Jesús no es Dios ni debe ser adorado como Dios

JuandelaCruz

Miembro senior
2 Febrero 2024
239
57
Mensaje de Jesús recibido el 24 de enero de 1915 por James Padgett en el que dice «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida», pero también que él no es Dios ni debe ser adorado como Dios.

Cuando estuve en la tierra no fui adorado como Dios, sino considerado simplemente como el hijo de Dios en el sentido de que en mí se impusieron las Verdades de mi Padre y muchos de Sus maravillosos y misteriosos poderes. Yo no me proclamé Dios, ni permití que ninguno de mis discípulos creyera que yo era Dios, sino sólo que era Su amado hijo enviado a proclamar a la humanidad Sus verdades y mostrarles el camino hacia el Amor del Padre. No era diferente de otros hombres, excepto en que poseía hasta cierto grado este Amor de Dios, lo cual me hacía libre del pecado e impedía que los males que formaban parte de la naturaleza de los hombres se convirtieran en parte de mi naturaleza.

Ningún hombre que crea que yo soy Dios tiene conocimiento de la verdad, ni al adorarme está obedeciendo los mandamientos de Dios. Tales adoradores están blasfemando y haciendo un gran daño a la causa de Dios y a mis enseñanzas. Muchos hombres se habrían convertido en verdaderos creyentes y adoradores del Padre y seguidores de mis enseñanzas caso de que este dogma blasfemo no hubiera sido interpolado o incrustado en la Biblia. No fue con mi autoridad, ni como consecuencia de mis enseñanzas, que se promulgó o se creyó en una doctrina tan sumamente dañina.

Yo soy sólo un hijo de mi Padre, como lo eres tú, y aunque siempre estuve libre de pecado, y de error en lo que respecta a la verdadera concepción de la auténtica relación de mi Padre con la humanidad, tú también eres Su hijo; y si buscas fervientemente y oras al Padre con fe podrás llegar a estar tan libre del pecado y el error como yo lo estaba entonces y lo estoy ahora.

El Padre es Él Mismo, solo. No hay ningún otro Dios además de Él o a su lado, ni ningún otro Dios al que adorar. Yo soy Su maestro de la verdad, y soy el Camino, la Verdad y la Vida debido a que en mí están aquellos atributos de bondad y conocimiento que me cualifican para mostrar el camino y conducir a los hombres a la Vida eterna en el Padre, y para enseñarles que Dios ha preparado un Reino en el que podrán vivir por siempre, si así lo desean.

Pero a pesar de mis enseñanzas los hombres, y aquellos que han asumido altos cargos en lo que se llama la Iglesia Cristiana, imponen doctrinas tan contrarias a la verdad que en estos últimos tiempos muchos hombres, en el ejercicio de una libertad ilustrada y de la razón, se han vuelto infieles, se han alejado de Dios y de Su Amor, y han pensado y enseñado que el hombre mismo se basta para su propia salvación.

Ha llegado el momento en que a estos hombres se les debe enseñar a saber que, si bien las enseñanzas de esas proclamadas autoridades sobre las verdades de Dios son todas erróneas, ellos, esos mismos hombres, están en un error cuando se niegan a creer en Dios y en mis enseñanzas. Cuáles son mis enseñanzas, sé que es difícil entenderlas a partir de los escritos del Nuevo Testamento, porque muchas de las cosas que ahí figuran nunca las dije, y muchas cosas que sí dije no están escritas allí. Ahora voy a darle al mundo las verdades tal como las enseñé cuando estuve en la tierra, y muchas que nunca revelé a mis discípulos ni inspiré a otros a escribir.

Ningún hombre puede venir al Amor del Padre a menos que nazca de nuevo. Esta es la gran y fundamental Verdad que los hombres deben aprender y creer, porque sin este Nuevo Nacimiento los hombres no pueden participar de la Esencia Divina del Amor de Dios que, cuando el hombre la posee, le hace aunado con el Padre. Este Amor entra en el hombre mediante las operaciones del Espíritu Santo, haciendo que este Amor fluya al seno del corazón y el alma y llenándola, de modo que todo pecado y error, que tiende a hacerles infelices, no pueda sino ser erradicado.

No voy a explicar esta noche cómo opera este quehacer del Espíritu Santo, pero digo que si un hombre ora al Padre y cree, y pide fervientemente que le sea dado este Amor, lo recibirá; y cuando entre en su alma él se dará cuenta.

