CITO:
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El campo Magnético de la Tierra y la Edad de la Tierra
Origen y Destino del Campo Magnético de la tierra.[1]
La más asombrosa propiedad geofísica mundial descubierta en el siglo pasado es el rápido desvanecimiento del campo magnético de la tierra. Como consecuencia de este desvanecimiento, la tierra está perdiendo el magnetismo que la protege de nocivas radiaciones.
Pregunta: ¿Cuando desaparecerá el campo magnético?
La fuente del campo magnético de la tierra ha sido un problema para los científicos evolucionistas a causa de que los mejores datos, los de tiempo real ( 130 años de datos ), no cuadran con la geocronología tradicional de ellos. (Geo: Tierra. Cronología: Edad. )
La consecuencia más profunda de esta teoría sobre el origen del campo magnético de la tierra y de los datos observados es que exigen un origen reciente. Además dicha teoría esta basada en que, por el núcleo de la tierra circulan corrientes eléctricas que producirían el magnetismo terrestre. No hay un medio actual por medio del cual colocar en marcha una corriente asombrosamente gigantesca para producir el campo magnético de la tierra, en la historia reciente. Se llega a la conclusión de que el campo magnético de la tierra es resultado de la creación Bíblica.
El mayor imán de la tierra no ha sido hecho por el hombre. El campo magnético de la tierra es muchísimo mas grande que cualquier imán jamás producido por el hombre. El valor actual del momento magnético de la tierra ( la cantidad que mide la intensidad de este imán ) es de 80.100.000.000.000.000.000.000 ochenta mil cien billones de amperios / metro cuadrado. Aun así este imán es mucho más débil ahora de lo que ha sido en el pasado; su intensidad , en 1835, era de 85.600.000.000.000.000.000.000 ochenta y cinco mil seiscientos billones de amperios / metro cuadrado. Esto significa que el imán terrestre ha perdido 5.500.000.000.000.000.000.000 cinco mil quinientos billones de amperios / metro cuadrado de intensidad durante los últimos 130 años.
A causa de que el campo magnético terrestre tiende a proteger la tierra de los rayos cósmicos y del viento solar, el desvanecimiento de este escudo predice un negro futuro para la vida en la tierra.
En Asia Menor, cerca de la antigua ciudad griega de Magnesia, existen grandes yacimientos de un óxido de hierro de fórmula Fe3O4 (Fierro 3 y Oxigeno4). Desde muy antiguo se ha observado que este mineral posee la propiedad de atraer otras piezas del mismo material, y también de atraer piezas de hierro ordinario. Se cree que el nombre “magnetita” se debe a causa de la localidad en que fue primeramente descubierto. Aunque nadie sabe a cuánto tiempo se remonta el conocimiento de este imán natural, Tales de Mileto, que vivió alrededor del año 600 a.C., lo menciona.
También es antiguo el conocimiento de que si se suspende un imán natural de manera que pueda girar libremente, tiende a orientarse en dirección norte-sur. Los pueblos teutones le aplicaron el nombre de lodestone, o piedra-guía. Se dice que fueron los chinos los primeros que la utilizaron antes del año 1000 d.C. Es alrededor de esta fecha que se empezó a utilizar en navegación. Si se frota una varilla alargada de acero con un imán natural, ésta se magnetiza. De aquí, se puede inducir magnetismo en ciertos tipos de materiales, llamados ferromagnéticos. Es mas fácil experimentar con este tipo de imán artificial que con la variedad natural. Hace largo tiempo que se emplean imanes artificiales en la brújula.
El efecto de fuerza en el espacio que rodea el imán recibe el nombre de campo magnético. Este campo es tan fuerte en el extremo de su barra-imán que sostendrá limaduras de hierro u otros materiales ferromagnéticos. Los extremos de la barra, en los cuales el campo tiene su máxima intensidad, recibe el nombre de polos del imán (Figura 3). Si colocamos un papel sobre una barra imán horizontal, y rociamos el papel con limaduras de hierro, las limaduras se alinearán sobre el papel. El campo magnético ejerce una fuerza sobre las limaduras que hace que estas se alineen. Este alineamiento de las limaduras de hierro sugieren el concepto de líneas de fuerza en el espacio que rodea a un imán. Fue Michael Faraday el primero en emplear el concepto de “líneas de fuerza” para describir las propiedades de un campo magnético.
