Re: la aficion de la pitonisa white a comer ostras
¿Y que hallan timadores que tiene que ver con lo poco saludable que pueda resultar la carne?
La proteina vegetal al diferir tanto de las proteinas corporales del hombre apocan pocos nutrientes y en proporciones muchas veces inadecuadas.
Lo mas encantador de la Biblia es que el mismo Abel, el preferido de Jehová desmiente tus pretensiones vegetarianas: Abel era pastor de ovejas y su sacrificio consistía en degollar un animal al señor.
Y adivina: Abel era carnívoro mientras que Caín era vegetariano, no obstante su sacrificio animal era mejor visto que la ofrenda vegetariana de Caín.
Estupideces.
El reino de DIOS no tiene nada que ver con comida y bebida. (Romanos 14:17)
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." Génesis 3:15.
La Biblia no dice que Abel comiese la carne del cordero sacrificado.
Y el primer animal muerto sirvió para cubrir a nuestros primeros padres, no para comerlo.
"Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. " Génesis 3:7.
Tan pronto como Adán y Eva se dieron cuenta de su desnudez, se apuraron a cubrirse. Hasta intentaron esconderse del Dios que todo lo sabe y que los amaba.
Adán y Eva se aperciben de su desnudez y se cubren sus partes privadas con delantales. Pero esta cubierta no fue aceptada por Dios (vers. 21).
Lo que el hombre hizo para cubrirse no era suficiente, y esto básicamente por dos razones: en primer lugar, porque era la obra del hombre y no la obra de Dios.
Adán y Eva debían entender desde el principio que la solución del problema del pecado está en manos de Dios y no del hombre, y eso quedaría ampliamente probado en la obra redentora de Cristo en la cruz del Calvario. El hombre no puede salvarse a sí mismo del pecado y sus consecuencias.
Pero ese delantal tampoco fue aceptado porque no cubría lo suficiente dada la situación que se produjo en el mundo por causa del pecado. El delantal que el hombre hizo para cubrirse sus partes privadas fue reemplazado por Dios por una túnica.
El pecado de Adán y Eva podía ser borrado. Podían ser restaurados a su relación con Dios. Pero dolería. Sangre caliente, real, de un mamífero tendría que derramarse: un símbolo de la sangre de Dios mismo en la forma de Jesucristo.
La salvación es por la gracia. El animal fue un regalo de Dios y no el trabajo del hombre. El Señor proporcionó las pieles para cubrir a Adán y a Eva. Ellos no hicieron nada, absolutamente nada para cubrirse satisfactoriamente. El único sacrificio que Dios aceptará será Su trabajo y Su don. "El Señor Dios hizo túnicas de piel para Adán y su esposa, y los vistió." ¡Dios lo hizo todo! Esa es la forma en que opera la gracia.
El animal sería un sustituto inocente. Fue una víctima inocente. Dios no podía obtener las pieles del sustituto, sin someterlo a la muerte y el derramamiento de su sangre. La palabra hebrea para "prendas" o túnicas de pieles representa un revestimiento completo de pies a cabeza. La misma palabra se utiliza para el manto sacerdotal, que cubrió todo el cuerpo. Las hojas de higuera de Adán fueron suficientes sólo para cubrir ciertas partes de su cuerpo. La provisión de Dios fue suficiente para cubrir todo su cuerpo.
En la plenitud de los tiempos, Dios proveyó Su propio sacrificio perfecto para cubrir nuestros pecados y darnos Su justicia. Como creyentes en el Señor Jesucristo, nosotros somos revestidos con Su justicia perfecta. Qué trágico que andamos confiando en revestimientos inadecuados para nuestros pecados, cuando sólo el perfecto sacrificio suficiente de Jesucristo lo hará.
Génesis 4:4 describe el primer servicio de adoración y la aceptación de Dios de un sacrificio de adoración. "Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda" (Génesis 4:4). Dios debe ser adorado a través del sacrificio.