No dejéis que los hombres piensen que mediante cualquier esfuerzo propio son capaces de llegar a esta unión con el Padre, porque no son capaces. Ningún río puede alzarse más arriba de su fuente; y ningún hombre que tenga sólo el amor natural y esté albergando error puede por sus propios poderes hacer que ese amor natural participe de lo Divino, o que su naturaleza sea liberada de ese pecado y error.

El hombre es una mera criatura, y no puede crear nada superior a él mismo; así que el hombre no puede elevarse a la naturaleza de la Divinidad a menos que primero lo Divino entre en ese hombre y le haga parte de Su Propia Divinidad.

Todos los hombres que no obtengan una parte de esta Esencia Divina se quedarán en su estado natural, y si bien podrán progresar a grados más elevados de bondad y libertad del pecado y de todo lo que tiende a hacerles infelices, así y todo seguirán siendo sólo hombres naturales.

Vine al mundo para mostrar a los hombres el camino hacia este Amor Divino del Padre y enseñarles Sus verdades espirituales, y mi misión era esa en toda su perfección, y secundariamente, mostrarles el camino hacia una mayor felicidad en la tierra así como en el mundo del espíritu enseñándoles el camino hacia la purificación del amor natural; incluso aunque descuidaran buscar y obtener este Amor Divino y volverse uno con el Padre.

Hagamos posible que los hombres reflexionen sobre esta trascendental cuestión, y descubrirán que la felicidad del hombre natural y la felicidad del hombre que ha obtenido los atributos de la Divinidad son muy diferentes, y que para toda la eternidad tendrán que estar separados y ser distintos. Mis enseñanzas no son muy difíciles de entender y seguir, y con sólo que los hombres las escucharan, las creyeran y las siguieran, descubrirían el camino y obtendrían el perfecto estado de felicidad que el Padre ha preparado para Sus hijos. Ningún hombre puede obtener este estado de dicha Celestial a menos que primero obtenga este Amor Divino del Padre y por esta vía llegue a aunarse con el Padre.

Sé que se piensa y se enseña que la moralidad, la vida correcta y un gran amor natural asegurarán la felicidad futura del hombre, y hasta cierto punto esto es cierto, pero esta felicidad no es la felicidad mayor que Dios desea que tengan Sus hijos; y para mostrar el camino a esta mayor felicidad vine a la tierra a enseñar. Pero sólo en algunos corazones y mentes mis verdades encontraron alojamiento y fueron preservadas para salvar a la humanidad de la total oscuridad espiritual y de una recaída en la adoración de únicamente la forma y la ceremonia.

Os he escrito esto para mostraros que no debéis permitir que las enseñanzas de la Biblia y lo que los hombres escribieron o declararon haber escrito en ella os impidan recibir y comprender lo que ahora escribo.

Seguiré hablándoos de las Verdades que serán «mi Nuevo Evangelio para todos los hombres», y cuando ellos hayan escuchado mis mensajes creerán que hay un solo Dios, y solamente uno a ser adorado.

Con mi amor y bendiciones concluyo por esta vez.

Jesús.
 
Mensaje de Jesús recibido el 24 de enero de 1915 por James Padgett en el que dice «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida», pero también que él no es Dios ni debe ser adorado como Dios.

Cuando estuve en la tierra no fui adorado como Dios, sino considerado simplemente como el hijo de Dios en el sentido de que en mí se impusieron las Verdades de mi Padre y muchos de Sus maravillosos y misteriosos poderes. Yo no me proclamé Dios, ni permití que ninguno de mis discípulos creyera que yo era Dios, sino sólo que era Su amado hijo enviado a proclamar a la humanidad Sus verdades y mostrarles el camino hacia el Amor del Padre. No era diferente de otros hombres, excepto en que poseía hasta cierto grado este Amor de Dios, lo cual me hacía libre del pecado e impedía que los males que formaban parte de la naturaleza de los hombres se convirtieran en parte de mi naturaleza.

Ningún hombre que crea que yo soy Dios tiene conocimiento de la verdad, ni al adorarme está obedeciendo los mandamientos de Dios. Tales adoradores están blasfemando y haciendo un gran daño a la causa de Dios y a mis enseñanzas. Muchos hombres se habrían convertido en verdaderos creyentes y adoradores del Padre y seguidores de mis enseñanzas caso de que este dogma blasfemo no hubiera sido interpolado o incrustado en la Biblia. No fue con mi autoridad, ni como consecuencia de mis enseñanzas, que se promulgó o se creyó en una doctrina tan sumamente dañina.

