¿Jesús enseña el purgatorio?

Ese es precisamente, desde el punto de vista teológico, el fundamento de la doctrina del purgatorio.
Las Escrituras dan ejemplos de personas que comenzaron la "buena carrera", con su confesión de fe y bautismo, pero no cuándo terminó ese proceso de santificación... al menos, que yo sepa no enseñan que la muerte biológica sea el evento por el que la persona queda santificada instantáneamente.

Para los católicos todas las almas del purgatorio están salvas, solo que Dios continúa adelante con su proceso de santificación o perfeccionamiento.

Si vemos al purgatorio como un "lugar", con su propio nombre y descripción, estoy de acuerdo en que las personas que se basan en Sola Scriptura pueden alegar que tal cosa no existe en la Biblia. Pero si lo vemos como un proceso, yo no veo nada contrario a lo que marcan las Escrituras, partiendo de la premisa en que un alma es un alma: razona, recuerda, analiza, es sensible, se entristece o alegra, sufre o se goza, etc.

Pido disculpas por la analogía, pero imaginémonos que Dios nos da una Divina Psicoterapia para entender bien por qué pecábamos, qué consecuencias tenían nuestros actos sobre nosotros y los demás, qué pudimos haber hecho distinto... y en todo ello crecer en amor a quien nos rescató.
La fe Baha'i cree en el purgatorio?
 
La fe Baha'i cree en el purgatorio?

No como un lugar, ni existe tal palabra en el léxico baha'i.
Más bien creemos que nuestro acercamiento a Dios es progresivo, continuo, y que lo que hemos hecho mal tiene consecuencias y amerita un aprendizaje, que en algunos aspectos será doloroso. Si no en esta vida, entonces en la siguiente.

No todo el dolor del alma o la tristeza del alma es mala. Como dice Pablo, hay una tristeza buena, y hay una mala.



 
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Ese es precisamente, desde el punto de vista teológico, el fundamento de la doctrina del purgatorio.
Las Escrituras dan ejemplos de personas que comenzaron la "buena carrera", con su confesión de fe y bautismo, pero no cuándo terminó ese proceso de santificación... al menos, que yo sepa no enseñan que la muerte biológica sea el evento por el que la persona queda santificada instantáneamente.

Para los católicos todas las almas del purgatorio están salvas, solo que Dios continúa adelante con su proceso de santificación o perfeccionamiento.

Si vemos al purgatorio como un "lugar", con su propio nombre y descripción, estoy de acuerdo en que las personas que se basan en Sola Scriptura pueden alegar que tal cosa no existe en la Biblia. Pero si lo vemos como un proceso, yo no veo nada contrario a lo que marcan las Escrituras, partiendo de la premisa en que un alma es un alma: razona, recuerda, analiza, es sensible, se entristece o alegra, sufre o se goza, etc.

Pido disculpas por la analogía, pero imaginémonos que Dios nos da una Divina Psicoterapia para entender bien por qué pecábamos, qué consecuencias tenían nuestros actos sobre nosotros y los demás, qué pudimos haber hecho distinto... y en todo ello crecer en amor a quien nos rescató.
La santificacion es un proceso. Es la evidencia del renacimiento y constituye la metamorfosis de la persona espiritualmente que es evidente en su vida diaria.
Es un proceso que para nosostros es finito desde el punto de vista de la muerte pero para Dios es infinito ya que, al morir, somos investidos con los atributos de Cristo para poder entrar al reino de Dios. Ya que solo la perfeccion tiene cabida ante la presencia de Dios. Como somos incapaces de esa perfeccion desde el punto de vista terrenal, es cristo Jesus quien nos cubre con su manto de perfeccion. Ante los ojos de Dios somos, entonces perfectos.

