Sabemos que el día en que los cristianos vivos en la tierra, sean arrebatados para ir al encuentro del Señor, es el momento de nuestra transformación, nuestro cuerpo corruptible será convertido en incorruptible a semejanza de Cristo, y que tener esta esperanza es al parecer bastante bueno.
1 Juan 3
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Tito 2
12 y nos enseña que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Él se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda maldad[4] y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
1 Juan 3
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Tito 2
12 y nos enseña que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Él se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda maldad[4] y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.