El Verbo es Dios
El Verbo es Dios
Hola Alex:
También a ti hace tiempo que no te veía por estos foros, y como he dicho a OSO, no hay nada que disculpar, el foro es libre, y se alimenta precisamente de la participación de la mayor cantidad de personas posible. Además vosotros estáis en vuestra casa, donde yo soy solo un invitado. No solo no tengo nada que disculpar, sino bien al contrario, os agradezco vuestra participación e interés.
Los temas que propones son complejos, y no dispongo de unos versículos tan rotundos y concisos, como en el caso de la pregunta de OSO, así que procuraré divagar lo menos posible, pero a pesar de ello, no puedo dar una respuesta clara en pocas líneas, entonces me temo que será más largo de lo que yo desearía, me disculpo por adelantado, pues a mí mismo también me disgusta leer respuestas muy extensas.
Releyendo tu mensaje, he decidido darle respuesta en sentido inverso, de lo que más de acuerdo estamos, a lo que en más discrepamos.
DE LAS FORMAS DE ENSEÑAR Y
DEL PAPEL DE LOS JUDÍOS Y LOS CRISTIANOS
Te pregunto, ves la diferencia entre alguien que siendo Dios enseña donde está la ley de Dios?, muy diferente a Moisés y la ley dada a Israel, que fue dada como una imagen de lo que habría de ser, las leyes dadas a Israel fueron dadas para marcar una diferencia el mismo antiguo testamento lo declara, así como el cristiano ha de marcar una diferencia del resto del mundo, por su comportamiento. Espero en el Señor que esto te sea de Bendición, de antemano, disculpa si me metí en lo que estabas hablando con Maripaz.
Jesús vino a enseñarnos cual era realmente la verdadera voluntad de Dios, él, como Hijo de Dios, era la persona que mejor conocía la voluntad de su Padre, a excepción claro está, del mismísimo Padre. Pero de la divinidad de Jesús, ya hablaremos más adelante.
Jesús vino a enseñar, y sabía enseñar, mientras que el pobre Moisés, ya reconocía el mismo que era de lengua torpe, lo mismo que me pasa a mí, lo que a Jesús le bastaba con unas pocas frases para enseñar algo, a mí me cuesta páginas enteras, y aun así, no consigo nada en la mayoría de los casos, por no decir... en ninguno
Pese a que Jesús tenía todo el conocimiento, y la sabiduría de enseñar, no todos los que le escuchaban creyeron en él, fueron muchos lo que si que creyeron, pero muy pocos en relación a la población de su tiempo. Para que alguien aprenda, hace falta algo más que un buen maestro, hace falta que el alumno tenga la voluntad de aprender. Jesús usaba de pocas palabras en sus enseñanzas, pues “quien es de Dios, las palabras de Dios oye” y “a buen entendedor, con pocas palabras basta”. A quien oye o lee las pocas palabras de Jesús, y las rechaza, y no las cree, no hace falta que le escribamos un libro entero de argumentos, pues nos cansaremos inútilmente y él seguirá sin creer.
Puede que mis palabras y la longitud de mis textos parezcan algo incoherentes, pero como yo no soy Jesús, y en cuanto al don de la palabra me tendría que comparar más con Moisés, siempre que alguien no me cree, entonces creo o prefiero creer, que es mas bien, debido a mi torpeza al expresarme, que no a la falta de voluntad del otro.
Dios escogió al pueblo judío, y como leemos en levítico o en Deuteronomio, tenían dos formas posibles de destacarse entre el resto de los pueblos, si eran fieles a Dios, entonces Dios los bendeciría más que al resto de las naciones, y no habría ningún enemigo que les pudiera vencer, nunca hubieran ido a Babilonia, nunca Jerusalén hubiera sido destruida, y por supuesto nunca hubieran tenido que pasar por el holocausto nazi.