No hay tal purgatorio y no es necesario la "logica" humana. Debemos acirnos a la revelacion y la palabra de Dios y hacer a un lado TODO lo demas. El Apostol Pablo le llama en 1 Tim 4:1 "doctrinas de demonios". Es muy claro que es un invento de la iglesia de roma del siglo XII. Nunca antes en la iglesia primitiva y mucho menos en los evangelios se menciona nada semejante. Jesús usó el Valle de Hinnom cerca de Jerusalén como una ilustración del infierno (Marcos 9:47–48). Este valle, también llamado Gehenna, se usaba como basurero público donde constantemente se quemaba basura, animales muertos, cadáveres de delincuentes y toda clase de inmundicia. Jesús habló del infierno como “tinieblas de afuera” (Mateo 8:12). Mencionó el fuego en relación con el infierno al menos veinte veces y lo califico como una condicion eterna. (p. ej., Mateo 5:22; 18:9).

Saludos.
 
En realidad nadie pasa liso como un cohete al cielo.

Todos vamos al purgatorio porque en el cielo no entra nada con arruga o imperfección alguna. Efesios 5:27

Detrás de lo que parece "una segunda oportunidad" lo que hay en realidad es un nivel de exigencia elevado de DIOS, solos los que se salvan optan por el purgatorio y es muy dificil no pasar por él.

Si no hubiera purgatorio sólo salvarían los santos. Todos tenemos pecados que deben ser limpiados. Si hay arrepentimiento


Nadie es salvo a menos de ser perfecto como el mismo Dios

(Mateo 5:48)
Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.

Si se lee la historia de las religiones, el concepto del Purgatorio viene del judaismo fariseo aunque es mas antiguo todavia y aparecia en otros civilizaciones.


Hebreo 9:27 es el Juicio despues de la muerte, el pesaje del alma, similar a esa gente que tiene ECM y revisión de vida:


Si alguien no es salvo, es porque prefirió a algo que no es Dios.

¿Pero quién puede ser perfecto como el mismo Dios? Quizás existan diferentes "niveles de perfección y santidad". La perfección divina y la perfección humana pueden ser diferentes.

También puede haber seres no salvos por ignorar la Palabra de Dios. Quizás no hayan tenido oportunidad de conocerla.


Es porque aun nadie puede llegar a ser perfecto. Por ejemplo, el ladrón bueno no fue al Cielo sino al Paraíso.

¿Cuál es la diferencia entre el Cielo y el Paraíso?

Jesús le prometió el Paraíso. Pero no se dice nada de si antes pasó un breve tiempo en el purgatorio.

Tal como suceden las cosas aquí en la tierra, asi mismo pasa allá en el mundo espiritual.

Si aquí se puede tomar consciencia de lo que es el pecado gracias a los sufrimientos y los golpes duros de la vida, allá también. Pero ese camino lo elije uno mismo.

Si. Los sufrimientos, golpes de la vida y los pecados nos pueden enseñar a tomar consciencia y cambiar las mentalidades y comportamientos.

Muchas veces se elije este camino. Se puede escoger el camino de la salvación. Pero también hay veces que no hay oportunidad de conocerlo.
 
¿Pero quién puede ser perfecto como el mismo Dios? Quizás existan diferentes "niveles de perfección y santidad". La perfección divina y la perfección humana pueden ser diferentes.

También puede haber seres no salvos por ignorar la Palabra de Dios. Quizás no hayan tenido oportunidad de conocerla.
Perfecto quiere decir sin pecado. En el cielo no puede haber pecado porque todos hacen la Voluntad de Dios.

Todos tienen o tendrán la oportunidad de conocerla. Otra cosa es conocerla y rechazarla, allí si hay peligro de. perderse para siempre.
 
La santificacion es un proceso. ... al morir, somos investidos con los atributos de Cristo para poder entrar al reino de Dios. ... Debemos acirnos a la revelacion y la palabra de Dios y hacer a un lado TODO lo demas.

Estamos de acuerdo en que la santificación es un proceso.
¿Pero afirma la Biblia que en el momento de la muerte biológica somos investidos de los atributos de Cristo, o que nos cubre en ese momento con su manto de perfección?
 
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Estamos de acuerdo en que la santificación es un proceso.
¿Pero afirma la Biblia que en el momento de la muerte biológica somos investidos de los atributos de Cristo, o que nos cubre en ese momento con su manto de perfección?
Necesitamos que se nos impute la justicia de Cristo porque no tenemos justicia propia. Somos pecadores por naturaleza y no podemos hacernos justos; no podemos colocarnos en buena posición ante Dios. Necesitamos que se nos impute la justicia de Cristo; es decir, necesitamos que Su santidad ante Dios sea acreditada en nuestra cuenta. Lo que describi como ser investidos con los atributos de Cristo.

