Jaime white.

gamma

1
6 Junio 2008
13.677
34
Pensaba la bruja white que su esposo estaba mal de sus facultades mentales?

HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289

Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas.
 
Re: Jaime white.

Estimado gamma. Saludos cordiales.

Tú dices:




Respondo: ¿Te refieres a que era un poco machista?

HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289

Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas.
 
Re: Jaime white.

Estimado gamma. Saludos cordiales.

Investigando sobre el asunto que te preocupa y que traes a la palestra, veo que has procedido con malicia y no has puesto el contexto de la situación, es por ello que me atrevo a escribir los puntos que te saltaste con el fin de entender lo que señala Ellen White:

"Antes de su enfermedad, Jaime White era un líder dinámico y enérgico; después, experimentó serios cambios en su personalidad que lo transformaron en un hombre suspicaz y exigente, aunque a veces parecía volver a su forma anterior de ser. Tal fue la situación que Elena G. de White estaba enfrentando cuando escribió estas cuatro cartas.
En ocasiones, el pastor White, por no medir sus palabras, se expresaba con mucha dureza. En su autobiografía, refiriéndose a alguien que lo había criticado, dijo lo siguiente:
“Ver a un hombre tosco, duro, que no posee más ternura que la de un cocodrilo, y tan carente de sensibilidad moral y religiosa como una hiena, derramando lágrimas hipócritas solo para causar efecto, es bastante para causar risa al santo más serio”.—Life Incidents, 115-116 (1868).

Hijas de Dios 263. http://text.egwwritings.org/publication.php?pubtype=Book&bookCode=HD&pagenumber=263
 
Re: Jaime white.

La personalidad enérgica del pastor White fue una ayuda valiosa en los años formativos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Con las visiones de su esposa que constantemente lo desafiaban, el pastor White comenzó la obra de publicaciones, construyó instituciones, promovió la organización de la Iglesia, y alimentó el rebaño. Además de esto, sirvió como presidente de la Asociación General durante diez años.[Para más información sobre la vida y el ministerio de Jaime White, ver su biografía, James White, escrita por Virgil Robinson (Review and Herald Publishing Association, 1976).]

Sin embargo, cuando esa fuerte personalidad alterada por una serie de derrames se volvió contra su familia—incluyendo a su esposa—y sus colaboradores, la paciencia y la fuerza de voluntad de Elena G. de White parecieron distenderse hasta el límite. Alguien que lee solamente estas cuatro cartas, podría tener un cuadro distorsionado de la relación entre Jaime y Elena G. de White. Se debe mantener en mente otras declaraciones como la que sigue, que fue escrita por Jaime White acerca de su esposa:

“El matrimonio marca un punto importante en la vida de los hombres. En las palabras del sabio, “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”. Proverbios 18:22 [...]. Nosotros nos casamos el 30 de agosto de 1846, y desde entonces hasta el presente ella ha sido mi corona de gozo”.—Life Sketches of Ellen G. White, 125-126 (1880).
 
Re: Jaime white.

A veces, en medio de su enfermedad, Jaime White comprendía que sus acciones no habían estado en armonía con sus buenas intenciones. En 1879 les escribió a su hijo William y su nuera Mary:

“Quisiera llamar la atención de ustedes a un asunto de seria importancia. Queridos hijos, probablemente he errado en decir cosas muy hirientes al escribir acerca de los errores de mentes jóvenes. Mi naturaleza es desquitarme cuando soy puesto bajo tensiones sin medida. Desearía ser un hombre mejor”.—27 de febrero de 1879.
 
Re: Jaime white.

A veces, en medio de su enfermedad, Jaime White comprendía que sus acciones no habían estado en armonía con sus buenas intenciones. En 1879 les escribió a su hijo William y su nuera Mary:

“Quisiera llamar la atención de ustedes a un asunto de seria importancia. Queridos hijos, probablemente he errado en decir cosas muy hirientes al escribir acerca de los errores de mentes jóvenes. Mi naturaleza es desquitarme cuando soy puesto bajo tensiones sin medida. Desearía ser un hombre mejor”.—27 de febrero de 1879.
Estaba en su juicio...si o no?
 
Re: Jaime white.

Estimado gamma. Saludos cordiales.

