Thomas Kelly dijo un día: "La gente de hoy toma mucho más en serio el tiempo que la eternidad"
Nos preocupamos mucho más de las cosas pequeñas que de las que merecen la pena. Vivimos buscando qué hacer con nuestro tiempo, queriendo no estar "allí" cuando llegue nuestra muerte, porque sencillamente, no queremos saber nada de la eternidad.