La Frase.....
- Autor Manhattan
- Fecha de inicio
Re: La Frase.....
Bonito, original, pero sobre todo edificante.
Muchas bendiciones.
Manhattan.
Muchas bendiciones.
Manhattan.
Re: La Frase.....
Lo que todos necesitamos, no es religión, sino una persona, al Señor JesuCristo. Recibamos al Señor Jesús antes que Él venga y cierre la puerta de Salvación. Arrodillate y llama al Señor Jesús por su Nombre. Díle: Sí Señor Jesús me arrepiento de todos mis pecados, perdóname, te acepto en mi corazón como mi ÚNICO SALVADOR PERSONAL.
Lo que todos necesitamos, no es religión, sino una persona, al Señor JesuCristo. Recibamos al Señor Jesús antes que Él venga y cierre la puerta de Salvación. Arrodillate y llama al Señor Jesús por su Nombre. Díle: Sí Señor Jesús me arrepiento de todos mis pecados, perdóname, te acepto en mi corazón como mi ÚNICO SALVADOR PERSONAL.
Gracias Padre por proveer Salvación en Cristo Jesús. ¡Amén!.
Re: La Frase.....
Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
La oracion nos da percepción reveladora, lo cual es necesario para triunfar en la guerra espiritual.
La revelación divina y la guerra de la fe (Jeremias 33.3)
Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
La oracion nos da percepción reveladora, lo cual es necesario para triunfar en la guerra espiritual.
Manhattan.
Re: La Frase.....
Nacer está a nuestro alcance. Existen muchas parejas que programan la concepción y el nacimiento del hijo o de la hija para fechas determinadas.
Pero morir escapa a nuestro control.
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee” (Eclesiastés 8:8).
Nacer está a nuestro alcance. Existen muchas parejas que programan la concepción y el nacimiento del hijo o de la hija para fechas determinadas.
Pero morir escapa a nuestro control.
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee” (Eclesiastés 8:8).