Juan Manuel, por favor, quiero tus comentarios a esto

25 Enero 2000
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Juan Manuel dice:
Curiosillo el muchacho !!!
No me interesa hanblar de mí.
Eso sólo es vanidad.

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Juan Manuel, ¿recuerdas qué pasaba cada vez que JESUCRISTO sanaba a un enfermo?

Ellos iban al pueblo y lo contaban.

Si confiesas que te has entregado a Cristo tienes que reconocer que JESUCRISTO ha hecho un milagro más grande que si te hubiera sanado del cáncer al hígado. El perdón de los pecados le costó a nuestro DIOS la vida de su queridísimo y santísimo JESUCRISTO. ¡A EL sea toda la gloria!

Cuando Dios nos convierte de EXCREMENTO en uno de sus hijos, o una de sus hijas, la gloria de ese hecho es para EL, y no para el ex-excremento. El EXCREMENTO no hace nada, es el Espíritu de Dios Quien transforma lo pecaminoso en santo.

El que ha sido convertido de Excremento en DULCE AROMA A LAS NARICES DE DIOS lo menos que puede hacer es hacer públicas las obras de Dios.

Claro, si lo vas a hacer de acuerdo a los cánones de la Secta Romana que ve la santidad como una superación del hombre que quiere lograr la perfección de Dios de acuerdo a sus propios esfuerzos, por favor no lo hagas. Eso no es sólo vanidad, es pecado, es IDOLATRIA.

Cuando uno habla de las maravillas que Dios ha hecho en uno (Por ejemplo, pasar de EXCREMENTO a "hijo de Dios") uno no puede dejar de gritar y de anunciar a todo el mundo que JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR.
 
Ezequiel:

Primero te quiero decir que comparto plenamante esta afirmación:

JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR

Pero mi manera de entender la obra Redentora de Jesucristo en mi vida y en toda la Iglesia, no es como la tuya.

Nosotros entendemos que el proceso Pascual que se inicia en la Conversión a la Fé de Cristo y el Bautismo,
continúará hasta el último día de nuestras vidas.

El paso del "Hombre viejo" al "Hombre Nuevo",
plenamente semejante a Jesús, Hijo de Dios,
no se produce normalmente en forma instantánea, sino procesual, por la Vida de la Gracia, por obra del Espíritu Santo, que nos va "moldeando" (si lo dejamos) hasta llevarnos a la culminación, cuando seremos plenamente "hijos en el Hijo".

Y esta Santidad se podrá alcanzar completa o sólo parcialmente en esta vida.

Somos "Santos", pero en germen.
La planta debe crecer, como en la parábola del grano de mostaza.

El Reino ya está en nosotros, pero aún esperamos su pleno desarrollo, por Cristo Jesús, Nuestro Salvador.

El que inició la obra, será Fiel en completarla.

Gloria al Señor !!!!!


Dios te bendiga



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Ev. San Mateo cap. 28,18-20
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

Juan Manuel

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