La esperanza de la vida cristiana

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5 Septiembre 2001
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La esperanza de la vida cristiana
1 Tesalonicenses 4:13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Colosenses 1:27 ...Cristo en vosotros la esperanza de gloria.
Debido a la caída del hombre, no hay esperanza para el linaje humano caído. La única esperanza que tienen los incrédulos es la muerte. La muerte es su destino. Día tras día viven con la muerte en su mira, y van camino a la muerte. Así que, la muerte es el futuro de ellos.
En Efesios 2:12 Pablo describe la situación de desesperanza de los incrédulos: “estabais separados de Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. Los incrédulos no tienen esperanza porque no tienen a Dios. Puesto que están separados de Cristo y viven sin Dios, no tienen ninguna esperanza. Lo único que les espera es la muerte. Todos están conscientes de esto y lo dan por sentado. Por esta razón, a los incrédulos no les gusta pensar en su futuro. De hecho, no les espera un futuro positivo. En su futuro se vislumbra la oscuridad de la muerte.
Como personas que creemos en Cristo, nosotros tenemos una vida llena de esperanza. Nuestra esperanza es la venida del Señor. Además, nuestra esperanza incluye la resurrección y el arrebatamiento. La resurrección no sólo es un asunto de vida, sino de una vida que vence la muerte. Cuando la vida vence la muerte, eso es resurrección. El arrebatamiento es algo que va más allá de la resurrección. La vida santa para la vida de iglesia es una vida con futuro, una vida con esperanza. Esta esperanza no es meramente la venida del Señor; es la venida del Señor con la resurrección y el arrebatamiento.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de 1 Tesalonicenses, escrito por Witness Lee, mensaje 16, págs. 143-144. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.