Buenos días OSO.
Siguiendo con el "hilo" del laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarguísimo tema sobre la DEIDAD DE JESUCRISTO, se ha insistido mucho en llamar “HEREJÍA” lo que en la Biblia jamás se indica caer en ella cuando no nos referimos a JESÚS COMO DIOS TODOPODEROSO. La más cercana “inferencia” escritural son algunos textos “maquillados” en grado sumo, producto de las traducciones e interpretaciones del fanatismo de fundamentalistas trinitarios a lo largo de la historia, que se dieron “cuatro gustos” falseando la realidad del mensaje Evangélico del cristianismo. No se es BLASFEMO, ¡NUNCA! por decir lo que CRISTO DIJO SER, no lo que "USTEDES" interpretan dijo que "ERA".
Existe un gran ABISMO INTERPRETATIVO (y es solo eso) concluir erróneamente como concluyeron los judíos del primer siglo (fariseos hipócritas y desprovistos de toda revelación Divina) acerca de identificar a Cristo con "DIOS", en primer lugar como si eso fue lo que entendieron los judíos y, en segundo lugar, porque eso no FUE LO QUE CRISTO les estaba insinuando.
Deseo dejar constancia aquí para todos los foristas, que los TJ jamás hemos negado la DIVINIDAD DEL SEÑOR JESÚS (pero bien entendida, no la que ustedes entienden por DIVINIDAD); por el contrario, por haber sido el PRIMOGÉNITO HIJO de toda la creación; por su protagonismo en la salvación eterna de toda la humanidad y por el sacrificio que le valió un lugar de gran preeminencia, ha sido la principal motivación para predicar literalmente en TODA LA TIERRA HABITADA, en medio de la más fiera oposición al mensaje evangélico, no por andar pregonando que Jesús “es un ángel”, ni por andar diciendo que fue un “gran hombre”, sino por andar PREDICANDO A LAS NACIONES que no hay ningún OTRO NOMBRE APARTE DE “JESÚS” mediante el cual tengamos que ser salvos para entrar en el “Reino de Dios”, principal propósito de la predicación, mediante el cual Reino “todas las naciones de la tierra” tienen la esperanza de recobrar la vida indestructible y la herencia entre los verdaderos “Hijos de Dios”.
Esta es la clara enseñanza para heredar la VIDA. No la que ustedes se han inventado, so pretexto de darle una connotación inapropiada a lo que han llamado incorrectamente como DIVINIDAD ABSOLUTA, cuando jamás en la Biblia siquiera Jesús intentó igualarla con su Padre y lo probó, él mismo, al haberse dejado llevar por la VERDADERA DIVINIDAD DEL UNIVERSO, la Fuente de la Vida de todo ser, que por su propia y oportuna intervención, fue objeto de la más GLORIOSA RECOMPENSA que jamás criatura alguna tuvo de parte del ALTÍSIMO. Esto es lo que ustedes no logran comprender en toda la dimensión de sus propias creencias cuando han desvirtuado el mensaje salvador del Señor en todos los aspectos, al extremo de haber llevado la insensatez “supina” de conferirle la EXCLUSIVA GLORIA QUE LE PERTENECE A DIOS PADRE COMO EL ÚNICO DIOS VERDADERO, a otro personaje que JAMÁS, pero JAMÁS, siquiera insinuó semejante osadía y atrevimiento. Por el contrario, SUS ENSEÑANZAS LOS ACUSAN porque hasta eso LE NIEGAN AL DESCARO, de todo lo que DIJO E HIZO para obtener, Él mismo, EL PREMIO DE LA VIDA INDESTRUCTIBLE. El atrevimiento vino del hombre, no del “Hijo del hombre”. Vez tras vez, día a día, durante todos los tres años y medio que duró su paso por la Tierra, siempre manifestó y enseñó su decidida postura de servir a quien consideraba, DESDE CUALQUIER PERSPECTIVA, su propio PADRE Y DIOS ABSOLUTO y nunca jamás, dio paso para apropiarse de la ADORACIÓN ABSOLUTA Y ÚNICA que el Creador JEHOVÁ DIOS siempre ha demandado de toda la creación para que todo marche como debiera.
