Re: JUDÍOS PERSEGUIDOS-CRISTIANOS PERSEGUIDOS
El pueblo judío, se libró en muchas ocasiones por la mano de Dios, de los planes de sus perseguidores.
8. Amán dijo al rey Asuero: «Hay un pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias de tu reino, con sus leyes, distintas de las de todos los pueblos, y que no cumplen las leyes reales. No conviene al rey dejarlos en paz.
9. Si el rey juzga conveniente publicar un decreto para exterminarlos, yo haré que se entreguen 10.000 talentos de plata a los intendentes, para que los ingresen en la cámara del tesoro.»
10. El rey sacó el anillo de su dedo, se lo entregó a Amán, hijo de Hamdatá, de Agag, enemigo de los judíos,
11. y dijo el rey a Amán: «La plata, te la regalo; y te regalo también ese pueblo para que hagas lo que te parezca.»
12. El día trece del primer mes fueron convocados los secretarios del rey para escribir, según lo ordenado por Amán, a los sátrapas del rey, a los inspectores de cada provincia y a los jefes de todos los pueblos, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; se escribió en nombre del rey Asueno, se selló con el anillo del rey,
13. y se enviaron las cartas, por medio de los correos, a todas las provincias del rey, para exterminar, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, y para saquear sus bienes, en el espacio de un solo día, el trece del mes doce, que es el mes de Adar.
14. El texto de este escrito debía ser promulgado como ley en todas las provincias, y fue puesto en conocimiento de todos los pueblos a fin de que estuviesen preparados para aquel día.
15. Por orden del rey, partieron los correos apresuradamente. El decreto fue publicado también en la ciudadela de Susa. Mientras el rey y Amán banqueteaban, en Susa reinaba la consternación. Ester 3
2. Y tomando el rey el cetro de oro, lo puso sobre el cuello de Ester, y la besó, diciendo: «Háblame.»
3. El rey le preguntó: «¿Qué sucede, reina Ester? ¿Qué deseas? Incluso la mitad del reino te será dada.»
4. Respondió Ester: «Si al rey le place, venga hoy el rey, con Amán, al banquete que le tengo preparado.»
5. Respondió el rey: «Avisad inmediatamente a Amán para que se cumpla el deseo de Ester.» El rey y Amán fueron al banquete preparado por Ester,
6. y durante el banquete, dijo el rey a Ester: «¿Qué quieres pedir?, pues se te dará. ¿Qué deseas? Hasta la mitad del reino te será concedida.»
7. Ester respondió: «¿Mi petición y mi deseo?
8. Si he hallado gracia a los ojos del rey, y si al rey le place escuchar mi petición y cumplir mi deseo, que vengan mañana el rey y Amán al banquete que he preparado para ellos. Y haré entonces lo que el rey me pide.»
9. Salió aquel día Amán contento y con alegre corazón; pero al ver a Mardoqueo en la Puerta Real, que no se levantaba, ni siquiera se movía ante él, se llenó Amán de ira contra Mardoqueo,
10. pero se dominó, y yéndose a su casa, mandó venir a sus amigos y a su mujer Zeres,
11. y les habló de su gloria y sus riquezas, de sus muchos hijos y de cómo el rey le había encumbrado, elevándole por encima de los jefes y servidores del rey.
12. Y añadió: «Más aún; la reina Ester me ha invitado a mí sólo, junto con el rey, a un banquete que ha preparado; también para mañana estoy invitado por ella, junto con el rey.
13. Pero todo esto nada significa para mí, mientras vea que el judío Mardoqueo, sigue sentado a la Puerta Real.»
14. Su mujer Zeres y todos sus amigos le respondieron: «Manda preparar una horca de cincuenta codos de altura y mañana por la mañana pides al rey que cuelguen de ella a Mardoqueo; así podrás ir satisfecho al banquete con el rey.» Agradó el consejo a Amán y mandó preparar la horca. Ester 5
Aquella misma noche, no pudiendo el rey conciliar el sueño, mandó que trajeran y leyeran en su presencia el libro de las Memorias, o Crónica.