Por el contrario, si el pueblo Judío, no era fiel, entonces igualmente destacarían entre el resto de las naciones, pero en vez de por la bendición, en ese caso destacarían por la gran maldición. Desgraciadamente para los judíos, estos, eligieron esta última opción.
Pero pese a todo, el pacto de Dios con los judíos, sigue vigente, nunca ha sido anulado, ni tenía ninguna fecha de caducidad, y el pueblo judío sigue siendo el pueblo escogido de Dios, pues ellos y su historia son la prueba viviente y palpable de que Dios existe, y de que su palabra se cumple.
así como el cristiano ha de marcar una diferencia del resto del mundo, por su comportamiento.
En esto si que estamos totalmente de acuerdo, y a este hecho que narras, le doy mucha más importancia que a cualquier diferencia de opinión teológica. Al verdadero cristiano, se le ha de reconocer más por su comportamiento, que por sus palabras.
Estoy convencido de que ese “comportamiento”, son las “obras” de las que nos habla Cristo en Apocalipsis, y las “obras” de las que nos habla Santiago, pues como dice el dicho: “Hechos son amores, y no buenas razones”.
Son varias las veces que he participado en epígrafes que trataban sobre la fe y las obras, y pese a que siempre me he referido a las “obras” como al “comportamiento” de los cristianos, nunca he llegado a acertar a definirlo así de claro. Pues si bien estoy de acuerdo con que lo que salva es la fe, también estoy de acuerdo con Santiago cuando dice que la fe sin obras está muerta.
Como los judíos, ser cristiano, es más una responsabilidad, que un privilegio, ¡y tenemos una fuerte responsabilidad!.
(Santiago 3:1) RVR-95
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros,
sabiendo que recibiremos mayor condenación.
(Romanos 2:21-24) RVR-95
21
Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de robar, ¿robas? 22 Tú, que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23 Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?, 24 pues, como está escrito: “El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros”
Tanto da, que se sea sacerdote católico, como pastor protestante, predicador de los testigos de Jehová, o como nosotros mismos que participamos en un foro público, todos tenemos la responsabilidad de que nuestras “obras”, o “comportamiento” estén en consonancia con la fe que decimos tener y que predicamos.
DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
Adicional, la ley del decalogo no es toda la ley de Dios, si lees en Mateo 22:36-40, la ley de Dios es esta: 36 --Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la Ley? 37 Jesús le dijo: --"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.
Alex, no acabo de entender lo que me estás queriendo decir. No sé si quieres decir que a los diez mandamientos hay que añadirles estos dos, o si me estás diciendo que además de los diez mandamientos, los judíos tenían muchos más, o incluso, si todos los mandamientos anteriores han sido anulados, y solo tenemos que tener en cuenta estos dos.
Este tema, no es de los que más estudiado tengo, y como tampoco tengo claro que es lo que me has propuesto, he hecho una serie de reflexiones sobre este tema, pero quiero que quede claro, que no son unas opiniones en firme, solo son una exposición de ideas, que pueden servir para iniciar un estudio más profundo de este tema.
El Antiguo Testamento, no lo tengo tan estudiado como el Nuevo, y siempre había creído que estas frases de Jesús, habían surgido espontáneamente de él, debido a su sabiduría y de su don para enseñar.
Todo lo que Dios nos enseña, pide u ordena a través de los profetas, todo lo que nos enseña Jesús, y así mismo, los propios Diez Mandamientos, están basados en estos dos conceptos fundamentales. Por eso, cuando el fariseo le pregunta a Jesús, por el mandamiento más importante de la Ley, y él le responde estas frases, que son una síntesis, o resumen perfecto de los Diez Mandamientos, yo siempre he interpretado que Jesús, lo que quería decir al fariseo, es que el mayor de los mandamientos, son
TODOS y cada uno de los mandamientos de Dios. Y esta creencia se acentúa cuando Jesús dice: “...
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19:17)
Tener un ordenador, la Biblia en soporte magnético, y un programa de búsqueda de palabras o frases, es una gran herramienta de estudio y trabajo, pero también me podría evitar este, si hiciera más caso de las citas marginales.
