¡¡Amén!!
¡¡Que alegría!!
¡¡Cristo Vive!!
Esa grata noticia seca toda lágrima.
Jesús es vencedor soberano. Ya nada se opone al gozo de su amor que se derrama en cascada sobre el creyente para llenarlo de gozo y de consuelo.
Por gracia y por un desbordamiento de amor hemos sido salvados.
Como María Magadalena motivada por el amor muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro va en busca de aquel que ama su alma, llorando lo busca, la tristeza la embarga, pero él la encuentra y como todo encuentro con Jesús trae profunda alegría, su llanto se convirtió en gozo.
Quien busca al Resucitado lo encontrará, pero debe abrir como María Magdalena el corazón, y en medio de la oscuridad encontrará a Aquel que su alma ama.
¡Bendito sea Jesús!
¡Bendito sea el primero que resucitó!
Gracias amiga por hacernos recordar con tus palabras y la imagen la maravillosa noticia, y gracias sean dadas a Jesús por hacernos sentir que siempre camina a nuestro lado.
Un gran abrazo y Dios te bendiga.