Yo soy sólo un hijo de mi Padre, como lo eres tú, y aunque siempre estuve libre de pecado, y de error en lo que respecta a la verdadera concepción de la auténtica relación de mi Padre con la humanidad, tú también eres Su hijo; y si buscas fervientemente y oras al Padre con fe podrás llegar a estar tan libre del pecado y el error como yo lo estaba entonces y lo estoy ahora.

El Padre es Él Mismo, solo. No hay ningún otro Dios además de Él o a su lado, ni ningún otro Dios al que adorar. Yo soy Su maestro de la verdad, y soy el Camino, la Verdad y la Vida debido a que en mí están aquellos atributos de bondad y conocimiento que me cualifican para mostrar el camino y conducir a los hombres a la Vida eterna en el Padre, y para enseñarles que Dios ha preparado un Reino en el que podrán vivir por siempre, si así lo desean.

Pero a pesar de mis enseñanzas los hombres, y aquellos que han asumido altos cargos en lo que se llama la Iglesia Cristiana, imponen doctrinas tan contrarias a la verdad que en estos últimos tiempos muchos hombres, en el ejercicio de una libertad ilustrada y de la razón, se han vuelto infieles, se han alejado de Dios y de Su Amor, y han pensado y enseñado que el hombre mismo se basta para su propia salvación.

Ha llegado el momento en que a estos hombres se les debe enseñar a saber que, si bien las enseñanzas de esas proclamadas autoridades sobre las verdades de Dios son todas erróneas, ellos, esos mismos hombres, están en un error cuando se niegan a creer en Dios y en mis enseñanzas. Cuáles son mis enseñanzas, sé que es difícil entenderlas a partir de los escritos del Nuevo Testamento, porque muchas de las cosas que ahí figuran nunca las dije, y muchas cosas que sí dije no están escritas allí. Ahora voy a darle al mundo las verdades tal como las enseñé cuando estuve en la tierra, y muchas que nunca revelé a mis discípulos ni inspiré a otros a escribir.

Ningún hombre puede venir al Amor del Padre a menos que nazca de nuevo. Esta es la gran y fundamental Verdad que los hombres deben aprender y creer, porque sin este Nuevo Nacimiento los hombres no pueden participar de la Esencia Divina del Amor de Dios que, cuando el hombre la posee, le hace aunado con el Padre. Este Amor entra en el hombre mediante las operaciones del Espíritu Santo, haciendo que este Amor fluya al seno del corazón y el alma y llenándola, de modo que todo pecado y error, que tiende a hacerles infelices, no pueda sino ser erradicado.

No voy a explicar esta noche cómo opera este quehacer del Espíritu Santo, pero digo que si un hombre ora al Padre y cree, y pide fervientemente que le sea dado este Amor, lo recibirá; y cuando entre en su alma él se dará cuenta.

No dejéis que los hombres piensen que mediante cualquier esfuerzo propio son capaces de llegar a esta unión con el Padre, porque no son capaces. Ningún río puede alzarse más arriba de su fuente; y ningún hombre que tenga sólo el amor natural y esté albergando error puede por sus propios poderes hacer que ese amor natural participe de lo Divino, o que su naturaleza sea liberada de ese pecado y error.

El hombre es una mera criatura, y no puede crear nada superior a él mismo; así que el hombre no puede elevarse a la naturaleza de la Divinidad a menos que primero lo Divino entre en ese hombre y le haga parte de Su Propia Divinidad.

Todos los hombres que no obtengan una parte de esta Esencia Divina se quedarán en su estado natural, y si bien podrán progresar a grados más elevados de bondad y libertad del pecado y de todo lo que tiende a hacerles infelices, así y todo seguirán siendo sólo hombres naturales.

Vine al mundo para mostrar a los hombres el camino hacia este Amor Divino del Padre y enseñarles Sus verdades espirituales, y mi misión era esa en toda su perfección, y secundariamente, mostrarles el camino hacia una mayor felicidad en la tierra así como en el mundo del espíritu enseñándoles el camino hacia la purificación del amor natural; incluso aunque descuidaran buscar y obtener este Amor Divino y volverse uno con el Padre.

Hagamos posible que los hombres reflexionen sobre esta trascendental cuestión, y descubrirán que la felicidad del hombre natural y la felicidad del hombre que ha obtenido los atributos de la Divinidad son muy diferentes, y que para toda la eternidad tendrán que estar separados y ser distintos. Mis enseñanzas no son muy difíciles de entender y seguir, y con sólo que los hombres las escucharan, las creyeran y las siguieran, descubrirían el camino y obtendrían el perfecto estado de felicidad que el Padre ha preparado para Sus hijos. Ningún hombre puede obtener este estado de dicha Celestial a menos que primero obtenga este Amor Divino del Padre y por esta vía llegue a aunarse con el Padre.