En Su Sermón del Monte, Jesús deja clara nuestra necesidad de justicia imputada. Él dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mateo 5:48). Esto ocurre después de que Jesús acababa de corregir el malentendido de la ley por parte de sus oyentes. En Mateo 5:20, Jesús dice que, si sus oyentes quieren entrar en el reino de los cielos, su justicia, rectitud y obediencia a Dios debe exceder la de los fariseos, que eran los expertos en el conocimiento de la ley.

Luego, en Mateo 5:21–47, Jesús redefine radicalmente la obediencia a la ley desde la mera conformidad exterior, que caracterizaba la “justicia” de los fariseos, hasta una obediencia de conformidad tanto exterior como interior. Seis veces en este pasaje, Él dice: “Habéis oído que fue dicho... . . pero te lo digo”. De esta manera, Jesús diferenció los requisitos de la ley tal como se le había enseñado al pueblo, de sus requisitos reales. Obedecer la ley es más que simplemente abstenerse de cometer asesinato o adulterio, por ejemplo. Tampoco es enojarte con tu hermano ni codiciar tu corazón. Al final de esta sección del sermón, Jesús dice que debemos “ser perfectos” (versículo 48).

En este punto, la respuesta natural es: "Pero no puedo ser perfecto", lo cual es absolutamente cierto. En otro lugar del Evangelio de Mateo, Jesús resume la Ley de Dios con dos mandamientos: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas, y amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22:37–40). Estos mandamientos también nos condenan, porque ¿alguien ha amado alguna vez al Señor con todo su corazón, alma, mente y fuerzas y ha amado a su prójimo como a sí mismo? Todo lo que hacemos, decimos y pensamos debe ser hecho, dicho y pensado desde el amor a Dios y al prójimo. Nunca hemos alcanzado ese nivel de espiritualidad. No somos justos.

El pecado nos afecta hasta lo más profundo de nuestro ser, y no importa cuán buenos intentemos ser, nunca alcanzaremos el estándar de perfección de Dios por nuestra cuenta. La Biblia dice que todas nuestras obras de justicia son como un “vestido contaminado” (Isaías 64:6). Nuestros propios intentos de bondad simplemente no son lo suficientemente buenos. Necesitamos una justicia imputada, y para eso acudimos a Cristo.

En la cruz, Jesús tomó sobre sí nuestro pecado y compró nuestra salvación. Hemos sido “justificados en su sangre” (Romanos 5:9), y parte de esa justificación es una imputación de Su propia justicia. Pablo lo expresa de esta manera: “Por nosotros [Dios] hizo pecado a [Jesús], al que no conoció pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). Jesús es justo en virtud de Su propia naturaleza: es el Hijo de Dios. Por la gracia de Dios, “mediante la fe en Jesucristo”, esa justicia es dada “a todos los que creen” (Romanos 3:22). Eso es imputación: la entrega de la justicia de Cristo a los pecadores.

Que se nos impute la justicia de Cristo no significa que automáticamente hagamos lo correcto; eso sucederá a través del proceso de santificación. Lo que sí significa es que somos posicionalmente justos; aunque todavía pecamos, somos forense o legalmente justos. Dios ha acreditado la justicia de Cristo en nuestra cuenta, y lo hizo cuando nos salvó. En gracia, se nos atribuye la santidad de Jesucristo. Cristo “se ha hecho para nosotros sabiduría de Dios, es decir, nuestra justicia, santidad y redención” (1 Corintios 1:30).

Al que se nos impute la justicia y virtud de Cristo, podemos ser vistos sin pecado, como Jesús es sin pecado. ¡Esta es una gracia asombrosa! No somos justos en nosotros mismos; más bien, poseemos la justicia de Cristo aplicada a nuestra cuenta. No es nuestra perfección sino la de Cristo lo que Dios ve cuando nos lleva a la comunión consigo mismo. Todavía somos pecadores en la práctica, pero la gracia de Dios nos ha declarado justos ante la ley.