Lo que ustedes entienden por “DIVINIDAD” es su propia concepción que han moldeado y hecho suya en medio de la más terrible confusión jamás observada en la mente de religiosos inescrupulosos que se imaginaron que el VERDADERO SER DIVINO; EL DIOS DE “AMOR” y el PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, conocido hoy en vuestras propias Biblias por el nombre de JEHOVÁ (que hoy repudian por más que lo nieguen), es parte de una monstruosa conspiración satánica, de cuya concepción de dioses antiguos tan característico de las más aberrantes y heréticas culturas religiosas, emergió la ignorancia que los identifica al no contar con guías espirituales adecuados, dando cabida a la infamia que etiquetaron de “cristiana”, enlodando y ensuciando la prístina enseñanza del Evangelio salvador de nuestro Glorioso Dechado, Hijo de Dios, el Testigo Fiel y Verdadero del Altísimo.
Ustedes se han amparado a un simple "modismo" o a una simple y precipitada interpretación aceptando el “estilo” de traducción escritural de pasajes “manoseados” o “retocados” con gran sutileza, en donde lo que ha prevalecido es la concepción teológica de quienes ignoraron el estilo de la prosa griega, dándole un “sesgo” evidentemente “trinitario” para justificar una de las aberraciones más espeluznantes cuya proliferación del concepto está totalmente manchado de sangre inocente cuando, por tratar de meter a la fuerza este criterio erróneo, masacraron a poblaciones enteras y esto, por sí sólo, evidencia la falsedad de la doctrina que crearon como si fuera enseñanza Divina.
Fueron los “traductores” los responsables directos y a quienes les cae la responsabilidad por ese “toque” especial con el que intentaron desvirtuar la verdadera enseñanza de la Biblia, extrayendo de ellas la supuesta “aceptación” del Señor como si fuera EL DIOS JUDÍO JEHOVÁ, el mismo Dios de Israel.
Vez tras vez se ha defendido en este epígrafe la “inspirada y por ende verdadera” concepción de los líderes judíos que contendieron con Jesús, hasta el extremo de decir que “DECÍAN LA VERDAD” cuando lo inculparon de hacerse “IGUAL A DIOS”, cuando el mismo SEÑOR les contradijo y les aclaró el falso y erróneo concepto que nunca “captaron” de su propia enseñanza. Sin embargo, como automáticos, se dan a la tarea infame y herética de “aclamar” como la “verdad” aquellas palabras vacías de los judíos cuando culpaban al Señor de hacerse “IGUAL A DIOS”, entendiendo (ustedes, no aquellos) que Jesús les estaba “ENSEÑANDO” la realidad sobre su ENTENDIDA DIVINIDAD haciéndose IGUAL A JEHOVÁ, DIOS DE ISRAEL. Pero no dicen nada cuando la misma Biblia (que se interpreta a sí misma) nos da la “clave” o el “password” para aclarar en verdad QUÉ FUE LO QUE ENTENDIERON AQUELLOS JUDÍOS sobre Jesús, si era REALMENTE DIOS o el HIJO ENVIADO DE DIOS. La verdadera conclusión a la que llegaron está plasmada en el Evangelio de Mateo cap 27, en donde se lee en los versos 39 al 42 así: “De modo que los que pasaban hablaban injuriosamente de él, meneando la cabeza y diciendo: “¡Oh tú, supuesto derribador del templo y edificador de él en tres días, sálvate! Si eres hijo de Dios, ¡baja del madero de tormento!”. Del mismo modo, también, los sacerdotes principales junto con los escribas y ancianos empezaron a burlarse de él y a decir: “¡A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar! Él es rey de Israel; baje ahora del madero de tormento y creeremos en él”.