Sé que se piensa y se enseña que la moralidad, la vida correcta y un gran amor natural asegurarán la felicidad futura del hombre, y hasta cierto punto esto es cierto, pero esta felicidad no es la felicidad mayor que Dios desea que tengan Sus hijos; y para mostrar el camino a esta mayor felicidad vine a la tierra a enseñar. Pero sólo en algunos corazones y mentes mis verdades encontraron alojamiento y fueron preservadas para salvar a la humanidad de la total oscuridad espiritual y de una recaída en la adoración de únicamente la forma y la ceremonia.

Os he escrito esto para mostraros que no debéis permitir que las enseñanzas de la Biblia y lo que los hombres escribieron o declararon haber escrito en ella os impidan recibir y comprender lo que ahora escribo.

Seguiré hablándoos de las Verdades que serán «mi Nuevo Evangelio para todos los hombres», y cuando ellos hayan escuchado mis mensajes creerán que hay un solo Dios, y solamente uno a ser adorado.

Con mi amor y bendiciones concluyo por esta vez.

Jesús.

Lindo texto del diablo y no conocen a Jesús y menos al Padre de Jesús y es una vergüenza la manipulación que hacen de la Palabra de Dios.​

Juan 10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador. 2;Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3;A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4;Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5; Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

 
Dorian7, James Padgett no fue ni pretendió ser un profeta, sino un simple escriba.
No creo que conozcas ni su obra ni su vida, pero si dices que Jesús te dijo eso no tengo nada que objetar. Es tu verdad.

Y respecto a vuestras burlas tampoco tengo nada que decir, salvo que ni bebo ni fumo.
La luz vino a este mundo, y el mundo no la reconoció. Y los suyos no la recibieron. La Palabra, que es la luz, vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.
 
Si, en la Biblia esta que los discípulos lo llamaron Dios y Señor y luego luego Jesus los calló y les dijo que no lo llamaran así ni que lo adoraran, También cuando dice la Biblia que el Verbo era Dios Jesus lo desmintió diciendo que Juan estaba loco y que Dios le mintió al decirle eso.
También cuando Dios le ordeno a todos los ángeles que lo adoraran [a Jesus] Jesus los reprimió por haberlo hecho. Y cuando Dios le dijo directamente Tu Trono oh Dios, Jesus se indigno y lo regaño por andar confundiendo a la gente.
Bien por ti Juandela, lo has dicho bien claro.
 
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Nah ! nomás vienen a pegarle al avispero . Mejor cuenten una de vaqueros.
 
Si, en la Biblia esta que los discípulos lo llamaron Dios y Señor y luego luego Jesus los calló y les dijo que no lo llamaran así ni que lo adoraran, También cuando dice la Biblia que el Verbo era Dios Jesus lo desmintió diciendo que Juan estaba loco y que Dios le mintió al decirle eso.
También cuando Dios le ordeno a todos los ángeles que lo adoraran [a Jesus] Jesus los reprimió por haberlo hecho. Y cuando Dios le dijo directamente Tu Trono oh Dios, Jesus se indigno y lo regaño por andar confundiendo a la gente.
Bien por ti Juandela, lo has dicho bien claro.
Es obvio que no has leido las escrituras, especialmente el nuevo testamento, con detenimiento.

Adoración significa “reverencia a un ser divino”. Si Jesús fue ofrecido y aceptó adoración, al hacerlo, confirmaba su divinidad. Esto es importante porque hay quienes niegan la deidad de Cristo, relegándolo a una posición inferior a la de Dios. Sí, Jesús aceptó adoración. Como la segunda Persona de la Trinidad, fue y sigue siendo adorado.

Desde el comienzo de la vida de Jesús, vemos ejemplos de su adoración. En cuanto los magos vieron al niño Jesús, “se postraron y lo adoraron” (Mateo 2:11). La Biblia registra la primera respuesta que recibió Jesús cuando hizo su entrada triunfal en Jerusalén: “Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo, gritando: ‘¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!’” (Mateo 21:9; Juan 12:13). La palabra hosanna es una súplica de salvación y una expresión de adoración. Esta palabra usada por la multitud es sin duda una forma de adoración.