Una maravillosa ilustración de la justicia y virtud imputada a Cristo se encuentra en la parábola de Jesús sobre el banquete de bodas. Los invitados son invitados a la celebración del rey desde cada esquina, y son traídos, “tanto malos como buenos” (Mateo 22:10). Todos los invitados tienen algo en común: cada uno recibe un traje de boda. No deben usar ropa de calle en el salón del banquete, sino que deben vestirse con la vestimenta de la provisión del rey. Están cubiertos de un gracioso regalo. De manera similar, a nosotros, como invitados a la casa de Dios, se nos ha dado el manto blanco puro de la justicia y las virtudes de Cristo. Recibimos este regalo de la gracia de Dios por la fe. Por lo que podremos estar ante la presencia de Dios al morir, cubiertos por el manto de justici y virtud de Cristo, nuestro Salvador.

Saludos.
 
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Necesitamos que se nos impute la justicia de Cristo porque no tenemos justicia propia. Somos pecadores por naturaleza y no podemos hacernos justos; no podemos colocarnos en buena posición ante Dios. Necesitamos que se nos impute la justicia de Cristo; es decir, necesitamos que Su santidad ante Dios sea acreditada en nuestra cuenta. Lo que describi como ser investidos con los atributos de Cristo.

Gracias por esta concisa pero a la vez muy completa explicación de la justificación y la santificación.

Según entiendo (y que me corrija algún compañero católico si yerro) los hermanos católicos también piensan que con la imputación de la justicia de Cristo, somos "forense o legalmente justos" (para usar tus palabras) y en ese sentido es que ellos creen que las almas de los creyentes que están en el purgatorio no están perdidas, sino salvas (Claro, ellos añaden como parte de esta imputación el participar en sacramentos, pero ese es otro tema).

En lo que te invito a enfocarnos es en la santificación, que como bien señalas, es un proceso más o menos largo, no algo instantáneo.
Mi pregunta es si la Biblia enseña que con la muerte biológica, tal proceso de santificación queda completo o consumado.

Yo no recuerdo que lo enseñe en ningún pasaje. A lo mejor lo has dado por sentado, pero ¿hay alguna declaración más o menos explícita al respecto? (Aclaro que yo no creo que el purgatorio sea un "lugar" distinto de otro "lugar" que se llame paraíso; pero sí creo que dentro del paraíso puede continuar el proceso de santificación, quizá a un paso mucho más acelerado).


Si no aparece en la Biblia, entonces no es posible ni aceptar ni rechazar, desde una perspectiva de Sola Scriptura, ninguna de las dos tesis opuestas que presento a continuación:

  • "Con la muerte biológica quedamos santificados de manera completa e instantánea"
  • "El proceso de santificación que haya quedado interrumpido con la muerte biológica, continúa después de esta"
 
Gracias por esta concisa pero a la vez muy completa explicación de la justificación y la santificación.

Según entiendo (y que me corrija algún compañero católico si yerro) los hermanos católicos también piensan que con la imputación de la justicia de Cristo, somos "forense o legalmente justos" (para usar tus palabras) y en ese sentido es que ellos creen que las almas de los creyentes que están en el purgatorio no están perdidas, sino salvas (Claro, ellos añaden como parte de esta imputación el participar en sacramentos, pero ese es otro tema).

En lo que te invito a enfocarnos es en la santificación, que como bien señalas, es un proceso más o menos largo, no algo instantáneo.
Mi pregunta es si la Biblia enseña que con la muerte biológica, tal proceso de santificación queda completo o consumado.

Yo no recuerdo que lo enseñe en ningún pasaje. A lo mejor lo has dado por sentado, pero ¿hay alguna declaración más o menos explícita al respecto? (Aclaro que yo no creo que el purgatorio sea un "lugar" distinto de otro "lugar" que se llame paraíso; pero sí creo que dentro del paraíso puede continuar el proceso de santificación, quizá a un paso mucho más acelerado).


