La Declaración Teológica de Barmen/”Cristianos alemanes”

18 Noviembre 1998
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La declaración teológica de Barmen fue escrita por un grupo de lideres eclesiásticos en Alemania para ayudar a los cristianos a resistir los retos del partido nazi y de los llamados “cristianos alemanes” un movimiento popular que no veía ningún conflicto entre el Cristianismo y los ideales del Socialismo Nacional de Hitler.

En 1933, luego de años frustrantes en los cuales ningún gobierno en Alemania pudo solucionar los problemas de depresión económica y desempleo en masa, Adolfo Hitler fue nombrado canciller. Utilizando el temor del pueblo hacia el comunismo y el bolchevismo, persuadió al parlamento a que le permitiera gobernar por edicto. A la vez que consolidaba su poder, Hitler abolió todos los derechos políticos y los procesos democráticos: La policía podía encarcelar a cualquier persona sin juicio previo, registrar cualquier residencia privada sin autorización, confiscar propiedades, censurar publicaciones, escuchar conversaciones telefónicas, y prohibir reuniones. Eventualmente declaró proscritos a todos los partidos políticos menos el suyo, destruyó a las uniones laborales, purgó las universidades, reemplazó el sistema judicial con sus propias “cortes del pueblo”, inició una perscusi´n sistematica contra los judios, y obtuvo el apoyo de los lideres eclesiásticos aliados y las simpatías de los “cristianos alemanes”.

La mayoría de los cristianos dieron por supuesta la unión entre el cristianismo, el nacionalismo y el militarismo, y los sentimientos patrióticos fueron igualados a las verdades cristianas. “Los cristianos alemanes” exaltaron a la nación racialmente pura y al gobierno de Hitler como la voluntad de Dios para el pueblo alemán.

No obstante algunas personas en las iglesias ofrecieron resistencia. Entre los que se opusieron a la cautividad de la iglesia por el Socialismo Nacional se encontraban los pastores Hans Asmussen, Karl Koch, Karl Iraruer, Martin Niemoller y el teólogo Karl Bath. Luego de una serie de reuniones regionales, estas personas reunieron representantes de las iglesias Luteranas, Reformadas y Unidas en la iglesia de Gemarke, Bramen, en la ciudad de Wuppertal en Mayo 29 – 31, de 1934. Entre los ciento treinta y nueve delegados habían ministros, cincuenta y tres miembros de alguna iglesia, y seis profesores universitarios.

El asunto más importante a tratarse fue la discusión de una declaración urgiendo a las Iglesias Evangélicas en Alemania a permanecer firmes contra los acomodos de los “cristianos alemanes” hacia el Socialismo Nacional. La declaración de Barmen contiene seis proposiciones, cada una cita las Escrituras, declara sus implicaciones para el presente, y rechaza la falsa adoctrina de los “cristianos alemanes”.

Barmen proclama la libertad de la Iglesia en Cristo quien es Señor en todas las áreas de la vida. La Iglesia le obedece como Única Palabra de Dios que determina su orden, ministerio, y relación con el estado.

La declaración fue debatida y adoptada sin enmiendas, y la Iglesia Confesional, esa sección de la iglesia que se opuso a los “cristianos alemanes”, la apoyo unánimemente.


(Continuará)


En Cristo
Rogelio
 
DECLARACIÓN TEOLOGICA DE BARMEN (ref. 1, 2)


1. Un llamado a las Congregaciones Evangélicas y a los Cristianos en Alemania


El Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica de Alemania se reunió en Bramen, del 29 al 31 de Mayo de 1934. Allí, representantes de todas las Iglesias Confesionales Alemanas se reunieron de común acuerdo, bajo una confesión del Único Señor de la Iglesia, que es una, santa y apostólica. En fidelidad a su Confesión de Fe, miembros de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida buscaron un mensaje común para responder a la necesidad y la tentación de la Iglesia en nuestro día.

Con gratitud a Dios, están convencidos que se les ha dado una palabra común que declarar. No fue su intención fundar una nueva iglesia ni formar una unión. Pues nada estaba más lejos de sus mentes que la abolición de la naturaleza confesional de nuestras Iglesias. Más bien su intención fue resistir, en fe y unanimidad, la destrucción de la Confesión de Fe y , de este modo, la de la Iglesia Evangélica en Alemania. En oposición a los intentos de establecer la unidad de la Iglesia Evangélica Alemana por medio de una falsa doctrina, el uso de la fuerza y prácticas insinceras, el Sínodo Confesional insiste que la unidad de las Iglesias Evangélicas en Alemania puede venir solamente de la Palabra de Dios, en fe, a través del Espíritu Santo. Solo así es renovada la Iglesia.

Por lo tanto, el Sínodo Confesional llama a las congregaciones a respaldarle con sus oraciones, y a agruparse firmemente en torno a aquellos pastores y maestros que son fieles a las Confesiones.

¡No sean engañados por habladurías, como si pretendiésemos oponernos a la unidad de la nación alemana! ¡No escuchen a los seductores quienes pervierten nuestras intenciones, como si quisiéramos romper la unidad de la Iglesia Evangélica Alemana o abandonar las Confesiones de los Padres!