(Deuteronomio 6:4-5) RVR-95
4 Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es.
5
Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.
(Levítico 19:18) RVR-95
18 No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino
amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehová.
Las palabras de Jesús, no son nuevas para el fariseo, formaban parte de la Ley muchos años antes del nacimiento de Jesús, y son parte del decálogo, ¿Y si Dios no incluyó esos conceptos en su propio decálogo, porqué los tendríamos que incluir nosotros ahora? ¿Por ser frases citadas por Jesús? ¿Ya estamos totalmente seguros de que fue Jesús quien las citó? Cierto que tanto Mateo como Marcos, así lo dicen, pero la Biblia también es Lucas, y en este último libro, se nos dice justamente lo contrario.
(Lucas 10:25-28)
25 Un intérprete de la Ley se levantó y dijo, para probarlo:
--Maestro, ¿haciendo que cosa heredaré la vida eterna?
26 Él le dijo:
--¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?
27 Aquel, respondiendo, dijo:
--Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Le dijo:
--Bien has respondido; haz esto y vivirás.
El tema principal de este epígrafe era sobre la absoluta veracidad de la Biblia o no. Y teniendo en cuenta estos versículos y los anteriores, la lógica y la razón, me indican que si bien Mateo y Marcos son veraces, entonces Lucas es falso, o bien al contrario, Lucas puede ser veraz y Mateo y Marcos serían falsos. Pero lo que no puedo considerar ni lógico, ni razonable, ni tan siquiera sincero, sería que alguien me dijera que esas frases han sido citadas tanto por Jesús, como por el fariseo, siendo todos los versículos veraces.
¿Podríamos incluir las frases de un fariseo a los diez mandamientos de Dios? Yo no me atrevería a hacer una cosa así. Además, los Diez Mandamientos, para mí, son una unidad, y Dios los distinguió entre todos los demás, al escribirlos o dictárselos directamente a Moisés.
¿Me preocupa que esas citas sean de Jesús, o por el contrario sean del fariseo? En absoluto, no puede haber mejor resumen para la Biblia, estos dos conceptos son muy buenos, tanto si son palabras de Dios, como si son palabras de hombre. Tan buenos son, que estoy convencido de que si que han de proceder de Dios, de una u otra forma, pero que si no fuera así, tampoco me provocaría ningún trauma, pues la VERDAD, es VERDAD, independientemente de quien la diga. Por eso escucho y leo con atención a todos los que hablan de Dios, y de las cosas de Dios, ya sean católicos, protestantes, testigos de Jehová, o de cualquier otra religión.
Todos los demás mandamientos, pueden o no pueden ser de Dios, y podemos analizar estos dos versículos siguientes:
(Levítico 19:18) RVR-95
18 No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino
amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehová.
(Levítico 24:19-20) RVR-95
19 El que cause una lesión a su prójimo, según lo hizo, así le sea hecho: 20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que le haya causado al otro, igual se hará con él.
¿Podemos creer que estos dos versículos proceden del mismo Dios? Hablo de estos, pues el propio Jesús nos da la respuesta, pero hay unos cuantos más, de los cuales no diré nada, pues al no tener respaldo de las palabras de Jesús, no creerías ni en las que no tienen respaldo, ni en las que si que lo tienen.
(Mateo 5:38-39) RVR-95
38 Oísteis que fue dicho: “
Ojo por ojo y diente por diente” 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
Las palabras de Jesús están muy a favor de Levítico 19:18) pero al mismo tiempo, están muy en contra de (Levítico 24:19-20) ¿Tendríamos que pensar que Jesús solo acepta ciertas palabras de su Padre, mientras rechaza otras? ¡De ningún modo puedo creer eso¡
Los judíos tienen los cinco primeros libros de la Biblia como su “Ley”, y a la mayoría de las cosas les llaman mandamientos, y entre todos no sé ni cuantos son, no sé si son cientos, pero lo que creo recordar es que como mínimo, pasa del centenar. Pero entre ellos hay tanto “buen trigo”, como “cizaña”, pues en cada época no ha faltado su plantador de cizaña particular, cosa de la cual, no se libra ni el Nuevo Testamento.