Si no aparece en la Biblia, entonces no es posible ni aceptar ni rechazar, desde una perspectiva de Sola Scriptura, ninguna de las dos tesis opuestas que presento a continuación:

  • "Con la muerte biológica quedamos santificados de manera completa e instantánea"
  • "El proceso de santificación que haya quedado interrumpido con la muerte biológica, continúa después de esta"
El proceso nunca se completa. Cristo es nuestro andar, perseverancia, meta y descanso. Como dice Pablo en Col 2:10 "y ustedes han sido hechos completos (han alcanzado plenitud) en El, (Cristo) que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.".

La merte es el fin de la jornada. La contienda es el objetivo de la fe. Recuerda; Dios otorga la salvacion por la fe, de acuerdo a su gracia y mesericordia no a nuestros meritos. Un cristiano camina en fe seis decadas y otro unos meses y ambos mueren. La salvacion les llega a los dos por la misma fe, a traves de la misma gracia. Sin importar cuanto han laborado en la milpa del Padre.

El gran problema con el dogma romano es que inventan doctrinas basados en una mala traduccion al latin y una pesima exigesis del texto. Jesús no sólo hace referencia al infierno, sino que lo describe con gran detalle. Dice que es un lugar de tormento eterno (Lucas 16:23), de fuego inextinguible (Marcos 9:43), donde el gusano no muere (Marcos 9:48), donde la gente rechinará los dientes en angustia y arrepentimiento ( Mateo 13:42), y del cual no hay retorno, ni siquiera para advertir a los seres queridos (Lucas 16:19-31). Él llama al infierno un lugar de “tinieblas exteriores” (Mateo 25:30), comparándolo con la “Gehena” (Mateo 10:28), que era un vertedero de basura fuera de los muros de Jerusalén donde se quemaba basura y abundaban los gusanos. Jesús habla más del infierno que del cielo y lo describe más vívidamente. No se puede negar que Jesús sabía, creyó y advirtió sobre la realidad absoluta del infierno.

Repito, a modo de cautela y no de amenza. Hay que dejar a un lado las doctrinas de demonios, como las tilda Pablo, y tomar la palabra de Dios en serio para evitar errores que pudieran tener consecuencias transcendentales.

Saludos.
 
Perfecto quiere decir sin pecado. En el cielo no puede haber pecado porque todos hacen la Voluntad de Dios.

Todos tienen o tendrán la oportunidad de conocerla. Otra cosa es conocerla y rechazarla, allí si hay peligro de. perderse para siempre.

En este caso; si. Deberíamos ser perfectos. Así es. En el Cielo no hay pecado. Sólo almas puras que han alcanzado la redención; y ya nada puede hacerlas caer en el pecado. Sólo las almas purificadas pueden entrar en el Cielo.

En el mundo hay mucha gente y no todos tienen oportunidad de conocer la Palabra de Dios. Aunque quizás en el Fin de los Tiempos; con la Segunda Venida de Cristo, toda la humanidad tendrá la oportunidad definitiva de conocer la Palabra de Dios y el camino de la redención. Si Dios se manifiesta abiertamente a la humanidad; ya no habrá cabida para la incredulidad o almenos será mucho más difícil.
 
Estamos de acuerdo en que la santificación es un proceso.
¿Pero afirma la Biblia que en el momento de la muerte biológica somos investidos de los atributos de Cristo, o que nos cubre en ese momento con su manto de perfección?

Yo también estoy de acuerdo en que la santificación es un proceso. No viene de repente con la muerte de los fieles que hayan creído en Cristo, su palabra y sus obras. La muerte biológica sólo es el paso de un mundo o realidad a otro. La perfección o santificación no viene por la muerte biológica; sino por la misericordia de Dios y por el esfuerzo en la fe y otras virtudes. Seria interesante encontrar contenidos de la Biblia que confirmen esto.
 
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El proceso nunca se completa. Cristo es nuestro andar, perseverancia, meta y descanso. Como dice Pablo en Col 2:10 "y ustedes han sido hechos completos (han alcanzado plenitud) en El, (Cristo) que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.".