¡Prueban los espíritus si son de Dios! Pongan también a prueba las palabras del Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana para ver si están de acuerdo con la Sagrada Escritura y con las Confesiones de los Padres. Si encuentran que estamos hablando contrario a la Escritura, ¡entonces no nos escuchen! Pero si descubren que estamos basando nuestra postura sobre la Escritura, entonces no permitan que ni el miedo ni la tentación les impidan caminar junto con nosotros el camino de la fe y la obediencia a la Palabra de Dios, de modo que el pueblo de Dios sobre la tierra sea de una misma mente, y que por la fe experimentemos lo que él mismo ha dicho: “Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé.” Por lo tanto, “no temáis manada pequeña, porque a Vuestro Padre le ha placido daros el Reino.”


(Continuará)

En Cristo
Rogelio


Ref.

(1) “Constitución de la Iglesia Presbiteriana (EUA)” Parte I, Libro de Confesiones. 1995. Editado por la Oficina de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana.

(2) Reimpreso de: The Churh`s Confession Under Hitler” por Arthur C. Cochrane. Philadelphia: Westminter Press, 1962, pp 237 –242.
 
Actualizo este epígrafe, como complemento a la apertura ”EL ENGAÑO, del forista El Mundo para Cristo.

En Cristo
Rogelio
 
(Continuación)

II Declaración Teológica Concerniente a la Situación Actual de la Iglesia Evangélica Alemana (ref. 1,2)


Según las palabras de apertura de su constitución del 11 de Julio de 1933, la Iglesia Evangélica Alemana es una federación de Iglesias Confesionales que surgieron de la Reforma y que disfrutan de derechos iguales. La base teológica para la unificación de estas iglesias está asentada en el articulo 1 y el articulo 2 (1) de la constitución de la Iglesia Evangélica Alemana, que fue reconocida por el Gobierno del Reich, el 14 de Julio de 1933.


Articulo 1:

El fundamento inviolable de la Iglesia Evangélica Alemana es el Evangelio de Jesucristo, tal y como nos lo atestigua la Sagrada Escritura y como fue traído a la luz otra vez en las Confesiones de la Reforma. Los poderes plenos que la Iglesia necesita para su misión son por estos medios determinados y limitados.


Articulo 2 (1):

La Iglesia Evangélica Alemana está dividida en Iglesias miembros (Landeskirchen)


Nosotros, los representantes de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida, de los sínodos libres, las asambleas de iglesia, y las organizaciones parroquiales, unidos bajo el Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana (IEA), declaramos que nos mantendremos unidos por el fundamento de la IEA como una federación de Iglesias Confesionales Alemanas. Estamos ligados por la Confesión del Único Señor de la Iglesia, que es una santa, católica y apostólica.


Declaramos públicamente, delante de todas las iglesias evangélicas de Alemania, que lo que ellas sostienen en común en esta Confesión está bajo serio peligro y, juntamente a ello, peligra la unidad de la Iglesia Evangélica Alemana.


Está amenazada por los métodos de enseñanza y las acciones del partido regente de la iglesia de los “cristianos alemanes” y por la administración eclesiástica que ellos desempeñan. Estos han llegado a ser más y más evidentes durante el primer año de existencia de la IEA. Esta amenaza consiste en el hecho de que la base teológica, bajo la cual la IEA está unida, has sido, continua y sistemáticamente, obstruida y reducida a la ineficacia, por principios ajenos, por parte de los lideres y los portavoces de los “cristianos alemanes”, así como por la administración de la Iglesia. Cuando tales principios se sustentan como válidos, entonces, de acuerdo a todas las Confesiones vigentes entre nosotros, la Iglesia cesa de ser la Iglesia, y la Iglesia Evangélica Alemana, como una federación de Iglesias Confesionales, llega a ser intrínsecamente imposible.

Como miembros de la Iglesias Luterana, Reformada y Unida, nosotros podemos y debemos hablar hoy con una sola voz en este asunto. Precisamente porque queremos ser y permanecer fieles a nuestras varias Confesiones, no podemos guardar silencio, ya que creemos que se nos ha dado un mensaje común que declarar en un tiempo de necesidad y tentación común. Encomendamos a Dios lo que esto pueda significar para las interrelaciones de la Iglesias Confesionales.

En vista de los errores de los “cristianos alemanes” del actual gobierno eclesiástico bajo el Reich, los cuales están devastando la Iglesia y están también, de ese modo, rompiendo la unidad de la Iglesia Evangélica alemana, confesamos las siguientes verdades evangélicas:


1. – “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Jn. 14:6). “De cierto, de cierto os digo que el que no entra por la puerta, en el redil de las ovejas sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador.. Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo” (Jn. 10:1,9).

Jesucristo, como se nos atestigua de él en la sagrada Escritura, es la Única Palabra de Dios que tenemos que escuchar, y que tenemos que confiar y obedecer, en la vida y en la muerte.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual la iglesia podría y tendría que reconocer como fuente de su proclamación, aparte de y además de esta Única Palabra de Dios, aún otros eventos y poderes, figuras y verdades, como revelación de Dios.