A los polos de un imán se les llama polo norte y polo sur. El polo norte es el polo que se dirige hacia el norte cuando el imán puede moverse libremente. Así, el polo norte de un imán es el polo que busca el norte. A las líneas de fuerza se les asigna una dirección tal que las líneas emergen del polo norte y vuelven a entrar al imán por el polo sur. La dirección de la línea en un punto dado indica la dirección del campo magnético en aquel punto. Así, las líneas de fuerza dan simplemente, de una manera gráfica, una representación del campo magnético producido por el imán. Allí donde las líneas de fuerza se ven muy juntas, el campo magnético es mas intenso; allí donde las líneas de fuerza están esparcidas, es más débil. Esta representación muestra que el campo magnético es mas fuerte en las cercanías del los polos que en ningún otro lugar.
No todos los materiales son ferromagnéticos; esto es, no todos los materiales pueden ser magnetizados intensamente. De los elementos químicos, solamente el hierro, el cobalto, el níquel y el gadolinio pueden ser magnetizados intensamente. Pero también se pueden magnetizar intensamente muchas aleaciones y ciertos materiales cerámicos. Por tanto, es posible hacer imanes artificiales con numerosos materiales. No obstante, la magnetización de todos estos materiales queda destruida si se eleva la temperatura lo suficiente. La temperatura a la cual queda destruida la magnetización de un material recibe el nombre de temperatura Curie. No puede magnetizar un material por encima de su temperatura Curie. La temperatura del hierro es de 750º C, por lo que no pueden existir imanes de hierro a temperatura superior a esta.
La temperatura de la tierra se incrementa con la profundidad. A una profundidad de unos 25 kilómetros, la temperatura ha llegado, o excedido, a la temperatura Curie de los materiales ferromagnéticos. A mayores profundidades, la temperatura excede a la temperatura Curie de todos los materiales de la tierra, y por lo tanto no hay materiales magnetizados a estas profundidades. Pero 25 kilómetros son una pequeña fracción del radio de la tierra, que es de 6.370 kilómetros. Así, es posible la magnetización tan solo en una corteza relativamente muy delgada de la tierra. Las muestras superficiales y las mas profundas muestran que, si se toma la corteza como un todo, su material no esta muy magnetizado y, por lo tanto, los materiales magnetizados no pueden ser la fuente del campo magnético terrestre. No hay, ni con mucho, suficientes yacimientos magnetizados en la tierra para dar cuenta del campo magnético total de la tierra, por lo que se precisa buscar otra clase de fuente para el campo magnético principal de la tierra; éste no es debido a materiales magnéticos.
En 1820 Hans Oersted efectúo el importante descubrimiento de que una corriente eléctrica afecta a una brújula que esté en la vecindad de la corriente. No se tardo mucho mas en descubrir que se podía producir un imán asiendo circular una corriente por un camino circular. Este tipo de imán recibe el nombre de electroimán. Cuanto más grande la intensidad y el área del círculo, más potente el electroimán. La intensidad de este electroimán es igual al producto de la corriente en amperios por el área en metros cuadrados. El nombre científico de la unidad de la intensidad de un imán ( o el momento magnético ) es amperio / metro cuadrado.
En la actualidad se reconoce que el imán terrestre es un electroimán, producido por una corriente eléctrica que circula por el núcleo de la tierra en fusión. La temperatura en el núcleo terrestre es tan grande que ninguno de sus materiales contribuye a la magnetización del imán; es solamente la corriente eléctrica la que produce este imán. El valor presente del momento magnético del imán terrestre ha sido evaluado en 8x10 elevado a 22 amperio/metro cuadrado. Este es un imán extraordinariamente fuerte, más fuerte que ningún imán nunca hecho por la industria humana. Es importante señalar que el imán terrestre es un electroimán puesto que esto significa que la corriente eléctrica debe continuar fluyendo o no habrá electroimán.