La merte es el fin de la jornada. La contienda es el objetivo de la fe. Recuerda; Dios otorga la salvacion por la fe, de acuerdo a su gracia y mesericordia no a nuestros meritos. Un cristiano camina en fe seis decadas y otro unos meses y ambos mueren. La salvacion les llega a los dos por la misma fe, a traves de la misma gracia. Sin importar cuanto han laborado en la milpa del Padre.
Indudablemente.
La salvación le llega a los dos, independientemente si uno trabajó en el viñedo del Padre toda la jornada, y el otro solo una hora.
Lo que no le llega a los dos, supongo, es el mismo aprendizaje de cómo cuidar las viñas. Es decir, la madurez como creyentes.

A lo mejor, al morir, Dios nos da en un instante toda la sabiduría, toda la madurez que debimos desarrollar durante nuestra vida en la Tierra.
Pero a lo mejor, después de morir, nos toma un tiempo adquirir tal sabiduría y virtudes.... precisamente porque la santificación es un proceso.

Para mí, el hecho de que podemos ser justificados ante Dios en un instante, pero no por ello perfeccionados en un instante, sugiere fuertemente que después de morir seguiremos aprendiendo y perfeccionándonos.


El gran problema con el dogma romano es que inventan doctrinas basados en una mala traduccion al latin y una pesima exigesis del texto. Jesús no sólo hace referencia al infierno, sino que lo describe con gran detalle. Dice que es un lugar de tormento eterno (Lucas 16:23), de fuego inextinguible (Marcos 9:43), donde el gusano no muere (Marcos 9:48), donde la gente rechinará los dientes en angustia y arrepentimiento ( Mateo 13:42), y del cual no hay retorno, ni siquiera para advertir a los seres queridos (Lucas 16:19-31). Él llama al infierno un lugar de “tinieblas exteriores” (Mateo 25:30), comparándolo con la “Gehena” (Mateo 10:28), que era un vertedero de basura fuera de los muros de Jerusalén donde se quemaba basura y abundaban los gusanos. Jesús habla más del infierno que del cielo y lo describe más vívidamente. No se puede negar que Jesús sabía, creyó y advirtió sobre la realidad absoluta del infierno.

No entiendo bien por qué pusiste este párrafo. Los católicos no están confundiendo el infierno con el purgatorio. Creen que en el purgatorio están los salvos. En cierta forma están en el cielo, pero en una sección de "propedéutico". Algo así como si los agentes de migración de Estados Unidos los llevaran a una sala donde les dieran clases de la historia y valores culturales del país, para que logren ser buenos ciudadanos en ese país.

Repito, a modo de cautela y no de amenza. Hay que dejar a un lado las doctrinas de demonios, como las tilda Pablo, y tomar la palabra de Dios en serio para evitar errores que pudieran tener consecuencias transcendentales.

Saludos.
No todos los errores doctrinales son doctrinas de demonios.
De hecho, la mayoría de los errores doctrinales no lo son.

Podemos darnos cuenta que un error doctrinal es una "doctrina de demonios" cuando nos lleva a actuar en contra de Cristo. Un ejemplo de esto es la creencia de que la compra de indulgencias puede sacarte más rápidamente del purgatorio. Esa sí es una doctrina de demonios. ¿Por qué? Porque te lleva a pecar con licencia, sabiendo que has comprado tu boleto para no hacer fila.

En cambio, la doctrina del purgatorio que creen nuestros compañeros foristas católicos, no los lleva a una vida de pecado. Si es una doctrina equivocada o no es algo que podemos discutir con café en la mano, tranquilos, sin temer que por ello nuestros compañeros foristas van a enfrentar "consecuencias trascedentales".
 
¿Cuál es la diferencia entre el Cielo y el Paraíso?

Jesús le prometió el Paraíso. Pero no se dice nada de si antes pasó un breve tiempo en el purgatorio.
Buena pregunta. Es de suponer que Cielo es la morada de Dios. El Paraíso seria como una especie de antesala. Al ladrón bueno se le prometió que estaría en el Paraíso. Luego de que Jesús resucito, le dijo a Maria de Magdad que: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre..."