Dios estableció un pacto con el pueblo Judío, y nosotros no tenemos nada que ver con ese pacto. Pero junto a ese pacto, Dios declaró su voluntad, de cómo debía de ser y actuar el ser humano, y esa voluntad es tanto para judíos, como para griegos, siendo además perpetua. Entre todas sus palabras del pacto, y de sus mandamientos, remarcó unos de forma muy especial, y en ellos creo, yo puedo creer y creo de hecho, que la Biblia ha sido alterada, en múltiples ocasiones, pero siempre hay cosas inalterables, cosas que los humanos no se atreven a alterar, o bien que Dios se lo impide.
Jesús durante su ministerio, nos enseña todo lo necesario para conocer a Dios, su Padre, y así poder separar ese trigo de la cizaña. ¿De que puede servir el aprender de memoria la Biblia entera, si luego no sabemos aplicar sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana?
Por otra parte, si nos olvidáramos de los mandamientos anteriores, y solo tuviéramos en cuenta estas frases de “amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo”, que están muy bien, siendo un resumen perfecto de todo lo que es el cristianismo, pero por si solas, nada nos dicen, pues:
¿Podemos amar a Dios sobre todas las cosas y al mismo tiempo adorar a otros dioses, o a quien no es Dios? Tal y como lo expongo, todos dirán que no, pero no todos lo cumplen
¿Podemos amar a Dios sobre todas las cosas, y al mismo tiempo arrodillarnos ante las imágenes? ¡Ay! En este caso, ni tan siquiera estaremos todos de acuerdo. La mayoría diremos que no, pero hay una cierta cantidad de cristianos que lo hacen.
¿Podemos amar a Dios sobre todas las cosas, y al mismo tiempo trabajar en día de Sábado? ¡Ay, ay, ay! Que solo que me he quedado, en estos momentos.
Estas frases son muy “universales”, pues todos estaremos de acuerdo con ellas, pero lo son tanto, que ni tan siquiera, son exclusivamente cristianas, pues un rabino judío, nos diría lo mismo, y un imán musulmán, también.
La diferencia entre religiones, iglesias y sectas, no está en creer o no en estas palabras, sino en el como las ponemos en práctica, en nuestra vida diaria.
Antes de empezar este tema, estaba algo desinformado, pero después de acabarlo, sigo pensando como al principio: “Jesús, lo que quería decir al fariseo, es que el mayor de los mandamientos, son
TODOS y cada uno de los mandamientos de Dios.” No sé si Jesús quería decir exactamente eso, pero lo que si que puedo afirmar, es que para mi, eso es lo que significan las palabras de Jesús.
SOBRE EL VERBO DE DIOS
ante todo una disculpa si me meto por un instante por el asunto de la divinidad, mira no voy a pretender convencerte de la divinidad de Jesús, eso lo hará el Espíritu Santo, pero te voy a pedir un favor, lee la escritura en el evangelio de Juan 1:1 "En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. 2 Este estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho". Luego, si Jesús que es el Verbo, no es Dios qué es entonces?.
Son muchas las veces que he leído, y discutido este tema. Seguramente, si buscamos por el foro, encontraríamos varias de mis opiniones sobre este tema. Tal y como interpretaba yo estos versículos, y era, tal y como los interpretáis vosotros todavía, no los podía creer, pues estaban muy en contra del “espíritu” general de la Biblia.
Lo primero que pensé, fue en la posibilidad de un añadido, algo parecido a la “coma juanina”, pero un compañero del foro, me informó, que en los retazos de pergaminos más antiguos, ya se encontraban estos versículos. Eso hacía que la posibilidad de un añadido, fuera muy remota, o prácticamente imposible, así que tuve que abandonar esa idea por errónea.