El electroimán del núcleo terrestre es tan fuerte que su campo magnético se extiende no solo a la superficie de la tierra, sino mucho más allá. Podemos observar este campo por la deflexión que provoca en una aguja de brújula, haciéndola señalar hacia el norte. Lo que no vemos, pero es de mucha mayor importancia, es el escudo magnético que este campo crea para el medio ambiente de la tierra.
La mayor parte del viento solar y parte de los rayos cósmicos, que son formas muy dañinas de radiación, son desviados por el campo magnético hacia el espacio exterior antes de que lleguen a la tierra. La teoría y medidas confirmatorias por medio de satélites nos indican que el campo magnético ejerce una presión sobre el viento solar. Esta presión produce una “onda en arco” ( o frente de choque, figura 8) a unos cuantos diámetros terrestres de la tierra. El viento solar tiende a fluir en estas ondas en arco, esquivando a la tierra, la cual queda de este modo protegida de esta peligrosa radiación.
Los rayos cósmicos son partículas de alta velocidad con carga positiva que vienen en todas direcciones. Similarmente, el campo magnético de la tierra ejerce una fuerza contra estas cargas en movimiento. Esta fuerza siempre forma ángulo recto tanto con la dirección del movimiento de las partículas como con la dirección del campo magnético, hay una fuerza tendente a desviar el rayo. Alguno de los rayos entran con tanta rapidez y a tales ángulos que en la actualidad el campo magnético no es lo suficiente fuerte para evitar que choquen contra la tierra. En las regiones polares, algunos rayos entran a lo largo de las líneas de fuerza y no experimentan desviación alguna. Por lo tanto, el escudo electromagnético es insuficiente y no suministra una protección total. Pero gracias al campo magnético terrestre tenemos una protección sustancial del viento solar y de los rayos cósmicos. Conforme el campo magnético se ha ido desvaneciendo, la protección que suministra ha ido decreciendo.
El conocimiento de la fuente de la corriente que produce el imán terrestre ha sido debatido por la teoría de la dínamo y esta afirma que existe un generador de corriente eléctrica en el núcleo de la tierra, esta teoría ha sido mostrada en todos los casos, como insostenible e inadecuada. Se supone que el campo magnético esta relacionado con los hipotéticos movimientos de fluido en el núcleo terrestre. El análisis matemático de T. G. Cowling, demuestra que ningún movimiento plausible de fluido en el núcleo puede constituir una dínamo, aun si los hipotéticos movimientos existieran.
El famoso científico Sir Horace Lamb estableció las bases científicas de esta explicación en 1883. La explicación es que hay corrientes libres, que fueron originadas en el pasado, que circulan dentro de la tierra, y que producen el campo magnético. Pero el hecho sorprendente es que estas corrientes libres pueden durar tanto como lo han hecho sin necesidad de una dinamo que las mantenga. Son corrientes en desvanecimiento libre, y por lo tanto el campo magnético también se esta desvaneciendo libremente. El conocimiento actual, basado en análisis sísmico, revela que existe un núcleo líquido en la tierra. Se cree que contiene hierro fundido a causa de que la densidad computada de esta zona es aproximadamente la misma que la del hierro y a que su temperatura es muy alta. Un núcleo metálico como este proporciona la conductividad precisa para cumplir las condiciones de Lamb de las corrientes de desvanecimiento libre que duran un largo tiempo. Así la explicación de Lamb del campo magnético de la tierra elimina la necesidad de una dinamo que sostenga las corrientes. La corriente aun persiste, pero no pude continuar indefinidamente debido a la resistencia del núcleo. Así, la teoría de Lamb del desvanecimiento del campo magnético terrestre tiene la confirmación de más de 130 años de observaciones en tiempo real. Este periodo de confirmación en tiempo real es mucho más largo que el que se puede afirmar de la mayor parte de los procesos de decaimiento, tales como de radioactividad. Queda establecido que nuestro conocimiento de la causa y del comportamiento del campo magnético de la tierra descansa sobre una física impecable (no la pueden explicar, existe física no exacta) y sobre una extensa confirmación basada en observaciones.
