PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 7 --- La Iglesia en Jerusalén Sufre Gran Persecución
Sábado --- Leer con oración: Hch 7:58-60; 8:2; 22:3; Gá 1:14
"Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu" (Hch 7:59)
INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR ES UNA NECESIDAD ESPIRITUAL
Saulo era judío, de la secta de los fariseos, celoso de la ley e irreprensible en cuanto a la justicia que hay en la ley (Hch 22:3; Gá 1:14; Fil 3:5-6). Por causa de sus conceptos del judaísmo, él odiaba a los que creían en el Señor Jesús. Cuando Esteban, lleno del Espíritu Santo, predicó delante del Sanedrín (Hch 7), Pablo ciertamente lo oyó. Cuando Esteban fue lanzado fuera de la ciudad y apedreado, los testigos dejaron sus vestidos a los pies de Saulo (v. 58). Aunque estuviese por morir injustamente en las manos de aquellos judíos de duro corazón, la reacción de Esteban ciertamente causó profunda impresión en Saulo.
Hechos 7:59-60 dice: “Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”. El joven Saulo lo vio ser apedreado y más adelante pasó a asolar la iglesia, por tanto, cuando hubo gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, Saulo también participaba en ella. Por medio de él, hombres y mujeres fueron puestos en la cárcel, pues él los condenaba. No obstante, Saulo veía que ellos invocaban al Señor.
En el día de Pentecostés surgió en Jerusalén una iglesia que invocaba al Señor. Ciertamente los santos allí invocaban al Señor de casa en casa, en las calles y lugares públicos. De esa manera era fácil identificar a quien debía ser puesto en la prisión. Sin embargo, los santos no desistieron de invocar aun bajo amenaza de prisión y muerte, pues invocar el nombre del Señor es una necesidad espiritual que todos tenemos. Por esa persecución, todos, excepto los apóstoles, salieron de Jerusalén y fueron dispersos por otras ciudades.
Los que fueron esparcidos iban por todas partes, tanto por Judea como por Samaria, invocando el nombre del Señor, aun corriendo el riesgo de ser muertos. Puesto que recibieron la vida divina, eterna, increada y de resurrección al invocar el nombre del Señor, el vivir de ellos era de invocar. Entonces tuvieron que salir a otras ciudades de Judea y Samaria. Después de esto, algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran llanto sobre él (Hch 8:2).
Punto Clave: Invocar el nombre del Señor aun bajo presión
Pregunta: ¿Cómo es su relación con el nombre del Señor en estos días?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “árbore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 11 — DÍA 6
Alimento matutino
Ro. 16:17 Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Gá. 2:4 Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que se infiltraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.
Debemos entender claramente que el fundamento de todas las denominaciones y el factor que produce cada denominación, son sus ministerios particulares. Si hoy día todos los cristianos estuvieran dispuestos a que el Señor les quite sus diferentes ministerios, todos ellos serían uno. El factor básico que produce todas las divisiones, la verdadera raíz de ellas, son los diferentes ministerios…
Ya en los tiempos de Pablo esto era algo que se estaba infiltrando en la iglesia [Gá. 2]. Un ministerio de otra naturaleza intentaba infiltrarse mientras Pablo, Pedro y Jacobo estaban allí. En 1 Timoteo 1 Pablo le encargó a Timoteo que se quedase en Éfeso para ocuparse de una sola cosa: que mandase a algunos que no enseñaran cosas diferentes, lo cual quiere decir, no enseñar conforme a un ministerio diferente (vs. 3-4).En aquel tiempo, la enseñanza diferente era la enseñanza de la ley. En Gálatas 2, aquello que intentaba infiltrarse, era la ley. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 14-15)
Lectura para hoy
En los cuatro Evangelios, Jesucristo mismo llevó a cabo el ministerio de Dios, y en la primera parte de Hechos, Pedro dio continuación a ese ministerio. Luego, en la segunda parte de Hechos, vemos el ministerio de Pablo, el cual fue una continuación del ministerio de Pedro, el cual tenía como fin llevar a cabo el ministerio neotestamentario de Dios. No obstante, cuando los creyentes judaizantes se volvieron fuertes y enseñaban la ley, Pedro se volvió débil. Él tuvo miedo de aquellos que venían de parte de Jacobo (Gá. 2:11-12). Esto también indica que Jacobo era una figura fuerte, con una actitud fuerte en cuanto a tolerar la enseñanza de la ley en la era del Nuevo Testamento.
