Os lo explico con un poquito de más detalle:
El hombre tenía su deuda adquirida ante Dios. El hombre tenía que pagar el precio del pecado a Dios, pues solo ante Dios se puede pecar, y solo Dios es a quien se le debe el pago por el pecado.
Dios, el Dios verdadero, aborrece los sacrificios humanos, y en su ley misma lo condena contundentemente.
Dios, el Dios verdadero, jamás ha permitido, por ser un Dios justo, que un inocente pagase por un culpable. Su ley es muy tajante en esto.
Dios, el Dios verdadero, era el único que podía perdonar la deuda contraída por el hombre, por ser Dios a quien se le debe.
Dios, el Dios verdadero, es un Dios justo, que JAMÁS incumple su ley. Y en su ley está escrito QUE NO PUEDE HABER REMISIÓN DE PECADOS SIN DERRAMAMIENTO DE SANGRE.
Dios, el Dios verdadero, siendo un Dios justo, siendo un Dios que cumple su ley, para pagar el preció, para saldar la deuda, solo lo podía hacer de un modo, entregándose Él mismo como sacrificio.
Es decir:
1.- La deuda era entre el hombre y Dios
2.- Dios en su ley no consiente, por ser injusto, que un justo pague por un pecador
3.- Dios reclama, en su propia ley, que el pecado sea redimido mediante el derramamiento de sangre
4.- Dios no puede obrar de modo injusto y mucho menos en contra de su propia ley
5.- Solo Dios podía pagar el precio por nuestro rescate
6.- Solo Dios podía entregarse a Él mismo
7.- Dios así lo hizo, y mostró tanto su gloria, como su amor, como su justicia, como el cumplimiento pleno de su ley misma
En breve, pero suficiente para entender que, un dios que obra y actua en contra de su propia ley y justicia, ni es dios ni es nada.
Dios me los bendiga.
