Se hacen llamar “judíos” o “israelitas” mesiánicos. Dicen ser el “Israel espiritual”.
Me he topado con esos en el foro.
He leído dos veces el Nuevo Testamento. Comencé a estudiar griego bíblico en línea, para estar en condiciones (según yo) de debatir en este foro.
No quiero ofender a nadie. A veces respondo de forma ofensiva, cuando me gana el enojo. Me enoja la estupidez: gente que, en vez de opinar, descalifica con sorna.
Respeto las opiniones diferentes. En tanto sean opiniones o parte de una cosmovisión. Todo bien con eso. Todo mal con la gente que en lugar de debatir descalifica.
Me impactó mucho Hechos 10. Hasta ahora me tiene impresionado. Es cuando el movimiento judío de seguidores de Jesús comienza a alcanzar a gentiles. La confusión inicial. El no saber cómo reaccionar de los primeros seguidores de Jesús de Nazaret.
La quizá bienintencionada campaña por la circuncisión de los adeptos gentiles.
La confrontación con Petros. Y la idea de formar una comitiva que distribuya una carta para dejar en claro a los gentiles, que no es necesario que se conviertan al judaísmo.
El cristianismo actual comete lo que en mi concepto es una apropiación equivocada, pero no menos ilícita.
Los llamados Evangelios muestran un entorno netamente judío, entre judíos. Lo que se dice, discute, aprueba, cuestiona, etc., allí, es un asunto judío solamente.
Si Jesús dijo que no vino a invalidar la Torá, se lo dijo a judíos. No es que está extendiendo la Torá, patrimonio entregado por D-os exclusivamente al pueblo judío, ahora también a los no judíos.
Si se discute lo que sería lícito o no en Shabat, es porque es un asunto judío. Únicamente judío.
Los seguidores de Jesús fueron inicialmente judíos. Luego, se fueron agregando gentiles.
El apóstol Pablo dice ser un enviado a los gentiles (o entre los gentiles). Y deja claro que hay un grupo de la circuncisión y otro para los gentiles.
Otro error que, en mi concepto, cometen los cristianos hoy, es pasarse al carril que no les corresponde. Los cuatro libros llamados evangelios contienen asuntos sobre la vida judía. Nada allí es textualmente aplicable para ellos.
La carta a los Hebreos, es una misiva dirigida explícitamente a hebreos. Que la lean y la estudien es una cosa, pero querer universalizar su contenido es un error.
Los escritos de Pedro pertenecen al carril judío de ese movimiento. Cuando él habla de “linaje escogido”, se lo dice a sus destinatarios: judíos.
Timoteo es una misiva escrita por un judío para un destinatario judío. Alguna de las cosas de índole personal allí, son netamente de aplicación judía.
Los que se identifican como «mesiánicos», son un engendro que nace de la usurpación de lo judío. Se pasaron al carril equivocado y quedaron mal. Parece que no son conscientes de que se les ve el plumero.
Creen que provocan a celo a los judíos, cuando en realidad nos perjudican. Porque, aunque muchos notan que su disfraz es una pantomima de paupérrima calidad, otros podrían tomar como cierto lo que afirman, con aires de sabedores, sobre los judíos.
Me he topado con esos en el foro.
Leí el Nuevo Testamento
He leído dos veces el Nuevo Testamento. Comencé a estudiar griego bíblico en línea, para estar en condiciones (según yo) de debatir en este foro.
No quiero ofender a nadie. A veces respondo de forma ofensiva, cuando me gana el enojo. Me enoja la estupidez: gente que, en vez de opinar, descalifica con sorna.
Respeto las opiniones diferentes. En tanto sean opiniones o parte de una cosmovisión. Todo bien con eso. Todo mal con la gente que en lugar de debatir descalifica.
Impactante
Me impactó mucho Hechos 10. Hasta ahora me tiene impresionado. Es cuando el movimiento judío de seguidores de Jesús comienza a alcanzar a gentiles. La confusión inicial. El no saber cómo reaccionar de los primeros seguidores de Jesús de Nazaret.
La quizá bienintencionada campaña por la circuncisión de los adeptos gentiles.
La confrontación con Petros. Y la idea de formar una comitiva que distribuya una carta para dejar en claro a los gentiles, que no es necesario que se conviertan al judaísmo.
En contexto
El cristianismo actual comete lo que en mi concepto es una apropiación equivocada, pero no menos ilícita.
Los llamados Evangelios muestran un entorno netamente judío, entre judíos. Lo que se dice, discute, aprueba, cuestiona, etc., allí, es un asunto judío solamente.
Si Jesús dijo que no vino a invalidar la Torá, se lo dijo a judíos. No es que está extendiendo la Torá, patrimonio entregado por D-os exclusivamente al pueblo judío, ahora también a los no judíos.
Si se discute lo que sería lícito o no en Shabat, es porque es un asunto judío. Únicamente judío.
Un camino de dos vías
Los seguidores de Jesús fueron inicialmente judíos. Luego, se fueron agregando gentiles.
El apóstol Pablo dice ser un enviado a los gentiles (o entre los gentiles). Y deja claro que hay un grupo de la circuncisión y otro para los gentiles.
Conserva tu carril
Otro error que, en mi concepto, cometen los cristianos hoy, es pasarse al carril que no les corresponde. Los cuatro libros llamados evangelios contienen asuntos sobre la vida judía. Nada allí es textualmente aplicable para ellos.
La carta a los Hebreos, es una misiva dirigida explícitamente a hebreos. Que la lean y la estudien es una cosa, pero querer universalizar su contenido es un error.
Los escritos de Pedro pertenecen al carril judío de ese movimiento. Cuando él habla de “linaje escogido”, se lo dice a sus destinatarios: judíos.
Timoteo es una misiva escrita por un judío para un destinatario judío. Alguna de las cosas de índole personal allí, son netamente de aplicación judía.
La abominación
Los que se identifican como «mesiánicos», son un engendro que nace de la usurpación de lo judío. Se pasaron al carril equivocado y quedaron mal. Parece que no son conscientes de que se les ve el plumero.
Creen que provocan a celo a los judíos, cuando en realidad nos perjudican. Porque, aunque muchos notan que su disfraz es una pantomima de paupérrima calidad, otros podrían tomar como cierto lo que afirman, con aires de sabedores, sobre los judíos.