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9-12-98
Juan Manuel, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar en relación a este tema? ¿quieres que hagamos un estudio serio de la evolución de la figura de María (y su veneración) en la historia del cristianismo? ¿hacemos lo mismo con el resto de temas que propones?
Yo te propongo estudiar esto con el mayor respeto hacia tus creencias, que fueron las mías hace años.
Dios te bendiga
Luis Fernando
11-12-1998
Voy a intentar ir por partes para que nuestro debate no se haga politemático. Hay tanto sobre lo que hablar que es fácil que acabemos hablando poco de todo en vez de mucho sobre lo realmente importante
Juan Manuel:
Mi intención en estos temas es clarificar cuál es el verdadero lugar (que no es central sino secundario) que ocupan estos temas dentro de la fé y las prácticas de los cristianos católicos . Personalmente ha notado que los hermanos cristianos no-católico muchas veces piensan que los católicos basan su práctica religiosa en ruegos a los Santos o a la Virgen. Para el católico (y es la doctrina oficial de la Iglesia) el UNICO MEDIADOR entre Dios y los hombres es Jesucristo, el Señor Resucitado, sentado a la derecha del Padre, investido de todo Poder en el Cielo y en la Tierra.
Luis Fernando:
Juan Manuel, yo fui católico y mi experiencia personal (que entiendo que no tiene porqué ser la tuya) fue que esos "temas" eran cualquier cosa menos secundarios. No en vano, de los tres últimos dogmas proclamados por la iglesia católica, dos son referentes a María.
Estos son el Dogma de la Inmaculada Concepción (1854), y el Dogma de la Asunción (1950), situaándose entre ambos el de la infalibilidad papal (1870). Creo que para definir la doctrina oficial de tu iglesia, lo mejor es acudir al propio catecismo publicado en el año 1992. Veamos que se dice en ese catecismo sobre la mediación
cita:
Artículo 618:
La Cruz es el único sacrificio de Cristo "único mediador entre Dios y los hombres" (1 Tim 2, 5). Pero, porque en su Persona divina encarnada, "se ha unido en cierto modo con todo hombre" (GS 22,2), El "ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de Dios sólo conocida, se asocien a este ministerio pascual" (GS 22,5). El llama a sus discípulos a "tomar su cruz y a seguirle" (Mt 16,24) porque Él "sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas" (1 P 2,21). Él quiere, en efecto, asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios (Mc 10,39; Jn 21,18-19; Col 1,24). Eso lo realiza en forma excelsa en su Madre, asociada más intimamente que nadie al ministerio de su sufrimiento redentor (Lc 2,35):
"Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo" (Sta Rosa de Lima, vida). GS=Gaudium et Spes
¡Qué bonito suena! Cristo es el único Mediador pero nos ofrece a todos los que formamos parte de su Cuerpo (Iglesia) el formar parte el que nos asociemos a Él en esa mediación. Es decir no somos mediadores pero participamos en el ministerio de la mediación de Cristo. Lástima que Roma empiece a hacer diferencias entre todos los cristianos y María. Por ejemplo, Pío X, en su encíclica Ad diem illum, dijo que María "es la principal medianera en la distribución de las gracias" y Benedicto XV afirmó también que "María es la mediadora con Dios de todas las gracias". Hermanos católicos, ¿en qué quedamos?
Además, decir que María estaba asociada más intimamente que nadie al ministerio de sufrimiento redentor es ignorar que quien sufrió en la cruz fue Cristo y nadie más. Fue a Cristo a quien le clavaron los clavos. Fue su sangre la que era derramada. María no estaba asociada a ese sufrimiento sino que fue testigo presencial de ese sufrimiento. Evidentemente que ella también sufrió porque a su hijo lo estaban matando (como sufría el discípulo amado y las otras mujeres) pero ese sufrimiento de ella no se puede ni tan siquiera comparar con el propio sufrimiento de Cristo que llegó a decir "Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?". Por muy intenso que pudiera ser el sufrimiento de una madre que pierde a su hijo, o de un discípulo que ve como su Maestro muere, ¿cómo se puede llegar a pensar que esos tipos de sufrimientos están ni lejanamente "asociados" al sufrimiento de Cristo que veía que su unión eterna con el Padre se había quebrado y que el peso de todos nuestros pecados era sobre Él?
