Jubileos 13:22-28) De manera que, desde aquel día, y para siempre, quedó establecida una ley en beneficio de los que sirven al dios verdadero, y es que reciban de los siervos de aquel dios la décima parte del producto de su trabajo. Los “diezmofóbios” suelen sostener que la “ley del diezmo” pertenecía a la Ley de moisés, y, por tanto, al llegar el Mesías (Yeshua) y ser destruido el Templo de Yerushalim, ya este mandato quedaba caduco. Ciertamente esta ley está por encima de las legislaciones de Moisés, y es, al menos, 500 años anterior, y no está sujeta a la ley de Moisés. Tampoco deben pensar quienes ven el concepto “Dios” como algo que gira en torno a la “iglesia católica”, que esto tiene que ver con dicha institución. La tal “iglesia católica” es un constructo político creado por Roma con fines de control social-mundial. Nada tiene que ver, ni con “Dios” ni con Cristo.

La Tierra es nuestra herencia, y en ella tenemos derechos de propiedad.

22. EL INTERESANTE 144

Entre los detalles de aquella ley que fue establecida con Abraham para sus descendientes y los vinculados al pacto de la promesa de bendición y eternidad, fue escrito, “Inmediatamente comencé a contar las joyas, separando las más bellas para el rey. Había un total de 1,440 perlas, de las cuales le entregué 144. Él las guardó cuidadosamente en una cajita hecha de oro puro, en cuya tapa había lindos adornos con incrustaciones de pequeñas piedras preciosas. Después de recibir el diezmo que simbolizaba la gran liberación operada por Yahveh en la planicie, Melki-Tzedek llamó venir a él a uno de sus súbditos que era maestro en adornos y pinturas, ordenándole honrar el vaso con un lindo grabado que retratase el momento en que yo le ofrendé.” (El Gran Rollo de Melquisedec, cap. 6:8-9) Es interesante observar la matemática y gematría aplicadas a las Escrituras reveladas por el Espíritu Santo. El 144 elevado a la potencia es observado en Apocalipsis al hablar de 144.000 sacerdotes que fueron niños varones vírgenes de las 12 tribus de Israel (12.000 por cada tribu), que se comenta en posible analogía en el Apocalipsis de Esteban. El 144 es la 12ª secuencia de Fibonacci, y el 12 se repite una y otra vez desde los meses del año y las constelaciones del zodiaco hasta el número de los patriarcas, de los profetas judíos mesiánicos y de los apóstoles. Es más, 3 secuencias de 12 son 36, que es el número de los decanos que establecen las pautas de la esfera (360º). A su vez, 144 son las horas de la semana judía laborable (puesto que 24 son consagradas al Shabat). Y como se acaba de apreciar, 12 es el número de sacerdotes de la orden de Melki-Tzedek para cada nuevo ciclo de sacerdocio (lo cual puede llevar a interpretar que habría 12 ciclos de estos sacerdotes desde Set, para completar 144). Decididamente esta numeración identifica el servicio al ministerio por parte de quienes obran para el gran Dios.

Es poderosamente llamativo que la numeración 144 sea de las letras hebreas Kuf, Mem y Dalet, pues estas revelan mucho más de esta críptica numeración. Ellas forman palabras hebreas tales como ‘Kedem’, que es estar en frente, estar delante, estar al este, estar desde tiempo antiguo, ser el origen. Esto se asocia a la naturaleza de dicho sacerdocio, al ser perpetuo y ser quienes están delante de “Dios” como sus representantes para con sus hermanos humanos. Las letras K-M son cognado de Kamah, que es mies o trigo en pie, siendo estos símbolos de la necesidad de guía espiritual: “mirando Yeshua a la multitud sintió tristeza, pues son como ovejas sin pastor, y dijo, ‘a la verdad, la mies es mucha, mas los obreros pocos’.” Del trigo se hace el pan, que simboliza el alimento espiritual y material, y asimismo representa al cuerpo, sus necesidades y su base como envoltorio para que el alma experimente la vida física. Las letras M-K-D es de donde se forma la palabra ‘Mikdash’ (santuario, templo), y es justamente de las mismas letras K-D de donde proviene Kodesh (sagrado, santificado, consagrado), que es lo relativo al sacerdote. La forma M-D es Med (vestidura), y la letra Kuf es de redención y de imitación, pues emula una cosa y hace una réplica de ello. La vestidura es la integridad, título e investidura que ostenta alguien, que aquí denota su rol para la redención, o como ser redimido, y a su vez, imita o representa al Santo. La forma D-M es Dam (sangre), de modo que nuevamente con la letra Kuf nos lleva a un linaje redimido (adquirido o comprado para servir), a una estirpe o descendencia que es imagen del Creador. Asimismo, las letras D-K son de Dek (velo, delgado), y la letra Mem es la materia, el agua, el mundo. Hay un velo entre el mundo espiritual y el material, una malla delgada, y quienes conectan ambas realidades son los siervos y ministros del Uno. Cabe agregar que Melki-Tzedek, en gematría, es 294, igual que ‘Elohei Abraham’ (dios de Abraham), y bajo la numeración del orden alefático es 87, igual que la palabra hebrea ‘Abodah’ (trabajo, ministerio, obra), y la expresión ‘ani IHVH’ (yo Yahveh).

23. EL SALARIO DEL OBRERO

El mismo elemento del servicio vitalicio y perpetuo del ministro-sacerdote del dios verdadero está presente en una de las cartas menos apreciadas del llamado Nuevo Testamento, la escrita a los hebreos. Curiosamente el apóstol Pablo, como ministro al que muchos cristianos evocan, debió pasar múltiples dificultades fuera del gremio judío en lo que a su sostén diario se refería. Irónicamente eran judíos los que le perseguían, pero asimismo eran judíos los que tenían el hábito de honrar al ministro, y que no le faltase nada al que sirve al Creador. Entre la comunidad gentil, que no tenía conciencia de esto, Pablo se vio forzado a abandonar horas de consagración a la obra por tener que realizar trabajos que le permitiesen cubrir sus gastos y necesidades. La Carta a los Hebreos es, a la verdad, un escollo para los “diezmofóbicos”, que sólo desean recibir y exigen de su dios, pero no se comprometen con Él, no le sirven, no se implican y no colaboran, y por extensión, deshonran el ministerio y a sus servidores, y “por cuanto no lo hiciste a uno de estos”, dijo Yeshua, “tampoco a mí lo hiciste”. Así, dice sobre el sacerdote, “Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aún Abraham el patriarca dio diezmos del botín.” Y agrega, “Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.” Y lo más trascendental: “Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.” “Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.” (Hebreos 7:4-9)

Aun siendo eterno, tal como reza la leyenda de Melki-Tzedek – incluso conocida por los tibetanos -, él recibe los diezmos, no siendo, si quiera, contado entre los mortales ni terrestres. Si esto es según la promesa hecha a nuestra raza, ¿cuánto más no debe ser aplicable a los hombres mortales que sirven a “Dios” y tienen las mismas necesidades que cualquier otra persona? El apóstol Pablo reprochó esto, afirmando, “Contra los que me acusan, esta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?” Pablo, no siendo llamado necesariamente “cohen” (sacerdote), hace las veces de sacerdote, pues el tal es intermediario entre “Dios” y los hombres, es ministro, es siervo vitalicio. Esa ya es su vocación, y por eso agrega, “¿O solo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar?” Al decir “trabajar”, se refiere a que una cosa es servir y obrar, y otra es trabajar en el sentido de la servidumbre, la esclavitud y el servilismo, dedicar tu tiempo y energía a servir a otro señor fuera del Creador. La idea original de la bendición que recibió el hombre fue que tuviese la Tierra y disfrutase de sus frutos y prosperase infinitamente. Debido a la manifestación del ego, unos hombres han sometido a otros, ha habido injusticias de todo tipo, y la conciencia del Derecho se ha ido perdiendo.