Si el ladrón bueno paso un tiempo determinado donde Jesús lo llevo, ese fue el Paraíso, antes de partir a cualquier otro lugar.
 
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Indudablemente.
La salvación le llega a los dos, independientemente si uno trabajó en el viñedo del Padre toda la jornada, y el otro solo una hora.
Lo que no le llega a los dos, supongo, es el mismo aprendizaje de cómo cuidar las viñas. Es decir, la madurez como creyentes.

A lo mejor, al morir, Dios nos da en un instante toda la sabiduría, toda la madurez que debimos desarrollar durante nuestra vida en la Tierra.
Pero a lo mejor, después de morir, nos toma un tiempo adquirir tal sabiduría y virtudes.... precisamente porque la santificación es un proceso.

Para mí, el hecho de que podemos ser justificados ante Dios en un instante, pero no por ello perfeccionados en un instante, sugiere fuertemente que después de morir seguiremos aprendiendo y perfeccionándonos.



No entiendo bien por qué pusiste este párrafo. Los católicos no están confundiendo el infierno con el purgatorio. Creen que en el purgatorio están los salvos. En cierta forma están en el cielo, pero en una sección de "propedéutico". Algo así como si los agentes de migración de Estados Unidos los llevaran a una sala donde les dieran clases de la historia y valores culturales del país, para que logren ser buenos ciudadanos en ese país.


No todos los errores doctrinales son doctrinas de demonios.
De hecho, la mayoría de los errores doctrinales no lo son.

Podemos darnos cuenta que un error doctrinal es una "doctrina de demonios" cuando nos lleva a actuar en contra de Cristo. Un ejemplo de esto es la creencia de que la compra de indulgencias puede sacarte más rápidamente del purgatorio. Esa sí es una doctrina de demonios. ¿Por qué? Porque te lleva a pecar con licencia, sabiendo que has comprado tu boleto para no hacer fila.

En cambio, la doctrina del purgatorio que creen nuestros compañeros foristas católicos, no los lleva a una vida de pecado. Si es una doctrina equivocada o no es algo que podemos discutir con café en la mano, tranquilos, sin temer que por ello nuestros compañeros foristas van a enfrentar "consecuencias trascedentales".
Todos los salvos en el reino de Dios son co-herederos con Cristo de TODO lo que el padre tiene que ofrecer, incluyendo el conocimiento que pudieramos desear. El conocimiento que hubieramos adquirido en la tierra no tiene ningun valor en el mundo celestial.

Todo lo que se aparta de la revelacion de Dios y que constituye, suuestamente, ser conocimiento, son "errores" que a la larga al repetirse se convierten en mentiras. Y el diablo es el padre de todas las mentiras. Cuando alguien alude a tal o mas cual concepto es de Dios y no lo es, entonces es un engendro del enemigo. Y si puedes caer en un error podras caer en muchos otros. Es es siempre el camino de todas las herejias historicamente.

La doctrina del purgatorio tiene como consecuencia el no tener que preocuparse mucho por la vida eterna ya, al final, despues de un tiempo podran "salir" del mismo y entrar en el reino de Dios. Por otra parte, algunas personas creen que deben hacer y realizar los cientos de ritos de la liturgia romana para poder entrar en el reino de Dios. Cosa que es absolutamente falsa. Somo salvo por la gracia de Dios a traves de la fe en Jesus Cristo y por las obras de penitencia, ayunos, diesmos, rezos, etc.

La doctrina católica romana la gracia de Dios y la fe de los creyentes en las obras de Dios por nosotros. El catolicismo enseña que la justificación es un proceso continuo que depende del grado de rectitud personal real que alcancemos. Según Roma, el mérito de Cristo que se nos imputa no es suficiente para salvar; debemos ganar más méritos propios a través de los sacramentos y otras buenas obras. La justicia se nos infunde (en lugar de ser imputada). Pero es obvio que no somos perfectamente justos desde cualquier punto de vista práctico. De modo que la justicia que obtenemos por gracia debe ser perfeccionada por nuestros propios esfuerzos.