El origen del campo magnético terrestre esta indudablemente relacionado con el origen de la tierra. No hay ninguna razón para aceptar que el campo magnético tuviera su origen algunas eras geológicas después del origen de la tierra. Si asumimos un origen tan reciente como el año 5000 a. C., el momento magnético hubiera debido ser por lo menos de 2.6x10 elevado a 24 amperios/metro cuadrado. No se conoce en la actualidad ningún planeta que posea un campo magnético de esta intensidad. Así llegamos a la conclusión de que el campo magnético fue creado en el principio, al tiempo del origen de la tierra, y que ha estado decayendo desde entonces.
Nuestra evaluación de los datos de tiempo real y la asociación del origen del campo magnético con el origen de la tierra muestra la plausibilidad científica de la edad de la tierra consistente con su edad determinada por la cronología Bíblica.
La Biblia nos enseña con respecto a este tema, que “Dios” es creador de todas las cosas :
Génesis 1:1 - En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Colosenses 1:16 – Porque en el fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios; sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Apocalipsis 4:11 – Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
R.C.P.O./2004
[1] Breve Resumen del Libro Origen y Destino del Campo Magnético de La Tierra, por Thomas G. Barnes, Editorial Clie, 1981, compendiado por Roberto Pizarro O. Egresado de Ingeniería Mecánica, Universidad Tecnológica Metropolitana. 2004
FIN DE LA CITA
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De este estudio rescato la ultima parte:
El origen del campo magnético terrestre esta indudablemente relacionado con el origen de la tierra. No hay ninguna razón para aceptar que el campo magnético tuviera su origen algunas eras geológicas después del origen de la tierra. Si asumimos un origen tan reciente como el año 5000 a. C., el momento magnético hubiera debido ser por lo menos de 2.6x10 elevado a 24 amperios/metro cuadrado. No se conoce en la actualidad ningún planeta que posea un campo magnético de esta intensidad. Así llegamos a la conclusión de que el campo magnético fue creado en el principio, al tiempo del origen de la tierra, y que ha estado decayendo desde entonces.
Nuestra evaluación de los datos de tiempo real y la asociación del origen del campo magnético con el origen de la tierra muestra la plausibilidad científica de la edad de la tierra consistente con su edad determinada por la cronología Bíblica.
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Esto quiere decir que, midiendo la curva de decaimiento del campo magnetico de la tierra - cosa que solo se pudo hacer en el siglo pasado - y proyectando esa curva hacia atras, de ningun modo la edad de la tierra puede tener mucho mas de 5.000 años.
Esta es solo una de las mediciones modernas que no autorizan las cifras de la "edad de la tierra que provienen de la asuncion de las hipotesis erradas de Jemes Hutton y Charles Lyelll, y que ellos llamaron "uniformismo geologico". Estas hipotesis construias a principio del siglo XIX para denostar el relato biblico yque afirman que el Diluvio no ocurrio, han caido por tierra hace rato, como todas las hipotesis evolucionistas.
Hay otras mediciones actuales que tambien indican que la edad de la tierra esta en torno a los valores que se deducen de los textos bíblicos: cantidad de polvo sideral - polvo que viene del espacio - en nuestra atmosfera, cantidad de polvo sideral - polvo que viene del espacio - sobre la superficie de la Luna, cantidad de deposito de barro arrastrado por los rios que se encuentra en el fondo de los oceanos y otras cosas por el estilo.Todas estas mediciones modernas dan una fecha muy reciente para la edad de la tierra.