Pocos tienen tierras, pocos las trabajan, la mayoría paga una renta y algunos una hipoteca, pero la inmensa mayoría son siervos de otros, y pocos “trabajan” para sí mismos, la inmensa mayoría no se desarrolla respecto de la construcción de propiedad y riqueza propia – valga la redundancia -. Enriquecen a sus jefes y los negocios de aquellos, y en gran parte el estado les quita presuntamente para las pensiones, para la seguridad social, les retienen parte como tributo, y hasta otras cosas les quitan como presuntos impuestos. Yahveh dijo que “nos sacó de Egipto, de casa de servidumbre”, que es precisamente para evitar esa situación, para que el hombre fuera libre y su riqueza suya.

Los que eligieron - o fueron elegidos – para servir a la verdad, no están trabajando, en esos cánones. No sirven a Egipto (el estado, el sistema), sino a “Dios”, al servir a sus congéneres, a sus hermanos, a su prójimo. Pablo, por ello, sostiene, “¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?” Esta parte es la que odian los “diezmofóbicos”, que se creen que el que ministra y se capacita para enseñar y guiar recibe su sustento como el maná que caía del cielo en el Sinaí: sales por la mañana con una cesta y cae dinero del cielo. Prefieren creer esto, porque así alimentan su mente pobre, su miedo a soltar dinero, su tacañería, su apatía y su desinterés por aprender sobre educación financiera para así construir riqueza propia. A ellos debería tocar su conciencia Pablo al decirles claramente, “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.” (1ª Corintios 9:3-14)

24. JESÚS NO INVALIDÓ EL DERECHO

Yeshua mismo nunca refutó este hecho innegable, sino que, por el contrario, en diversas ocasiones lo ratificó: “Jesús estaba en el templo, y vio cómo algunos ricos ponían dinero en las cajas de las ofrendas. También vio a una viuda que echó dos moneditas de muy poco valor. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que esta viuda pobre dio más que todos los ricos. Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba; pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir.” (Lucas 21:1-4) Esto se puede reivindicar con otro pasaje, que, aunque aparece en los evangelios sinópticos, lo tomaré de la versión del Evangelio de los Doce Santos (cap. 60:11): “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, el anís y el comino y no hacéis lo más importante de la Ley, es decir, justicia, misericordia y tener fe! Esto se debería hacer y aquello no habría que dejarlo de hacer. ¡Guías ciegos, que coláis mosquitos y os tragáis camellos!” Sin lugar a dudas Yeshua no negaba la importancia del cumplimiento de la ley (en este caso el diezmar) y de lo que es correcto, pero increpaba a aquellos hombres su maldad. Esto igualmente se lo saltan convenientemente los agarrados tacaños y mente pobre, esos desvergonzados “diezmofóbicos” que presumen de ser parte del cuerpo de Cristo, salvos y elegidos por “Dios”, que se halarán de los pelos al leer decir a Yeshua sobre el diezmo, que “aquello no habría que dejarlo de hacer”.

Ese argumento endeble de que Yeshua abolió el diezmo, no sólo no está escrito, sino que es falso y una incitación al delito (pues delito es la violación de la ley), y una incitación a la injusticia (porque invalidas el derecho de un hombre trabajador a su justo pan). Si Yeshua estuviera en contra de recibir tributo, ¿dónde dejamos que a él mismo le trajeron de niño - desde Persia - oro, incienso y mirra? A él le honraron, y él fue muy explícito al hablar del tributo/impuesto: “Le mostraron a Yeshua una moneda de oro, diciéndole: «Los agentes de César nos piden los impuestos». Él les dijo: «Dad a César lo que es de César, dad a Elohim lo que es de Elohim y dadme a mí lo que me pertenece».” (Evangelio de Tomás, dicho 98)

El hecho de que el pueblo de “Dios” dé a quien sirve a “Dios” una décima parte de sus ganancias y/o producción resulta inaceptable para muchos, que consideran que no están dispuestos a dar nada a “pastores asalariados”. Habría uno de preguntarse si es correcto - a nivel legal – que un empleador no esté dispuesto a dar a su empleado su salario porque considera que se lo gastará de manera inadecuada. ¿Qué le importa al jefe lo que su trabajador haga con su salario? El salario es el Derecho, la Ley, quitárselo es delito. Pero si el dueño de la empresa no está de acuerdo con la forma de proceder del empleado, ¿por qué lo contrató, por qué no lo despide? Hay otras personas cualificadas y dispuestas a hacer ese trabajo. Si no te gusta lo que enseña un “pastor”, ¿por qué vas a su “iglesia”? Si no quieres honrarlo a él, porque es “mala persona”, honra a otro que sí sea “buena persona”, que sí sirve a “Dios”. Así, al menos no caes en maldición ni deshonras la alianza con “Dios”. Con todo, si “hay muchos ministerios”, como recalcó el apóstol Pablo, ¿Por qué los “diezmofóbicos” se remiten a citar a los “pastores”? ¿Acaso el ministerio de la obra de “Dios” está monopolizada por “pastores”? ¿Eliminó Cristo todos los demás ministerios? ¿O sea que si no eres “pastor” no puedes servir a “Dios” como ministro? ¿La obra sólo se remite a reunir ovejas y mantenerlas entretenidas los domingos? Yeshua dijo, “id y haced discípulos”. Un “pastor”, ¿hace discípulos, o mantiene creyentes?

 

25. LA OBRA DE DIOS ESTÁ EN MANOS DE MUCHOS MINISTROS

Hay que aclarar los ministerios, porque acá hay un gran error de base. Para empezar, la obra de “Dios” no está legada a una religión, no la representan constructos inventados por hombres, como el catolicismo, el protestantismo, el luteranismo, los evangélicos, los mormones, los Testigos de Jehová, los pentecostales, los presbiteranos, los metodistas, los calvinistas, los bautistas, los adventistas, anglicanos, mesiánicos, manasitas, anabaptistas, efraimitas, gnósticos o cualquier otro grupo de los cientos que se han inventado los religiosos llamados “cristianos”. Yeshua dijo, “donde hay dos o más reunidos en mi nombre, ahí estoy yo”. Eso se llama ekklesia (tumulto, congregación, reunión, asamblea), esa es la iglesia, la reunión de dos o más personas que convergen en hablar de la trascendencia del alma. Algunos saben poco y esperan ser instruidos, otros saben más y tratan de aplicar ese conocimiento en su vida diaria, y otros se dedican de lleno al servicio de la Luz. ¿Cuál de estos eres tú? Si estudias, ¿qué salario mereces devengar? Si trabajas, ¿qué salario mereces devengar? Si dedicas 1 hora a la semana al “Reino de los Cielos”, ¿cuál debería ser tu sueldo? Si dedicas 30 minutos todos los días, ¿cuál debería ser tu sueldo? Si dedicas 4 horas 6 días a la semana, ¿cuál debería ser tu sueldo? Sé honesto y saca tu conclusión. Puede que no estés de acuerdo con la gente religiosa que distrae a las masas, pero si eres parte de la promesa y te implicas con el “Reino de Dios”, pide al Espíritu Santo que te ponga a dónde mandarle tu honra e implicación en la alianza, porque, aunque haya 99 papanatas vendiendo humo, al menos tiene que haber 1 que sí esté sirviendo auténticamente al Padre Creador, y esté llevando la Luz del Espíritu a sus congéneres, y hasta esté enriqueciendo tu alma.

Pablo escribió, “¿son todos apóstoles, son todos profetas, son todos evangelistas? No, a la verdad el Espíritu ha repartido dones como ha considerado, para que todos obedezcan a la fe.” El que dedica 1 hora al día, tómelo como un hobby, pues, ¿qué hace con el resto del tiempo? ¿Se cruza de brazos? Produce para “Dios” o para Mamon, o para la Bestia, o para Lucifer. No hay más a quien servir, y no puedes “servir a dos señores” a la vez, es incompatible, es mera matemática. ¿Te imaginarías el problema si un empleado resulta que trabaja para Coca-Cola y también para Pepsi? ¿Sabes cómo se llama cuando un agente de la CIA resulta que también es agente del MI-6? Hay conflicto de intereses y traición. Si sirves a “Dios” es, empero, una vocación, y mereces tu herencia. Lo mismo es si sirves a Mamon (vas detrás de acumular bienes y dinero), o a la Bestia (trabajas para el estado) o a Lucifer (le sirves a las fuerzas del mal). Para quien sea que trabajes debes recibir de él un producto como compensación por tu tiempo, aportación y energía. Yeshua dijo, “Digno es el obrero de recibir suficiente para su alimento.” (Mateo 10:10, Baal Shem Tov) Mientras el texto de Baal Shem Tov en hebreo dice “raui ha-poel lekabel dai ajilto”, la versión expresada por Pablo en su Primera Carta a Timoteo 5:17-18 habla de ‘sueldo’: “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza. Porque la Escritura dice: NO PONDRÁS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA, y: El obrero es digno de su salario.” Así consta en griego al referir la voz ‘misthou’, de ‘misthós’, que es retribución, sueldo, paga, salario, alquiler, pago, recompensa, premio, o lo que se recibe “mediante salario”.