Según la enseñanza católica, esta justicia y virtud real y personal que reside en nosotros es la base necesaria sobre la cual Dios nos acepta. Y nuestra justificación no está completa hasta que seamos real y completamente perfectos, por una justicia inherente, no simplemente por una justicia legalmente imputada. En realidad, esto invierte el orden bíblico, sugiriendo que primero debemos ser perfeccionados, y sólo entonces nuestra justificación será completa. En otras palabras, en la doctrina católica romana, Dios no justifica a los impíos.

La visión católica de la justificación plantea un dilema obvio. Sabemos muy bien que incluso los mejores cristianos están muy lejos de alcanzar la perfección. Nadie (la enseñanza católica en realidad dice que casi nadie) alcanza la perfección absoluta en esta vida. Y si nuestra propia perfección es un requisito previo para el cielo, parecería que nadie podría entrar allí inmediatamente después de morir. Cualquier imperfección restante tendría que resolverse primero.

La invención del purgatorio fue necesaria para resolver este dilema. Si niegas que somos justificados únicamente por la fe, deberás idear una explicación de cómo podemos hacer la transición de nuestro estado imperfecto en esta vida al estado perfecto del cielo. El purgatorio es donde los católicos romanos creen que la mayoría de las personas van después de la muerte para finalmente ser purgadas de la culpa que les queda y obtener cualquier mérito que les falte para entrar al cielo. El catolicismo enseña que este proceso implica dolor y sufrimiento intensos.

Por extraño que parezca, aunque la doctrina católica niega que la justicia imputada de Cristo sea suficiente para salvar a los pecadores en esta vida, sí permite la imputación de justicia de los pecadores vivos a los que están en el purgatorio. Por eso se dicen misas por los difuntos. Supuestamente la justicia obtenida mediante el sacramento se imputa a la persona en el purgatorio, lo que acorta su estancia allí.

La doctrina católica del purgatorio ofrece falsas esperanzas a las personas que esperan expiar sus propios pecados al otro lado de la tumba. La visión deformada y pervertida de Roma sobre la justificación sin duda conducirá al tormento eterno a muchos que esperaban tener más tiempo para alcanzar la perfección.

Saludos.
 
Nadie muere siendo perfecto sin tener mácula espiritual, pero ese inconveniente se lo puede solucionar Jesús a los difuntos allá en el mundo espiritual.

¿Y dónde queda la Justicia de Dios, en sus apreciaciones privadas?

¿Por qué engaña a los lectores?

Si ha sido por ignorancia, entonces comience por entender y apreciar la Justicia de Dios.
 
¿Y dónde queda la Justicia de Dios, en sus apreciaciones privadas?

¿Por qué engaña a los lectores?

Si ha sido por ignorancia, entonces comience por entender y apreciar la Justicia de Dios.
Muchos enseñan el purgatorio basado en:

"Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. El se salvará pero no sin pasar por el fuego".
1Cor 3,13-15

Sin embargo esto no dice que sea el purgatorio.
 
Muchos enseñan el purgatorio basado en:

"Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. El se salvará pero no sin pasar por el fuego".
1Cor 3,13-15

Sin embargo esto no dice que sea el purgatorio.
No me estoy refiriendo al Tribunal de Cristo, pues allí el pecado está ausente, y lo que está a la vista son las recompensas del creyente conforme al heno, la hojarasca, o la madera, materiales que son consumidos por el fuego.

Solo prevalece ante el fuego, aquellas obras que poseen la solidez del oro, plata, y piedras preciosas, las cuales fueron hechas para la gloria de Cristo.

ME ESTOY REFIRIENDO A LA JUSTICIA DE DIOS

Si no la conoces, con gusto te la explico, pero no me vengas con un lugar inexistente, que descalifica la Justicia de Dios y en tal caso, estarías prevaricando contra Dios.
 
El concepto del purgatorio viene de la Antiguedad como (infierno que purga los pecados en cierto tiempo) se lo copiaron los católicos y ortodoxos a los judíos y no lo contrario. Pero Los reformadores no creían en el purgatorio.
 
Los Reformadores pensaron, si existe un purgatorio entonces cuál es la necesidad de Cristo? Y tenían razón...