Bendiciones,
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El campo Magnético de la Tierra y la Edad de la Tierra
Origen y Destino del Campo Magnético de la tierra.[1]
La más asombrosa propiedad geofísica mundial descubierta en el siglo pasado es el rápido desvanecimiento del campo magnético de la tierra. Como consecuencia de este desvanecimiento, la tierra está perdiendo el magnetismo que la protege de nocivas radiaciones.
Pregunta: ¿Cuando desaparecerá el campo magnético?
La fuente del campo magnético de la tierra ha sido un problema para los científicos evolucionistas a causa de que los mejores datos, los de tiempo real ( 130 años de datos ), no cuadran con la geocronología tradicional de ellos. (Geo: Tierra. Cronología: Edad. )
La consecuencia más profunda de esta teoría sobre el origen del campo magnético de la tierra y de los datos observados es que exigen un origen reciente. Además dicha teoría esta basada en que, por el núcleo de la tierra circulan corrientes eléctricas que producirían el magnetismo terrestre. No hay un medio actual por medio del cual colocar en marcha una corriente asombrosamente gigantesca para producir el campo magnético de la tierra, en la historia reciente. Se llega a la conclusión de que el campo magnético de la tierra es resultado de la creación Bíblica.
El mayor imán de la tierra no ha sido hecho por el hombre. El campo magnético de la tierra es muchísimo mas grande que cualquier imán jamás producido por el hombre. El valor actual del momento magnético de la tierra ( la cantidad que mide la intensidad de este imán ) es de 80.100.000.000.000.000.000.000 ochenta mil cien billones de amperios / metro cuadrado. Aun así este imán es mucho más débil ahora de lo que ha sido en el pasado; su intensidad , en 1835, era de 85.600.000.000.000.000.000.000 ochenta y cinco mil seiscientos billones de amperios / metro cuadrado. Esto significa que el imán terrestre ha perdido 5.500.000.000.000.000.000.000 cinco mil quinientos billones de amperios / metro cuadrado de intensidad durante los últimos 130 años.
A causa de que el campo magnético terrestre tiende a proteger la tierra de los rayos cósmicos y del viento solar, el desvanecimiento de este escudo predice un negro futuro para la vida en la tierra.
En Asia Menor, cerca de la antigua ciudad griega de Magnesia, existen grandes yacimientos de un óxido de hierro de fórmula Fe3O4 (Fierro 3 y Oxigeno4). Desde muy antiguo se ha observado que este mineral posee la propiedad de atraer otras piezas del mismo material, y también de atraer piezas de hierro ordinario. Se cree que el nombre “magnetita” se debe a causa de la localidad en que fue primeramente descubierto. Aunque nadie sabe a cuánto tiempo se remonta el conocimiento de este imán natural, Tales de Mileto, que vivió alrededor del año 600 a.C., lo menciona.
También es antiguo el conocimiento de que si se suspende un imán natural de manera que pueda girar libremente, tiende a orientarse en dirección norte-sur. Los pueblos teutones le aplicaron el nombre de lodestone, o piedra-guía. Se dice que fueron los chinos los primeros que la utilizaron antes del año 1000 d.C. Es alrededor de esta fecha que se empezó a utilizar en navegación. Si se frota una varilla alargada de acero con un imán natural, ésta se magnetiza. De aquí, se puede inducir magnetismo en ciertos tipos de materiales, llamados ferromagnéticos. Es mas fácil experimentar con este tipo de imán artificial que con la variedad natural. Hace largo tiempo que se emplean imanes artificiales en la brújula.
El efecto de fuerza en el espacio que rodea el imán recibe el nombre de campo magnético. Este campo es tan fuerte en el extremo de su barra-imán que sostendrá limaduras de hierro u otros materiales ferromagnéticos. Los extremos de la barra, en los cuales el campo tiene su máxima intensidad, recibe el nombre de polos del imán (Figura 3). Si colocamos un papel sobre una barra imán horizontal, y rociamos el papel con limaduras de hierro, las limaduras se alinearán sobre el papel. El campo magnético ejerce una fuerza sobre las limaduras que hace que estas se alineen. Este alineamiento de las limaduras de hierro sugieren el concepto de líneas de fuerza en el espacio que rodea a un imán. Fue Michael Faraday el primero en emplear el concepto de “líneas de fuerza” para describir las propiedades de un campo magnético.