En el lenguaje bíblico, el “obrero” es el que sirve al Creador, pero, ¿es elegido por “Dios” o se elige a sí mismo? Las dos cosas son lo mismo. Pablo dijo que “Dios puso” y que “Cristo constituye”. ¿Qué es “constituir”? No es elegir al azar. No hay un ángel por ahí diciendo “de tin marín, de do pingué”, y apunta con los ojos cerrados. Ninguna empresa contrata personal no cualificado para funciones específicas, ni elige al azar. Si tú quieres dedicarte a algo, le pones energía, tiempo, empeño, sacrificio, amor, paciencia, te capacitas, y se vuelve una vocación. Muchas veces eres netamente bueno en algo, porque tienes un don, es un talento propio, y eso facilita mucho que “encajes en el perfil”. La necesidad que hay en el mundo supera el número de personas cualificadas para llevar la Luz en una o más de sus múltiples formas. El sacerdote verdadero – no el católico -oficia las cosas sagradas, es su vocación; el maestro, primero adquiere una maestría, y posteriormente está en condiciones de llevar a otros a la maestría, el perfeccionamiento; el evangelista va pregonando el mensaje de la Verdad (toda vez que e-uangelio quiere decir ‘noticia’ o ‘mensaje’); el pastor mantiene unidas a las personas que han llegado a su centro, y las va encaminando con una enseñanza básica; el apóstol va por el mundo en misión de paz (pues la voz griega apóstolo quiere decir “misionero”, y en hebreo es Shlijí, que es “enviado”, de la misma raíz de Shlomí, que es “pacífico”, o que pregona la paz); el profeta recibe mensajes revelatorios y los expresa a las personas; el sanador, sana - no es como el cura católico, que no cura, ni como el papa, que no es papá de nadie, no tiene hijos porque ha hecho voto de castidad -. El obispo (o epíscopo), era el administrador, así como los ancianos, se suponía, que daban consejos, dada su experiencia, y no lo confundas con ese título que usan en la iglesia católica (la iglesia católica es un plagio del pueblo de Israel con fines hegemónicos).

26. LA MALDICIÓN DEL HOMBRE Y DEL PUEBLO

El aspecto más esencial de esta ley la tenemos del profeta Malaki, cuyo libro es breve y el último del llamado Antiguo Testamento, pero es un azote a los injustos, a los ladrones y a los hipócritas, que se consideran parte del pueblo de “Dios”, parte de “Cristo”, pero violan la Ley. Y hay que acotar una importantísima y trascendente aclaración: la Ley no es lo dispuesto en las 613 ordenanzas que se dieron en el Sinaí hace 3.400 años al pueblo de Israel. La Ley es la base de la Justicia y el Derecho. En hebreo, la palabra Tzedek se refiere a lo Justo, a lo indicado y adecuado, de ahí la justicia. Yahveh es el juez, y Él representa, por tanto, la justicia. De hecho, Tzedek era el nombre hebreo del planeta Júpiter, y Júpiter es un nombre compuesto del sánscrito ‘Dyaus-Pitar’ (Dios Padre). La Justicia precede al Derecho, y el Derecho a la Ley. La Ley es la base del equilibrio en el universo. Esto se expresa en la misiva de Yeshua, la “regla de oro”, que reza, “no hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti”. Si alguien quiere invalidar el diezmo, que le invaliden asimismo su salario a él, porque esa es la Ley, es lo Justo. Así, cuando trabaje, que no reciba suelto, pues eso sería lo justo si los que sirven a “Dios” tampoco deben recibir retribución. Si los que sirven a la Luz no merecen sueldo, mucho menos deberían recibirlo los que sirven a Mamon o a la Bestia, que buscan saciar su propio estómago, mientras otros mueren de hambre y se perpetúa la ignominia y el sufrimiento de nuestra raza. La Ley, como la explica Yeshua, que es la base de “amar a tu prójimo como a ti mismo”, es, como refirió Pablo, “la ley de la conciencia”, y de eso tratan los Diez Mandamientos.

Malaki (Malaquías, que traducido es “mi mensajero”) escribió: “Porque yo Yahveh no cambio”, sí, Él no se contradice, pone una ley hoy y mañana la deroga. Dice, “por esto, hijos de Yakob, no habéis sido consumidos.” Es porque Él juró a Abraham sobre su descendencia, y porque Moisés rogó por el pueblo, pues, de otra manera, dadas sus injusticias, ya habrían sido eliminados. Agrega, pues, “Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Yahveh Tzabaot. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Elohim? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Yahveh Tzabaot, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Yahveh Tzabaot. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Yahveh Tzabaot.” (Malaquías 3.6-12) Muchas personas se preguntan cómo una nación tan pequeña como es Israel, que lleva a penas un siglo de haberse reestablecido, es una de la naciones más prósperas y poderosas del mundo. ¿Cómo es que “judío” es sinónimo de riqueza y abundancia? Miren cómo ellos cumplen la Ley. Baste estar unos días en Israel, o entre judíos, y ver que aplican los mandamientos mientras esté en su mano, y he ahí el resultado. La Ley, para este contexto nuestro, son los Diez Mandamientos, repito, no las reglas y normativas que recibieron los israelitas en el Sinaí, eso prescribió como norma y quedó como referencia y arquetipos.

27. LA BESTIA: EL ESTADO

En los días de Moisés, Yahveh liberó a Israel del mismo problema que existe ahora en la sociedad a nivel mundial. Dio la Ley para salvación y ayuda del hombre, y quien lo cumple lo recibe, y quien no, es abandonado. Por eso dice en la Revelación de Juan, “sal de Babilonia, pueblo mío”. La “nueva Babilonia” simboliza lo mismo que “Egipto”, en esos términos: la esclavitud, el estado. Anteriormente esto fue Egipto, que aún es como se define a la esclavitud bíblicamente, y ahora es Babilonia la grande, porque supera a la antigua Babilonia (el globalismo post-diluvio), que dirige la triple corona: Vaticano, la Corona Británica y Distrito de Columbia (Washington). Esta distinción entre cumplir la justicia o no cumplirla es en la Torah referido como la maldición (perdición, perder) o la bendición (los beneficios, los bienes, posesiones). Por esta razón los primeros cristianos eran una secta independiente del sistema, contrario a quienes interpretan que hay que “obedecer a toda autoridad, pues de Dios fue puesta”, como si se refiriese al estado (este pasaje habla de la “iglesia verdadera”). Esa es la razón de por qué El-Shadai sacó a Abraham de Ur-Casdim (Babilonia, Sumer), toda vez que no puede tener jurisdicción en tu vida mientras juras lealtad a otro rey, primer ministro o presidente, bandera, himno, heráldica, tierra, ejército, identificación, nombre legal, empleo, etc.

