TODO POR IGNORAR LA SANA ENSEÑANZA
Tit 2:1
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.
1Co 14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
1. Orar con el espíritu y el entendimiento
2. Cantar con el espíritu y el entendimiento
¿CUÁL ES EL ÚNICO INSTRUMENTO DIVINO QUE POSEE ESPÍRITU Y ENTENDIMIENTO?
La respuesta a esta pregunta, de Sana Doctrina, explica por qué la Iglesia de Cristo no usa instrumentos musicales, como se acostumbraba en Israel:
Sal 150:3 Alabadle a son de bocina;
Alabadle con salterio y arpa.
Sal 150:4 Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas.
Sal 150:5 Alabadle con címbalos resonantes;
Alabadle con címbalos de júbilo.
Bocina, salterio, arpa, pandero, guitarra, flautas, címbalos, toda una orquesta.
LA ALABANZA EN LA IGLESIA DE CRISTO ES ESPIRITUAL NO CARNAL
Efe 5:19 hablando entre vosotros
con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
Col 3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor
con salmos e himnos y cánticos espirituales.
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Los instrumentos musicales incitan la carne y terminan haciéndola "mover" al son de la canción, como ocurre con arreglos de "rancheras", rock, hip hop, a los que se les adaptan letras con mensajes cristianos.
La música que se le adaptaba a los Salmos en los días del Rey David, era música sacra, solemne, nada que ver con altos decibeles y mucho menos con arreglos musicales del mundo artístico, como se acostumbra hoy en día.
EL ÚNICO INSTRUMENTO QUE TIENE ESPÍRITU Y ENTENDIMIENTO ES EL HERMANO O LA HERMANA ESPIRITUAL QUE DENTRO DE SU CORAZÓN ALABA AL SEÑOR CON GRATITUD, AMOR Y RESPETO.
1. Cabeza ensangrentada,
cubierta de sudor,
de espinas coronada
y llena de dolor.
¡Oh celestial cabeza,
tan maltratada aquí,
de sin igual belleza,
yo te saludo a Ti!
2. Te admiro rostro herido,
espejo de bondad,
aunque en Ti han escupido
con infernal maldad.
¿Quién se atrevió, mi vida,
con loco frenesí
y saña fratricida
a escarnecerte así?
3. Cubrió tu noble frente
la palidez mortal,
cual velo transparente,
de tu sufrir señal.
Cerrose aquella boca,
la lengua enmudeció;
la fría muerte toca
al que la vida dio.
4. Señor, lo que has llevado
yo sólo merecí;
la culpa que has pagado
al Juez, yo la debí.
Mas mírame; confío
en tu cruz y pasión;
otórgame, bien mío,
perfecta salvación.