2. – “Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.” (1Co. 1:30)

Así como Jesucristo es la seguridad de Dios del perdón de todos nuestros pecados, así, en la misma forma y con la misma seriedad, Él es también el reclamo poderoso de Dios sobre la totalidad de nuestra vida. Por medio de él ocurre en nosotros una gozosa liberación de las cadenas impías de este mundo, para rendir un servicio libre y agradecido a sus criaturas.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que hubiese áreas de nuestra vida en las cuales no perteneciéramos a Jesucristo, sino a otros señores; áreas en las cuales no necesitaríamos justificación y santificación por medio de él.


3.- “Sino que siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo en aquel que as la Cabeza esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, está bien concertado y unido entre sí..” (Ef. 4.15,16)

La iglesia Cristiana es la congregación de los hermanos en la cual Jesucristo actúa al presente como el Señor en la Palabra y el sacramento por medio del Espíritu Santo. Como iglesia de pecadores perdonados, tiene que testificar en medio de un mundo pecaminoso, con su fe así como con su obediencia, con su mensaje como son su orden; que la Iglesia es solamente propiedad de Él, y que ella vive y desea vivir sólo por su consolación y dirección, en la expectativa de su aparición.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que a la Iglesia le fuera permitido abandonar la forma de su mensaje y orden según su propio placer, o según los cambios en las convicciones ideológicas y políticas prevalecientes.


(Continuará)


En Cristo
Rogelio

Ref.

(1) “Constitución de la Iglesia Presbiteriana (EUA)” Parte I, Libro de Confesiones. 1995. Editado por la Oficina de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana.


(2) Reimpreso de: "The Churh`s Confession Under Hitler” por Arthur C. Cochrane. Philadelphia: Westminter Press, 1962, pp 237 –242.
 
(Continuación) : Declaración Teológica de Barmen (ref. 1,2)


4.- “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean sobre ellas, y los que son grandes ejercen autoridad sobre ellas. Entre vosotros no será así. Más bien, cualquiera que anhele ser grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mt. 20:25,26)

Los diversos oficios de la Iglesia no establecen el dominio de unos sobre otros; por el contrario, son para el ejercicio del ministerio que ha sido confiado y ordenado a toda la congregación.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, aparte de este ministerio, pudiera y le fuera permitido darse a sí misma, o permitiera que le diesen a ella, lideres especiales investidos con poderes regentes.


5.- “Temed a Dios, honrad al rey” (1P. 2:17)

La escritura nos dice que en el mundo hasta ahora todavía sin redimir, y en el cual la Iglesia también existe, el estado tiene, por encargo divino, la tarea de proveer para la justicia y la paz. [Este cumple dicha tarea] mediante la amenaza y el ejercicio de la fuerza, de acuerdo a la medida del juicio y la habilidad humana. La Iglesia reconoce el beneficio de este encargo Divino en gratitud y reverencia delante de él. Nos recuerda el Reino de Dios, el Mandamiento de Dios y Su Justicia, y de ese modo, la responsabilidad tanto de gobernantes como gobernados. Ella confía y obedece el poder de la Palabra por la cual Dios sostiene todas las cosas.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que el Estado, por encima y más allá de su mandato especial, debiera y pudiera convertirse en el único y totalitario orden de la vida humana, cumpliendo también la vocación de la Iglesia.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, por encima y más allá de su misión especial, debiera y pudiera apropiarse las características, las tareas, y la dignidad del Estado, convirtiéndose a sí misma en un órgano del Estado.



6.- “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 8:25;28:20), “¡Pero la Palabra de Dios no está presa!” (2Tim. 2:9)

La comisión de la Iglesia sobre la cual está fundamentada su libertad consiste en anunciar el mensaje de la Gratuita Gracia de Dios a todo el pueblo, en lugar de Cristo y, por consiguiente, en el ministerio de Su Propia Palabra y Obra por medio del sermón y los sacramentos.

Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, en arrogancia humana, pudiese poner la Palabra y la Obra del Señor al servicio de cualesquiera deseos, propósitos y plan escogidos arbitrariamente.


El Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana declara que ve en el reconocimiento de estas verdades y en el rechazo de estos errores la base teológica indispensable para la Iglesia Evangélica Alemana como una Federación de Iglesias Confesionales. Invita a todos cuantos puedan aceptar su declaración a tener en cuanta estos principios teológicos en sus decisiones en la política de la Iglesia. Ruega a todos cuantos les concierne que regresen a la Unidad de la Fe, el Amor y la Esperanza.

Fin.
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En Cristo
Rogelio





Ref.

(1) “Constitución de la Iglesia Presbiteriana (EUA)” Parte I, Libro de Confesiones. 1995. Editado por la Oficina de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana.


(2) Reimpreso de: The Churh`s Confession Under Hitler” por Arthur C. Cochrane. Philadelphia: Westminter Press, 1962, pp 237 –242.
 
Actualización

Actualización

Actualizo esta apertura como complemento a los epígrafes:


1- ”Antisemitismo cristiano”


2- "Israel v/s Palestina: Preguntas dificiles para un problema difícil”


En Cristo
Rogelio