28. LA NUEVA ALIANZA

Sobre el año 70 d. C. se destruyó el templo de Yerushalim, y desde entonces pudo entrar en vigor completamente la Nueva Alianza, puesto que murió (fue destruido) el antiguo testador (el templo), sobre el que pendía el pacto. Antiguo Pacto, o Alianza, o Testamento, queda atrás ante el Nuevo. El Testamento es lo que deja el testador, que es Yahveh. Deja una herencia. Él no murió, sino que Mashah (Moisés) roció sangre de animales sobre el testamento, sobre el pueblo y sobre las cosas. La alianza es servir a Yahveh, y por extensión, a Dios, la Conciencia, la Unicidad, que es lo mismo que Cristo, el Despertar de Conciencia. Ese servicio es ser de utilidad a la Verdad. No puedes “servir” a dos señores: el estado y Dios, porque uno es la esclavitud y el otro es la Libertad y la Verdad. Si hay una Nueva Alianza en Cristo, cuya sangre fue la cruz, para herencia de los testamentarios (herederos), ¿qué es lo que pactó? Otro servicio, no servidumbre, sino servir para una buena causa. Cristo es el Despertar de la Conciencia y la Iluminación, mas para efectos jurídicos (ley universal), se aplican las palabras de Pablo, al decir que Cristo es sumo sacerdote, abogado, rey, profeta, apóstol, vida, ley, señor (autoridad), despertar de conciencia, transformación y trascendencia (resurrección), etc.

Cuerpo de Cristo es ‘organismo estructural’ o ‘nación establecida’. Todo este asunto de la ley vino desde Moisés debido al Derecho, para no caen en manos de “otras naciones”, y perder las libertades, derechos, patrimonio, propiedad, privilegios y bendición de “Dios”, que parten de nuestra Propiedad: cuerpo, familia, hijos, esposa/o, tierras, bienes, riqueza, ganado (lo que te has "ganado"), etc. De ahí que los no israelitas eran llamados “paganos” por los católico-romanos, o sea, ‘goim’ – en hebreo -, gentes de las naciones, donde el ‘de’ es una relación. Por esta razón es que ellos pertenecen al estado y sus gobernancias, a su servidumbre, y ellos hacen lo que les place con sus ciudadanos. En cambio, mientras eres de la ciudadanía del Israel celestial, “Dios” tiene libre derecho de interferir, la confederación celestial tiene autoridad, hay jurisdicción. Cristo pasó el concepto Israel a lo celestial porque ya no había Israel, y el futuro Israel terrenal sería un estado universal libre, como es en el resto del cosmos. El ser de Israel celestial no es de una ubicación en otra galaxia, sino de una red de conciencia de un estado de conciencia. Y como su base es la conciencia, viene del saber y comprender, y ese saber y comprender se refieren a la ley universal, cómo funciona y para qué existe, pues todo ello se remite al Derecho del hombre en la Creación.

29. PONGO MI PARTE

Si no te comprometes con “Dios-Cristo”, no hay vinculación, y, por tanto, no hay jurisdicción de ellos en tu vida. Firmas para certificar y pagas, en el caso de Israel, la firma era la circuncisión, y el dinero o paga eran los diezmos (impuesto, tributo del 10%), las ofrendas (colaboración) y las primicias (lo primero que producía tu trabajo, esfuerzo). Para Israel el beneficio era la bendición: prosperidad, protección, salud, buena suerte, además del cumplimiento de la Ley/Palabra (Escritura), testamento (documento). Lo que circuncidas es la parte de tu ego, que la cortas fuera de ti. No hay otra forma de elevar la conciencia, no hay otra forma en que el Espíritu Santo te pueda llevar al Despertar, pues el ego es el Satan, que está en tu mente. Hay un llamado como conciencia, y la conciencia es una red, no eres tú solo. Por ello desde el principio se habló de “linaje”, de “pueblo”, de “nación” y de “congregación”. Por eso es tan importante la aportación de todos, sea en servicio como en contribución. Contribuir es ‘con-tributo’, es participar aportando un tributo. No puede avanzar una sociedad o asociación si nadie aporta nada para su crecimiento. Todo son gastos, y de algún lado debe venir el apoyo para solventar y cubrir costos y servicios. Es sentido común. Si para entender eso hay que poner una ley que lo decrete, queda entonces claro que la persona está lejos de la comprensión y de la toma de conciencia. Ahí nace el concepto de las ofrendas, de las donaciones.

Abraham se vio con Melki-Tzedek y se vinculó a la alianza que tiene promesa (juramento) en lo eterno (como Melki-Tzedek), y se vinculó con un tributo (su padre), y lo hizo con pan y vino (tratos y acuerdos, o comisión), y diezmos (su cuota vinculativa). Yeshua estableció la nueva alianza igualmente con pan y vino, como fue la alianza anterior con Moisés con el cordero y su sangre, analogía del vino para realizar un acuerdo. Estos son los banquetes que se realizan para acuerdos, alianzas y compromisos. Comer es participar, vincularse, siendo el pan la materia. En la sangre está la vida, la vida del ser. Es consagración, dedicación, propósito de existencia. Pan es cuerpo, Vino es sangre, el ser y su vida. El que come (participa) tiene parte en la alianza. Otra forma de representar el compromiso es sumergirse con un rito de iniciación. Una sociedad secreta o gremio o pueblo que se forma, o al que te adscribes, pide una cuota o suscripción y el cumplimiento de sus normas (normas comunitarias). Vino viene del sánscrito ‘vana’ (amor). Dionisio y la embriaguez se asocian a lo afrodisíaco y la pasión. El licor como estimulante de lo sensual o sexual, y es símbolo de la alegría y el festejo, celebrar. Con esa esperanza hacen el acuerdo o alianza, celebrando lo que ganarán con esto, la promesa.

Yeshua no tuvo necesidad de agregar mucho más sobre el concepto del diezmo, porque era algo que ya la gente hacía de manera natural. Él recibía ofrendas, pero no diezmos, porque en sus días aún estaba el templo y había levitas oficiando, y de haber recibido tributo habría generado un gran alboroto si se enteraban los religiosos. Sin el templo, ¿a dónde llegaban los diezmos y las ofrendas? ¿De parte de quiénes (en dispersión)? ¿Y quiénes si no habría oficiadores? Entraba en vigor el Nuevo Pacto, bajo el sacerdocio de Melki-Tzedek (eternidad-inmortalidad), ya no el levita (lo mortal), de modo que ya no recibirán los diezmos y ofrendas los levitas sino los nuevos ministros de la nueva alianza (en Cristo) y ya no solo recibiendo tributo del pueblo judío o israelita sino de las naciones. El pacto (testamento) entra en vigor tras la muerte del testador, a quien Yeshua representó. Porque no puede haber vínculo con la persona deudora ni con el hijo (reino) de otro padre (nación o estado). Nace de un nuevo padre, “Dios”. Hasta entonces tenías muchos padres biológicos y artificiales como en tu país, pero uno es el auténtico Padre: Elohim y Yahveh (resurrección).

El Uno, el cuerpo, el conjunto. Estos padres son la reencarnación y los artificiales son Belial. La ley de Yahveh se basa en equidad, ya que ofrendas y primicias eran proporcionales, no tasas fijas. La primicia era lo primero que daba la tierra, y eso daban a “Dios” como agradecimiento (son protección de derechos de propiedad, de los derechos de autor, marcando tu propiedad para que no sea violada); diezmo es el salario del ministro de “Dios”, de “Cristo”; ofrenda era un donativo voluntario para mantener la estructura del servicio (de ahí se atendía a las viudas, huérfanos, pobres, y se hacía mantenimiento del templo y de sus asuntos), como expone Números 18:25-32. Acorde a Deuteronomio 14:22-29 la ley del diezmo trata sobre el alimento, donde todos participan y se da a los necesitados.

No le hagas injusticia a los ministros honestos de Dios y Cristo por culpa de unos lobos.

30. SIGNIFICADO DE LA DÉCIMA

La Biblia afirma que los “creyentes” que no diezman están robando a Dios, y, por ende, son malditos, con maldición. Caen víctimas de servir a otros, a otro dios, a otro amo, y son esclavos sometidos a él. A ellos deben honrarlos tributándoles, pagando impuestos, y sometidos a sus pseudo-leyes. Sellas tus acuerdos con firmas y ficción de la persona, y muestras tu relación, y tomas parte con dinero. Por eso Yahveh pedía sus propios diezmos, porque esto asimismo representa relación con Él. Cada 7 años se vuelve a hacer con los levitas, y lo que se da ha de proceder del producto de la persona, sus primicias y de lo mejor de sus tierras. Diezmo en lengua hebrea es Maesher, de la voz Ezrah (como el nombre del escriba judío Esdras), que significa ‘décima’ (relativo al 10%), que es un porcentaje, que es el salario del ministro, y a la vez su herencia. La palabra Ezrah procede de Esher (diez), que asimismo quiere decir ‘indefectiblemente’ (sin defecto, sin fallar), o sea, es impositivo, obligatorio, es sí o sí, no una alternativa.