Nótese que ellos (los gobernantes judíos que ustedes dicen creían que se hacía pasar por DIOS) dijeron que “CREERÍAN EN ÉL” si bajaba del madero de tormento”, pero entendiéndose “CREER EN ÉL” no como DIOS, sino como el HIJO DE DIOS; el “Rey de Israel” (Nombrado por Dios, no siendo Dios, muy diferente sin agregarle nada más a la definición como tal) por lo que se confirma claramente de lo que dijeron a continuación en el verso 43: “Ha puesto en Dios su confianza; líbrelo Él (DIOS) ahora si le quiere, puesto que dijo: ‘Soy Hijo de Dios”. Lógicamente, al decir los judíos “LÍBRELO DIOS” bajo ninguna circunstancia habían entendido que JESÚS SE HACÍA ESE DIOS al que ellos dijeron que debía “LIBRARLO” del suplicio al que había sido reducido.
De esta simple y reveladora enseñanza del Evangelio se concluye claramente que:
1. Creían que era el HIJO DE DIOS, NO DIOS (EL PADRE, JEHOVÁ). Al decir los gobernantes judíos que “HABÍA PUESTO EN DIOS SU CONFIANZA” ¿Qué estaban diciendo realmente? ¡Pues que habían entendido correctamente el “enredito” que ustedes han desarrollado de lo que dijo en Juan con respecto de hacerse “DIOS”, (curiosamente aquí sí tenían la razón según ustedes) en el entendido que creían que JESUCRISTO se estaba igualando a “DIOS PADRE, JEHOVÁ” (porque no negarán que el Dios de los judíos era JEHOVÁ o como quieran llamarle) ¿O me equivoco?
2. Creían que él enseñaba que era el “REY DE ISRAEL”, pero no COMO CREYENDO EN EL COMO EL DIOS REY DE ISRAEL, sino como el sucesor de David.
3. Si él “bajaba” del madero, entonces “SÍ CREERÍAN EN ÉL” pero en el sentido lógico de lo que verdaderamente entendieron: como el Heredero, no como el que OTORGA EL REINADO DE ISRAEL.
4. Ellos (los judíos) siempre comprendieron lo que Jesucristo enseñaba. NO QUE ERA DIOS, sino el HIJO DE DIOS y, para ellos, el HACERSE “DIOS” era igual que hacerse “DIVINO”, HIJO DE DIOS, con privilegios especiales provenientes de DIOS PADRE, no entendiendo que al hacerse “HIJO DE DIOS” era lo mismo que hacerse como “DIOS, el PADRE”, ni tampoco “DIOS” en el sentido en que ustedes lo interpretan, no “pudiendo” ser ningún otro SER a excepción hecha del PADRE, quien no solamente es el DIOS VERDADERO, sino que dio testimonio ante “personas” de que ERA SU HIJO, no Él MISMO convertido en DIOS PADRE para nada.
Y a esta conclusión se llega cuando dicen, CLARAMENTE, lo siguiente: “Ha puesto en Dios su confianza; líbrelo Él ahora si le quiere, puesto que dijo: SOY HIJO DE DIOS”. ¡Más claro no canta ningún gallo! Agregarle a esta enseñanza es eso, un “AGREGADO”, una añadidura, un invento, un desvirtuar y pervertir la verdadera enseñanza del Evangelio cristiano. Es negar a JESUCRISTO como lo que verdaderamente es: HIJO DE DIOS, no DIOS HIJO, IGUAL EN TODO AL PADRE.
Por lo tanto, TODO AQUÉL QUE CONFIESE QUE JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS, Dios permanece en unión con él y nunca, pero ¡NUNCA! Jamás tal reconocimiento verdadero por los “cuatro costados”, harán de quien lo DIVULGUE Y LO CREA, un “hereje” ni “opositor” al Señor. Por el contrario, ENSEÑAR Y DIVULGAR lo que ustedes divulgan SÍ ES HEREJÍA: decir y enseñar lo que JESUCRISTO NUNCA DIJO NI ENSEÑÓ SER: ¡DIOS TODOPODEROSO!
Recibe mi respeto y consideración y oro a JEHOVÁ nuestro Dios para que, en el Nombre de JESUCRISTO, te lleve a ti y a tus compañeros, por el sendero de la verdad y del conocimiento de su Gloria y Honra.