Justo después de que Jesús asombrara a los discípulos caminando sobre el agua, «los que estaban en la barca lo adoraron, diciendo: “Verdaderamente eres el Hijo de Dios”» (Mateo 14:33). Dos ejemplos más memorables de Jesús aceptando la adoración ocurrieron justo después de su resurrección. Algunas mujeres (Mateo 28:8-9; Marcos 16:1; Lucas 24:10) se dirigían a anunciar a los discípulos la resurrección cuando Jesús las encontró en el camino. Al darse cuenta de que era Él, «se acercaron a él, abrazaron sus pies y lo adoraron» (Mateo 28:9).

Luego está el caso de Tomás, quien no creía que Jesús hubiera resucitado de entre los muertos a pesar del testimonio de los demás discípulos. Había pasado aproximadamente una semana desde la resurrección, y Tomás aún lo dudaba. Jesús, sabiendo que Tomás dudaba, se le apareció y le mostró las marcas de los clavos en sus manos y pies, y la herida en su costado. ¿Cómo respondió Tomás? «Tomás le dijo: “¡Señor mío y Dios mío!”» (Juan 20:28). En ninguno de estos casos vemos a Jesús diciendo a quienes lo adoraban que dejaran de hacerlo, como sí lo hicieron simples hombres e incluso ángeles que eran adorados injustamente por otros (Hechos 10:25-26; Apocalipsis 19:9-10).

Seguimos adorando a Jesús hoy ofreciéndonos a Él como sacrificio vivo, ofreciéndonos a Dios, por la fe en Jesucristo, para hacer con Él lo que le plazca (Romanos 12:1-2). Jesús dijo: «Dios es Espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad» (Juan 4:24). Adoramos a Dios en espíritu y en verdad obedeciendo sus mandamientos. Adorar no se trata solo de inclinarse ante Jesús, arrojar ramas de palma a sus pies o cantar y proclamar nuestro amor por Él. Adorar se trata de conocerlo, tener comunión con Él, servirle y confiar en Él.

Debes dejar que la escritura hable en lugar de injector tu propria filosofia y repetir lo que has escuchado de otros "maestros" perdidos.

Saludos
 
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Es obvio que no has leido las escrituras, especialmente el nuevo testamento, con detenimiento.

Adoración significa “reverencia a un ser divino”. Si Jesús fue ofrecido y aceptó adoración, al hacerlo, confirmaba su divinidad. Esto es importante porque hay quienes niegan la deidad de Cristo, relegándolo a una posición inferior a la de Dios. Sí, Jesús aceptó adoración. Como la segunda Persona de la Trinidad, fue y sigue siendo adorado.

Desde el comienzo de la vida de Jesús, vemos ejemplos de su adoración. En cuanto los magos vieron al niño Jesús, “se postraron y lo adoraron” (Mateo 2:11). La Biblia registra la primera respuesta que recibió Jesús cuando hizo su entrada triunfal en Jerusalén: “Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo, gritando: ‘¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!’” (Mateo 21:9; Juan 12:13). La palabra hosanna es una súplica de salvación y una expresión de adoración. Esta palabra usada por la multitud es sin duda una forma de adoración.

Justo después de que Jesús asombrara a los discípulos caminando sobre el agua, «los que estaban en la barca lo adoraron, diciendo: “Verdaderamente eres el Hijo de Dios”» (Mateo 14:33). Dos ejemplos más memorables de Jesús aceptando la adoración ocurrieron justo después de su resurrección. Algunas mujeres (Mateo 28:8-9; Marcos 16:1; Lucas 24:10) se dirigían a anunciar a los discípulos la resurrección cuando Jesús las encontró en el camino. Al darse cuenta de que era Él, «se acercaron a él, abrazaron sus pies y lo adoraron» (Mateo 28:9).

Luego está el caso de Tomás, quien no creía que Jesús hubiera resucitado de entre los muertos a pesar del testimonio de los demás discípulos. Había pasado aproximadamente una semana desde la resurrección, y Tomás aún lo dudaba. Jesús, sabiendo que Tomás dudaba, se le apareció y le mostró las marcas de los clavos en sus manos y pies, y la herida en su costado. ¿Cómo respondió Tomás? «Tomás le dijo: “¡Señor mío y Dios mío!”» (Juan 20:28). En ninguno de estos casos vemos a Jesús diciendo a quienes lo adoraban que dejaran de hacerlo, como sí lo hicieron simples hombres e incluso ángeles que eran adorados injustamente por otros (Hechos 10:25-26; Apocalipsis 19:9-10).