Deuteronomio 14:22 dice que todos los años diezmarás indefectiblemente para los necesitados del pueblo - usando ambas formas análogas, de Esher/Esra y Teasher/Teser, como diezmar o cumplir -. Se refiere a algo que es seguro y se debe hacer sin discutir ni rechistar, algo impositivo (impuesto). Esto se refuerza con su relación con el sonido Asher (de Laasot), que es ‘hacer’: lo debes hacer, porque con eso se puede hacer. Si Esher es del verbo Laasot, es debido a que es algo que es Ley, y porque sólo se pueden lograr objetivos y salir adelante como persona y como pueblo, con contribuciones. Es como pretender salir adelante hoy día en la sociedad sin un dólar en el bolsillo. En cambio, cuanto más tengas como persona o como sociedad, más puedes “hacer” (Laasot).

31. CÓDIGO KABALÍSTICO

La definición hebrea ‘Maeser’ (M-A-SH-R: décima, diezmo) es numéricamente 610, como ‘ha-Adam’ (el hombre) y ‘Yam’ (mar), y no sólo significa ‘diezmo’, sino ‘lo que se debe hacer’, de la forma Maasé (hecho, obra), y es del derecho de propiedad del verdadero hombre: el que sirve a Cristo-Dios. Su temura (anagrama) puede verse como A-M-R-SH, que quiere decir ‘pueblo cabecilla’ o ‘pueblo que encabeza’, o como A-M-SH-R, que es ‘pueblo líder’, que nos lleva al sacerdocio real (el verdadero, no el católico). Igualmente puede traducir ‘con el cabeza’ o ‘con el líder’. El mismo temura se puede dividir en A-M-R (recoger gavillas, manojo de espigas o lana) junto con la letra Shin, que es de despertar de la conciencia. Esto quiere decir que dicho anagrama refiere que esto se relaciona con reunir a los que han de ser despertados, los que han de elevar su conciencia. El temura R-M-SH (pulular, desplazarse de todo tipo de formas de vida) con la letra Ain (el ojo que observa, cuida y vigila), identifica el mismo aspecto como quien vela por toda la humanidad. Otro temura es R-A (amigo, compañero, pensamiento) con SH-M (nombre, destino, identidad, reputación), refiriéndose al propósito de ser un hermano y de ayudar en la evolución de la manera de pensar.

Otro temura es R-A-SH (copioso, abundante) con Reish (encabezar, cabeza), pues es la herencia del ministro, la honra por su vocación. Otro temura es SH-M-A (oír, obedecer, ser oído, remanente, noticia, informe) con la Reish (cabeza), o sea, es para quien escucha a su autoridad, y él obedece, e informa. Otro temura es SH-M-R (guardar, cuidar, proteger), con el Ain (el ojo que observa y vela), pues es para quien mira por el pueblo de “Dios”. Otro temura es SH-A-R (entrada, acceso, puerta de la ciudad) con Mem (materia, mundo, agua), toda vez que gracias al salario puede el hombre desarrollarse cómodamente en el mundo. De ahí procede la voz ‘Shearah’ (cebada), que simboliza el alimento. Otro temura es SH-R-A (estirarse), con la Mem, pues con su recompensa puede el ministro lograr objetivos y expandir la obra. La magia de esta Kabalah sana es que devela los secretos de las palabras, que a simple viste no se ven, mucho menos en otros idiomas a los que se traducen las definiciones bíblicas.

32. REFERENCIAS BÍBLICAS

Abraham honró a El Alyon por darle la victoria contra sus enemigos, dando el 10% del botín al sacerdote – que en su caso fuera Melki-Tzedek -, como refiere Génesis 14:20. Luego el diezmo (esher/esra) se le daba a los levitas. La palabra levita es del hebreo ‘levim’, que es un sonido análogo de ‘lebim’ (corazones, en el sentido de las mentes o de las vidas). Ellos, a su vez, dan el 10% al levita mayor (Cohen ha-Gadol), o sumo sacerdote, acorde a Números 18:26. Los hijos de Leví reciben todos los diezmos de Israel, como los Melki-Tzedek en general, o los ministros de Cristo en la actualidad. Esto no nació con ellos, ni con Moisés, sino que, como ha quedado patente, ya venía de Abraham y se reiteró con Yakob, quien prometió hacerle una ‘casa’ a Yahveh, y separaría el 10% de todo para Él, como reza en Génesis 28:22. La “casa” o “templo” es el cuerpo, y el cuerpo es una “institución”, un “organismo”, una “congregación” de diversas partes (personas, mentes), que forman una Conciencia Colectiva, es decir, un Espíritu.

Por lo mismo, no creas en un “pastor” que tiene todo un equipo de trabajo y sólo él recibe sueldo, porque todos los que están con él - en función del tiempo de dedicación – deben recibir salario. Ni creas en alguien que oficia una charla de una hora sobre temas para niños espirituales una o dos veces a la semana y pretende cobrar un sueldo de millonario. Si das calidad mereces calidad, pero si das simpleza recibe simpleza. La calidad y profesionalidad tiene valor, y en las grandes empresas cobra más el que más sabe, ciertamente, sin importar el tiempo que le tome hacer lo suyo, porque él ya lo ha invertido en formarse como el mejor.

El diezmo de la tierra (el producto, que precede a la propiedad), de todo, es de Yahveh, es lo relativo a Dios, lo que se le dedica o consagra, y se menciona en Levítico 27:30-32. Si el diezmo de todo tu producto o trabajo “es” de Yahveh, ¿se lo vas a robar? ¿Le vas a robar a tu propio dios? ¿Le vas a robar a tu señor, al que llamas Cristo? El levita viene de Leví, que significa acompañar o pedir prestado (según la raíz original Levah). La letra hebrea Lamed de Levi es del aprendizaje y la enseñanza, y de ahí el concepto del Cohen (sacerdote, intermediario). La Vav es el hombre, y la Yud es el cielo, lo celestial, la conciencia. De esta manera, Levi representa al hombre que enseña/aprende lo celestial. Los levitas reciben todos los diezmos de Israel por 2eredad, porque ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión (Moed), como cita Números 18:21. El Ahal (tabernáculo), es la tienda temporal que identifica el cuerpo temporal, el sostenimiento para el hombre mortal, y los valores y creencias que fundamenta el hombre. La palabra Ahal se compone de Alef, que es el hombre entre cielo y tierra, He la expresión, y Lamed el aprendizaje/enseñanza. El Moed o Moad es donde se testifica o da testimonio de las cosas, se aporta el conocimiento/saber de lo que se ha experimentado/testimoniado.

Malaquías 3 habla del restablecimiento, como pasó al regreso de la Deportación de Babilonia, como refiere Nehemías 10:37 y 13:12. En Melki-Tzedek dio Abraham por Leví, como los que sirven a Cristo lo hacen para él, según Hebreos 7:11. Melki-Tzedek recibe diezmos siendo sumo sacerdote y además rey (rey de paz y de justicia). Él representa a Yeshua (Jesús), siendo de un sacerdocio del rey eterno en Yhudah (Judá). Estas es una promesa en una nueva alianza en una vida indestructible según descendencia. En ese sentido Yeshua recibe los diezmos, que representa el Cristo (conciencia colectiva), quien recibe los diezmos en su nombre. Según la Nueva Alianza él pone sus propios sacerdotes, nuevos ministros. Bienaventurados serán porque vienen a ser sacerdotes de Cristo, que es acorde a Apocalipsis 20:6. El diezmo es sagrado porque no es tuyo (no te pertenece), es de “Dios”, pues de Él es la Creación, la tierra y sus productos, y tú tienes ingresos, propiedad y ganancias gracias a tu dios. Tú tomas de lo que te da la Madre Tierra, pero eso no es tuyo. “Dios” te permite tomar de ello y bendice tu producción, pero a cambio te exige que le honres no tocando la décima parte de todo lo que te ha hecho producir, o por recibir y tener el empleo que posees para valerte en la vida.