A los polos de un imán se les llama polo norte y polo sur. El polo norte es el polo que se dirige hacia el norte cuando el imán puede moverse libremente. Así, el polo norte de un imán es el polo que busca el norte. A las líneas de fuerza se les asigna una dirección tal que las líneas emergen del polo norte y vuelven a entrar al imán por el polo sur. La dirección de la línea en un punto dado indica la dirección del campo magnético en aquel punto. Así, las líneas de fuerza dan simplemente, de una manera gráfica, una representación del campo magnético producido por el imán. Allí donde las líneas de fuerza se ven muy juntas, el campo magnético es mas intenso; allí donde las líneas de fuerza están esparcidas, es más débil. Esta representación muestra que el campo magnético es mas fuerte en las cercanías del los polos que en ningún otro lugar.
No todos los materiales son ferromagnéticos; esto es, no todos los materiales pueden ser magnetizados intensamente. De los elementos químicos, solamente el hierro, el cobalto, el níquel y el gadolinio pueden ser magnetizados intensamente. Pero también se pueden magnetizar intensamente muchas aleaciones y ciertos materiales cerámicos. Por tanto, es posible hacer imanes artificiales con numerosos materiales. No obstante, la magnetización de todos estos materiales queda destruida si se eleva la temperatura lo suficiente. La temperatura a la cual queda destruida la magnetización de un material recibe el nombre de temperatura Curie. No puede magnetizar un material por encima de su temperatura Curie. La temperatura del hierro es de 750º C, por lo que no pueden existir imanes de hierro a temperatura superior a esta.
La temperatura de la tierra se incrementa con la profundidad. A una profundidad de unos 25 kilómetros, la temperatura ha llegado, o excedido, a la temperatura Curie de los materiales ferromagnéticos. A mayores profundidades, la temperatura excede a la temperatura Curie de todos los materiales de la tierra, y por lo tanto no hay materiales magnetizados a estas profundidades. Pero 25 kilómetros son una pequeña fracción del radio de la tierra, que es de 6.370 kilómetros. Así, es posible la magnetización tan solo en una corteza relativamente muy delgada de la tierra. Las muestras superficiales y las mas profundas muestran que, si se toma la corteza como un todo, su material no esta muy magnetizado y, por lo tanto, los materiales magnetizados no pueden ser la fuente del campo magnético terrestre. No hay, ni con mucho, suficientes yacimientos magnetizados en la tierra para dar cuenta del campo magnético total de la tierra, por lo que se precisa buscar otra clase de fuente para el campo magnético principal de la tierra; éste no es debido a materiales magnéticos.
En 1820 Hans Oersted efectúo el importante descubrimiento de que una corriente eléctrica afecta a una brújula que esté en la vecindad de la corriente. No se tardo mucho mas en descubrir que se podía producir un imán asiendo circular una corriente por un camino circular. Este tipo de imán recibe el nombre de electroimán. Cuanto más grande la intensidad y el área del círculo, más potente el electroimán. La intensidad de este electroimán es igual al producto de la corriente en amperios por el área en metros cuadrados. El nombre científico de la unidad de la intensidad de un imán ( o el momento magnético ) es amperio / metro cuadrado.
En la actualidad se reconoce que el imán terrestre es un electroimán, producido por una corriente eléctrica que circula por el núcleo de la tierra en fusión. La temperatura en el núcleo terrestre es tan grande que ninguno de sus materiales contribuye a la magnetización del imán; es solamente la corriente eléctrica la que produce este imán. El valor presente del momento magnético del imán terrestre ha sido evaluado en 8x10 elevado a 22 amperio/metro cuadrado. Este es un imán extraordinariamente fuerte, más fuerte que ningún imán nunca hecho por la industria humana. Es importante señalar que el imán terrestre es un electroimán puesto que esto significa que la corriente eléctrica debe continuar fluyendo o no habrá electroimán.
