Algunos rasgos carasterísticos de Escrivá fueron su profunda adhesión al Papa y a la Iglesia; repetidas veces afirmaba "El Opus Dei (que es parte de la Iglesia) está para servir a la Iglesia como ella quiere ser servida". Rasgos de su personalidad eran su gran carisma y simpatía, y su carácter decisivo y enérgico, que le llevaban a mostrarse iracundo con sus colaboradores cuando no obtenía los resultados que esperaba. Algunas de las máximas que dejó escritas en su libro Camino, son hoy día motivo de polémica:
208 Bendito sea el dolor. -Amado sea el dolor.Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!
226 Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.
227 Si sabes que tu cuerpo es tu enemigo, y enemigo de la gloria de Dios, al serlo de tu santificación, ¿porqué le tratas con tanta blandura?
229 Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y qué luminosa la oscuridad!
387 El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza.
397 Sé intransigente en la doctrina y en la conducta. -Pero sé blando en la forma. -Maza de acero poderosa, envuelta en funda acolchada. -Sé intransigente, pero no seas cerril.
398 La intransigencia no es intransigencia a secas: es "la santa intransigencia". No olvidemos que también hay "santa coacción".
399 Si, por salvar una vida terrena, con aplauso de todos, empleamos la fuerza para evitar que un hombre se suicide..., ¿no vamos a poder emplear la misma coacción -la santa coacción- para salvar la Vida (con mayúscula) de muchos que se obstinan en suicidar idiotamente su alma?
617 Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento -que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro-, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios.
620 Si la obediencia no te da paz, es que eres soberbio.
941. Obedecer..., camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. -Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse.
946. Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.
espero sus aportes!
208 Bendito sea el dolor. -Amado sea el dolor.Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!
226 Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.
227 Si sabes que tu cuerpo es tu enemigo, y enemigo de la gloria de Dios, al serlo de tu santificación, ¿porqué le tratas con tanta blandura?
229 Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y qué luminosa la oscuridad!
387 El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza.
397 Sé intransigente en la doctrina y en la conducta. -Pero sé blando en la forma. -Maza de acero poderosa, envuelta en funda acolchada. -Sé intransigente, pero no seas cerril.
398 La intransigencia no es intransigencia a secas: es "la santa intransigencia". No olvidemos que también hay "santa coacción".
399 Si, por salvar una vida terrena, con aplauso de todos, empleamos la fuerza para evitar que un hombre se suicide..., ¿no vamos a poder emplear la misma coacción -la santa coacción- para salvar la Vida (con mayúscula) de muchos que se obstinan en suicidar idiotamente su alma?
617 Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento -que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro-, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios.
620 Si la obediencia no te da paz, es que eres soberbio.
941. Obedecer..., camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. -Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse.
946. Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.
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