Si no labras la tierra sino que eres empleado de alguien, no olvides quien te ha dado el empleo, la vida, la salud, la familia, la felicidad, el cuerpo, quien te ha bendecido. Cuando das a un ministro de “Dios” o “Cristo” lo suyo, a ti te honras, por encima de todo, y reiteras la bendición que viene a tu vida. En ello honras a Melki-Tzedek que simboliza la Paz (Shalom-Salem) y la Justicia (Tzedek), y, por tanto, eso nunca faltará en tu vida.

33. LA REVELACIÓN DE MALAQUÍAS

El Tanak tiene 24 libros, y aparentemente fue redactada por 26 distintos autores. Su último libro es ‘mi mensajero’ (malakí), siendo el 24° profeta que anunció la venida del Mashiaj – como menciona el evangelio de Tomás (dicho 22) –, quien a su vez representa a Elahu (Elías), cuyo nombre en griego (Elaia) es vino. El capítulo 3, verso 8, comienza a hablar del Diezmo (salario/herencia) y las Ofrendas (contribuciones). El 3 es consolidación, y el 8 es vida y amor. Los diezmos representan un valor – como el dinero hoy día – que se da en tributo como sello de un acuerdo entre dos partes. Unos cumplen con una parte y otros cumplen con la otra. El diezmo y las ofrendas eran parte del acuerdo. Se destinaba para salarios y para sufragar costos generales de lo sagrado (puesto que el acuerdo se da con “Dios”). Eso sagrado son también los servidores, que no son servidores públicos sino de lo celestial, lo divino, lo que es del Soberano de Todo. Estos servidores, son de “Dios” para el pueblo, y de entre el pueblo – si es que realmente honran la verdad y ese ministerio -.

En el verso 8, del capítulo 3, inicia preguntando si se puede robar a Elohim, pues Él representa el conjunto de todo, la Conciencia Colectiva Universal. Robar a Dios es robarnos a todos como conjunto. El Elohim manifiesto en la antigua historia de Israel como Yahveh, representa a la Confederación Celestial, y también por esto a la humanidad. No te puedes robar a ti mismo, porque es robarnos a todos y perjudicarnos todos. Todos somos uno. El verso 9 afirma que toda la nación le ha robado, usando la voz ‘goi’, porque actúan como profanos (infieles, paganos, mundanos, no-judíos). No los llama Israel ni Yehudah (Judá), sosteniendo que están malditos. Esa maldición (lo maléfico, la mala suerte), es Meerah, de que están malditos (Nearim). El verso 10 habla de un cambio, les ofrece que cambien. Les manda que lleven TODOS los diezmos a donde deben ir, y que se alimente la “casa”, pues los diezmos son el pan del obrero que sirve a la “casa” de Dios. La casa es la Beit, la base, fundamento, principio creativo y creador, tu ser interior, identifica el cuerpo: haya alimento para el cuerpo de la persona que sirve. El alimento de uno será el alimento de todos; si el ministro recibe su comida, todos los miembros de la congregación (la nación vinculada) recibirán alimento. Al hacer esto descenderán todo tipo de bienes (bendiciones), habrá prosperidad (progreso) ilimitada. Se rompe como represa lo que estaba retenido, si restituyen TODO.

Esto es porque la herencia y el salario de otros se han estado reteniendo, y la justicia es la compensación, y la compensación es el equilibrio, lo justo. Por tanto, acá hay un principio de karma también, cuando no se completan los diezmos debidos previamente, igual que las deudas acumuladas (como cuando debes un dinero al banco y se te acumulan los intereses mes tras mes). Si restituyes el daño causado a los ministros, a ti se te restituirá la vida y prosperarás, Dios te restituirá todo y llegará abundancia. Lo que caerá sobre ellos será del Cielo – no del estado, o de la naturaleza – en sobreabundancia. Al ser Ley, la violación de la misma llega hasta el cielo, en términos del sistema judicial, así que desde arriba mismo viene la retención como principio de Ley, de la Ley Mayor. Por eso habla de “maldecir”, porque es violación de la Ley, lo cual sólo puede acarrear mala suerte, impide la bendición legítimamente.

34. EL REGRESO DE LA BENDICIÓN

Cambia tu mente, para que cambie tu vida. Deja atrás las creencias viejas, que te mete el ego, que proceden del miedo. Los verdaderos ministros de la Luz no son culpables de que la gente esté en enfermedad, pobreza o dificultad, eso es asunto de cada persona. Tu atraes a tu vida las cosas, según la vibración que emiten tus pensamientos y emociones, y estos están condicionados por las creencias subconscientes y conscientes que tienes. Tú has lo que es correcto, y no juzgues lo que hagan los demás. Tú cumple con tu dios y con Cristo – si eres del pueblo de Dios y del cuerpo de Cristo -, no busques ni aceptes excusas para ser deshonesto, tramposo, cobarde o tacaño. Siempre opta por hacer lo que es justo, porque lo que hagas a los demás es lo que la vida te devolverá. Si quieres recibir algo en la vida, empieza por hacerlo por los demás. Si quieres ser próspero, cuídate de no dañar la prosperidad de otros. Si quieres que te vaya bien, no dañes la vida de otros, ni directa ni indirectamente. Si tu economía parece que estuviera maldita, revisa que no estés maldito ni estés maldiciendo el bolsillo de otro. Si has dañado o agraviado a alguien, has todo lo que esté en tu mano para compensarle el agravio y restituirle, y la maldición sobre tu vida desaparecerá. Mientras acumules karma en tu contra, nada de lo que hagas en ningún área dará resultados abundantes y duraderos. No deshonres a alguien que sirve a Dios y a Cristo, porque el primer perjudicado, y principal, serás tú mismo.

RECIBE GRAN PROSPERIDAD, BENDICIÓN, LUZ, AMOR, PAZ, AMISTAD, FELICIDAD, ALEGRÍA, SALUD, AUMENTO DE CONCIENCIA, SABIDURÍA, ABUNDANCIA, CONOCIMIENTO ELEVADO, ENTENDIMIENTO, JUSTICIA, PLENITUD, BUENA COMPAÑÍA, LIBERTAD FINANCIERA, LONGEVIDAD, ÉXITO, PUREZA DE CORAZÓN, LUCIDEZ Y CONCENTRACIÓN MENTAL, TRANQUILIDAD, GOZO, Y QUE ANDES EN TU PROPÓSITO DE VIDA.

NO OLVIDES HABITUARTE A LA LECTURA, A CONSTRUIR TU MENTE. COMPRA TODOS LOS MESES UN LIBRO INTERESANTE Y DEDÍCALE UN PAR DE PÁGINAS TODOS LOS DÍAS. Y BENDICE A OTROS: REGÁLALES UN LIBRO.

 
En juridicidad se entiende que el que es Progenitor, por cuanto es anterior, y por cuanto es del que emana lo creado, es el autor y detenta la autoridad.

Pero ese razonamiento es terrenal, según la jurisprudencia del ser humano.

No se puede asociar con la ETERNIDAD DEL HIJO.

Al hacerlo, quedas fuera de la Iglesia de Cristo, porque para nosotros está escrito:

Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Col 1:17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Col 1:19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

EL VERSÍCULO 19 DEBE ENTENDERSE EN SU ENCARNACIÓN COMO JESÚS

Porque antes de la Creación, ya el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.
 
1ra de Timoteo 6

La verdadera riqueza
Enseña y predica estas cosas. 3 Si alguien enseña ideas extrañas y no está de acuerdo con la sana enseñanzac de nuestro Señor Jesucristo ni con las normas de nuestra fe, 4 es un orgulloso que no sabe nada. Discutird sobre cuestiones de palabras es en él como una enfermedad; de ahí vienen envidias, discordias, insultos, desconfianzas 5 y peleas sin fin entre gente que tiene la mente pervertida, que no conoce la verdade y que toma nuestra fe por una fuente de riqueza. 6 Y claro está que nuestra fe es una fuente de gran riqueza,f pero solo para el que se contenta con lo que tiene.g 7 Porque nada trajimos a este mundo y nada podremos llevarnos;h 8 si tenemos qué comer y con qué vestirnos, démonos por satisfechos.i 9 En cambio, los que quieren hacerse ricos no resisten la prueba, y caen en la trampa de muchos deseos insensatos y perjudiciales que hunden a los hombres en la ruina y la condenación.j 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males,k y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y han llenado de sufrimiento su propia vida.
 
