Descartando que estas personas fueran mesias o profetas, porque probablemente la historia o las religiones nos digan algo sobre ellos o lo que fueron, independientemente de ello, quitando rasgos de misticismo, desde lo personal, Juan el bautista es alguien al que admiro, por su humildad y nobleza. No digo lo mismo de Jesus, que aunque lo que se sabe de sus ensenianzas, si fueran o no de el, que fueron revolucionarias sin duda alguna, el mundo no seria lo que es hoy si no fuera gracias al Evangelio. Debo decir que Juan era mas respetado que el propio Jesus, podemos ver como Herodes lo admiraba, en contra oposicion a lo que fue con Jesus.
Juan nunca se creyo alguien especial, en cambio es dificil para Jesus tener que dar testimonio de si mismo igualandose a dios. Tanto como el propio Jesus, que decia Juan no come ni bebe, y el mismo que bebe y come.
Cuesta encontrar personajes nobles, pero a la altura de Juan, lo que si he encontrado en otras religiones, es Sidarta Gautama Buda, que dejo todo su reino para convertirse en asceta. Recientemente vi una noticia de una pareja de millonarios de la India que entregaron todas sus riquezas al pueblo para convertirse en monjes jainistas.
Pero retomando, admiro la humildad de Juan, de recibir a tantisimos seguidores, sin perder su energia al declarar que el no era el que esperaban, pues a cualquiera se le hubiera subido los humos, y de esos cuantos somos, pastores, sacerdotes, y cuantos religiosos predicadores, aunque habran algunos que prefieren rechazar todas esas honras, pero deben ser unas estrellas ocultas en este mundo de sombras.
Juan nunca se creyo alguien especial, en cambio es dificil para Jesus tener que dar testimonio de si mismo igualandose a dios. Tanto como el propio Jesus, que decia Juan no come ni bebe, y el mismo que bebe y come.
Cuesta encontrar personajes nobles, pero a la altura de Juan, lo que si he encontrado en otras religiones, es Sidarta Gautama Buda, que dejo todo su reino para convertirse en asceta. Recientemente vi una noticia de una pareja de millonarios de la India que entregaron todas sus riquezas al pueblo para convertirse en monjes jainistas.
Pero retomando, admiro la humildad de Juan, de recibir a tantisimos seguidores, sin perder su energia al declarar que el no era el que esperaban, pues a cualquiera se le hubiera subido los humos, y de esos cuantos somos, pastores, sacerdotes, y cuantos religiosos predicadores, aunque habran algunos que prefieren rechazar todas esas honras, pero deben ser unas estrellas ocultas en este mundo de sombras.
