"La cosa más valiosa"
En la vida hay una cosa
Tan valiosa y tan sublime
Que la mayoría exime,
Enajena o desglosa.
La tienen cual 'poca cosa'
Y muchas veces se ignora.
No asimilan que es aurora
Límpida cual crisol,
Ni notan que es el sol
Precedido por la aurora.
Más preciado que la flora,
Más valioso que el dinero,
Más grande que el mundo entero,
Más necesario ahora...
Más grato a quien lo valora,
Más extenso a quien lo vive,
Más sano a quien lo cultive,
Más provechoso al que entiende,
Más justo a quien lo defiende,
Más eterno a quien lo active...
No hay nadie que lo esquive.
No hay quien pueda evitarlo.
No hay quien pueda malograrlo.
No hay siquiera quien lo active.
No hay nada que de él derive.
No hay quien pueda detenerlo.
No hay quien se atreva a extenderlo.
No hay quien sepa su valor.
No hay nada que sea mejor.
No hay quien pueda comprenderlo.
Es algo que hay que tenerlo.
Es, sí, de mucha importancia.
Es de inmensa relevancia.
Es de sabio agradecerlo.
Es menester acogerlo.
Es y será inevitable.
Es con nada comparable.
Es como una gran fortuna.
Es más alto que la luna.
Es algo inconmensurable.
Su precio es incalculable.
Su medida sin porciones.
Su calidad son sus dones.
Su transcurso es inviolable.
Su paga es más que loable.
Su beneficio es genuino.
Su existencia no es tu sino.
Su paso es exaltación.
Su presencia una canción.
Su origen, pues es Divino...
Porque del cielo nos vino
Eso de tanto valor.
¿Por qué no usarlo mejor
A diario en nuestro camino?
Esto no lo autodefino
Y lo expreso con decoro;
Más bien os insto e imploro
Como aquél que reconcilia,
Dad tiempo a vuestra familia
¡Porque EL TIEMPO vale oro!
Luis A. González
En la vida hay una cosa
Tan valiosa y tan sublime
Que la mayoría exime,
Enajena o desglosa.
La tienen cual 'poca cosa'
Y muchas veces se ignora.
No asimilan que es aurora
Límpida cual crisol,
Ni notan que es el sol
Precedido por la aurora.
Más preciado que la flora,
Más valioso que el dinero,
Más grande que el mundo entero,
Más necesario ahora...
Más grato a quien lo valora,
Más extenso a quien lo vive,
Más sano a quien lo cultive,
Más provechoso al que entiende,
Más justo a quien lo defiende,
Más eterno a quien lo active...
No hay nadie que lo esquive.
No hay quien pueda evitarlo.
No hay quien pueda malograrlo.
No hay siquiera quien lo active.
No hay nada que de él derive.
No hay quien pueda detenerlo.
No hay quien se atreva a extenderlo.
No hay quien sepa su valor.
No hay nada que sea mejor.
No hay quien pueda comprenderlo.
Es algo que hay que tenerlo.
Es, sí, de mucha importancia.
Es de inmensa relevancia.
Es de sabio agradecerlo.
Es menester acogerlo.
Es y será inevitable.
Es con nada comparable.
Es como una gran fortuna.
Es más alto que la luna.
Es algo inconmensurable.
Su precio es incalculable.
Su medida sin porciones.
Su calidad son sus dones.
Su transcurso es inviolable.
Su paga es más que loable.
Su beneficio es genuino.
Su existencia no es tu sino.
Su paso es exaltación.
Su presencia una canción.
Su origen, pues es Divino...
Porque del cielo nos vino
Eso de tanto valor.
¿Por qué no usarlo mejor
A diario en nuestro camino?
Esto no lo autodefino
Y lo expreso con decoro;
Más bien os insto e imploro
Como aquél que reconcilia,
Dad tiempo a vuestra familia
¡Porque EL TIEMPO vale oro!
Luis A. González