Hermanos católicos, lo importante, lo que nos salva es el sufrimiento de Cristo, no el de quienes vieron como fue levantado en la cruz. No nos salvan los sufrimientos de una madre, sino el sufrimiento del Hijo del Hombre. Sólo Cristo es Redentor.
Por cierto, es un detalle la cita de Sta Rosa de Lima. No hubiera quedado bien el poner las afirmaciones de Alfonso María de Ligorio (canonizado por Roma), tan entusiásticamente aceptadas por papas como León XIII o Pío X, o Bendecito XV. El bueno de Ligorio decía cosas com esta: "hay cosas que se piden a Cristo y que no se reciben, pero si se piden a María sí son otorgadas". ¿Queréis leer otra barbaridad? Leamos lo que dijo el insigne Benedicto XV: "No sin un designio divino, estuvo presente, padeció y casi murió con su Hijo que padecía y moría, abdicó de sus derechos maternales sobre el Hijo por la salvación de los hombres y, en cuanto ella podía hacerlo, lo inmoló para aplacar la justicia de Dios; de suerte que con razón puede decirse que redimió con Cristo al género humano"....... ¡Tela marinera, hermanos católicos! Vamos, que poco menos que tenemos que dar gracias a María porque ella no le dijo a su hijo: Bájate de ahí que soy tu madre, estoy sufriendo mucho y tengo derecho sobre ti por ser quien te trajo al mundo. ¿Tuvo que pedir permiso Dios a María para que Cristo naciera de ella? Yo lo que veo en la Escritura es una anunciación, no una petición de permiso ¿Tuvo que pedir Cristo permiso a su madre para morir en la cruz? Es alucinante la posición católica sobre este tema. Sin María Dios no hubiera podido hacer nada para salvarnos. Alucinante.
Sigamos viendo las "perlas de gran precio" del catecismo romano:
cita:
Artículo 2674 esde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la maternidad de María se extiende entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía y que están ante los peligros y las miserias" (LG 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre, es pura transparencia de Él: María "muestra el Camino" ("Hodoghitria"), ella es su "signo", según la iconografía tradicional de oriente y occidente.
LG=Lumen gentium.
O sea, que María es pura transparencia de Cristo, ¿eh?. Es decir, que María es la que "muestra" el Camino, ¿eh? ¿No querrán decir que ella es la Puerta del Camino?. Esto es, que la fe de María la que la hace nuestra madre, ¿eh?. Propongo que algún católico nos explique eso de la transparencia.
cita:
Artículo 2677:
......"Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Virgen Santísima. Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entegarle desde ahora, "la hora de nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte en Cruz de de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra (Jn 19,27) para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso.
¿Qué tiene de secundario la hora de nuestra muerte, Juan Manuel? ¿qué tiene de secundario el ponerse en manos de María ahora y en el momento de nuestra muerte?
Ahora te ruego que me expliques algo que no logro entender. Sabes que cada minuto mueren cientos de personas en el mundo. Probablemente varias decenas son católicas. ¿cómo se las arregla María para estar con todos y cada uno de esos católicos a la vez? ¿Tiene la cualidad de la Omnipresencia para estar en varios sitios al mismo tiempo? ¿Cómo puede un cristiano entregarle la hora de su muerte a otro ser humano? . Yo espero encontrarme con Jesucristo cara a cara en el momento en que deje esta existencia. A nadie sino a mi Dios quiero ver en ese momento.
Seguiré respondiendo a los temas que estás sugiriendo. Esto promete.
Dios te bendiga
Luis Fernando
