Re: Toda La Gloria, La Honra pertenece solo DIOS.
Re: Toda La Gloria, La Honra pertenece solo DIOS.
Para la gloria del Señor Jesús, a continuación doy a conocer otra experiencia vivida, que nuestro Señor me ha permitido ser participe por misericordia, y que esta relacionado con tema del rosario.
En una oportunidad, estando en mi casa postrado en oración, solicitaba a Dios que me diera a conocer a que lugar debía de ir, porque estaba siendo amonestado insistente por el Espíritu Santo a orar, y a leer su palabra durante todo el día, y los mensajes entregados por mi Señor, me hablaban de endemoniados, de espíritus inmundos de potestades malignas y de hechicerías, estaba leyendo su palabra, cuando golpean la puerta, era un barón bajo de estatura, a quien no conocía, le pregunto que necesitaba, y me responde, me dieron información de que aquí vive un caballero que es cristiano, y vengo a solicitarle ayuda, se trata de mi señora, esta muy mal, tiene dolores de cabeza muy fuertes y no se le quita con nada, además esta con escalofríos y salta en la cama, estoy preocupado porque nunca la había visto así, le dije, le haré una pregunta, espero que me de respuesta: Usted cree que existe Dios, si responde, entonces también creerá que existe el mal, a escuchado hablar de potestades de demonio, de hechicerías, si me dice, pero no creo en esas cosas, nosotros somos católicos, y rezamos mucho, tenemos un rosario y lo rezamos todos los días, así que no creo eso que me esta diciendo, le digo, usted dice creer en Dios, y no cree a la palabra de Dios, créalo, porque lo que su esposa esta padeciendo, no es un simple dolor de cabeza, ella esta trabajada, la trabajaron con hechicerías, y ningún medicamento le hará efecto, en esos momentos llega a mi hogar un hermano en la fe de nombre Jaime, quien me dice, hermano Ernesto, estaba orando, y el Señor me mostró su persona y me envió a su hogar, dígame donde tenemos que ir, a lo que le respondo, al hogar de este caballero.
Cuando llegamos al hogar, este era de condición humilde, mi hermano Jaime me miro haciendo un gesto de rechazo al hogar, le digo, hermano, no de lugar a Satanás, que no impida lo que Dios hará en esta casa, cuando entramos, nos encontramos con cuatro jóvenes, que estaban viendo televisión y jugando a los naipes, también estaban fumando y bebiendo licor sentados en un living, la persona enferma, estaba en su dormitorio, una tela separaba las piezas, cuando entramos al dormitorio, la señora estaba tranquila, como si nunca hubiese pasado nada, y nos observa con su rostro sonriente, le digo al esposo, esa tranquilidad que presenta su esposa, es fingida, porque la potestad que esta aposentada en ella, esta disimulando que nada pasa, que todo esta bien para no ser reprendida, nuevamente le consulto al varón, usted cree en Dios, si creo, cree que existen personas que trabajan para Satanás, y hacen el mal a través de hechiceras, no creo a esas cosas, nosotros somos católicos, rezamos el rosario, así que no creemos a esas cosas, le dimos lectura a la palabra de Dios en el libro de Apocalipsis, en su último capitulo, donde dice claramente, que los hechiceros, no entraran en el reino de los cielos, una vez leída la palabra de Dios, preguntamos nuevamente, ahora que se leyó la escritura, cree en ello, cree que existe la hechicería , no responde, no creo, a lo que le respondimos, bien, no creyó a la palabra, pero por la obra que hará Jesús en ella, creerá, los jóvenes se reían y burlaban a carcajadas al escucharnos hablar, le pedimos al varón que doblara sus rodillas, para elevar una oración a Dios, junto a mi hermano, comenzamos a orar con fuerza y en alta voz, diciéndola al Señor Jesús, que sacara todo aquello que impida su gloria, que no haya ningún impedimento, los jóvenes aumentaban el volumen del televisor, insistíamos en pedir a Dios, que sacará todo aquello, en esos momentos comenzó a temblar dentro de la casa, el remezon fue tan grande, que los jóvenes salieron corriendo de puro miedo, le dimos gracias a Dios por sacarlos de la casa, quedamos observando fijamente a la señora enferma, esta se tapaba la cara con las frazadas, luego fijamente nos quedaba observando, miro a mi hermano, y luego nos acercamos hacia ella, el esposo leía la Biblia, hoy ha venido la salvación a esta casa, hoy nuestro Señor Jesucristo hará la obra en usted, la señora se enfurece, cambia la voz, voz ronca y potente, ya no era voz de mujer, era voz extraña que comenzó a amenazarnos, que nos iba a destruir, que nos iba a matar, váyanse de aquí, a ustedes los conozco, son hijos de Dios, los voy a destruir, le hablamos no a la mujer, sino al espíritu de Satanas que nos estaba amenazando, que haces en ese cuerpo, no es tu aposento espíritu hechicero, el cuerpo comienza a retorcerse en la cama dando feroces rugidos, y nos decía, no, no me toquen, no me toquen, me queman, me queman, la sangre de Jesús es la que te quema y te troncha y te destruye en este momento, el cuerpo fue sacudido violentamente y queda quieta, durmiendo, el esposo empezó a llorar como un niño, estaba desesperado por lo que estaba sucediendo, luego ella despertó contenta y nos dice, saben, que cuando impusieron las manos sobre mi , vi unas grandes llamas de fuego que me estaban quemando, con hermano Jaime nos observamos un momento, y nos dio un poco de risa, risa de gozo y de contentamiento, y levantamos las manos hacia lo alto, y le dábamos gloria a Dios, por lo que hizo en ella.
A la palabra no creían, pero por la obra que Jesús hizo en ella, sí creyeron.
Teniendo su religión, rezando cada día, devotos del rosario, creyendo estar bien en su caminar, pero con todo ello, Satanas los tenía en sus manos. Pero les dijo nuestro Señor Jesucristo, hoy ha venido la salvación a esta casa, y así fue, con demostración del Espíritu y de Poder.
El hogar fue liberado de las potestades malignas.
La esposa fue liberada y libertada de los espíritus hechiceros.
Jesús, saco las vendas de sus ojos, y los saco de la religión católica, y los trajo a su rebaño.
Esta es una experiencia real, en la cual nuestro Dios nos hizo participar, para gloria de su santo nombre.