El electroimán del núcleo terrestre es tan fuerte que su campo magnético se extiende no solo a la superficie de la tierra, sino mucho más allá. Podemos observar este campo por la deflexión que provoca en una aguja de brújula, haciéndola señalar hacia el norte. Lo que no vemos, pero es de mucha mayor importancia, es el escudo magnético que este campo crea para el medio ambiente de la tierra.
La mayor parte del viento solar y parte de los rayos cósmicos, que son formas muy dañinas de radiación, son desviados por el campo magnético hacia el espacio exterior antes de que lleguen a la tierra. La teoría y medidas confirmatorias por medio de satélites nos indican que el campo magnético ejerce una presión sobre el viento solar. Esta presión produce una “onda en arco” ( o frente de choque, figura 8) a unos cuantos diámetros terrestres de la tierra. El viento solar tiende a fluir en estas ondas en arco, esquivando a la tierra, la cual queda de este modo protegida de esta peligrosa radiación.
Los rayos cósmicos son partículas de alta velocidad con carga positiva que vienen en todas direcciones. Similarmente, el campo magnético de la tierra ejerce una fuerza contra estas cargas en movimiento. Esta fuerza siempre forma ángulo recto tanto con la dirección del movimiento de las partículas como con la dirección del campo magnético, hay una fuerza tendente a desviar el rayo. Alguno de los rayos entran con tanta rapidez y a tales ángulos que en la actualidad el campo magnético no es lo suficiente fuerte para evitar que choquen contra la tierra. En las regiones polares, algunos rayos entran a lo largo de las líneas de fuerza y no experimentan desviación alguna. Por lo tanto, el escudo electromagnético es insuficiente y no suministra una protección total. Pero gracias al campo magnético terrestre tenemos una protección sustancial del viento solar y de los rayos cósmicos. Conforme el campo magnético se ha ido desvaneciendo, la protección que suministra ha ido decreciendo.
El conocimiento de la fuente de la corriente que produce el imán terrestre ha sido debatido por la teoría de la dínamo y esta afirma que existe un generador de corriente eléctrica en el núcleo de la tierra, esta teoría ha sido mostrada en todos los casos, como insostenible e inadecuada. Se supone que el campo magnético esta relacionado con los hipotéticos movimientos de fluido en el núcleo terrestre. El análisis matemático de T. G. Cowling, demuestra que ningún movimiento plausible de fluido en el núcleo puede constituir una dínamo, aun si los hipotéticos movimientos existieran.
El famoso científico Sir Horace Lamb estableció las bases científicas de esta explicación en 1883. La explicación es que hay corrientes libres, que fueron originadas en el pasado, que circulan dentro de la tierra, y que producen el campo magnético. Pero el hecho sorprendente es que estas corrientes libres pueden durar tanto como lo han hecho sin necesidad de una dinamo que las mantenga. Son corrientes en desvanecimiento libre, y por lo tanto el campo magnético también se esta desvaneciendo libremente. El conocimiento actual, basado en análisis sísmico, revela que existe un núcleo líquido en la tierra. Se cree que contiene hierro fundido a causa de que la densidad computada de esta zona es aproximadamente la misma que la del hierro y a que su temperatura es muy alta. Un núcleo metálico como este proporciona la conductividad precisa para cumplir las condiciones de Lamb de las corrientes de desvanecimiento libre que duran un largo tiempo. Así la explicación de Lamb del campo magnético de la tierra elimina la necesidad de una dinamo que sostenga las corrientes. La corriente aun persiste, pero no pude continuar indefinidamente debido a la resistencia del núcleo. Así, la teoría de Lamb del desvanecimiento del campo magnético terrestre tiene la confirmación de más de 130 años de observaciones en tiempo real. Este periodo de confirmación en tiempo real es mucho más largo que el que se puede afirmar de la mayor parte de los procesos de decaimiento, tales como de radioactividad. Queda establecido que nuestro conocimiento de la causa y del comportamiento del campo magnético de la tierra descansa sobre una física impecable (no la pueden explicar, existe física no exacta) y sobre una extensa confirmación basada en observaciones.