Investigando sobre el asunto que te preocupa y que traes a la palestra, veo que has procedido con malicia y no has puesto el contexto de la situación, es por ello que me atrevo a escribir los puntos que te saltaste con el fin de entender lo que señala Ellen White:

"Antes de su enfermedad, Jaime White era un líder dinámico y enérgico; después, experimentó serios cambios en su personalidad que lo transformaron en un hombre suspicaz y exigente, aunque a veces parecía volver a su forma anterior de ser. Tal fue la situación que Elena G. de White estaba enfrentando cuando escribió estas cuatro cartas.
En ocasiones, el pastor White, por no medir sus palabras, se expresaba con mucha dureza. En su autobiografía, refiriéndose a alguien que lo había criticado, dijo lo siguiente:
“Ver a un hombre tosco, duro, que no posee más ternura que la de un cocodrilo, y tan carente de sensibilidad moral y religiosa como una hiena, derramando lágrimas hipócritas solo para causar efecto, es bastante para causar risa al santo más serio”.—Life Incidents, 115-116 (1868).

Hijas de Dios 263. http://text.egwwritings.org/publication.php?pubtype=Book&bookCode=HD&pagenumber=263
carecía de sensibilidad moral y religiosa como una hiena?
Era hipócrita?
 
Re: Jaime white.

HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289

Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas.
 
Re: Jaime white.

puede una profeta ir contra esto?

Efesios 5:22: Las casadas estén SUJETAS a sus propios maridos, como al Señor;

Colosenses 3:18: Casadas, estad SUJETAS a vuestros maridos, como conviene en el Señor.

Tito 2:5: a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, SUJETAS a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

1 Pedro 3:1: Asimismo vosotras, mujeres, estad SUJETAS a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
 
Re: Jaime white.

Estimado gamma. Saludos cordiales.

Tú dices:

Estaba en su juicio...si o no?

Respondo: Al igual que Pablo quién tenía un aguijón de la carne, Jaime White no podía ser menos, y también su salud se deterioró, como le sucede a todos los varones que en su vida han sufrido los rigores de la inclemencia del tiempo y el infortunio de una guerra, y el agotador trabajo misionero dedicado a la obra de Dios, cuya recompensa la dará el Señor en el momento de su venida.

"No sabemos exactamente lo que ocurrió después que Elena G. de White escribió la cuarta carta de la serie, donde pedía a su amiga que las destruyera. Sin embargo, sabemos que en menos de diez días de haber escrito la última carta, Elena G. de White viajó para acompañar a su esposo al congreso en Kansas. En realidad, el mismo día en que ella escribió la tercera carta a su amiga, también le escribió a su esposo lo siguiente:

“Me entristece haber dicho o escrito cosas que te afligieron. Perdóname, y en adelante seré mucho más cuidadosa de no comenzar temas que puedan molestarte o irritarte”.—Carta 27, 1876.

Desafortunadamente, el pastor White nunca se recuperó totalmente de su enfermedad. Tenía sus días buenos, pero estaban mezclados con períodos de depresión. Un comentario hecho por el presidente de la Asociación General dos años después de la muerte de Jaime White, muestra la interpretación caritativa que sus colaboradores le daban a ciertas acciones que eran inducidas por la enfermedad:

“Nuestro querido hermano White pensaba que éramos sus enemigos porque no veíamos las cosas como él las veía. Pero nunca me molesté contra este hombre de Dios, este pionero que trabajó tan arduamente por la causa. Siempre atribuí sus actitudes a su enfermedad y dolencias”.—Carta de G. I. Butler a J. N. Andrews, 25 de mayo de 1883.
 
Re: Jaime white.

HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289

Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas.
 
Re: Jaime white.

Querida Hna. Lucinda,

Lamento haberte escrito las cartas que te escribí. Por más que me sintiera mal, no debía haberte preocupado con ellas. Quémalas, y nunca más voy a molestarte con mis problemas. El Señor es mi refugio; me ha invitado a ir a él cuando estoy trabajada y cansada. No importa cuáles sean las circunstancias, no quiero ser culpable de expresarte otra vez estas cosas. El silencio en las cosas desagradables y desconcertantes siempre ha sido una bendición para mí. Cuando salga de esto, voy a lamentar haberlo hecho.

Tú sabes que cuando te fuiste, no quedó nadie con quien pudiera compartir mis pesares por más tristes que estos fueran; pero eso no es excusa. Le he escrito una carta de confesión a Jaime. Puedes leer todas las cartas que llegan para él desde Oakland y enviárselas a Kansas donde él está. No sé a quién enviarle las cartas en Kansas para que se las entreguen.

Anoche recibí una nueva carta de Jaime en la que expresa sentimientos totalmente diferentes, pero aún no me atrevo a cruzar las planicies. Es mejor que nos mantengamos separados. No he perdido el amor por mi esposo, pero no puedo explicar algunas cosas. No voy a asistir a ninguno de los congresos en el Este. Me voy a quedar en California para dedicarme a escribir.