Pero ese razonamiento es terrenal, según la jurisprudencia del ser humano.

No se puede asociar con la ETERNIDAD DEL HIJO.

Al hacerlo, quedas fuera de la Iglesia de Cristo, porque para nosotros está escrito:

Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Col 1:17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Col 1:19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

EL VERSÍCULO 19 DEBE ENTENDERSE EN SU ENCARNACIÓN COMO JESÚS

Porque antes de la Creación, ya el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.

El problema con este razonamiento es que está interpretando que Yeshua es el "Hijo", y nos saca tácitamente de la ecuación a todos los demás. Esto sé que es difícil de aceptar y procesar para las personas religiosas "cristianas", ya que han creado tal idolatría en torno a la figura de Yeshua, que se desvinculan de toda relación con Cristo (pues creen que la "unión" con Cristo descansa en una ideología de veneración-culto-sumisión-humillación-culpa, donde Yeshua es perfecto y los demás somos un asco, pese a que todos somos creación de "Dios", y si "Dios" crea ascos, Él sería un asco, porque un árbol bueno sólo da buenos frutos, y un árbol malo sólo da malos frutos).

Este problema y error garrafal de comprensión empieza con la idea misma de confundir "Yeshua" (al que ustedes llaman Jesús) con "Cristo". Es como confundir a Carlos con el ser humano. Carlos es un ser humano, pero no se llama 'ser humano', y el que Carlos sea ser humano no quiere decir que "él" sea el 'único' ser humano existente. Cristo - como su significado etimológico, simbólico y cultural indica - es el despertar de la conciencia, la comprensión de que TODOS SOMOS UNO, porque la Iluminación de nuestro ser espiritual depende del deshacimiento del ego (el "satan"), o sea, de deshacer toda 'idea de separación'. Esa es la base para entrar al Reino de "Dios", es decir, al estado del espíritu (la Mente Recta, Mente de Cristo o Mente del Espíritu Santo) de donde procede todo lo material (todo constructo del universo físico).

El problema sustancial - en torno a esto - de los religiosos "cristianos", es que no entienden que cuando Yeshua hablaba del 'Hijo' y del 'Cristo' se refería a todos nosotros, no sólo a él. Él representa lo que todos somos: uno, el hijo, el cristo. Por eso, al decir "yo", habla del "yo soy" (nosotros como un solo ser, ausente de toda creencia en separación). Por eso el Padre Creador sólo tiene un hijo: nosotros.

Entender y aceptar esto sacudiría las bases religiosas de los llamados cristianos, pero sería el camino de Despertar de la humanidad, abandonando el engaño de la religión, el culto y la idolatría, por la Verdad: todos somos uno en el Padre Creador.

 
El problema con este razonamiento es que está interpretando que Yeshua es el "Hijo", y nos saca tácitamente de la ecuación a todos los demás. Esto sé que es difícil de aceptar y procesar para las personas religiosas "cristianas", ya que han creado tal idolatría en torno a la figura de Yeshua, que se desvinculan de toda relación con Cristo (pues creen que la "unión" con Cristo descansa en una ideología de veneración-culto-sumisión-humillación-culpa, donde Yeshua es perfecto y los demás somos un asco, pese a que todos somos creación de "Dios", y si "Dios" crea ascos, Él sería un asco, porque un árbol bueno sólo da buenos frutos, y un árbol malo sólo da malos frutos).

¿ENTONCES EL PADRE NO TIENE HIJO?

Porque para ser Hijo de Dios, debe poseer la misma esencia y naturaleza del Padre, y si Dios es Espíritu Eterno, el Hijo también lo fue antes de su encarnación en Jesús.
Este problema y error garrafal de comprensión empieza con la idea misma de confundir "Yeshua" (al que ustedes llaman Jesús) con "Cristo". Es como confundir a Carlos con el ser humano. Carlos es un ser humano, pero no se llama 'ser humano', y el que Carlos sea ser humano no quiere decir que "él" sea el 'único' ser humano existente. Cristo - como su significado etimológico, simbólico y cultural indica - es el despertar de la conciencia, la comprensión de que TODOS SOMOS UNO, porque la Iluminación de nuestro ser espiritual depende del deshacimiento del ego (el "satan"), o sea, de deshacer toda 'idea de separación'. Esa es la base para entrar al Reino de "Dios", es decir, al estado del espíritu (la Mente Recta, Mente de Cristo o Mente del Espíritu Santo) de donde procede todo lo material (todo constructo del universo físico).
La Iglesia de Cristo no tiene ningún problema

El problema sustancial - en torno a esto - de los religiosos "cristianos", es que no entienden que cuando Yeshua hablaba del 'Hijo' y del 'Cristo' se refería a todos nosotros, no sólo a él. Él representa lo que todos somos: uno, el hijo, el cristo. Por eso, al decir "yo", habla del "yo soy" (nosotros como un solo ser, ausente de toda creencia en separación). Por eso el Padre Creador sólo tiene un hijo: nosotros.

Entender y aceptar esto sacudiría las bases religiosas de los llamados cristianos, pero sería el camino de Despertar de la humanidad, abandonando el engaño de la religión, el culto y la idolatría, por la Verdad: todos somos uno en el Padre Creador.


ESTÁS EN CLARA DESVENTAJA, LEE:

1Co 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
 

Shalom

1. Me preguntas, <<¿ENTONCES EL PADRE NO TIENE HIJO?>> Al poner el condicionante como conclusión “entonces”, asumes que la síntesis de mi afirmación es que “el Padre no tiene hijo”. ¿Será que dije eso, o será que NO LEES, o que no tienes comprensión de lectura, o no tienes discernimiento, o te falla algo (no es ofensa, es una apreciación fáctica)? Tomo de lo que escribí y lo vuelvo a citar:

  • <<cuando Yeshua hablaba del 'Hijo' y del 'Cristo' se refería a todos nosotros>> Ergo, para quien usa el cerebro, aquí estoy considerando CIERTA esta – y demás – afirmaciones de Yeshua. Por extensión, toda parte donde se habla del “hijo” es CIERTA, empero, per se HAY UN HIJO. Eso constata, pues, todo el llamado Nuevo Testamento.

  • repito, que el error, no está en lo escrito, sino en lo INTERPRETADO. El Padre “solo tiene un hijo”, y por cuanto nosotros no somos piedras, ni cactus, ni ratones, somos parte de ese “hijo”, llamado 'Adam' (que en español traducen 'hombre'). Otrosí, cada vez – reitero – que se habla del “hijo”, se habla de todos nosotros (incluyendo a Yeshua). Así, 'el hijo de Adam (hombre)' y 'el hijo de Elohim', somos todos los humanos.

  • Afirmas, <<Porque para ser Hijo de Dios, debe poseer la misma esencia y naturaleza del Padre, y si Dios es Espíritu Eterno, el Hijo también lo fue antes de su encarnación en Jesús.>> ¿Cuál es la esencia de “Dios” (de la cual fuimos “hechos” a “imagen” y en “semejanza”)? ¿Cuál es la “imagen” (apariencia), y en qué nos “asemejamos” (características)? Pues está escrito:

    - “yo dije vosotros sois Elohim, y todos vosotros HIJOS de Alion (Altísimo)”.

    - “he hizo Yahveh Elohim al hombre a su imagen en su semejanza”.

    - “porque Israel es mi hijo”.

    - “no llaméis padre a nadie en la Tierra, porque UNO es vuestro padre, el que está en los cielos”.

    - “porque la creación anhela la manifestación gloriosa de los hijos de Dios.