2. Estaba allí, puesta por escrito, la denuncia que Mardoqueo había hecho contra Bigtán y Teres, los dos eunucos del rey, guardianes del umbral, que habían intentado poner las manos sobre el rey Asuero.
3. Preguntó el rey: «¿Qué honor o dignidad se concedió por esto a Mardoqueo?» Los jóvenes del servicio del rey dijeron: «No se hizo nada en su favor.»
4. Continuó el rey: «Quién está en el atrio?» - Justamente entonces llegaba Amán al atrio exterior de la casa del rey, para pedir al rey que colgaran a Mardoqueo en la horca que él había hecho levantar -.
5. Los jóvenes del servicio del rey le respondieron: «Es Amán el que está en el atrio.» Dijo el rey: «Que entre.»
6. Entró, pues, Amán, y el rey le preguntó: «¿Qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar?» Amán pensó: «¿A quién ha de querer honrar el rey, sino a mí?»
7. Respondió, pues, Amán al rey: «Para el hombre a quien el rey quiere honrar,
8. deben tomarse regias vestiduras que el rey haya vestido, y un caballo que el rey haya montado, y en cuya cabeza se haya puesto una diadema real.
9. Deben darse los vestidos, y el caballo a uno de los servidores más principales del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar; y le hará cabalgar sobre el caballo por la plaza mayor de la ciudad gritando delante de él: «¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!»
10. Dijo el rey a Amán: «Toma al momento vestidos y caballo, tal como lo has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está en la Puerta Real. No dejes de cumplir ni un solo detalle.»
11. Tomó Amán los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y le hizo cabalgar por la plaza mayor de la ciudad, gritando delante de él: «¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!»
12. Después Mardoqueo se quedó en la Puerta Real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, entristecido y con la cabeza encubierta.
13. Contó Amán a su mujer Zeres y a todos sus amigos cuanto había pasado; sus consejeros y su mujer Zeres le dijeron: «Si Mardoqueo, ante el que has comenzado a declinar, pertenece al linaje de los judíos, no podrás vencerle, sino que sin remedio caerás ante él.»
14. Estaban aún hablándole cuando llegaron los eunucos del rey y llevaron a Amán rápidamente al banquete preparado por Ester. Ester 6
1. El rey y Amán fueron al banquete de la reina Ester.
2. También el segundo día dijo el rey a Ester, durante el banquete: «¿Qué deseas pedir, reina Ester?, pues te será concedido. ¿Cuál es tu deseo? Aunque fuera la mitad del reino, se cumplirá.»
3. Respondió la reina Ester: «Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si al rey le place, concédeme la vida - este es mi deseo - y la de mi pueblo - esta es mi petición.
4. Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados, muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos para esclavos y esclavas, aún hubiera callado; mas ahora, el enemigo no podrá compensar al rey por tal pérdida.»
5. Preguntó el rey Asuero a la reina Ester: «¿Quién es, y dónde está el hombre que ha pensado en su corazón ejecutar semejante cosa?»
6. Respondió Ester: «¡El perseguidor y enemigo es Amán, ese miserable!» Amán quedó aterrado en presencia del rey y de la reina.
7. El rey se levantó, lleno de ira, del banquete y se fue al jardín del palacio; Amán, se quedó junto a la reina Ester, para suplicarle por su vida, porque comprendía que, de parte del rey, se le venía encima la perdición.
8. Cuando el rey volvió del jardín de palacio a la sala del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho de Ester. El rey exclamó: «¿Es que incluso en mi propio palacio quiere hacer violencia a la reina?» Dio el rey una orden y cubrieron el rostro de Amán.
9. Jarboná, uno de los eunucos que estaban ante el rey, sugirió: «Precisamente, la horca que Amán había destinado para Mardoqueo, aquel cuyo informe fue tan útil al rey, está preparada en casa de Amán, y tiene cincuenta codos de altura.» Dijo el rey: «¡Colgadle de ella!»
10. Colgaron a Amán de la horca que había levantado para Mardoqueo, y se aplacó la ira del rey. Ester 7