Pablo estaba encarando en Antioquía al apóstol número uno, a Pedro, así como a los representantes del apóstol más influyente, que era Jacobo … Sin lugar a dudas, era muy difícil para él. Sin embargo, por causa de la verdad, Pablo no pudo tolerar esa situación… Cerró la puerta para impedir que se infiltrara cualquier ministerio que fuera diferente, y Dios honró lo que él hizo.
Según el Nuevo Testamento y de acuerdo con la historia de la iglesia, de allí en adelante Pedro no volvió a jugar un papel importante en la economía neotestamentaria de Dios … No mucho tiempo después, en el año 70 d. de C.,Dios destruyó Jerusalén (Mt. 24:1-2), donde se basaba la obra de Pedro así como el lugar de donde irradiaba la influencia de Jacobo. Jerusalén fue destruida totalmente, sin quedar piedra sobre piedra. Esto no sólo fue un juicio sobre el Israel rebelde, sino también la destrucción del centro de la obra de Pedro y de la influencia de Jacobo. Sin embargo… el ministerio y la influencia de Pablo permanecieron. Dios no permitió que hubiera ministerios diferentes ni ninguna otra fuente de influencia.
Necesitamos ver que este principio ha seguido vigente a lo largo de toda la era cristiana. Todos los problemas, divisiones y confusiones provinieron de una sola fuente, a saber: la tolerancia con respecto a los ministerios diferentes. Muchos maestros cristianos han visto el peligro que representan los ministerios diferentes; sin embargo, los han tolerado. Ciertamente ha existido este tipo de tolerancia. En el recobro del Señor no debemos estar tan confiados pensando que nunca puede ocurrir una infiltración de ministerios diferentes. Al contrario, debemos estar alerta, pues este peligro está por delante. Si no somos vigilantes y nos volvemos descuidados, de una u otra manera el enemigo utilizará cualquier medio o canal para infiltrar e introducir ministerios diferentes, lo cual acabaría con el recobro del Señor.
Si observamos la situación de hoy, nos daremos cuenta de que hay muchos ministerios diferentes, aparte de este único ministerio neotestamentario. Si pudiéramos quitar todos los ministerios diferentes y dejar sólo el ministerio único del Nuevo Testamento, todas las denominaciones, todos los grupos libres y todas las divisiones, desaparecerían. Entonces no habría ninguna división ni confusión. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 15-17, 74)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, cap. 1; Life-study of Ezekiel, mensaje 16;Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, cap. 4
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
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Semana 7 --- La Iglesia en Jerusalén Sufre Gran Persecución
Sábado --- Leer con oración: Hch 7:58-60; 8:2; 22:3; Gá 1:14
"Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu" (Hch 7:59)
INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR ES UNA NECESIDAD ESPIRITUAL
Saulo era judío, de la secta de los fariseos, celoso de la ley e irreprensible en cuanto a la justicia que hay en la ley (Hch 22:3; Gá 1:14; Fil 3:5-6). Por causa de sus conceptos del judaísmo, él odiaba a los que creían en el Señor Jesús. Cuando Esteban, lleno del Espíritu Santo, predicó delante del Sanedrín (Hch 7), Pablo ciertamente lo oyó. Cuando Esteban fue lanzado fuera de la ciudad y apedreado, los testigos dejaron sus vestidos a los pies de Saulo (v. 58). Aunque estuviese por morir injustamente en las manos de aquellos judíos de duro corazón, la reacción de Esteban ciertamente causó profunda impresión en Saulo.
Hechos 7:59-60 dice: “Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”. El joven Saulo lo vio ser apedreado y más adelante pasó a asolar la iglesia, por tanto, cuando hubo gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, Saulo también participaba en ella. Por medio de él, hombres y mujeres fueron puestos en la cárcel, pues él los condenaba. No obstante, Saulo veía que ellos invocaban al Señor.
En el día de Pentecostés surgió en Jerusalén una iglesia que invocaba al Señor. Ciertamente los santos allí invocaban al Señor de casa en casa, en las calles y lugares públicos. De esa manera era fácil identificar a quien debía ser puesto en la prisión. Sin embargo, los santos no desistieron de invocar aun bajo amenaza de prisión y muerte, pues invocar el nombre del Señor es una necesidad espiritual que todos tenemos. Por esa persecución, todos, excepto los apóstoles, salieron de Jerusalén y fueron dispersos por otras ciudades.
Los que fueron esparcidos iban por todas partes, tanto por Judea como por Samaria, invocando el nombre del Señor, aun corriendo el riesgo de ser muertos. Puesto que recibieron la vida divina, eterna, increada y de resurrección al invocar el nombre del Señor, el vivir de ellos era de invocar. Entonces tuvieron que salir a otras ciudades de Judea y Samaria. Después de esto, algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran llanto sobre él (Hch 8:2).