Seguimos adorando a Jesús hoy ofreciéndonos a Él como sacrificio vivo, ofreciéndonos a Dios, por la fe en Jesucristo, para hacer con Él lo que le plazca (Romanos 12:1-2). Jesús dijo: «Dios es Espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad» (Juan 4:24). Adoramos a Dios en espíritu y en verdad obedeciendo sus mandamientos. Adorar no se trata solo de inclinarse ante Jesús, arrojar ramas de palma a sus pies o cantar y proclamar nuestro amor por Él. Adorar se trata de conocerlo, tener comunión con Él, servirle y confiar en Él.

Debes dejar que la escritura hable en lugar de injector tu propria filosofia y repetir lo que has escuchado de otros "maestros" perdidos.

Saludos
Insisto:
Si, en la Biblia esta que los discípulos lo llamaron Dios y Señor y luego luego Jesus los calló y les dijo que no lo llamaran así ni que lo adoraran, También cuando dice la Biblia que el Verbo era Dios Jesus lo desmintió diciendo que Juan estaba loco y que Dios le mintió al decirle eso.
También cuando Dios le ordeno a todos los ángeles que lo adoraran [a Jesus] Jesus los reprimió por haberlo hecho. Y cuando Dios le dijo directamente Tu Trono oh Dios, Jesus se indigno y lo regaño por andar confundiendo a la gente.

Bien por ti Juandela, lo has dicho bien claro.
.
Debes o intenta comprender lo que lees.
 

1 Timoteo 3:16 ;E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:​

Dios fue manifestado en carne,

Justificado en el Espíritu,​

Visto de los ángeles,​

Predicado a los gentiles,​

Creído en el mundo,​

Recibido arriba en gloria.​

Está comprobado que el texto original figuraba Dios manifestado en carne y está escrito por los Padres de la Iglesia que comentaron, como cerceban las escrituras los herejes, negando la divinidad de Cristo.​

 

1 Timoteo 3:16 ;E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:​

Dios fue manifestado en carne,

Justificado en el Espíritu,​

Visto de los ángeles,​

Predicado a los gentiles,​

Creído en el mundo,​

Recibido arriba en gloria.​

Está comprobado que el texto original figuraba Dios manifestado en carne y está escrito por los Padres de la Iglesia que comentaron, como cerceban las escrituras los herejes, negando la divinidad de Cristo.​

No está comprobado, solamente arrimas el ascua a tu sardina.
 
Insisto:
Si, en la Biblia esta que los discípulos lo llamaron Dios y Señor y luego luego Jesus los calló y les dijo que no lo llamaran así ni que lo adoraran, También cuando dice la Biblia que el Verbo era Dios Jesus lo desmintió diciendo que Juan estaba loco y que Dios le mintió al decirle eso.
También cuando Dios le ordeno a todos los ángeles que lo adoraran [a Jesus] Jesus los reprimió por haberlo hecho. Y cuando Dios le dijo directamente Tu Trono oh Dios, Jesus se indigno y lo regaño por andar confundiendo a la gente.

Bien por ti Juandela, lo has dicho bien claro.
.
Debes o intenta comprender lo que lees.
Por que no citas el pasaje donde Jesus les callo y les dijo que no lo adoraran?
 
Dorian7, James Padgett no fue ni pretendió ser un profeta, sino un simple escriba.
No creo que conozcas ni su obra ni su vida, pero si dices que Jesús te dijo eso no tengo nada que objetar. Es tu verdad.

Y respecto a vuestras burlas tampoco tengo nada que decir, salvo que ni bebo ni fumo.
La luz vino a este mundo, y el mundo no la reconoció. Y los suyos no la recibieron. La Palabra, que es la luz, vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.
Yo tampoco bebo ni fumo ¿me da mas credibilidad?

Los TJ no creen en profetas, bueno a menos que apoyen su arrianismo ¿verdad?

Y esa profecía fue dada por esos años cuando "alguien" profetizó "Millions now living will never die", pero ya pasaron 105 años de ese oráculo.

¿Hay millones de personas vivas en el mundo con 105 años o más?

No, ya solo quedan 45.000 en las estimaciones actuales.

PD: el de los millones que no morirán jamás fue Rutherford un borracho empedernido, asi que parece ser que no hace falta dejar de ser beodo para ser profeta.
 
Última edición:
Favor leerse Apocalipsis 5:13-14 y luego proceda a editar el título de este epígrafe.