El Sexo es una blasfemia en contra de la santidad de Dios.
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¿En qué nos basamos para que diga estoy loco?... lo qué es el sexo bajo la supervisión y consentimiento del orden divino.
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¿En qué nos basamos para que diga estoy loco?... lo qué es el sexo bajo la supervisión y consentimiento del orden divino.
¿Qué es la sexualidad?
La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
Así pues, los seres humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquéllas en que se demuestran los afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin ella.
Muchos han dicho que esta blasfemia aqui es otra cosa.
Mirando simplemente al contexto, se hace evidente que la blasfemia contra el Espíritu Santo de la cual está hablando Jesús, es que Él hacía los milagros por el poder del demonio. Y esto es imperdonable. Pero, ¿por qué? Podemos encontrar una pista al mirar el punto donde Jesús comienza Su ministerio.
Ahora escudriñemos minuciosamente nosotros la Escritura.
Mateo 12:22-32: “Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23 Ytoda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?24 Mas los fariseos, al oírlo decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos les dijo: Todo reino dividid contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”
Los jueces serán los hijos, y para que estos hijos juzguen se necesitó de tiempo y del paso de muchas generaciones y de que hombres y mujeres, obviamente tuvieran relaciones para procrear a los hijos que habrían de juzgar.
Y este el juicio: Que fueron bendecidos y se multiplicaron, pero lo malo es que crecieron a la par que sus maldades.
Y el problema no radica en que sean más libertinos sus vástagos.
Muchos han dicho que esta blasfemia aqui es otra cosa.
Mirando simplemente al contexto, se hace evidente que la blasfemia contra el Espíritu Santo de la cual está hablando Jesús, es que Él hacía los milagros por el poder del demonio. Y esto es imperdonable. Pero, ¿por qué? Podemos encontrar una pista al mirar el punto donde Jesús comienza Su ministerio.
Ahora escudriñemos minuciosamente nosotros la Escritura.
Mateo 12:22-32: “Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23 Ytoda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?24 Mas los fariseos, al oírlo decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos les dijo: Todo reino dividid contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”
Los jueces serán los hijos, y para que estos hijos juzguen se necesitó de tiempo y del paso de muchas generaciones y de que hombres y mujeres, obviamente tuvieran relaciones para procrear a los hijos que habrían de juzgar.
Y este el juicio: Que fueron bendecidos y se multiplicaron, pero lo malo es que crecieron a la par que sus maldades.
Y el problema no radica en que sean más libertinos sus vástagos.