Punto Clave: Invocar el nombre del Señor aun bajo presión
Pregunta: ¿Cómo es su relación con el nombre del Señor en estos días?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “árbore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 11 — DÍA 6
Alimento matutino
Ro. 16:17 Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Gá. 2:4 Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que se infiltraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.
Debemos entender claramente que el fundamento de todas las denominaciones y el factor que produce cada denominación, son sus ministerios particulares. Si hoy día todos los cristianos estuvieran dispuestos a que el Señor les quite sus diferentes ministerios, todos ellos serían uno. El factor básico que produce todas las divisiones, la verdadera raíz de ellas, son los diferentes ministerios…
Ya en los tiempos de Pablo esto era algo que se estaba infiltrando en la iglesia [Gá. 2]. Un ministerio de otra naturaleza intentaba infiltrarse mientras Pablo, Pedro y Jacobo estaban allí. En 1 Timoteo 1 Pablo le encargó a Timoteo que se quedase en Éfeso para ocuparse de una sola cosa: que mandase a algunos que no enseñaran cosas diferentes, lo cual quiere decir, no enseñar conforme a un ministerio diferente (vs. 3-4).En aquel tiempo, la enseñanza diferente era la enseñanza de la ley. En Gálatas 2, aquello que intentaba infiltrarse, era la ley. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 14-15)
Lectura para hoy
En los cuatro Evangelios, Jesucristo mismo llevó a cabo el ministerio de Dios, y en la primera parte de Hechos, Pedro dio continuación a ese ministerio. Luego, en la segunda parte de Hechos, vemos el ministerio de Pablo, el cual fue una continuación del ministerio de Pedro, el cual tenía como fin llevar a cabo el ministerio neotestamentario de Dios. No obstante, cuando los creyentes judaizantes se volvieron fuertes y enseñaban la ley, Pedro se volvió débil. Él tuvo miedo de aquellos que venían de parte de Jacobo (Gá. 2:11-12). Esto también indica que Jacobo era una figura fuerte, con una actitud fuerte en cuanto a tolerar la enseñanza de la ley en la era del Nuevo Testamento.
Pablo estaba encarando en Antioquía al apóstol número uno, a Pedro, así como a los representantes del apóstol más influyente, que era Jacobo … Sin lugar a dudas, era muy difícil para él. Sin embargo, por causa de la verdad, Pablo no pudo tolerar esa situación… Cerró la puerta para impedir que se infiltrara cualquier ministerio que fuera diferente, y Dios honró lo que él hizo.
Según el Nuevo Testamento y de acuerdo con la historia de la iglesia, de allí en adelante Pedro no volvió a jugar un papel importante en la economía neotestamentaria de Dios … No mucho tiempo después, en el año 70 d. de C.,Dios destruyó Jerusalén (Mt. 24:1-2), donde se basaba la obra de Pedro así como el lugar de donde irradiaba la influencia de Jacobo. Jerusalén fue destruida totalmente, sin quedar piedra sobre piedra. Esto no sólo fue un juicio sobre el Israel rebelde, sino también la destrucción del centro de la obra de Pedro y de la influencia de Jacobo. Sin embargo… el ministerio y la influencia de Pablo permanecieron. Dios no permitió que hubiera ministerios diferentes ni ninguna otra fuente de influencia.
Necesitamos ver que este principio ha seguido vigente a lo largo de toda la era cristiana. Todos los problemas, divisiones y confusiones provinieron de una sola fuente, a saber: la tolerancia con respecto a los ministerios diferentes. Muchos maestros cristianos han visto el peligro que representan los ministerios diferentes; sin embargo, los han tolerado. Ciertamente ha existido este tipo de tolerancia. En el recobro del Señor no debemos estar tan confiados pensando que nunca puede ocurrir una infiltración de ministerios diferentes. Al contrario, debemos estar alerta, pues este peligro está por delante. Si no somos vigilantes y nos volvemos descuidados, de una u otra manera el enemigo utilizará cualquier medio o canal para infiltrar e introducir ministerios diferentes, lo cual acabaría con el recobro del Señor.
Si observamos la situación de hoy, nos daremos cuenta de que hay muchos ministerios diferentes, aparte de este único ministerio neotestamentario. Si pudiéramos quitar todos los ministerios diferentes y dejar sólo el ministerio único del Nuevo Testamento, todas las denominaciones, todos los grupos libres y todas las divisiones, desaparecerían. Entonces no habría ninguna división ni confusión. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 15-17, 74)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, cap. 1; Life-study of Ezekiel, mensaje 16;Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, cap. 4
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