Las últimas cartas me han hecho tomar la decisión. Las considero como la luz que había estado pidiendo. Hubiera querido ir a la reunión en Kansas, pero no me sentía libre de iniciar el viaje. Está bien; el Señor sabe qué es lo mejor para todos nosotros.

No estoy segura si era tu deber regresar al Este cuando lo hiciste; creo que hubiéramos cumplido mucho más trabajo estando juntas. Pero entiendo las circunstancias, y no quiero emitir una palabra de censura sobre ti o sobre mi esposo, o sobre cualquier otra persona.

Frecuentemente escribo unas veinte páginas por día. He dejado de lado Notas biográficas, para seguir preparando los Testimonios. Mary Clough trabaja como siempre, con interés y alegría. Es una preciosa ayuda. No sé qué haríamos en la casa sin la ayuda de este empleado; hace el pan, los bollos y los pasteles, y cocina las verduras. Se le ha pagado dos dólares por semana, y en las últimas dos semanas, dos dólares y medio. En dos semanas más comenzará a recibir tres dólares. Mary le está enseñando a cocinar; es buen empleado y toma cuidado de toda la casa.

¿Donde está Frankie Patten? ¿Está planeando venir o no? Coméntame algo de todo esto. Cariños a todos.—Carta 67, 17 de mayo de 1876.
 
Re: Jaime white.

El 16 de mayo de 1876, el mismo día en que Elena G. de White le escribió la tercera carta de esta serie a su amiga Lucinda, también le escribió una carta a Jaime White, que comenzaba así:

Mi querido esposo,

Me entristece haber dicho o escrito cosas que te afligieron. Perdóname, y en adelante seré mucho más cuidadosa para no abordar temas que puedan molestarte o irritarte. Vivimos en el tiempo más solemne y no podemos permitirnos a esta edad avanzada [Elena G. de White tenía 48 años de edad y su esposo cuando se escribió esta carta.] que nuestras diferencias nos separen en nuestros sentimientos. Puede ser que yo no vea las cosas como tú las ves, pero no creo que sea mi deber tratar de hacerte ver las cosas como yo las veo. Por todas las veces que lo he hecho, te pido disculpas.

Quiero tener un corazón manso y humilde y un espíritu apacible. En cualquier ocasión en que mis sentimientos me han llevado a levantar mi voz y actitud, he estado equivocada sin importar cuál haya sido la circunstancia. Jesús dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29.
Deseo que mi yo se esconda en Jesús. Deseo que mi yo sea crucificado. No reclamo para mí la infalibilidad, ni siquiera la perfección de un carácter cristiano. No estoy libre de errores y defectos en mi vida. Si hubiera seguido al Salvador más de cerca, no tendría que lamentar mi falta de semejanza a su querida imagen.

El tiempo es corto; muy corto. Y la vida es incierta. No podemos saber cuándo terminará el tiempo de gracia. Si caminamos humildemente ante el Señor, nos permitirá finalizar nuestras labores con gozo. No habrá nuevamente una línea o una expresión en mis cartas que pueda causarte dolor. Nuevamente, perdóname por cada acción o palabra que te ha entristecido.

He estado pidiendo fervorosamente a Dios que me ilumine para saber si debo viajar al Este, y he decidido que mi trabajo está aquí, para escribir y hacer las cosas que el Espíritu de Dios me ordene. Estoy buscando fervorosamente la vida eterna. Mary y yo trabajamos tan fuerte como podemos; Dios en su providencia me ha dado esta obra y no me animo a dejarla. Vamos a orar para que el Señor pueda sostenerte, pero personalmente no veo luz en viajar hacia el Este.—Manuscript Releases 20:23 (1876).

Aparentemente, pocos días después Elena G. de White cambió de opinión. Viajó al Este y acompañó a su esposo en todos los congresos que se realizaron en el verano de 1876. En total asistieron a catorce congresos y trabajaron en perfecta armonía. Regresaron a Battle Creek para completar el trabajo para la publicación del segundo tomo del libro Spirit of Prophecy, y volvieron a California para continuar trabajando juntos.
 
Re: Jaime white.

Jaime White se recobra de otro derrame—Nuestro congreso finalizó y estamos todos de vuelta en casa. Papá soportó el congreso mejor de lo que se podía esperar. Se está recuperando muy lentamente, pues no come lo suficiente para sostener sus fuerzas. Hemos tenido preciosos momento de oración en su favor y nuestra fe está siendo probada; pero no estamos desanimados.