    2. ¿Dios es “espíritu eterno”? ¿Cuál “Dios”? ¿Eres politeísta? Dios es un calificativo, no un nombre propio. Por eso uso comillas (“Dios”), al escribirlo, porque un dios es una raza de seres inmortales y creadores de vida, también conocidos como “Elohim”. Nosotros somos Elohim, y nosotros somos espíritu y somos eternos. Bien que a muchos religiosos no les gusta escuchar o aceptar esto, es su problema, pero la Verdad no se ajusta a los intereses religiosos de las personas. El que ignoren o no entiendan, no altera la realidad.

  • deberías saber que el calificativo ‘Dios’ se refiere a Zeus. La deidad de la Biblia no se llama Dios (Zeus). Se llama Yahveh, aunque tiene otros títulos según el Shem-ha-Forash, como El-Alion, El-Shadai, Elohim, Adonai Tzabaot, Eheieh, etc. El término ‘Dios’ ni siquiera es de origen hebreo, sino de origen griego.

  • deberías saber, además, que la palabra ‘eterno’ no es hebrea ni tiene argot bíblico. Para opinar sobre la Biblia deben conocer el significado de las palabras de la Biblia, que no tiene origen castellano ni español, sino hebreo, y en casos griego y arameo. Todos somos Ruaj (conciencia) y existimos en los Olamim (mundos). Que la iglesia católica haya traducido al latín ‘Ruaj’ (conciencia) como “spiritu” (de ahí a ‘espíritu’), y los religiosos la sigan usando, sólo siembra más confusión en ellos y en el propio idioma castellano. El que la iglesia católica haya tomado la voz ‘Olam’ (mundo) y la convirtiese al latín Aetherum (relativo al Éter), y de ahí la pasasen al castellano “eterno”, sólo causa más confusión en el idioma castellano.

    3. Escribes que <<Dios es Espíritu Eterno, el Hijo también lo fue antes de su encarnación en Jesús.>> No es así. No te equivoques. Nosotros no somos Jesús. De hecho, no existe tal persona llamada ‘Jesús’ en la historia de Israel. Hay un individuo al que llamaron ‘Ihoshua’, y al que sus amigos y conocidos llamaban ‘Ieshua’ (o ‘Yeshua’), hijo de Mariam, nacido en Beit-Lejem y al que muchos llamaban ‘Yeshua mi Natzeret’.

  • Todos (el Hijo del Uno) somos eternos en términos de que existimos desde antes de la creación de este universo, y seguiremos existiendo aun cuando el susodicho haya sido disuelto. El Hijo no encarnó en “Jesús”, el Hijo encarnó como cuerpos por todo el universo. Ese Hijo, que ha de volver al padre como Jristós (Iluminado) es de quien toman nombre todos los que buscan ser “iluminados” (jristianós), al deshacerse del ego y comprender que este universo es un sueño. Si no es así, engañas al usar el título de cristiano, y en la Ley eso se denomina 'Adulterio'.

    4. Afirmas que <<La Iglesia de Cristo no tiene ningún problema>>. Ciertamente, iglesia es congregación, reunión, tumulto o grupo, y Cristo es nuestra Mente Recta (la Mente Unificada e Iluminada en el Espíritu Santo). Por tanto, esa red de conciencia (ekklesia de jrsitós) no tiene problema en sí misma. El dilema es que parte de la Mente de Cristo experimenta la dualidad en este universo en tanto vive en cuerpos en las dimensiones de la materia, y es engañada por el ego. El que haya muchos que se hagan llamar “iglesia” o “cristianos”, no los hace una Conciencia Colectiva, ni Iluminados ni seres Trascendidos, porque siguen atados a las distorsiones mentales del ego y las ilusiones de la dimensión de la materia. Por eso hay un "Israel" terrenal y uno celestial, pues el terrenal es la humanidad que cree en la ilusión de la materia (lo físico, el ego), y el celestial son los que han entendido quién es el Uno (pues al entender dicen de ti que has "visto" al Uno, eres 'Ish-Ra-El' (varón que ve al dios)), y que el estado de gloria es el estado mental recto.

    5. escribes: <<ESTÁS EN CLARA DESVENTAJA>> Esas son palabras del ego, que busca competir. No me aventajo, ni estoy en desventaja. Solo ESTOY.

    6. Me dices que “lea”, y citas: <<1Co 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.>> Estás ciego si asumes que esta cita refuta lo que afirmo o apoya lo que tú afirmas.

  • No hay un tal “Señor” desde el significado que los mal llamados cristianos usan. Señor es un título que recibían los nobles y aristócratas, que deriva del anglosajón ‘Sir’, y este del semítico ‘Siir’ (cabra, sirena, demonio), y ese del babilonio, donde significa ‘dragón’. Los ‘siirim’ eran demonios-dragón siervos de los pseudo-dioses. Cuando lees las escrituras - no dejándote engañar por las traducciones - y los intereses creados de quienes mandaron a traducir y elegir palabras disuasorias, vez entonces que habla de ‘Adonai’. Traducciones como la del rey James de 1611 pretende que Adonai sea 'Lord', para bajar su rango de deidad a la de los nobles, y poner al Papa como superior a Adonai.

  • ¿Cuál es la ‘Mente de Adonai’? La Mente dentro de la cual todos existimos, vivimos y somos, que es la misma ‘Mente de Cristo’, o sea, la mentalidad recta, la que carece de ego, porque no posee creencia alguna en separación, no se ve individual. Por el contrario, entiende que todos somos uno, pues sólo el Uno existe. En Él no hay división ni separación. Si no entienden que todos somos uno, seguirán en vuestro error. Todos somos “el” Hijo, y cuando entendemos eso, nuestra mente se hace consciente de que es parte de la mente de Cristo, y acelera su camino al Despertar, que es el mismo camino a la Iluminación (la plena conciencia de que somos uno aunque nos percibamos como separados en este universo holográfico lleno de espejismos del ego).

Shabat Shalom.

 
Última edición:
La Teoría de la Evolución no es una cosa creada por las sectas demoníacas o el "satanismo". Se basa en evidencias científicas desarrolladas a partir de la observación de la naturaleza y la experimentación. Otra cosa es que los miembros de sectas demoníacas y de sociedades secretas anti-religiosas la interpreten mal y la aprovechen para aumentar la incredulidad y la apostasía. Se aprovechan mal algunos descubrimientos científicos para negar absurdamente la existencia de un Dios creador. El cientificismo es un error científico. La ciencia no es la única fuente de conocimiento válido. Pero tampoco se puede negar sus logros. Y por otro lado; no es bueno hacer interpretaciones literales de las Sagradas Escrituras que nieguen la realidad de la naturaleza descubierta por la ciencia. Hay que buscar un equilibro entre la ciencia y la religión por medio de la filosofía.

Es muy probable que existan seres en otros planetas. Pero tampoco es lógico y coherente atribuir la creación de la vida en la Tierra y de la humanidad a estos seres extraterrestres. No se puede descartar que hayan viajado a la Tierra y hayan contactado con seres humanos. Pero atribuirles la creación de la vida y la humanidad es exagerado. Estos seres pueden estar mucho más avanzados; pero es muy dudoso que lo estén tanto como para crear vida. Algunas personas modernas anti-religiosas y anti-cristianas aprovechan oportunistamente la investigación científica sobre seres de otros planetas para negar la creación divina de la vida en la Tierra e incluso la existencia de Dios.

Sólo Dios es verdadero propietario de todo. Los seres creados sólo pueden usar, pero no poseer realmente. Podemos tener derecho al uso; pero no ser realmente propietarios o dueños de las cosas. Todo lo que tenemos aparentemente en algún momento lo perderemos. Nada es realmente nuestro. La propiedad humana sobre objetos y seres es una ilusión, un espejismo, una ficción. Debería considerarse como algo más simbólico que real. Querer poseer las cosas es algo que nos arrastra hacia los pecados de codicia y vanidad. La propiedad es algo esclavizarte que sólo causa ataduras mundanas. Y esto es así a nivel individual o personal y colectivo o social. No importa si la propiedad es privada e individual; como si es de grupos de personas "copropietarias"; como si es de gobiernos. En todos los casos la propiedad es siempre una apariencia o engaño. La virtud es el desprendimiento de lo material y sensorial. Si consiguiéramos desprendernos de todo lo mundano nos acercaríamos más a Dios y habría verdadera prosperidad, igualdad y libertad.