Pero yo seguía interpretando igual estos versículos, y por lo tanto, seguía sin creerlos, y llegué a decir sobre estos y algún otro versículo que tampoco entendía, que más valía que los echáramos al fuego, pues más valía que se quemaran unos pocos versículos, que no arder nosotros enteros en el gehena. Mi opinión era esa, pero también estaba equivocado, al menos, en lo que a estos versículos se refiere.
Alex, yo me equivoco mucho y todos los días, pero no dejo de estudiar, pensar y meditar, y cuando encuentro un error, no tengo ningún problema en reconocerlo así.
Participando en otros foros de religión, y discutiendo este mismo tema con un católico, y evidentemente trinitario, él me explico una cosa, y que gracias a ella, he podido entender y aceptar estos versículos, pero no ha sido precisamente en la dirección que él hubiera querido. Él me explicó más o menos lo siguiente:
Los griegos creían en muchos dioses, pero estos no eran todopoderosos, y según la mitología griega, no eran responsables de la creación de la Tierra, esta creación, ellos se la otorgaban al LOGOS, que ni era un dios, ni era tan siquiera una persona, sino una fuerza creadora. Y que el evangelio de Juan, estaba dirigido a los griegos.
Tras esta explicación, los primeros versículos de Juan, se me han vuelto trasparentes, los entiendo y los acepto como correctos, y estoy muy de acuerdo con que el VERBO era y continua siendo Dios, pero no una persona distinta, sino el mismo Dios, el único Dios, el Padre.
Los griegos tenían TEOS y LOGOS, pero Juan solo tenía un solo y único Dios, y les tenía que explicar a los griegos, que no existía ninguna fuerza creadora independiente de Dios, o sea, que el verdadero Dios, era como su TEOS y LOGOS unido. El problema de Juan, es que él no disponía de ningún LOGOS, y lo tuvo que asemejar a algo que tuviera relación con el concepto griego, pero que al mismo tiempo, para Juan le era imposible de desvincular de Dios, así que debió de asemejarlo como a la Voluntad de Dios, o a la Palabra de Dios.
Evidentemente, la Voluntad de Dios, siempre ha estado con Dios, y es Dios, y por la Voluntad de Dios, se ha creado el cielo y la Tierra, y todo lo que existe. Pero la Voluntad de Dios, no es ninguna persona distinta a Dios, el Padre.
Si queréis, podéis comparar esto, con las palabras escritas por el mismo Juan, en:
(Apocalipsis 4:10-11)
10 los veinticuatro ancianos
se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 “Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
El versículo décimo nos informa que esas palabras están dirigidas al que está sentado en el trono, que no es Jesús, no es el Cordero, es Dios, el Padre.
El problema del evangelio de Juan, no son esos primeros versículos, sino que está un poco más adelante
(Juan 1:14)
14
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.
Esto es solo simbólico, es una personificación de la Voluntad de Dios, pero no hay que interpretarlo de forma literal, es como si nosotros conociéramos a una persona llamada “Fulano” y que fuera de una bondad, muy superior a cualquier otro ser humano, y dijéramos que: “Fulano, es la bondad hecha hombre”. Pues de la misma forma, podemos decir que Jesús es el Verbo hecho hombre, pues como había dicho al principio del documento, a excepción del Padre, Jesús es quien mejor conoce y cumple con la Voluntad de su Padre, pero no se puede decir que la “bondad”, o la “Voluntad de Dios”, se hayan convertido en seres humanos de forma literal. Son personificaciones, recursos literarios, pero no realidades.
La conclusión final a la que llego, es que el Verbo es Dios, pero Jesucristo, no es realmente el Verbo, y por lo tanto tampoco es Dios.
Si alguien me ha aguantado hasta aquí, felicidades, pues al menos, demuestra tener interés.
Gracias Alex, ten por seguro que si me a sido de bendición. Y ten por seguro que siempre deseo que mis palabras sean para bendición de las personas que las leen.