El tema del cordero en este pasaje comienza y es desarrollado a lo largo de las Escrituras, hasta la gran culminación en el Apocalipsis. El gran hilo carmesí es tejido a través de los siguientes pasajes: Génesis 22:8; Éxodo 12, Levítico 16, Isaías 53; Juan 1:29, 36; Hechos 8:26 ff; I Pedro 1:18-20; Apocalipsis 5:9, 12; 6:15-17; 7:9-17; 17:14; 19:11-21; 21:7-9, 22, por nombrar sólo algunos.
El cumplimiento final es encontrado en el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). La ofrenda de Abel involucraba el sacrificio de un cordero y con ello el derramamiento de su sangre. Jesucristo fue el justo que murió por los injustos.
Él fue el Cordero inocente muriendo por los pecadores culpables.
Dios aceptó la ofrenda de Abel. Y rechazó la de Caín.
También Abel trajo su ofrenda "de los primogénitos de sus ovejas y de sus partes más gordas". Era un cordero expiatorio. La ofrenda de Caín era mucho más atractiva de lo que era la de Abel, pero la de Abel era lo que Dios quería. Caín ofreció sacrificios que eran el trabajo de sus propias manos. La ofrenda de Abel se anticipó a la venida del Cordero de Dios. Sólo hay un camino para que un pecador se acerque a un Dios santo y esto es través de la sangre derramada. "Sin derramamiento de sangre, no se hace remisión de los pecados" (Hebreos 9:22). Es un eco de Levítico 17:11. "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas, pues la misma sangre es la que hace expiación por la persona".
Si usted tiene un problema con el sacrificio de Abel lea lo que el escritor judío mismo dice un poco más tarde, "... Jesús, el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel" (12:24). Mientras la sangre de Abel fue profética y apuntaba hacia lo que iba a ser, la sangre de Jesús, por el contrario, declara que la obra completa de salvación es terminada. La sangre de Abel pidió que se hiciera la expiación, la sangre de Jesús declaró que la expiación se había hecho (Génesis 4:9-10). El testimonio de Abel se registra para nosotros en Hebreos 11:4. Dice: "Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzo testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aun habla por ella."
En la plenitud de los tiempos, el SEÑOR Dios envió a Su Hijo Jesucristo para hacer expiación por el pecado de una vez por todas. Lo que comienza como un pequeño rayo de luz en el Génesis resplandece en pleno sol del mediodía en los Evangelios. Jesús murió por nuestros pecados, los tuyos y los míos. Dios lo hizo pecado por nosotros para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en el (2 Corintios 5:21; 1 Pedro 1:18-21).
Fue Jesús el Cristo "a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús" (Romanos 3:25-26).
¿Cómo supo Abel de los sacrificios de los animales? Dios hizo a Adán y a Eva "túnicas de piel" (3:21). No podemos leer esto sin ver que detrás de esas túnicas se había producido el sacrificio y la muerte. Además, detrás de ese hecho alguna instrucción había sido dada, algún método declaro algún camino indicado por el cual se les dijo adorarle. La adoración demanda el acercamiento basado en el sacrificio. Nunca podemos llegar a Dios para adorarlo excepto por medio de la Cruz. Dios aceptó la ofrenda de Cristo de Sí Mismo por nuestros pecados. No hay otro camino para nosotros para llegar a Dios
La palabra hebrea que se usa en el texto es kuttonet que proviene de una raíz que significa “cubrir”. Así que el hombre cubrió sus partes privadas, pero Dios le cubrió el cuerpo. Esa palabra es usada en el AT para referirse a una túnica que cubre desde el cuello hasta más abajo de la rodilla.
Esa fue la vestimenta que nuestro Dios escogió para el hombre y la mujer en el huerto del Edén, la misma que escogió para los sacerdotes en Ex. 28:3-4, la misma que nuestro Señor Jesucristo usó mientras estuvo en la tierra. Una ropa que cubre el cuerpo.
Abel al dar muerte al Cordero, demostró su fe en el futuro sacrificio de Cristo por la raza humana.
"Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla." Hebreos 11:4
DIOS acepto la ofrenda de Abel porque éste ofreció un cordero, lo cual era un símbolo profético de Cristo, el Cordero de Dios. Abel reconoció que era pecador y trajo un cordero como ofrenda por sus pecados. Por fe Abel esperaba la venida del Hijo de Dios que moriría por los pecados del mundo.
DIOS no acepto la ofrenda de Caín porque éste presentó una ofrenda según su propia disposición y no como Dios había dicho. Caín pensó que el perdón de los pecados podía obtenerse por sus propios esfuerzos.
Luego del Diluvio ya el hombre no podría vivir tanto tiempo:
"Y dijo el SEÑOR: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años."
Después de que Noé dejó el arca, Dios lo bendijo a él y a sus hijos y puso el “temor del hombre” en todos los animales, aves y peces (Gén. 9:1-2). A continuación, cuando habla de todo el reino animal, Dios dijo a Noé: “…en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (vs. 2-4).
Este es el primer registro bíblico del permiso de Dios para que el hombre use la carne de animales para alimentarse. Esta instrucción incluye la prohibición de cualquier consumo de sangre. No hay evidencia de que Dios anteriormente hubiera prohibido o permitido al hombre comer carne. Tampoco hay ningún registro de seres humanos comiendo carne. No se nos dice si Dios les dio alguna instrucción más específica a Noé y sus descendientes sobre comer carne.
Muchos leen el versículo 3 y asumen que Dios hizo todos los seres vivos buenos para ser alimento. Pero nótese que también fija el estándar para medir esto: “así como las legumbres y plantas verdes”.
Utilizando esta frase como autoridad, no podemos comer todos los tipos de carnes así como no podemos comer todas las plantas, incluyendo las venenosas. (Recuerde Génesis 1:30). Noé ya había tomado siete pares de animales limpios y un par de no limpios (inmundos) en el arca porque: (1) él necesitaba alimento, y (2) él debió haber sabido la diferencia entre los animales limpios e inmundos. Si Noé se hubiera comido uno de los animales inmundos (cerdo, etc.), estos no habrían podido reproducirse.
Tenga en cuenta que “siete parejas” (Gén. 7:2), es plural, pero “una pareja” es singular. La pareja no tiene una “s”. Había sólo dos de cada animal inmundo en el arca. La versión Reina Valera 1960 lo deja claro: “De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra”.
Por otro lado, algunas personas se preguntan si los seres humanos comían carne antes del diluvio. Ya que sabemos que “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2ª Tim. 3:16), las lagunas en el registro de la Biblia pueden ser para nuestro aprendizaje. La especulación a veces puede ser útil al examinar los registros históricos fiables que sean compatibles con las Escrituras. Sin embargo, la correcta doctrina bíblica nunca se basa en especulación.
Si los siervos de Dios comían carne antes del diluvio no se menciona en la Biblia. Los argumentos pueden presentarse para apoyar ambas posibilidades, pero no son concluyentes. ¡Debemos estar preocupados con lo que Dios sí dice que Él requiere — actualmente!
Mucho después del diluvio, los cananeos, los más próximos vecinos de los israelitas, hacían sacrificios a sus dioses en las montañas. La Biblia menciona que sacrificaban niños al dios Moloch y lo prohíbe tajantemente (2ª Reyes 23:10) condenando a muerte a quienes transgredieran esta ley (Levítico 18:21; 20:1-5) —la interpretación talmúdica de esta "condena a muerte" sostiene que la misma debe entenderse a nivel simbólico, resultando en expulsión de la comunidad, generalmente...Desde el reinado de Ajaz y hasta el de Josías en Judá y bajo Acab en Israel, muchos israelitas se dejaron influenciar por este culto sacrificando niños a Moloch. Estos casos no fueron motivados por la religión judía sino por la influencia pagana.
"Los fenicios sacrificaban tanto animales como hombres y niños a Baal y Astarté. Al igual que en la Ley mosaica, los animales imperfectos o enfermos estaban prohibidos. Los sacrificios se realizaban para hacer peticiones o como muestra de agradecimiento. Cuando la víctima no se consumía en el fuego, se utilizaba para un banquete."