Me siento mejor que esta vez haya sido un ataque de parálisis. Está muy quieto, paciente, tierno y bondadoso. Sus cuidados dependen mayormente de mí, ya que cuando me siento a su lado parece sentirse tranquilo. Pero nuestra fe está reclamando las promesas de Dios en su favor para una completa recuperación, y creemos que nos será concedido. Dios tiene una gran obra para él y para mí, y nos dará fuerzas para realizarla.

Dios me ha sostenido en la doble carga que me tocó llevar en los cinco congresos a los que he asistido. Me siento con el mejor de los ánimos. Trabajé en forma extremadamente dura, pero el Señor me ayudó. Ahora espero completar el libro, y entonces dejar de escribir por el momento.—Manuscript Releases 10:36-37 (1877).

Jaime White parece ser el mismo de antes—Pude hablar con plena libertad durante una hora; todos prestaban mucha atención. La mejor parte de todo fue que papá fue hasta la plataforma y cantó y oró como antes. Esta es la obra que Dios ha hecho, y es su nombre el que debe recibir toda la gloria.—Manuscript Releases 10:36 (1877).

Carta escrita pocas semanas después de la muerte de Jaime White—Extraño a papá más y más, y especialmente siento su pérdida cuando estoy aquí en las montañas. Ha sido una cosa muy diferente haber estado aquí con él, que ahora sin él. Nuestra vida estaba tan entretejida que me resulta casi imposible ser de alguna utilidad sin él.—Carta 17, 1881.

Cartas escritas años después de la muerte de Jaime White—Después mi esposo, el fiel siervo de Jesucristo, quien estuvo a mi lado durante 36 años, me fue quitado, y yo quedé para trabajar sola. El duerme en Jesús. No tengo lágrimas para derramar sobre su sepulcro. ¡Pero cuánto lo echo de menos! ¡Cómo anhelo sus palabras de consejo y sabiduría! ¡Cómo anhelo escuchar sus oraciones mezcladas con mis oraciones para pedir luz y dirección, para pedir sabiduría a fin de saber cómo planificar la obra!—Mensajes Selectos 2:296 (1899).
 
Re: Jaime white.

Pensaba la bruja white que su esposo estaba mal de sus facultades mentales?

HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289
Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas..

muy buena la cita.

seguramente en eso la white no estaba muy equivocada. reconocerás, mi estimado gamma, que casarse con la white no fue un acto muy compatible con estar en su sano juicio :)
 
Re: Jaime white.

muy buena la cita.

seguramente en eso la white no estaba muy equivocada. reconocerás, mi estimado gamma, que casarse con la white no fue un acto muy compatible con estar en su sano juicio :)
aunque tal vez lo pudiéramos "justificar" si es que la white lo complacía en otros aspectos.
Pero el que si no debe estar en su sano juicio es el que le cree a pie juntillas sus mentiras a la bruja white.
 
Re: Jaime white.

para considerar...
Gabrielito dice que Jaimito white era alguien como el apóstol Pablo...la bruja white que vivía día a día con el dice que no estaba en su sano juicio...a quien le creemos?



HIJAS DE DIOS, PÁGINA 289

Tercera carta
Querida Lucinda,
Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará.
Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas.
 
Re: Jaime white.

Estimado gamma. Saludos cordiales.

Tú dices:


puede una profeta ir contra esto?

Efesios 5:22: Las casadas estén SUJETAS a sus propios maridos, como al Señor;

Colosenses 3:18: Casadas, estad SUJETAS a vuestros maridos, como conviene en el Señor.

Tito 2:5: a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, SUJETAS a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

1 Pedro 3:1: Asimismo vosotras, mujeres, estad SUJETAS a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

Respondo: . "Mujer hacendosa (virtuosa), ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas." Proverbios 31:10.



Si vemos la vida de Ellen White en conjunto y compañía de su esposo, sólo nos queda manifestar que ella cumplió 100% con sus responsabilidades y deberes de esposa y madre. Hoy día es muy difícil hallar una mujer que cocine, lave, planche, haga labores de casa y acompañe a su esposo en labores de predicación.

Ella hizo esto y mucho más, en toda su larga vida hogareña.
 
Re: Jaime white.

Respondo: . "Mujer hacendosa (virtuosa), ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas." Proverbios 31:10.

Si vemos la vida de Ellen White en conjunto y compañía de su esposo, sólo nos queda manifestar que ella cumplió 100% con sus responsabilidades y deberes de esposa y madre. Hoy día es muy difícil hallar una mujer que cocine, lave, planche, haga labores de casa y acompañe a su esposo en labores de predicación.

Ella hizo esto y mucho más, en toda su larga vida hogareña.
en eso estamos de acuerdo, la bruja white hizo más que eso...dijo que su esposo no estaba en su sano juicio...que mujer tan "virtuosa".