El origen del campo magnético terrestre esta indudablemente relacionado con el origen de la tierra. No hay ninguna razón para aceptar que el campo magnético tuviera su origen algunas eras geológicas después del origen de la tierra. Si asumimos un origen tan reciente como el año 5000 a. C., el momento magnético hubiera debido ser por lo menos de 2.6x10 elevado a 24 amperios/metro cuadrado. No se conoce en la actualidad ningún planeta que posea un campo magnético de esta intensidad. Así llegamos a la conclusión de que el campo magnético fue creado en el principio, al tiempo del origen de la tierra, y que ha estado decayendo desde entonces.
Nuestra evaluación de los datos de tiempo real y la asociación del origen del campo magnético con el origen de la tierra muestra la plausibilidad científica de la edad de la tierra consistente con su edad determinada por la cronología Bíblica.
La Biblia nos enseña con respecto a este tema, que “Dios” es creador de todas las cosas :
Génesis 1:1 - En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Colosenses 1:16 – Porque en el fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios; sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Apocalipsis 4:11 – Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
R.C.P.O./2004
[1] Breve Resumen del Libro Origen y Destino del Campo Magnético de La Tierra, por Thomas G. Barnes, Editorial Clie, 1981, compendiado por Roberto Pizarro O. Egresado de Ingeniería Mecánica, Universidad Tecnológica Metropolitana. 2004
FIN DE LA CITA
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De este estudio rescato la ultima parte:
El origen del campo magnético terrestre esta indudablemente relacionado con el origen de la tierra. No hay ninguna razón para aceptar que el campo magnético tuviera su origen algunas eras geológicas después del origen de la tierra. Si asumimos un origen tan reciente como el año 5000 a. C., el momento magnético hubiera debido ser por lo menos de 2.6x10 elevado a 24 amperios/metro cuadrado. No se conoce en la actualidad ningún planeta que posea un campo magnético de esta intensidad. Así llegamos a la conclusión de que el campo magnético fue creado en el principio, al tiempo del origen de la tierra, y que ha estado decayendo desde entonces.
Nuestra evaluación de los datos de tiempo real y la asociación del origen del campo magnético con el origen de la tierra muestra la plausibilidad científica de la edad de la tierra consistente con su edad determinada por la cronología Bíblica.
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Esto quiere decir que, midiendo la curva de decaimiento del campo magnetico de la tierra - cosa que solo se pudo hacer en el siglo pasado - y proyectando esa curva hacia atras, de ningun modo la edad de la tierra puede tener mucho mas de 5.000 años.
Esta es solo una de las mediciones modernas que no autorizan las cifras de la "edad de la tierra que provienen de la asuncion de las hipotesis erradas de Jemes Hutton y Charles Lyelll, y que ellos llamaron "uniformismo geologico". Estas hipotesis construias a principio del siglo XIX para denostar el relato biblico yque afirman que el Diluvio no ocurrio, han caido por tierra hace rato, como todas las hipotesis evolucionistas.
Hay otras mediciones actuales que tambien indican que la edad de la tierra esta en torno a los valores que se deducen de los textos bíblicos: cantidad de polvo sideral - polvo que viene del espacio - en nuestra atmosfera, cantidad de polvo sideral - polvo que viene del espacio - sobre la superficie de la Luna, cantidad de deposito de barro arrastrado por los rios que se encuentra en el fondo de los oceanos y otras cosas por el estilo.Todas estas mediciones modernas dan una fecha muy reciente para la edad de la tierra.
Bendiciones,